domingo, 22 de septiembre de 2019

“Los Abraham e Isaac avezados no fueron olvidados… una generación de Jacob los necesita”



Por Anita Alexander
     
Nos encontramos en un mover multi-generacional de Abraham, Isaac y Jacob. Dios guardó a los Abrahams (desde 70 años en adelante) y a los Isaacs (entre las edades de 40-70), para un tiempo como este. No se desaliente, no se sienta olvidado o como si hubiera desperdiciado su vida, porque ahora viene su tiempo.
     
Oh sí, este es un mover multi-generacional que el Señor quiere usar para expresarse a sí mismo y traer la verdad del Reino. Las generaciones de Abraham, Isaac y Jacob son necesarias para que el sonido completo del Reino llegue a su plenitud, para sacudir lo que necesite ser sacudido, para cambiar lo que necesita ser cambiado y desatar en la Tierra lo que necesita soltarse.

Abraham e Isaac: “¡La visión es para un tiempo señalado!”  
Oigo y siento el clamor y el anhelo de muchos corazones en las generaciones de los Abraham e Isaac, quienes sintieron que aún no cumplieron o no ocurrió lo que el Señor les prometió o para lo cual los llamó. Siento que el Señor quiere animarlos desde Habacuc 2:3: “Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará”.
          
Muchos de ustedes sintieron que perdieron sus vidas y son demasiado viejos, o quizá algunos de ustedes se están cuestionando si alguna vez oyeron a Dios o quizá solo fue una “quimera”. Pero el Señor dice: “¡La visión es para un tiempo señalado!”. Él no miente y no se ha retrasado, porque dice en Génesis 21:2: “Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho”.
     
Algunas cosas que el Señor prometió estuvieron destinadas a manifestarse en nuestros últimos años, porque si hubiéramos cumplido todo en nuestros años de juventud, estaríamos pateando todo por el aire en esos últimos años, sintiéndonos satisfechos con nuestra jubilación.
     
El Señor dice: “Te retuve por un tiempo. No te puedes retirar, porque lo que cargas es para ahora, no era para el pasado. La razón por la cual todavía hay mandatos y promesas sin cumplir, es para que continúes golpeando el Cielo y clamando. Mientras clamas, estás clamando por una generación. Tu insatisfacción santa por las promesas incumplidas, está provocando una tracción y los Jacob necesitan que los arrastres”.
     
Sí, esta generación de Jacobs necesita que los Abraham y los Isaac los ayuden a completar sus mandatos. Usted debe hacer su parte ayudando a esta generación de Jacobs a cumplir sus mandatos, mientras cumple el suyo propio. Entonces persevere en los mandatos y en las promesas de tiempo atrás y vea su cumplimiento.

Todas las generaciones trabajando juntas     
El Señor dice: “En estos tiempos y en estos días, necesito que todas las generaciones trabajen juntas para desatar todo lo que deseo manifestar en la Tierra. Abraham, Isaac y Jacob deben trabajar juntos para manifestar la plenitud de mi corazón. Jacob necesita la sabiduría y la experiencia de Abraham, y Abraham reposa en el celo y la energía de Jacob para correr por el Reino. Isaac es el puente entre ambos y los tres juntos conforman el cuadro completo. Mientras se oyen las voces de cada uno, manifestarán un sonido completo y unificado del Reino que culmina una frecuencia que dará a luz el Reino en esta hora”.
     
Usted no fue olvidado, no desperdició su vida y no quedó atrás. El Señor lo guardó como Abraham, para cumplir en sus años de madurez todo lo que Él le habló, porque esta generación lo necesita. Abraham e Isaac, ¡Jacob los necesita!

Anita Alexander


“¡Dios está estableciendo un nuevo orden! Un cambio mayor nos está sacudiendo para el futuro”




Por Chuck D. Pierce

Amados pioneros:
¡Dios está estableciendo un nuevo orden! Hay un cambio mayor en los cielos que nos está sacudiendo hacia un nuevo acceso para el futuro.

