jueves, 20 de diciembre de 2012

Directivas proféticas para el año 2013

Prof. Bladimiro y Magui Wojtowicz

clip_image0021) Vienen tiempos donde debemos estar más atentos que nunca a las directrices proféticas, porque la mayoría de los ataques de las tinieblas vendrán de una manera sutil y encubierta.

2) Vamos a ver una gran turbulencia en el plano natural porque los tiempos no son buenos, pero nunca debemos olvidarnos que tenemos un lugar preparado donde refugiarnos junto al Señor. Mientras caminemos junto al Señor no tendremos de qué preocuparnos.

3) El Señor está auditando su Cuerpo porque hay gente que no está edificando la visión apostólica y sólo se limitan a edificar sus propios imperios personales. Estas personas quedarán a un lado del camino.

4) Los hijos de Dios caminaremos junto a “gente pesada” en el mundo de los negocios, porque llegó el tiempo de la transferencia de riquezas que se profetizó desde hace tanto tiempo.

5) Debemos desarrollar una mentalidad de redimidos para caminar en libertad en la nueva dimensión que el Señor abre para nuestra vida. Cuando satanás quiera pasarnos alguna factura por los errores que hayamos cometido en el pasado, le responderemos las mismas palabras que dijo el Señor: “No tienes nada en Mí y Yo no tengo nada en ti”.

6) En este tiempo el Señor les asignó prioridad a los niños en el Reino. Comenzarán a llegar por oleadas incontables a la Iglesia y sólo los que aprendieron a alimentar multitudes, multiplicando milagrosamente los recursos que tienen, serán capaces de atenderlos. Nunca se terminarán los recursos mientras los sigamos activando por medio de la fe.

7) Se está levantando un pueblo entrenado en el discernimiento de los tiempos. Muchos se confunden al pensar que no está ocurriendo nada o que las estrategias de las tinieblas están prevaleciendo sobre el Reino del Señor. Las personas simples no podrán discernir el obrar sobrenatural en medio de las circunstancias. Sólo quienes desarrollaron el discernimiento profético en lo secreto podrán ver la mano del Señor operando a través de los tiempos.

8) La manifestación de la gloria del Señor en medio de los tiempos está en sus manos. Sólo debemos estar preparados para que ese día nos encuentre en el lugar correcto, así no sufriremos las consecuencias por ser negligentes. Repentinamente, todo lo que la gente conocía como seguro habrá desaparecido debajo de los ríos de la gloria del Señor.

9) Los que se prepararon en silencio y aprendieron a caminar sobre el fuego del Espíritu Santo prevalecerán. Todos los impedimentos que se levantaban ante su camino se evaporarán delante de ellos porque el fuego los consumirá. Los hijos fieles del Señor serán purificados aún más por el fuego, hasta que sean capaces de reflejar por completo su gloria en la tierra.

10) El tiempo que estamos a punto de ver será la manifestación más gloriosa para la gente del Espíritu. Pero para los que vivieron aferrados al plano natural será un momento trágico, porque perderán todo aquello en lo que depositaban su confianza. Esto está a punto de suceder y vendrá con toda seguridad, de una manera súbita y sin previo aviso.

11) En este tiempo el Señor enviará a los “peces gordos” (gente de renombre e importancia) a nuestro lado para que tratemos con ellos. No vendrán solos, traerán a sus “crías” (hijos) para que los cuidemos y les enseñemos a multiplicar su productividad en todo lo que emprendan.

12) Viene un intenso trabajo de restauración apostólica y profética sobre muchos ministerios en el Cuerpo de Cristo que tuvieron un rol protagónico en el pasado, pero que en este tiempo quedaron detenidos por diferentes conflictos que tuvieron que atravesar. La tarea que viene sobre los restauradores es reflotar esos ministerios para que vuelvan a reflejar la gloria de Dios.

13) La presencia del Señor se manifestará de una manera inusual sobre todos los que invoquen su Nombre en medio del conflicto. Los cubrirá y sellará con su sangre, así podrán atravesar cualquier circunstancia adversa que se presente en su camino. Cuando ocurran los sacudones en el lugar donde producimos o trabajamos, el Señor ya dispuso una salida para que podamos avanzar sin riesgos porque aprendimos a esperar en su voluntad. Atravesaremos la zona de desastre sin sufrir daño alguno.

14) Vienen tiempos donde se manifestarán sanidades radicales como nunca antes se vieron en medio de la Iglesia. Literalmente cada persona se transformará en un árbol con hojas abundantes y cuando las personas se acerquen a comer de ellas, serán completamente sanas de cualquier dolencia.

15) El Señor honrará el testimonio de los que perseveraron durante el día malo, aferrándose a la Palabra que recibieron. Los levantará como un testimonio viviente de su poder transformador para que todos los que necesiten una salida puedan encontrarla.

16) El Señor activará en su pueblo la capacidad para “reparar los tiempos proféticos” que quedaron por la mitad y esperan su manifestación, debido a que la gente tomó decisiones equivocadas. Cuando estos tiempos proféticos se vuelvan a activar, la gente recibirá las directivas necesarias para seguir edificando sus vidas en el Reino.

17) El Señor nos entrega como trofeo la cabeza de Jezabel, porque es la responsable que muchas cosas se mantuvieran detenidas durante años. Muchas personas sólo andan pendientes de las “fiestas”, sin darse cuenta que son “tiempos de guerra”. La manifestación de las victorias sobre Jezabel serán como en los días de Jehú, cuando le aplastó la cabeza al pasarle por encima con el carro.

