lunes, 25 de marzo de 2024

“¿Eres un ‘desbloqueador’ improbable?”

Por Andrew Towe

Nuevas llaves, nuevas puertas y nuevos ‘David’

Mientras oraba, el Señor me habló de aquellos que fueron pasados por alto, subestimados y considerados indignos. Él me dijo: “Les estoy confiando las llaves de la autoridad a los improbables y ellas abrirán las puertas del avivamiento en los lugares más sorprendentes. Las viejas llaves que una vez funcionaron, ya no abrirán las nuevas puertas de esta temporada. Las llaves que estoy entregando abrirán el Vino Nuevo del avivamiento y un nuevo derramar en los lugares más inverosímiles”.

“Estoy asignando llaves sobre las naciones, regiones y territorios, que albergarán grandes movimientos de Mi Espíritu. Se están colocando mandatos y mantos sobre aquellos que fueron considerados como los más pequeños, sin embargo, he visto su fidelidad. Observen y vean surgir a los nuevos ‘David’. Estas personas buscaron diligentemente la intimidad Conmigo, en la quietud de los campos del Pastor. ¡Les estoy dando las llaves a estos David para que abran nuevas puertas!”.

Una Iglesia improbable

En el libro de Apocalipsis, Jesús se dirigió a la Iglesia de Filadelfia acerca de las puertas, diciendo: “Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre” (Apocalipsis 3:8).

Jesús escogió darle una llave a la Iglesia improbable de Filadelfia. A pesar de que se los describió como personas con “poca fuerza”, su fidelidad a su Palabra y su negativa a negar su nombre destrabaron una puerta abierta. Así como Dios reconoció su fidelidad, también ha visto la tuya. Él se está preparando para darte una llave que te abrirá una gran puerta de oportunidad, que está más allá de cualquier cosa que pudieras haber imaginado. Aunque te sientas cansado por la embestida de la oposición en tu contra, ¡sigue de pie! ¡Cree en sus promesas! En este se abre la puerta para ti.

Una ciudad improbable

¿Sabías que la antigua ciudad de Filadelfia a menudo se la llamaba “Pequeña Atenas” debido a sus numerosos templos dedicados al culto pagano? Estaba situada en una región propensa a erupciones volcánicas y terremotos. Filadelfia se enfrentó a muchos desafíos, pero a pesar de las desventajas de su terreno, ¡la mitad de la ciudad floreció abundantemente! Se hizo famosa por sus uvas deliciosas y su vino exquisito.

¡Anímate! Así como Filadelfia experimentó la prosperidad en un lugar improbable, así Dios desbloqueará su vino nuevo para ti en el lugar que parece improbable. Lo que estaba destinado para tu detrimento, ahora se está convirtiendo en tu bien. ¡Las promesas de Dios son inquebrantables e imparables!

El intercambio de llaves sobrenaturales

¡Hay una transición de llaves, de uno a otro, que está ocurriendo ahora mismo!

Presta atención a las palabras del salmista cuando escribió: “Mas Dios es el juez; a éste humilla, y a aquél enaltece” (Salmo 75:7). ¡Sí, se está produciendo un cambio significativo con el intercambio de llaves sobrenaturales!

El libro de Isaías dice que el profeta confrontó a Sebna, un mayordomo de la casa de Dios, con una palabra profética fuerte. A Isaías se le encomendó la tarea de declarar que, debido al orgullo y la codicia de Sebna, Dios le quitaba la llave de David para dársela a Eliaquim.

“Y te arrojaré de tu lugar, y de tu puesto te empujaré. En aquel día llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilcías, y lo vestiré de tus vestiduras, y lo ceñiré de tu talabarte, y entregaré en sus manos tu potestad; y será padre al morador de Jerusalén, y a la casa de Judá. Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá” (Isaías 22:19-22).

Escucho al Señor que dice: “Incluso ahora, estoy exponiendo y revelando activamente a los ‘Saulo’ obstinados que abandonaron Mi presencia y, en cambio, priorizaron la posición y la alabanza del hombre ante Mí. Se conformaron con parecer correctos, en lugar de ser justos”.

¡Prepárate, porque en esta misma hora Dios les está quitando las llaves a los que se sientan en los altos lugares de autoridad y te las está entregando a ti! Escucho al Señor que dice: “¡Puertas nuevas! ¡Acceso nuevo! ¡Oportunidades nuevas!”.

Tú eliges

Recuerda, las llaves son un símbolo de autoridad. Cuando tienes una llave, tienes el poder para acceder a algo. Hubo cosas que fueron encerradas tanto en la dimensión espiritual como en lo natural. Escuché al Señor que decía: “¡Estoy criando a los ‘improbables’ para que sean los desbloqueadores!”.