El Señor dice: “Mi mano te está impulsando con una fuerza sostenida. Hay un velo entre la respuesta a tus oraciones, donde quiero que estés y el lugar donde estás ahora. El enemigo está trabajando fuera de tiempo para engañar tu mente para que creas que el velo es real e impenetrable. Si lo escuchas, te impedirá entrar al lugar donde quiero que estés”. 

“Abre tus ojos y mira lo que hay más allá del lugar donde quiero que estés. El velo parece más real que el lugar donde te estoy llamando, entonces debes ser más ruidoso que el velo. ¡Deja que tu voz se eleve y permite que tu voluntad se oiga más fuerte! Si supieras que la liberación para los justos viene cuando todo empieza a sacudirse, ¡comenzarías a clamar para que comience el sacudón!”.

“Yo soy el que provoca el trueno. ¡El estruendo comienza conmigo! Es tiempo para que sientas el estruendo. No temas al estruendo, no temas al sacudón, porque dentro de ellos está tu liberación. Sacudiré para derribar todo, hasta que venga el doble”.

“Esa guerra que trató de rodearte, impedirte y detener tu avance haciéndote decir ‘estoy desanimado’… ¡esa guerra es lo que estoy sacudiendo a tu alrededor! Te sacudiré hacia arriba y hacia abajo. Este sacudón que estuvo ocurriendo en tu entorno, es para que Yo pueda entregarte una nueva porción. ¡Tu estado postrero será mayor que el primero! Sacudiré todo para derribarlo, hasta que venga el doble. Derribaré tu resistencia y te lanzaré hacia arriba”. 

Nuevo gozo, nuevas fuerzas y nuevos dones
“Aunque hayas perdido el gozo en medio de la guerra, estoy sacudiendo, sacudiendo y sacudiendo, hasta que el gozo vuelva a surgir. Como perdiste tus fuerzas para pelear en los días que vienen, ¡sacudiré e impartiré un nuevo gozo para que surjan nuevas fuerzas! Brotará de ti el gozo nuevo como un río”.

“Algunos perdieron su fe de niño en medio de las circunstancias que los rodearon, pero te afirmarás y dirás ‘hoy vuelve a ser como la celebración de un feriado’. Me estoy comenzando a regocijar, porque estoy agitando dones nuevos para entregarte. Tus dones harán que todos se beneficien”.

“La guerra a tu alrededor hizo que el temor entrara profundo en tu vida. Esto te hizo afirmarte y retroceder, haciendo que mi mano de placer se retire de ti. Por tanto, afírmate, un paso, dos pasos, tres pasos, avanza y verás que mi placer volvió a reposar sobre tu vida”.

“Tengo un acto de fe para ti. Cuando obedezcas, la guerra terminará y caerá la cortina. Entonces verás que te alargué para prosperar en una nueva manera. Una vez más, paso, paso, paso. ¡Te estoy esperando!”.

“Fija tus ojos en Mí”
“Fija tus ojos en Mí. Tienes tantas preocupaciones en tu entorno que tengo que sacudir todo para removerlas. Perdiste tu visión sobre lo que estoy tratando de hacer. Te estoy sacudiendo en medio de la pena y la angustia que experimentaste. Perdiste de vista el cuadro completo. ¡Debes fijar tus ojos en Mí porque hay un grito de gracia que se volverá a levantar!”.

“Aunque lo demoníaco te rugió, ¡soy el Dios que ruge más alto! Si te levantas, permite que el rugido triunfante se levante sobre tu vida y devuelva el rugido sobre el campamento del enemigo. ¡Entonces verás el despojo que te robaron! Ruge y ruge una vez más, mientras avanzas hoy”.

“Estoy sacudiendo los cielos con truenos, pero el mismo trueno se está moviendo en ti. Permite que el sonido del trueno del Cielo se levante y haga que domines la tormenta que te rodea por el sonido y el poder que hay dentro de tu vida”.

“¡Ojos no vieron, oídos no oyeron y tampoco subieron a tu corazón las cosas que preparé para tu vida! En tiempos de sacudimiento, estoy removiendo las anteojeras… anteojeras que te impidieron ver lo que Yo veo. Las anteojeras que te impidieron experimentar lo que tengo para tu vida. En este tiempo estoy removiendo las anteojeras. ¡Haré que veas desde una perspectiva diferente!”.

