Por Eileen Fisher
“Mi obra liberó a los cautivos y tú serás enviado a liberar a los cautivos”
El Señor dijo: “Tendré una Novia armada y preparada. No se verá como otras novias. Será una Novia equipada con la unción. Estará tan equipada con mi Palabra que será como un francotirador que ejecuta su misión con rapidez para eliminar al enemigo. Estuvo escondida, pero le daré la estrategia con mi Palabra por medio de la unción, para sacar al enemigo de su escondite”.
“El enemigo estuvo jugando en las mentes de mi Novia. Vino para acusar, condenar, establecer desesperanza y desánimo, pero mi Novia se está estirando. Está estirando sus brazos hacia adelante. Está estirando sus piernas. Está estirando su cuerpo, preparada para correr hacia su nueva asignación. Mi Novia no será débil, se fortalecerá por mi Espíritu. Su carne se debilitará, pero su Espíritu se moverá en una doble porción de poder y fuerza hacia donde quiera y expondrá al enemigo. Luego liberará a los cautivos de sus ataduras”.
“Te llamé esta noche porque busqué a los míos que me buscan de todo corazón, los que me ofrecen todo su corazón, quienes vendrán y se postrarán ante mi presencia, reconociéndome como su Amigo, Consejero y Príncipe de Paz. Me conocerás como el que trae redención pero tiene fuego en sus ojos. El fuego que llevo dentro de mí será purificador. Estoy derramando mi gloria sobre la tierra. Reconocerás que será algo como nunca antes ocurrió o se experimentó, porque será incontenible como un fuego que deshace”.
“Cuando digo que deshace, quiero decir que deshará. Cuando se deshizo lo que se debía deshacer, sabrás dónde el enemigo te tenía atado. Verás y te darás cuenta que mi obra libertó a los cautivos y serás enviado a liberar a los cautivos. El enemigo batalló en tu mente. Vino para atacar tu alma, tu cuerpo, tus posesiones y bloquear tus finanzas. Existe un viento que está a punto de surgir y vendrá desde el Norte. Serás sorprendido porque digo: ¡Mira! Ese es mi Norte, el Cielo está descendiendo”.
“Debes prepararte para el maná que será enviado, porque será fresco, caliente, puro y nutritivo. Aún cuando la Novia pueda parecer débil, se fortalecerá mientras se estira. Muchos de ustedes atravesaron un tiempo de estiramiento de su fe dentro de sus casas, con diferentes situaciones donde se preguntaron ¿cómo o por qué? Este es el tiempo y la estación, para esto estoy preparando una Novia victoriosa”.
La hora del Padre
“Pongo aceite sobre tu cabeza ahora mismo. Suelto ángeles a tu favor ahora mismo. Suelto verdad en tu mente ahora mismo. Suelto fortaleza sobre tus piernas, tus manos, tus pies, tus ojos y aún sobre tus oídos para que puedan oírme claro cuando hablo. Miro tu corazón y me regocijo grandemente, porque veo el clamor que existe en tu corazón. Declararás y dirás que estás en los negocios de tu Padre”.
“Estás a punto de moverte en la hora del Padre, donde la autoridad que viene sobre la tierra será la de un padre cuando viene a ordenar su casa. No te preocupes, porque todos los que son débiles se fortalecerán. No vine para condenar a los débiles en la fe, sino para regocijarme en la fe pura. Déjame multiplicar tu fe, alentándote y fortaleciéndote. No es el pecado el que te debilita y no es el pecado el que te hace llorar, es la visitación de mi Espíritu en quietud, fortaleciéndote y estirando tu camino, más allá de tu zona de comodidad”.
“Estoy derribando las restricciones. Estoy derribando las ataduras de la denominación. Estoy diciendo que todos los que quieran, vengan a mi Espíritu. Elévate sobre los hombres, elévate en mi Espíritu, elévate inclinándote ante mi Espíritu”, dice el Señor tu Dios.
El Cielo se acercó a tu negocio
Pude oír al Señor diciendo: “Echa tus cargas sobre Mí. Envié ángeles para que caminen a tu alrededor. Llevarán las respuestas a tus peticiones. Mi Padre y Yo estaremos sobre tus negocios porque te ocupaste de Nuestro negocio. Te invito a asociarte con el Cielo, porque el Cielo se acercó a tu negocio”.
“Me hice cargo de tus negocios. Me hice cargo de tus posesiones. Me hice cargo de tus hijos. Me hice cargo de tus temores. Me hice cargo de tus finanzas. Me hice cargo de tu salud. Me hice cargo de tus enfermedades y debilidades. Me hice cargo de tus dudas y tus incredulidades, tus vergüenzas y tus disgustos. Tomé tu depresión y digo: Dame lo que llevas sobre tu espalda”.
“Vine para quitarte las vestiduras funerarias, porque eso debe quedar dentro de la tumba. Te vestiré con Mis ropas de justicia. Pondré en tu mano el cetro donde debería estar la Palabra, mi espada, para mostrarte en la dirección hacia dónde debes señalar guiado por mi Espíritu”.
“Estoy preparando un ejército. ¿No oyes los pasos? ¿No lo oyes marchando? ¿No puedes ver y comprender en el Espíritu la agitación que va y viene? Es tu Dios involucrándose en los asuntos de la humanidad. No abandoné a la humanidad porque soy su Creador. La humanidad se inclinará ante su Creador. La humanidad adorará a su Creador”.
Estoy llamando a una Nación para reconstruirla
“Mírame mientras elevo a los Míos. Estoy elevando a mi creación. Estoy elevando a mis criaturas, los que claman: Santo, Santo. Los que doblan sus rodillas ante Mí, los que se acercan en sumisión, rendidos y conociendo que puedo sanarlos. ¿No envié a mi Hijo? ¿No fue herido sin ser sanado? ¿No resucitó en un cuerpo glorificado?”.
“Me verás comenzar a moverme cada vez con más fuerza en la restauración y la sanidad. Estoy llamando a una nación para reconstruirla. Ya establecí el fundamento y será fuerte, porque estará constituido con mi Sangre, no sobre la sangre de los mártires, sino en la Sangre del Hijo. Luego mi pueblo vendrá y será sano en la sangre de la tierra porque se transformará en la Sangre del Cordero”, dice el Señor tu Dios. En el precioso Nombre de Jesús.
Eileen Fisher
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