¡Te estás convirtiendo en un poseedor de llaves y se te están confiando las llaves de la autoridad para abrir la puerta de todo lo que el enemigo bloqueó, retrasó e incluso robó! Se te concedió el poder para desatar el avivamiento en tu familia, en tu Iglesia, en tu región y en tu nación. Es tu momento de dar un paso al frente, tomar las llaves del Reino y abrir la puerta. Dios lo puso delante de ti. Es tu elección. ¿Te convertirás en ese “desbloqueador” improbable?

Andrew Towe

(www.elijahlist.com)

 

“Las llaves de la restauración en el mes de Marzo”

Por Anne Jackson y Katelyn Alexander

En el mes de marzo, Dios está entregando un nuevo discernimiento sobre las personas para impartirles claridad y sabiduría. Está derramando claves para la restauración relacional y llevando estrategias de sanidad a las personas. Dios nos está enseñando a abordar las áreas heridas para caminar en plena sanidad. Presta atención a lo que Dios te está resaltando en este momento, porque no todas las oportunidades provienen de Dios. Él te está enseñando a decirle “no” a lo bueno, para que puedas decirle “sí” a lo grande.

El discernimiento es un regalo del cielo

1 Juan 4:1: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”.

¿Alguna vez estuviste en una situación donde tuviste un extraño presentimiento sobre algo? ¿Un sentimiento que no podías quitarte de encima, aunque no tuviera ningún sentido? A menudo, los sentimientos viscerales en realidad pueden ser el Espíritu Santo, hablándonos a través del don de discernimiento. ¿Qué es el don del discernimiento? El don de discernimiento proviene del Espíritu Santo y nos permite reconocer cuando algo está “mal” o cuando hay un espíritu diferente al Espíritu Santo.

Tanto Anne como yo (Katelyn) hemos experimentado esto muchas veces, donde tuvimos un sentimiento extraño sobre alguien o alguna situación, y luego nuestro discernimiento se confirma. Puede ser fácil confundir el juicio con el discernimiento, pero así es como puedes reconocer la diferencia: el juicio descubre y expone, pero el discernimiento te protege. El juicio descubre, expone, es crítico y exige un castigo. El discernimiento protege, quiere lo mejor para todos en una situación, brinda cobertura a las personas y proviene de nuestra intuición.

Lo maravilloso del discernimiento es que viene del Espíritu Santo y el fruto es siempre amor y protección. Puedes reconocer si te estás deslizando a juzgar a los demás (lo cual no viene del corazón de Dios), si comienzas a sentirte duro o crítico, o si deseas ver a alguien castigado.

En este momento Dios está aumentando el don de discernimiento en las personas para darles claridad a sus hijos sobre qué viene y qué no viene de Él. No tengas miedo de lo que disciernes, incluso si no tiene mucho sentido para ti. Confía en la voz del Espíritu Santo y las cosas se aclararán con el tiempo. Acércate a las personas que están operando fuertemente en este don para poder crecer. Y si disciernes algo que está fuera de lugar, pregúntale al Señor qué hacer con ello; Él te guiará. Dios te mostrará áreas en retrospectiva, donde pudiste discernir con precisión o personas que tuvieron esas revelaciones en retrospectiva. Está construyendo confianza contigo.

Llaves de relación

Santiago 1:5: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Hace años yo (Katelyn), atravesé por una ruptura y le pedí al Señor las llaves para sanarme y caminar en plenitud. Entré en una librería y un libro llamó mi atención. El Espíritu Santo me dijo: “Compra este libro”. A decir verdad, no quería comprarlo. Tenía otro en mente que alguien me había recomendado. Pero volví a pasar por delante de ese libro y otra vez el Espíritu Santo me dijo: “Compra este libro”. Así lo hice, aunque a regañadientes.

Al leer el libro me quedé asombrada. Me vi a mí misma en todas las páginas. Todas las dinámicas de relación desordenadas y confusas de las que acababa de alejarme, estaban en este libro. Este libro incluso usó parte del mismo lenguaje que yo había usado para describir mi relación. Este libro fue la clave para mi sanidad en esa temporada. También fue una clave para reconocer los patrones en los que ya no quería operar y me dio un lenguaje para elegir una nueva forma de vida. En el momento exacto en que lo necesitaba, Dios me dio las herramientas y las estrategias para pasar al siguiente nivel de sanidad. Me sentí muy amada por Dios, porque Él se mostró de una manera muy específica y personal para mí.

Dios está haciendo lo mismo por muchos de ustedes. Tal vez estés en medio de una relación tensa, te enfrentas a una separación o tengas dificultades para estar de acuerdo con alguien. Necesitamos herramientas para cultivar relaciones sanas y en este momento Dios les está entregando herramientas a sus hijos. Quiere conectarte con lo que necesitas en esta temporada. Tal vez sea un consejero, un libro, un curso o un amigo sabio. Tal vez sean los versos de las Escrituras que son promesas para ti en este momento. Es importante estar dispuesto a tomar las herramientas que Él te da y usarlas. Las relaciones sanas requieren trabajo y cultivo; no suceden sin más.