“¡Sube aquí! Sube aquí porque te mostraré lo que debe ser. Te mostraré los planes y los propósitos que planifiqué para ti. Te sacaré del estiércol y el fango, y haré que tus pies se afirmen sobre terreno más alto. En ese lugar recibirás una revelación fresca para lo que trató de detenerte y te retuvo en un lugar antiguo”.

“Este es el tiempo para que salgas de lo viejo y entres en un lugar nuevo. Estoy removiendo las anteojeras y te estoy posicionando en un nuevo lugar. Te estoy posicionando más allá de los principados y los poderes, para que puedas ver desde mi perspectiva. En ese lugar recibirás una nueva visión, nuevas fuerzas y una nueva esperanza. ¡Sales de lo viejo y entras en lo nuevo, mientras te quito las anteojeras!”

El Dios de guerra
“Yo soy el Dios de Guerra que vine para hacer la guerra y ganarla. ¡Tú avanzas desde mi lugar de victoria! Estoy sacudiendo las cosas para que los ‘sin nombre’ puedan surgir. Estoy llamando a los que tienen un corazón para pelear, ¡sin bajar los brazos!”.

“Desde que David fue ungido como rey y los filisteos vinieron contra él, tuvo una apertura perpetua. Declaro que cuando viene una apertura, habrá otra detrás de la puerta. ¡Yo soy el Dios de la apertura perpetua! Soy el Dios de Guerra y jamás fui derrotado. Vine para liberar. Tu escudo es grande y tu espada es filosa. ¡Avanza conmigo!”.  

“Yo soy el Dios de Guerra. ¡Yo orquesto la guerra y establezco en su lugar a los que necesito! Todo lo que necesito es que me escuches y te muevas al ritmo de mi cadencia. Estoy en el proceso de profundización. Tú piensas que la suciedad te cubrió, pero mira desde donde estás con la suciedad amontonada sobre tu vida y declara: ‘Viene el domingo. ¡La resurrección está en mis huesos, y mis huesos se están sacudiendo!’”.

“Te estoy llevando desde la herida a la sanidad”
“Un corazón animado es como buena medicina, pero un espíritu quebrantado carcome los huesos. Este es el día cuando te estoy sacando de la herida hacia la sanidad, si solo das un paso hacia adelante para recibirla”.

“¿Crees que las montañas Teton son inconmovibles? Podría soplar sobre ellas y hacerlas volar como el polvo. Te llamé a una serie de asignaciones y removeré cada obstáculo en tu camino. Eso no significa que no enfrentarás resistencia, escucha con detenimiento y camina conmigo para que puedas ver victorias que tú y los que te rodean nunca imaginaron que pudieran ocurrir”.

“En estos días asombraré al mundo con una demostración de poder y gloria que nunca antes se habían visto”.

¡Se terminaron los días donde lo pasaban por alto!
(Esta fue una palabra personal que recibió uno de los miembros de nuestra congregación, pero aplica para todos). “Fuiste ignorado demasiado tiempo y la guerra se llevó lo mejor de tu vida. Pero el tiempo donde fuiste ignorado, se terminó para tu vida. Hay muchas, muchas oportunidades por delante. La gente no te comprendió y te pasó por alto, pero te llamé para un tiempo como este. Serás un testimonio, alguien representativo para mi casa”.

“¡Oportunidad! ¡Viene la oportunidad! Es como un paño dorado que desciende sobre tu cabeza y ya no estarán los aborrecedores que te aborrecieron. Incluso llevarás una corona y gobernarás sobre aquellos que te aborrecieron. Preparé una mesa en presencia de tus enemigos y finalicé el tiempo donde eras ignorado”.

(Palabras de: Chuck Pierce, Maggie Wallace, James Vincent, Robyn Vincent, Michelle Hadley, Keith Pierce, Barbara Wentroble, Melinda Richardson, Bob McGregor y Keevy Phillips.)

