sábado, 4 de mayo de 2024

“Permanecer en la gloria: Nuestra llave para la cobertura protectora de Dio

Por Ella Onakoya

Perdidos en la gloria

Recientemente tuve un sueño donde me invitaron a hablar en una reunión. Mientras ministraba allí, pude ver a dos líderes muy conocidos en el Cuerpo de Cristo. Guiada por el Espíritu, comencé a profetizar un tiempo de gran aumento sobre sus vidas, en las áreas donde se me había ordenado hablar.

Mientras profetizaba, sentí que la gloria de Dios se liberaba a través de la unción quebrantadora que cayó sobre mis palabras. Tal fue el peso de la gloria de las palabras proféticas que solté, que me puso de rodillas y luego caí boca abajo ante el Rey de gloria, quien me dio las palabras para hablar. Comencé a adorar a Jesús con canciones que nunca antes había escuchado en esta tierra. Mientras adoraba, me perdí en la gloria y me olvidé de todo. Apenas podría describir con palabras lo que sucedió, pero desde el momento en que caí boca abajo ante Jesús, no me di cuenta de nada más.

El plan del enemigo es revelado

En la segunda escena de mi sueño, yo estaba sentada en la silla del orador en la reunión. Ni siquiera sé cómo llegué allí. No podía recordar lo que sucedió entre el momento de la adoración y el momento cuando me senté en la silla.

Sin embargo, en mi sueño una señora de la Iglesia me dio información que yo desconocía. Ella me dijo que cuando comencé a profetizar, una entidad maligna se puso de pie en la reunión, lista para atacarme. Algunos de los que lo vieron en la reunión estaban preocupados de que intentara hacerme daño mientras profetizaba. Pero ¡alabado sea Dios!, la gloria del Señor fue liberada mientras ministraba y se convirtió en una barrera protectora que hizo imposible que la entidad me tocara o me hiciera daño.

En el sueño la Iglesia continuó reflexionando sobre las palabras de peso y la gloria liberada, mientras el Señor me guiaba a hablar. Me desperté del sueño cantando la canción que estuve cantando en mi corazón.

Los sueños suelen tener varias capas de interpretación. Aparte de la revelación personal en el sueño, creo que esto es lo que el Señor quiere que suelte para animar al Cuerpo de Cristo:

Iglesia, ¡habla las palabras de destino del Señor!

La gloria que descansó en las palabras creativas de Dios al principio de la creación, está dentro de nosotros. Así como Dios, el portador de esta gloria, mora dentro de nosotros. En esta temporada, atmósferas únicas y poderosas de la gloria de Dios descansarán sobre las palabras entregadas a través de lo que el Señor nos ordena hablar. Cuando el Señor te dé una palabra de destino para hablar, confía en Él para que libere la unción quebrantadora, para que esta palabra se cumpla.

Ministros, ¡sincronicen su asignación divina con su estilo de vida de adoración!

Ministros y líderes ministeriales en diversas asignaciones, esta es una palabra para ustedes: “Permite que el tiempo de tu asignación divina y tu estilo de vida de adoración estén sincronizados. A medida que su gloria descanse en la asignación que Dios te entregó, permite que esa gloria te lleve al lugar más profundo de la intimidad: el corazón de Jesús”.

Dios está buscando portadores de la gloria que reconozcan la importancia de que sus asignaciones y su adoración estén sincronizadas. En la Biblia, Jesús se retiraba para estar con el Padre después de los tiempos de ministración.

Una Gloria cubierta de ataques demoníacos

Permanecer en el Reino de la gloria es la clave para ser protegido de los ataques demoníacos que buscan dañar a los ministros de Dios, después de un tiempo de asignación. En mi sueño, la profundidad de la gloria era tal, que el enemigo que permanecía alrededor no podía entrar.

En el sueño, cubierta de gloria, me olvidé de mí misma y solo fui consciente de Dios.

Oro hoy para que la Escritura de Hechos 17:28 se convierta en nuestra realidad: “En Él vivimos, nos movemos y somos”. Ruego que los líderes sobre los que profeticé en mi sueño, entren en la temporada de liberación que el Señor tiene para ellos en este momento. Oro para que el Cuerpo de Cristo entre en la liberación del Cielo sobre sus vidas.

¡Amados, permanezcan y habiten en Él!

Ella Onakoya

(www.elijahlist.com)

 

 

 

“A través de la puerta”

 

Por Nathan Shaw

Uno de los primeros mandamientos que Jesús le dio a su Iglesia recién formada, fue que debían esperar el poder de lo alto (Lucas 24:49; Hechos 1:4). Uno de los últimos mandamientos bíblicos que Jesús le dio a su Iglesia, fue cruzar una puerta abierta (Apocalipsis 4:1). La orden de pasar por la puerta abierta en realidad le fue dada a Juan, pero directamente después de que él recibiera instrucciones muy específicas para las siete iglesias (Apocalipsis 2-3). Juan entró por la puerta como un modelo sacerdotal y profético para estas iglesias.