Por tanto, a medida que Dios te da ideas y revelaciones, debes estar dispuesto a humillarte, a tener conversaciones difíciles, a alejarte de las relaciones poco saludables (o a aconsejar a otros) y a caminar hacia la sanidad, incluso si es difícil. Dios está entregando estrategias. Sin embargo, estas estrategias requieren colaboración y, a veces, la sanidad parece un trabajo... así que, permite que el Señor te guíe hacia la sanidad.

Sanidad de las heridas

Salmo 103:2-5: “Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca, de modo que te rejuvenezcas como el águila”.

Todos y cada uno de nosotros tenemos áreas de dolor y heridas en nuestras vidas. Eso es parte del ser humano. Sin embargo, Dios diseñó estratégicamente nuestros cuerpos para sanar. Nuestros cuerpos trabajan constantemente para sanarse y repararse, incluso cuando no somos conscientes de ello. Dependiendo del tamaño de la herida, podemos dejarla sola o necesitamos darle un cuidado y atención extra. Sabemos que, si no limpiamos y atendemos una herida profunda, puede infectarse y causar estragos aún mayores en el cuerpo. Las personas perdieron extremidades enteras o incluso murieron a causa de las heridas infectadas.

Nuestras heridas emocionales son las mismas. Muchas heridas emocionales necesitan ser atendidas para sanar. Sin embargo, muchas personas no permiten que sus heridas emocionales se sanen. En cambio, permiten que el resentimiento y la amargura crezcan y se exacerben, comenzando a ver el mundo a través de la lente del hastío y la ira.

Es doloroso limpiar una herida, pero absolutamente necesario para la sanidad. De la misma manera, debemos lidiar con nuestras heridas emocionales y llevarlas al Señor. Es importante procesar el dolor para sanarlo con el Señor y con las personas seguras. Procesar el dolor duele; Enfrentar la decepción y las formas en que fuimos agraviados es aterrador... Pero es imperativo vivir sanos y completos. No estás destinado a vivir herido o desprovisto. Fuiste creado para vivir sano y completo. Invita al Sanador y al Consolador a tu historia y pregúntale cómo es el proceso de sanidad para ti. En última instancia, Él es el Sanador. Sin embargo, durante una temporada, Él podría llevarte a terapia, a un “sozo” (un tipo de sanidad interior) o a un grupo de apoyo. Sanamos en comunidad y no en aislamiento. Pregúntale a Dios cuáles son sus estrategias para sanar. Deja que Él te guíe hacia la sanidad completa.

Una invitación al descanso

Vivimos en una cultura acelerada que valora el ajetreo y los logros. Nuestro mundo celebra el “ir, ir, ir” y “lograr, lograr, lograr”. Pero este no es el camino del Reino. El Reino de Dios es, ante todo, intimidad con el Padre. Dios puede hacer más en nuestro descanso que las interminables horas de nuestro esfuerzo. En este momento, Dios está invitando a su pueblo a descansar, a establecer límites y a decir “no”, mientras nos guía.

Un “no” puede ser ungido, porque el hecho es que los “no” protegen nuestros “sí”. Es importante tener claros los “sí” en nuestra vida y decirle “no” a todo lo que no está alineado con nuestros “sí”. Tal vez no sepas cuáles son tus prioridades. Esta es otra razón para empezar a decir “no” y meterte en el lugar secreto. Necesitas obtener claridad con el Señor. Podemos estar tan ocupados con las obligaciones, que nos perdemos su corazón y su presencia. Regresa a la intimidad con Él.

Haz espacio para descansar e invítalo a tu quietud. Es importante decir “no” para decir “sí”. Al descansar, verás la provisión y la cobertura sobrenatural de Dios. Observa cómo el Señor se manifiesta en tu nombre, mientras tienes el coraje para decir “no” y participar solo en lo que Él está susurrando.

Declaraciones:

• Dios me está dando el don del discernimiento.

• Dios tiene las llaves para la conexión y la sanidad para mí.

• Estoy experimentando una sanidad completa en áreas de dolor y heridas.

• Estoy diciéndole “sí” a lo mejor de Dios y “no” a las distracciones.

• Dios está derramando una restauración completa sobre mí.

Anne Jackson y Katelyn Alexander

(www.elijahlist.com)

 

 

martes, 12 de marzo de 2024

“¡Una gran movilización en marzo y más allá!”

Por Lana Vawser

Esta semana escuché al Señor que decía: “¡Persevera! ¡Enfócate! ¡Aquí viene un parto! Marzo será el comienzo de un mayor impulso, movimiento, cambio y sacudida. Las cosas se van a ‘desatascar’ en marzo y comenzarán a moverse. Habrá una gran movilización desde marzo en adelante”.