¡Reciba su sanidad!
Al final de esta impartición profética, Zech Shaulis vino y tuvo esta palabra de conocimiento:
Hay alguien en la web ahora mismo que tiene una enfermedad en los huesos. Es un cáncer en la médula ósea que hace que los huesos sean demasiado frágiles. El Señor dice: “¡Estoy sanando esa enfermedad ahora mismo! ¡Estoy arrancando al cáncer de tu médula ósea! Tus huesos fueron demasiado frágiles y estuviste resistiendo al sacudón que te llevaría al próximo nivel. ¡Recibe tu sanidad ahora mismo!”.

Chuck D. Pierce y equipo


viernes, 6 de septiembre de 2019

“¿Alguna vez le robaron? Dios dice: ¡Pídeme lo que quieras!”



Por Jodie Hughes

Sea osado, específico y real
Recientemente me desperté de un sueño oyendo las palabras: “Pídeme lo que quieras”. Entonces supe que Dios estaba redimiendo ahora mismo lo que el enemigo le robó o quebró en mucha gente en el pasado.

En el sueño había un hombre llamado “Rob” y parloteaba sobre pedirle a Dios lo que queríamos en el momento. Yo estaba usando tantas palabras para expresar mi punto, que casi había perdido el sentido de lo que estaba diciendo. El “hombre” no oía porque yo era innecesariamente “tímida y amable”, en lugar de hablar con osadía y de manera concreta. Luego puede oír una voz con claridad: “¡Pídeme lo que quieras!”.

Inmediatamente comprendí que es importante y urgente ahora mismo que le pidamos a Dios lo que queremos. No se vea atrapado por el perfeccionismo, la timidez, la corrección o por una manera de orar rígida y religiosa, “tratando de hacerlo de la manera correcta”. ¡Simplemente ore con osadía! Sea auténtico, sea específico, sea osado. ¡Hay una gracia para llevar nuestras peticiones ante Dios y orar por su respuesta! Ore, declare, contienda y decrete, pero pídale a Dios lo que quiere. El pensamiento religioso tratará de impedir o aplastar nuestra libertad para presentarnos ante Dios y pedir con osadía, activando nuestra fe.

“Dígales a sus cosas que vuelvan”
Comprendí que “Rob” en el sueño representaba un espíritu de robo que no tenía misericordia para ir contra el Cuerpo en este tiempo y Dios está redimiendo todo lo que robó el enemigo de manera radical y actual. ¡No negocie ni se comporte con amabilidad ante un espíritu de robo, patéelo con osadía para echarlo y dígales a sus cosas que vuelvan en el nombre de Jesús! Es muy importante ordenarles a nuestras cosas que vuelvan ahora mismo. Se requiere osadía y hablar con fiereza, específicamente por lo que estamos peleando, para desalojar las mentiras del enemigo. Dios está ungiendo nuestras declaraciones mientras hablamos, con un gran coraje y una nueva autoridad.

Es importante ser vulnerables auténticos, honestos, enfocados y osados, mientras nos presentamos ante el trono de Dios. El Padre quiere que participemos con Él, decretando las soluciones del Cielo, para traer redención y apertura, invitándonos a pedírselas a Él. Es tiempo de decretar con osadía y valentía la recuperación de todo lo que fue robado.

Dios también quiere que le pidamos por las cosas en nuestros corazones. Esto era muy importante en el sueño, determinando lo que creemos en realidad y declararlas valientemente en oración. Muchos necesitarán tomarse tiempo y hacer una lista con fe ante el Señor, para pelear por áreas específicas en sus vidas.

El cambio está sobre nosotros
Mientras el cambio acelerado está sobre las naciones, las cosas están ocurriendo rápidamente y no todo lo que está pasando está en el corazón de Dios para las naciones. Con frecuencia, nuestra voz es un ingrediente clave y perdido para la apertura. La atmósfera está madurando para el cambio, hablando de manifestar el cambio de Dios.  Hay una urgencia, ahora mismo, para que las voces de justicia y fe se asocien con Dios y decreten lo que Él está diciendo sobre la tierra, mientras Él se asocia con nuestras oraciones (Mateo 18:18). También hay una urgencia por declarar las promesas de Dios sobre nosotros mismos, silenciando y cancelando la voz del “espíritu de robo” y participando en fe con la Palabra de Dios.