Desde esperar hacia el avanzar

El cambio de mentalidad desde la espera a dar un paso hacia adelante, fue estratégico para las siete iglesias de Apocalipsis. También es estratégico para la Iglesia moderna. No es que debamos alejarnos del fundamento bíblico de esperar en el Señor; más bien, el cambio de mentalidad se trata de operar en nuestra autoridad sacerdotal, ordenada por Dios. En lugar de esperar el poder, hay lugares donde el espíritu nos está esperando. En lugar de esperar el poder que viene del Cielo, estamos entrando en las dimensiones celestiales.

Algo tan simple como atravesar una puerta, puede marcar una diferencia fenomenal. A veces, la diferencia puede ser tan dramática como pasar del frío a lo caliente, del caos al orden, de lo sucio a lo limpio o de lo infernal a lo celestial. Cada habitación no solo tiene su propia atmósfera, cada una tiene una función y un propósito específicos. Cuando Juan atravesó la puerta abierta en el cielo, se encontró en la sala del trono. El salón del trono es una sala que resuena con una profunda autoridad gubernamental. A medida que avanzaba la visión, Juan también se encontró en otros lugares.

¿Qué hizo Juan en cada uno de esos lugares? A menudo, estaba allí simplemente para observar, pero otras veces participaba en la acción o se le pedía específicamente que hiciera algo. Por ejemplo, se le pidió a Juan que tomara un rollo abierto de las manos de un ángel y lo comiera (Apocalipsis 10:8-10). Inmediatamente después de comer el rollo, se le ordenó: “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes” (Apocalipsis 10:11). La acción (tomar y comer el rollo) lo llevó hacia una comisión: “Debes operar en la autoridad profética sacerdotal que Dios te entregó”.

Tu autoridad profética sacerdotal

¿Por qué Dios está llamando a la Iglesia de hoy a cruzar por una puerta que ya está abierta? Las razones son las mismas que leemos en Apocalipsis: “observar, participar, obedecer, recibir comisiones y operar con la autoridad profética sacerdotal”. Juan no pasó por la puerta abierta como un hombre, sino como un sacerdote con autoridad sacerdotal. Lo mismo es cierto para todo el pueblo de Dios, porque Jesús “nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre” (Apocalipsis 1:6). Es innegable, Dios nos llama a operar en la autoridad sacerdotal. La estrategia de satanás, sin embargo, es intimidarnos a través de acusaciones, contiendas y peleas (Apocalipsis 12:10).

El libro de Apocalipsis presenta un contraste dramático entre el pueblo de Dios y satanás. El pueblo de Dios es descrito como sacerdotes con autoridad sacerdotal, y su autoridad está aumentando (Apocalipsis 5:10; 12:11). Satanás es descrito como un acusador que vomita acusaciones, pero su autoridad está disminuyendo (Apocalipsis 12:7-10). Como sacerdotes de Dios, tenemos autoridad para bendecir (Números 6:22-27). Como acusador, la única autoridad de satanás es acusar. Los sacerdotes sirven al Padre. Satanás se enfurece contra Dios y su pueblo.

A través de la autoridad de la voz de Jesús, los sacerdotes de Dios son catapultados desde la Tierra hacia el Cielo (Apocalipsis 4:1). A través de la autoridad de Miguel y sus ángeles guerreros, satanás es arrojado desde el Cielo a la Tierra. A los sacerdotes se les da una voz y una función ante el trono de Dios. A satanás se le niega una voz y una función ante el trono de Dios.

La voz de Jesús y la puerta al trono

El sonido de la voz de Jesús es mucho más poderoso que cualquier otro sonido. La voz de Jesús fue el agente que llevó a Juan de ver la puerta abierta en el cielo, a estar realmente delante del trono de Dios.

Juan dice dos cosas acerca de la voz de Jesús:

Primero: era como el sonido de muchas aguas (Apocalipsis 1:15).

Segundo: era como el sonido de una trompeta (Apocalipsis 4:1).

En otras palabras, tenía una gran profundidad y un intenso poder de penetración. Debemos discernir y responder a su voz, para no dejarnos intimidar por el sonido de la acusación, la contención y la lucha. Como sacerdotes estamos llamados a cruzar la puerta abierta y ayudar a administrar los propósitos de Dios sobre las naciones.

Un simple paso de fe

Es hora de cambiar nuestra mentalidad de espera para dar un paso. Atravesar puertas en lo natural no es complicado. Lo mismo ocurre en la dimensión del Espíritu. Un paso te lleva desde una habitación (o lugar) hacia otro. Es un simple paso de fe que tomas en obediencia a Dios.

Es un mito que debes tener una experiencia dramática como la de Juan para posicionarte ante el trono de Dios. Cruzar la puerta abierta no significa que tendrás la misma experiencia que tuvo Juan, pero sí que te estás posicionando para hacer la obra de Dios.

Nathan Shaw

(www.elijahlist.com)