Mientras me sentaba con el Señor, sentí con mucha fuerza las palabras “persevera” y “enfócate”. La palabra perseverar es una invitación del Señor en este momento a mantenernos erguidos y firmes, en contra de cualquier cosa que se oponga a lo que el Señor está hablando. Hay un “empujón” que el Señor está dando a luz, arraigado en una profunda humildad y dependencia del Señor. Es una determinación más profunda que nunca, arraigada en la verdad misma de su Palabra infalible y en quién está diciendo: “¡rehúsate a moverte!”.

Hay una nueva fuerza que viene sobre los santos muy cansados. Es una fuerza fresca que no está enraizada en la fortaleza o en los esfuerzos del hombre; nace desde el lugar de una profunda dependencia del Señor y rendidos a Él.

Puesta en marcha de los “movilizadores” y los “agitadores”

El Señor me mostró que muchos sintieron que pasaron los últimos años firmes para mantener el terreno y que muchas cosas vinieron contra ellos para tratar de moverlos y sacudirlos. Pero la estación está cambiando rápidamente y el viento fresco del Espíritu Santo está soplando sobre ellos. Pasaron por un fuego profundo y una purificación profunda en el fuego del Señor. Reconocen su necesidad profunda de Él y a pesar de atravesar prueba tras prueba, oposición tras oposición, ser incomprendidos y desechados, sintiéndose olvidados y agotados; permanecieron fieles al Señor. Estuvieron ministrando fielmente al Señor por medio de su determinación a permanecer, sin darse por vencidos.

Ardiendo en las llamas del fuego, vi caer una palabra sobre sus vidas: “Puesta en marcha”. Entonces el Señor me habló: “Próximamente habrá una nueva puesta en marcha sobre ellos. En la puesta en marcha se produce un regreso divino. Se está llevando a cabo un nacimiento divino. Están ocurriendo un fortalecimiento y una restauración sobrenaturales. Y donde vivieron los últimos años (y durante muchos más que eso), manteniéndose firmes para no ser arrastrados; ahora están recibiendo un nuevo bautismo de Mi fuego. Se están levantando con fuerza y autoridad para mover y sacudir las cosas en la tierra, a través de la intercesión y la asignación divina en Mi palabra. ¡Aquí vienen los ‘impulsores’ y los ‘agitadores’ en una dimensión mucho mayor de lo que nunca antes se ha visto!”.

¡Persevera! ¡Enfócate!

Las palabras perseverar y enfoque me volvieron a rodear. La historia de Elías clamando por lluvia comenzó a resonar con fuerza en mi corazón. Fui guiada hacia 1 Reyes 18:42, donde las Escrituras dicen que Elías se inclinó en tierra, puso su rostro entre sus rodillas y envió a su siervo siete veces a comprobar si llovía. Hasta que finalmente, en la séptima vez, una nube del tamaño de la mano de un hombre comenzó a elevarse desde el mar.

Escuché al Señor que decía: “¡Persevera! ¡Enfócate! Hay una postura más profunda de intercesión y oración enfocada, en la que estoy guiando a Mi pueblo. Es un lugar donde hay un enfoque feroz en Mí, en Mi Palabra, en lo que estoy hablando y en lo que prometí, para perseverar en fe y en intercesión, hasta ver el nacimiento que estoy trayendo y el derramar de Mi Espíritu manifestado”.

“Porque continuarán viendo cómo las cosas cambian y se sacuden a partir de marzo y en adelante. Estoy levantando a un pueblo que vive con su rostro entre sus rodillas en oración e intercesión enfocadas, negándose a moverse de lo que hablé”.

“¿Puedes oír el sonido de la lluvia que viene? ¿Puedes oír el sonido de Mi derramar? ¿Puedes oír el sonido de Mi ejército movilizándose en la tierra, en profunda dependencia de Mí, enfocándose en lo que soy, deleitándose en Mi Palabra y en Mi rhema, y manteniéndose firmes en la conciencia de su necesidad de Mí y de su autoridad en Mí? Porque a medida que el mayor cambio y las sacudidas vengan sobre la tierra, se verá el nacimiento, la manifestación y la revelación de Mi gloria”.

“No puedes distraerte. Debes ser implacable con la distracción. Debes deshacerte de la distracción y concentrarte en Mí. Porque mientras estás orando y continúas orando, vas a ver una y otra vez la nube del tamaño de la mano de un hombre que comienza a elevarse desde el mar. Es hora de derramar. ¡Es hora de Mi derramar!”.

“Estoy entrenando a Mi pueblo en lo que es reinar y gobernar Conmigo, pero muchos están siendo tentados con la distracción. ¡Ya no más! Es hora de elevarnos hacia un enfoque más profundo en Mí. Es hora de ayunar y orar. Porque la postura a la que estoy llamando a Mi pueblo en marzo y más allá, para asociarse con el gran nacimiento de Mis planes, mis promesas y mis caminos en la tierra; es desde el lugar de un enfoque profundo, una dependencia profunda, una humildad y oración profundas”.