Sí, el cambio está sobre nosotros. Decretar el cambio de Dios es nuestro derecho de primogenitura y nuestra responsabilidad. “Decretar una cosa y establecerla” (Job 22:28) es imperativo en este tiempo. Nuestra voz debe establecer el cambio del Reino. Debemos declarar, decretar y anunciar el propósito del Reino, la apertura y la promesa en nuestras vidas y naciones. Debemos declararlas. Debemos pedir y decretar. Con frecuencia nuestras oraciones son más vitales y más poderosas de lo que pensamos.

“¿Qué quieres de Mí?”
Incluso en este tiempo, nuestra respuesta personal a la invitación del Señor es mucho más crucial cuando nos pregunta: “¿Qué quieres de Mí?”. Esta puede ser una pregunta confrontacional para muchos, mientras agita las áreas de sueños incumplidos e historias, preguntas, heridas y decepciones pasadas. Para muchos, “pedir” es como volver a creer en áreas donde el retraso o el desánimo hicieron muy difícil “volver allí” para pedir y decretar en fe.

Pedirle a Dios lo que queremos aguijonea los lugares heridos de las decepciones pasadas. Igualmente, nos impulsa a volver a revisar ante el trono nuestros corazones y, siendo vulnerables, detectar los lugares de dolor, pidiéndole a Dios por nuestra sanidad, nuestra restauración y la redención de nuestros corazones, así como la sanidad de todos los lugares heridos o lastimados. Esto es parte de la razón por la cual es importante hacer conocidas nuestras peticiones ante Dios ahora mismo. El pedido en sí es sanador, incluso cuando requiera una honestidad y un coraje brutal.

Dios desea sanar los corazones y está restaurando los lugares que necesitan sanidad y esperanza sobrenatural. Sea honesto y crudo en sus tiempos con Dios. La sanidad real y la consolación vienen por ser auténticos con Dios. Debemos presentarnos ante Dios con nuestro dolor y nuestras preguntas, no alejarnos de Él.

“Una fe actual” por un “cambio actual”
Una clave en este tiempo es ser vulnerables, honestos, específicos y osados ante el Señor, pidiéndole a Él lo que necesitamos. El Señor le está susurrando: “¿Qué quieres de Mí?”. Hay una ternura en el pedido, pero también una urgencia para emitir decretos y declaraciones de fe, presentando ante el Señor nuestros pedidos específicos. Hay una compulsión por ser real y agitar nuestra fe renovada. Dios está llamando a la “fe actual” en la Iglesia, para decretar el “cambio actual”

Una y otra vez, la Biblia nos implora que “pidamos”. Pedir y contender activa nuestra fe, pero debemos pedir. ¡La oración y las declaraciones de cambio son activas, no pasivas! Abrimos nuestra boca para hablar. La voz ungida de la Iglesia establece el cambio de Dios en nuestras naciones y familias.

De ser robados a ser redimidos y el rol que desempeñamos
Pude oír al Señor que decía: “¡Que los robados digan que son redimidos!”. Declare esto sobre su vida y sus seres queridos. Dios está redimiendo todo lo que el enemigo le robó. Decrete: “¡Soy redimido, no robado!”.

Proverbios 6:31 dice: “Pero si es sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa”. Este principio espiritual de plenitud de redención opera cuando un espíritu de robo queda descubierto, es una asignación del Reino ahora mismo. Llame a las cosas que le robaron. El enemigo exageró su mano y muchos en el Cuerpo pueden estar de acuerdo con este sentido de haber sido “robados” durante demasiado tiempo. Las finanzas, las relaciones, la salud, las promesas familiares, el propósito del Reino, la identidad nacional... ¡Que se levante la voz de la Novia y pida por las naciones!

El Salmo 2:8 dice: “Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
y como posesión tuya los confines de la tierra”. Hay un cambio divino de “ser robado” a “ser redimido” que está ocurriendo en el centro de la identidad de la Esposa. Somos co-herederos con Dios, participamos con Él para decretar “en la Tierra, así como en el Cielo”. Nuestra voz es poderosa, crucial y necesaria.