¡Gloria entrante!

“No importa lo que vean tus ojos en lo natural, desde marzo y más allá, debes mantener tus ojos en Mí. Habrá un gran mover de Mi Espíritu, un gran impulso de Mi Espíritu y un movimiento de Mi mano, para traer el orden divino y las demostraciones de Mi poder y Mi gloria, para demostrar que soy el gran ‘YO SOY’, que se verán de una manera más grande”.

“¡Mi gloria está llegando! ¡La gloria entrante! Porque Mi gloria se manifestará en los lugares más oscuros. Mi gloria será revelada”.

¡Estoy restaurando el asombro!

A continuación, escuché estas palabras: “¡Prepárense para temblar y asombrarse! ¡Prepárense para temblar y asombrarse!”.

Entonces salió un grito de mí: “¡Es el temor del Señor! ¡Es el temor del Señor!”. Y el Señor respondió: “¡Estoy restaurando la capacidad de asombro! ¡Estoy restaurando la capacidad de asombro!”.

Es hora de bajar más que nunca

Continuó hablando: “Es hora de bajar más que nunca. Es hora de bajar, es hora de inclinarse. Porque ‘viviendo inclinado’ conocerás. En la vida inclinada lo sabrás. Recibirás mayor revelación, perspicacia y discernimiento divino”.

“Estoy derribando los lugares altos; estoy demoliendo el lugar del orgullo. Estoy levantando a un pueblo que vive inclinado. Estoy levantando un pueblo que gobierna Conmigo desde su asiento de autoridad, que vive postrado en humildad y en profunda intimidad Conmigo. Donde los rostros se levantaron con altivez, con la postura de un corazón de ‘mírame’, estoy provocando un temblor que está dando a luz a un pueblo que vive postrado delante de Mí. No con vergüenza, sino con asombro y humildad reverentes. Y Mi poder será demostrado a través de sus vidas de maneras sin precedentes”.

“A medida que empiezo a mover las cosas en marzo, a medida que las cosas comienzan a nacer, a medida que las cosas se sacuden y cambian, inclínate. ¡Desciende ante Mí en adoración y en oración enfocada, y mira la demostración de Mi poder, mi gloria y mi asombro restaurados! Observa desde marzo en adelante, cómo el peso de Mi gloria aumenta más y más en los lugares de humildad y en los lugares de oración e intercesión enfocadas, para escuchar mi estrategia y asociarte con mis caminos, para ver la llegada de mi gloria”.

Lana Vawser

(www.elijahlist.com)

 

 

“Una temporada para espigar de tu campo y descansar a sus pies”

Por Kathie Pelton

Romper el espíritu de la “viudez”

Mientras pasaba tiempo adorando al Señor, tuve un hermoso encuentro y recibí una visión. En este encuentro pude ver a Rut caminando hacia donde yacía Booz, durmiendo entre los granos. La vi destaparle los pies y acostarse allí. Entonces se desarrolló ante mis ojos toda la historia de Booz redimiendo a Rut. Cuando terminó, pude oír estas palabras:

“Dile a Mi pueblo que estoy quebrantando su ‘viudez’. Solo ven y acuéstate a Mis pies, reposando en quietud, en intimidad y en confianza. Todo lo que está en Mis manos y en Mi posesión será tuyo, pero solo preocúpate de estar a Mis pies. Entonces todo lo demás te será añadido”.

A menudo veo a personas que asumen la identidad de una viuda espiritual, creyendo que solo merecen las sobras. Aunque puede haber temporadas (como en la que se encontró Rut), donde según nuestros ojos naturales, esta condición parece ser cierta. Son esos momentos donde espigamos humildemente en el campo de nuestro Dios, encontrando favor y provisión cuando sus ojos nos miran. Pero eso es diferente a un “espíritu de viudez” que les hace creer a las personas que fueron abandonadas, para que vivan mendigando. Esto es lo que el Señor está quebrantando en las vidas de muchos.

No debes buscar la mano del Señor como si fueras un mendigo que busca una “limosna”. Eres deseado y favorecido por el Señor, y puedes recostarte a los pies de tu Redentor para observar lo que Él hace por ti.

No busques Mi mano, busca Mi rostro

Seguí escuchando en mi espíritu: “No busques Mi mano, busca Mi rostro”.

Salmo 27:8: “Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová”.

Buscar el rostro de Dios tiene que ver con la relación, la intimidad y la unidad. Buscar su mano se trata de desear su fuerza, su poder y su provisión.

En la visión de Rut y Booz, entendí que la postura de Rut cuando se acostó tranquilamente a los pies de Booz, era similar a buscar su rostro. No perseguía a cualquier joven de la ciudad, reconocía el honor y la integridad de su verdadero pariente redentor, por lo que se humilló en un acto de confianza y respeto a sus pies. Entonces Booz la redimió para sí mismo y toda su riqueza, su honor y su amor, también fueron para ella y para su suegra. Rut había buscado su rostro tendiéndose a sus pies y al hacerlo, todo lo demás le fue añadido. Todo lo que estaba en su mano, también pasó a ser de ella.

La riqueza de Booz no era el motivo del corazón de Rut, porque ella estaba agradecida por el favor y la protección que él le había dado, mientras espigaba en sus campos. Había tomado nota de esto.

Espiga del campo del Señor y descansa a sus pies

Siento que el Señor está hablando dos cosas: Primero, si estás en una temporada de espigar en el campo (detrás de los segadores), asegúrate de hacerlo para el Señor y con un corazón agradecido. Asegúrate de trabajar en el campo donde recibes favor y protección. Segundo, el Señor está llamando a su pueblo a buscar su rostro y no su mano. Acuéstate a sus pies en una postura de confianza y quietud, consciente que Él es Dios. Te redimirá y no solo experimentarás la belleza de la intimidad con Él, todo lo que está en su mano te pertenecerá.

Su redención no es una “limosna”, es una cubierta, porque eres deseado y favorecido por el Señor.

Kathi Pelton

(www.elijahlist.com)

 

 

sábado, 2 de marzo de 2024

“Qué significa ser un sacrificio vivo”

Por Alane Haynes

En los últimos meses el Señor me estuvo hablando acerca de la ascensión y la expansión. Una cosa que le escuché decir inicialmente, es que muchos están creyendo en la expansión, pensando que están viviendo una vida ascendida (o hambrientos de eso) y están parados en su palabra. Pero hay una clave que a menudo no se entiende o no se usa.

Lo escuché decir: “Diles esto: Haz lo que te dije que hicieras. Te estás conteniendo, tratando de hacer que las cosas sucedan en tus propios términos y en tu propia comprensión de lo que es necesario y correcto. Debes morir a ‘tu derecho a ti mismo’ y a todo lo que implica vivir para Mí y por Mí”.

Podemos ver esto en el relato de la voluntad de Abraham para obedecer a Dios, cuando le dijo que sacrificara a Isaac.

El lugar ascendido: Percibiendo a Jehová

Génesis 22:2 dice: “Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”.

La palabra hebrea para ofrenda quemada es “olah”, y uno de sus significados es “ascenso” o un lugar elevado. Hubo un ascenso que ocurrió cuando Abraham obedeció voluntariamente, hasta el punto de sacrificar lo que era más importante en su vida: el hijo que Dios le había prometido como su herencia y la bendición futura para las generaciones venideras y las naciones de la tierra. Primero obedeció en su corazón, por amor a Dios y por su fe en Él. Pero en el camino hacia el lugar que Dios eligió, Abraham “miró hacia arriba”. Vio el monte Moriah, que significa “escogido por Jehová”. La raíz de esta palabra significa “percibir a YAH” (Yahweh).

Estoy convencido de que Abraham miró hacia arriba y percibió desde un lugar elevado. Primero había decidido en su corazón obedecer, avanzó desde esa posición sometida y sus ojos se abrieron. Creo que vio a Jesús, el Cordero inmolado, y más tarde pudo decirle a Isaac: “Dios se proveerá a sí mismo de un cordero” (Génesis 22:8). Jesús es ese Cordero sacrificado por nosotros. Su Espíritu es el que nos lleva hacia los lugares de sacrificio que Él escoge y, si somos obedientes, hacia nuestra posterior ascensión. Abraham había visto desde el lugar elevado y sabía que Dios proveería, porque sería fiel a lo que había prometido. La provisión se encuentra en el sendero de la obediencia.

Abraham vio desde un lugar elevado, se movió en obediencia desde un corazón de amor por Dios y le confió todo. Esas cosas lo movieron desde las promesas que recibió anteriormente en su viaje, hacia el lugar expandido de la realidad confirmada del pacto. Cometió errores en el camino, sin duda, pero fue un proceso. Asimismo, para nosotros es un viaje o un proceso y Dios siempre está trabajando con nosotros para llevarnos hacia el lugar donde estamos dispuestos a hacer lo que Él ordenó para nuestra vida (Filipenses 2:13; Hebreos 13:20-21).

Su deseo es que vivamos una vida ascendida, convirtiéndonos en uno con Él, sentados con Cristo en los lugares celestiales y operando desde su mente, y no desde nuestra mente natural. Con una expansión cada vez mayor de su presencia “en” y “a través” de nuestra vida, a medida que traemos su Reino a la tierra dondequiera que estemos y dondequiera que Él nos envíe.