Apertura repentina y una fe osada
Hay un aumento repentino de los cambios divinos. Espere aperturas repentinas, osadas, enormes, más expansivas e inusuales. ¡Decrete en grande! Muchas de las aperturas serán más rápidas de lo que muchos de ustedes concibieron. Serán tan específicas que los deseos y las declaraciones de su corazón lo dejarán “arruinado” por el amor tierno de Dios y su cuidado personal específico. Prepárese para volver a enamorarse de Jesús.

Mientras estallan las aperturas personales, se animarán con una fe osada para pedir por más. Pero comience hoy. Decrete ahora. ¡Pida ahora! Dios está revigorizando la “fe actual” de Hebreos 11:1, si su pueblo decreta de manera radical los cambios del Reino y las aperturas sobrenaturales sin precedentes. Su voz es necesaria en el proceso. Pida y ore.

Moños sin regalos
Luego en una visión pude ver moños y lazos que caían, pero sin regalos. Me sentí confundida por esto. Durante mucho tiempo me postré para preguntarle a Dios por qué no veía los regalos con los moños. Había multitudes de moños que caían y la atmósfera estaba preñada con posibilidades y aperturas salvajes.

El Cuerpo está en el tiempo de Efesios 3:20, donde “todo será infinitamente superior a lo que podamos pedir o imaginar”. Pero un desafío para el Cuerpo es que, si Dios está diciendo que hará mucho más de lo que podamos pedir, ¡hay una expectativa que nos lleva a pedir! ¿Qué estamos pidiendo ahora para que Dios pueda expandirse sobre eso?

Pude ver los cielos abiertos en la visión, donde caían moños y Cintas sobre la gente y su fe explotaba. Muchos se dieron cuenta de la autoridad que poseen para declarar la apertura y el cambio de Dios en este tiempo. Luego de esto, me postré y volví a preguntarle a Dios: “¿Por qué no hay regalos?”. Inmediatamente comprendí… Dios estaba esperando que los pidiéramos. La verdad palpable de esto atravesó mi corazón.

Pida, decrete, ore y persevere. Contienda. ¡Declárelo! Dios está redimiendo lo que el enemigo le robó, pero con frecuencia está esperando que oremos, decretemos y usemos nuestra autoridad en la Tierra, para llamar las aperturas y declarar las promesas de Dios. Hay poder en participar con Dios y decretar una cosa, y verla establecida en medio nuestro. Sin embargo, es mucho más conmovedor comprender que Dios nos está invitando a pedirle lo que queremos.

Redención del tiempo robado y perdido
Específicamente, Dios está redimiendo el tiempo robado o perdido, junto a las puertas de destino para el propósito divino. Muchos que se sintieron robados en el pasado, sintieron que el tiempo se escapó de ellos o que sus mejores años están atrás, se sorprenderán mientras Dios redime el tiempo y acelera lo que está haciendo en sus vidas.

Dios no está limitado por nuestros conceptos sobre la duración que requiere la restauración. Pude oír al Señor que decía que no estamos perdidos y el tiempo no nos pasó de largo, porque Él está redimiendo el tiempo, rediseñándolo y reposicionándonos. ¡Las cosas ocurrirán de manera rápida! La aceleración está sobre la promesa y el propósito del Reino.

Jesús y el hombre ciego
Marcos 10:51 dice: “Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista”. La Biblia comparte sobre un hombre ciego que clamó a Jesús y la multitud se burló de él, pero cuando atrajo la atención del Maestro, recibió lo que estaba pidiendo: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Cualquiera pensaría que era obvio. El ciego quería ver. Pero claramente este hombre debía declarar lo que quería de una manera honesta y específica, con una osadía cruda.

Honestamente, cualquiera que caminó el largo viaje de un retraso y una decepción interminables, puede comprender que se requería coraje para hablar lo que parecía imposible, en la presencia de los burladores y la multitud que aplastaba su fe. Jesús, el dador de esperanza, sigue diciendo: “Todas las cosas son posibles con Dios”. Hay algo sobre nuestros oídos para oír lo que Jesús está pidiendo. Hay algo sobre pedirle a Jesús por lo que queremos de Él, incluso cuando la respuesta parezca obvia. ¡Queremos ver!