Nuestro caminar con el Señor es una vida de sacrificio continuo. A medida que nos rendimos y nos sometemos a la dirección del Espíritu Santo, permitiendo que Dios “queme” nuestros propios deseos, entramos en un lugar de intimidad más profunda. ¡Él llena ese lugar en nuestro corazón con más de sí mismo! El comienzo de la caminata de Abraham fue de sacrificio. Dios le dijo que dejara todo lo que conocía y lo siguiera, y eso es lo que nos pide también a nosotros.

Obediencia: La puerta hacia la bendición

Abraham recibió la promesa de la bendición cuando comenzó a caminar con Dios. Hubo otros sacrificios a lo largo del camino y pactos de confirmación en cada uno.

Génesis 22:15-18: “Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”.

A medida que sacrificamos lo que es más precioso para nuestros corazones por obediencia al Señor, se produce un desgarro del yo que nos lleva hacia un nuevo nivel de autoridad. Ahora no solo estamos confiando en Dios, sino que, en nuestra disposición a obedecer a toda costa, ¡Él puede confiar en nosotros!

En cada lugar donde fui obediente cuando el Señor me pidió que sacrificara algo, trajo una ascensión: “más revelación, más fruto del Espíritu y más expansión de su dominio, su autoridad y su poder en mi vida y en mi ministerio”. Muchas veces, especialmente en los lugares más difíciles del sacrificio, esto surge de mi lucha con Dios, mientras Él me pregunta: “¿Confías en Mí?”.

Cuando no somos obedientes en someternos a su dirección, esto detiene el fluir del Espíritu Santo. Él está preguntando: “¿Confías en Mí?”. A veces no tiene sentido para la mente natural, especialmente cuando Él nos pide que sacrifiquemos lo que puede parecer una fuente de bendición. El sacrificio que Él nos pide puede ser inconveniente, incómodo, aparentemente insignificante o incluso sin importancia, ¡pero debes hacerlo!

Sentí que el Espíritu del Señor decía: “Las promesas que te hice y la visión que te entregué, solo se pueden cumplir cuando son impulsadas por Mi Espíritu. Todo deseo carnal y anímico se debe quemar en Mi fuego santo.

Debes poner todo en el altar, debes ponerte en el altar: el orgullo, los deseos egoístas (incluido tu deseo de tener razón, de ser visto, de probarte a ti mismo, de tener la última palabra, de expresarte en cualquier momento a expensas de los demás, de vengarte, etc.). Una vida de sacrificio obediente abre las dimensiones del Cielo, porque Dios sabe que lo que Él pidió, es la puerta para la bendición que no puede venir de otra manera.

A menudo hay un sacrificio del tiempo y/o el dinero que estamos gastando en otras cosas. Incluso podría ser el ministerio que hemos elegido (en comparación con lo que Él nos dijo que hagamos), las relaciones o los sistemas impíos, las comodidades, la comida; las cosas en las que Él está poniendo su dedo y que tienen un lugar en nuestros corazones por encima de Él. Dios sabe qué es y me mostró que, para muchos de ustedes, Él ya les dijo de qué se trata, pero lo descartaron. Incluso ahora Dios lo está trayendo a tu corazón por medio de su Espíritu Santo.

Una palabra para el 2024

Mateo 16:24-25: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.

A menudo queremos elegir nuestro lugar y el tipo de sacrificio, algo a lo que es fácil “renunciar” porque nos cuesta poco. David dijo que no ofrecería un sacrificio que no le costara nada (2 Samuel 24:24). Un verdadero sacrificio siempre nos cuesta todo.

Creo que esta es una palabra del 2024 para aquellos que quieren ver a Dios moviéndose con una mayor intensidad en sus vidas. La ascensión y la expansión vendrán, pero nos costarán. Muchos dijeron que el 2024 es el año del aumento. Si queremos más de Dios, más de su Reino expandido, más revelación, más poder y más de su vida “en y a través” de nosotros, hay un precio. Jesús pagó el precio por nuestra salvación, pero traer su Reino “en y a través” de nuestra vida, siempre nos costará.

Dios elige el sacrificio

El verdadero lugar de ascensión y expansión vendrá por el sacrificio que Dios escoja... esas cosas donde Él pone su dedo.

1 Pedro 2:5 dice: “vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”.

Nuestros sacrificios espirituales son aceptables para Dios por medio de Jesucristo... a través de Él. Cuando pensamos en sacrificios espirituales, a menudo pensamos en la alabanza, la adoración, el diezmo, la ofrenda, el servicio, etc. Pero si es a través de nuestros deseos y nuestro entendimiento, no es un sacrificio espiritual de Jesucristo. Un verdadero sacrificio espiritual es solo lo que Él inicia, lo que el Señor nos revela que quiere que sacrifiquemos. Garantizado, nos costará nuestro “derecho a nosotros mismos” y todo lo que ello conlleva. Puede ser muy doloroso, ¡pero Él nos ayudará si se lo pedimos! ¡Él sabe de sacrificios!