Creo que Dios nos está pidiendo que hagamos lo mismo. ¿Qué quiere que Jesús haga por usted? Respóndale. Háblelo. Decrete con claridad y de manera concreta: “Señor, esto es lo que estoy pidiendo y por lo que estoy creyendo”.

Redenciones inesperadas
Mientras Dios completa lo que comenzó, redimiendo historias sin terminar y restaurando lo que el enemigo le robó, hay un sentido de redención inesperada. Dios se mueve fuera de lo que consideramos posible y no está limitado por soluciones previsibles. Dios está trabajando todas las cosas para el bien de aquellos que lo aman (Romanos 8:28), y algunas de sus historias redentivas sorprenderán al pueblo por su creatividad y su capacidad divina para recapturar y rediseñar. Dios es un autor divino y está reescribiendo su historia, completando los capítulos interrumpidos, donde el ladrón entró para robar.

¿Qué hemos perdido?
Este es el tiempo para que la fe abra nuevas dimensiones de la gloria manifestada en cosechas y promesas. Pida, busque, golpee (Mateo 7:7). Pida por las naciones (Salmo 2:8) y “pida en oración” (Mateo 21:22). Hay una urgencia por pedir y participar con la disposición del Cielo para que irrumpa en nuestras naciones, nuestras familias y nuestras circunstancias, con una transformación profunda divina. Con frecuencia pregunto: “¿En qué cosas no estamos caminando porque no lo hemos pedido? ¿Qué cosas no estamos viviendo porque no pedimos con persistencia? ¿Qué cosas no estamos viendo en la tierra porque pensamos que era presuntuoso, no estaba permitido o no era bíblico pedir?”

Mateo 18:18 deja en claro que debemos usar nuestra voz de autoridad: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”

Su voz puede cambiar la historia
Su voz es tan poderosa y ungida que Dios nos instruye y nos indica que declaremos sus sueños en la tierra. También nos está invitando a hacer declaraciones en fe sobre nuestras vidas y en nuestras circunstancias personales. Este es un tiempo de apertura sobre apertura, y debemos oír lo que Dios nos está pidiendo: “¿Qué quieres de Mí?”Esto activará nuestra fe de una manera fresca. La historia literalmente está tomando forma mientras lo declaramos en oración. El llamado de Dios hacia nosotros es simple: “¿Qué quieres de Mí?”.

Declare lo que Dios está diciendo con osadía y respóndale. ¡Dios está esperando responder a sus decretos! Su voz está cambiando la historia, activando redención y participando con el Dios de la apertura.

Sea bendecido mientras ora, pide y decreta.

Jodie Hughes


“2020 es el año de la claridad y la cosecha”



Por Joe Joe y Autumn Dawson

Mi esposa Autumn y yo estuvimos compartiendo lo que oímos recientemente del Señor. Mientras compartíamos lo que nos habló el Señor, nos dimos cuenta que las dos palabras iban de la mano. Inmediatamente supimos que debíamos entregarle esta palabra al Cuerpo de Cristo con un sentido de urgencia.

Visión perfecta en el 2020
Autumn recibió una palabra del Señor en el medio de la adoración corporativa hace una semana. El Señor le habló esto:

“Mira hacia el horizonte, porque viene el 2020. Serás capaz de ver con claridad, porque se detuvo la lluvia. Ahora que pasaron las tormentas, el 2020 será un día radiante y brillante para el Reino de Dios. El 2020 es la visión perfecta y perfeccionaré la visión que te entregué. Las cosas que estaban nubladas, fuera de foco, interrumpidas u oscuras, serán claras como el cristal en el 2020. Este próximo año viene una cosecha. Perfeccionará tus ojos para ver la cosecha madura”.

El año para recoger
Mientras el Señor continuaba hablándole a Autumm, ella tuvo una visión sobre manos ensuciándose en el terreno. También vio cosechadores sacudiendo árboles para cosechar el fruto maduro. El Señor comenzó a hablarle una vez más, diciéndole: “Este será un año para recoger. El 2020 será un año marcado por la cosecha. La intercesión agitó la atmósfera. Fueron oídas las oraciones y la intercesión que se hicieron por los hijos e hijas pródigas. Estas oraciones serán respondidas y los pródigos serán liberados”.

“Muchos pródigos volverán a la casa. Los cautivos dejarán atrás sus cadenas. La enfermedad abandonará sus cuerpos. Una ola de despertar barrerá la tierra y las almas que estén en su camino”.

“Prepara tu visión. Tu visión necesitará aclararse para poder ver la cosecha. La visión clara te posicionará para ayudar a restaurar las almas que entrarán al Reino. Alista tu visión para ver con claridad, porque terminó la lluvia. El 2020 está en el horizonte. Mira hacia el horizonte y prepárate para ver claramente en el futuro”.

El Señor le habló poderosamente a Autumm sobre prepararse para el año 2020, porque está en el horizonte. Esta es una hora donde debemos ver hacia el horizonte y estar listos para todo lo que Dios hará en el próximo año y en las estaciones que vendrán.

El sol se está elevando sobre nuestras promesas
Recientemente el Señor me habló por medio de una visión, confirmando mucho de lo que antes le habló a Autumn. En la visión estaba observando un campo hermoso durante la noche. Luego vi que el sol comenzaba a levantarse sobre el horizonte. El sol naciente comenzó a alumbrar partes del campo y podía ver que había rocío en el terreno.
     
En la medida que el sol continuaba elevándose, comencé a ver partes diferentes del campo. Mientras eran alcanzadas por los rayos del sol, todo comenzaba a florecer. En cualquier parte tocada por la luz se podía ver que las cosas comenzaban a florecer. El fruto comenzaba a crecer y maduraba, listo para ser cosechado. Supe que a través de esta visión, el Señor me estaba mostrando algo poderoso en el horizonte para el Cuerpo de Cristo.
     
En el 2020, el sol comenzó a levantarse e iluminar cada semilla que había sido plantada. Cada semilla crecerá y producirá fruto. Creo que cada palabra profética, cada semilla que usted sembró, fue regada en tiempos pasados. Los que administraron bien las palabras proféticas que Dios les entregó, ahora verán su cumplimiento. El amanecer del año que se acerca hará que todas las cosas crezcan, mientras se eleva el sol.
     
Muchos atravesaron tiempos de tinieblas, retrasos, pruebas y tribulaciones, donde no tuvieron una visión clara sobre lo que había en el horizonte. Amigos, ¡esto no será así en el 2020! El sol se está levantando y el crecimiento se está manifestando. Dios se está preparando para hacer mucho más en este nuevo tiempo y debemos prepararnos para ello ahora. Debe asegurarse que está en posición para ver la manifestación de esas palabras proféticas que se retrasaron durante mucho tiempo.
     
El 2020 será un año de visión perfecta y los creyentes serán capaces de operar con un mayor enfoque y claridad divina. El sol comenzará a levantarse y debemos mirar ahora hacia el horizonte, para comenzar a posicionarnos para todo lo que Dios hará en el nuevo año.
     
Creo que el 2020 será un año donde todas las cosas que Dios plantó y regó, comenzarán a fructificar y producir mucho fruto. Muchos estuvieron esperando que saliera el sol en diferentes situaciones durante muchos años. El 2020 será un año de cumplimiento de promesas y una gran cosecha.
     
Así como el Señor le habló a Autumn, este es un tiempo y una temporada donde necesitamos permitir que el Señor perfeccione nuestra visión. El 2020 será un año donde surgirá el fruto y se cumplirán las promesas. Se recogerá la cosecha y necesitamos estar ubicados, con la visión perfeccionada para administrarla.

Mientras nos acercamos al 2020, miremos hacia el horizonte y esperemos ver con claridad lo que Dios hará. ¡Las temporadas de confusión y retraso quedaron atrás, el sol está saliendo y está comenzando el amanecer de un nuevo día!

Joe Joe y Autumn Dawson