Debemos ofrecernos a nosotros mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios (Romanos 12:1). Convertirnos en la ofrenda quemada nos lleva hacia un lugar elevado, muriendo a nosotros mismos y vivir para Dios. Escucho al Espíritu del Señor que dice: “Si quieres subir más alto, no te sorprendas por Mi fuego consumidor”. Él elige el lugar y el sacrificio que desea. Luego lo consume con su fuego santo y ascendemos.

Deuteronomio 12:13-14: “Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres; sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando”.

¿Estás atascado? Ten ánimo, confía y obedece a la dirección de Dios. ¿Qué te estuvo pidiendo que sacrifiques? ¿Qué te pidió que hicieras que aún no hiciste? Cuando Dios te pide que hagas un sacrificio, hay una razón para ello. No hay un sacrificio que Él te pida que no traiga su bendición por elevarte hacia una mayor relación con Él y a la expansión de su vida “en y a través” de la tuya. ¡Es un lugar al que Él quiere llevarte y donde no puedes llegar de ninguna otra manera!

Alane Haynes

(www.elijahlist.com)

 

“Volver al principio

 

Por Chantie Holland

Creo que este es un momento donde muchos volverán al principio, hacia donde todo comenzó. Son las cosas que el Señor te dijo, cómo te sentiste y lo que Él dio a luz en ti en ese momento. Eras joven y ardiente, lleno de fe y de celo. Dios podía hacer cualquier cosa. Había cosas depositadas en ti que la mayoría no podía entender o manejar. Tampoco podías articularlo, así que mirabas a los que vinieron antes que tú, a los que tenían madurez y experiencia, a los que pensabas que tendrían la sabiduría que tú no tenías.

Escuchaste, honraste y obedeciste. A veces sentías en tu espíritu: “Esto no se parece a lo que estoy viendo y experimentando, pero como lo estuvieron haciendo durante mucho tiempo, confiaré en ellos”. A medida que pasaba el tiempo, te alejabas más y más de la visión que Dios puso en ti. Entonces, un día casi olvidaste cuál era la visión original.

Salmos 18:18-19: “Me asaltaron en el día de mi quebranto, más Jehová fue mi apoyo. Me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí”.

Entrar en el espacio abierto

Hoy Dios te dice: “No me olvidé y lo que puse en ti no cambió, porque Yo estoy en ti y no cambio”. Hoy Dios te traerá de vuelta hacia donde una vez comenzó. Sin embargo, hoy regresas con tu propia madurez, tu propia sabiduría y tu propia capacidad para articular lo que Dios está diciendo y haciendo, y serás capaz de discernir. Sabrás cuándo fuiste demasiado lejos o no lo suficiente. Pasarás por los espacios estrechos que limitaron la visión en el pasado y entrarás en el amplio espacio abierto.

Romanos 5:1-2: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”.

Hoy experimentarás lo que Dios quiso decir cuando dijo: “Más de lo que puedes soñar...” (Efesios 3:20, parafraseado). Dios te traerá de vuelta los sueños que te dijeron que eran imposibles y los verás cumplirse casi tan rápido como los recuerdas.

Efesios 3:18-20: “… seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”.

Redimir el tiempo

Experimentarás una redención del tiempo. Ni siquiera dirás: “Ojalá hubiera conocido esto cuando lo soñé la primera vez”, para a “un tiempo como este” (ver Ester 4:14). Este es el momento cuando se cumple todo lo que Él puso dentro de ti.

Daniel 4:26: “Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna”.

Efesios 3:9-12: “y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en Él”.

Dios nunca dejó de obrar en un segundo plano, incluso cuando tú te detuviste, así que será como si nunca hubieras perdido el ritmo. Será mejor de lo que imaginabas.

Hechos 17:26-28: “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos”.

Cede el paso y vigila

No lo intentes. No tienes que intentarlo. Siéntate, cede el paso y observa. Dios lo va a hacer. Dios te va a mostrar cuán fiel es. Él te va a mostrar que no te necesitaba a ti ni a tus obras.

Efesios 5:27 dice: “a fin de presentársela a sí mismo, una Iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”.

Dios lo puso en ti porque te desea. Tú le traes gozo. El cumplimiento de la Palabra de Dios “en y a través” de ti, le trae gozo a Él. ¿Qué importará lo que hayas hecho o dejado de hacer, cuando estés caminando en su plenitud? Mantén tus ojos en Él, el Autor y Consumador de tu fe, y observa cómo Dios lo hace.

Colosenses 3:4: “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria”.

Efesios 5:8-10: “Porque en otro tiempo erais tinieblas, más ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor”.

Deuteronomio 7:6: “Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra”.

Chantie Holland

(www.elijahlist.com)