18) El liderazgo de la Iglesia desarrollará un elevado nivel de discernimiento espiritual, porque siempre será el blanco de los ataques del espíritu jezabélico que tratará de engañarlos. Satanás sabe que si los líderes están confundidos en cuanto a su rol dentro del gobierno apostólico y profético, el pueblo actuará como una turba salvaje. Entonces tomarán decisiones según su parecer y no según la revelación de la palabra apostólica y profética.

19) Debemos extremar cuidados para no establecer alianzas que puedan complicar nuestro camino en el futuro. Siempre se presentarán personas disfrazadas como los gabaonitas ofreciéndonos establecer alianzas de todo tipo, pero operando bajo un espíritu de seducción. Esto sólo traerá pérdidas y retrasos en la concreción de la visión de gobierno apostólico y profético.

20) Desaparecerá el manto de mentira que satanás arrojó sobre la Iglesia, llevando a muchos cristianos a pelear entre sí por defender una posición política determinada. El negocio de las tinieblas es mantener un estado de conflicto contra los demonios en el Cuerpo de Cristo para que no puedan ver que pelean contra un enemigo derrotado, despojado y anulado. Se termina la ceguera espiritual en el Cuerpo de Cristo porque entramos en tiempos donde la revelación apostólica y profética alcanzará su plenitud.

21) En este tiempo se está produciendo un cambio en la guardia de ángeles comisionados por Dios para ministrar a su pueblo. Se manifestarán los ángeles que acelerarán los procesos madurativos en los hijos de Dios. Serán ángeles vestidos con ropas de trabajo que tendrán toda clase de herramientas en sus manos y colgadas de su cintura. La función principal de estos ángeles es corregir todas las cosas que nos impiden avanzar en la revelación apostólica y profética de gobierno. Como ocurre con cualquier técnico, estos ángeles tienen un rostro impasible y una actitud imperturbable que los hará actuar con determinación para alcanzar su objetivo.

22) En este tiempo veremos la manifestación de “tormentas perfectas”. Serán una conjunción descomunal de fuerzas espirituales de las tinieblas que se levantarán para atacar a los escogidos de Dios, pero terminarán aniquilándose entre sí.

23) Las circunstancias comenzarán a desplegarse cada vez con mayor velocidad. Los procesos de cambio que comenzaron paulatinamente hace algunos años, ahora estarán cobrando una velocidad para la cual debemos estar preparados. Nadie puede detener lo que comenzó porque el Señor tiene el control soberano de todas las circunstancias y los procesos.

24) En tiempos de aceleración debemos tener sumo cuidado en la elección de los proyectos en los cuales nos veremos involucrados, porque nos estaremos moviendo a una gran velocidad hacia la concreción de nuestro propósito eterno. Cualquier decisión equivocada en estas condiciones producirá un efecto amplificado que podría provocarnos grandes pérdidas.

25) Necesitamos desarrollar el discernimiento espiritual para detectar todas las formas de expresión del espíritu de religiosidad. El escenario de las naciones está preparado para representar una gran mentira. Todas las cosas que se vean y las palabras que digan los “actores”, están diseñadas para ocultar la falsedad en esa representación. El objetivo es desviar la atención de las personas hacia las circunstancias aparatosas. Esta estrategia satánica busca ocultarles el acceso a la verdad que el Señor está edificando en las vidas de sus hijos. El objetivo del espíritu de religiosidad es levantar toda clase de mentiras para impedir el avance de la reforma de gobierno apostólica y profética.

26) En este tiempo debemos tener especial cuidado de los aduladores. Estas personas serán enviadas por las tinieblas para tratar de enredar a los hijos de Dios con conceptos humanistas y hacerlos creer que están en lo correcto. El engaño será muy sutil, por eso no debemos descuidar nuestra relación con el Espíritu Santo.

27) Comenzarán a soltarse ríos de provisión como nunca antes. El Señor levantará a las mujeres como columnas de productividad y provisión para sostener el fluir financiero de la reforma apostólica y profética. Viene una manifestación sobrenatural del don de mayordomía sobre las mujeres y así como ocurrió con José, esta expresión de la unción del Espíritu Santo las levantará como un testimonio fiel de su obra poderosa. Será un tiempo de redención para las mujeres que entrarán en un tiempo de reposo sobrenatural por causa de su fidelidad a la Palabra apostólica y profética.

28) Viene un tiempo donde los que jugaron con la Palabra del Señor recogerán lo que sembraron. Todas las personas que afirmaban ser santos según su propio criterio, quedarán a un lado del propósito de Dios. El único parámetro para determinar la santidad de alguien siempre serán las Escrituras. En este tiempo veremos la separación entre los justos y los que se corrompieron. El Señor no tolerará más que tuerzan su Palabra según la conveniencia particular de los hombres.

29) Entramos en tiempos de sentencia final. El juicio de Dios sobre las naciones llegó a su final. Durante doce años los gobernantes de las naciones de la tierra fueron juzgados y tuvieron la oportunidad de revertir su actitud ante la ley de Dios. Pero ese tiempo llegó a su final y el Juez soberano emitió sentencia definitiva. Los que se mantuvieron fieles a la voluntad de Dios recibirán todos los beneficios de la sentencia, porque fueron hallados santos y justos. Pero los que resistieron a la gracia del Señor entrarán en tiempos de disciplina como nunca antes se vio en la historia de la humanidad. En muchos casos esta disciplina será tremenda y severa. Pero mientras esto ocurre, los hijos de Dios disfrutarán de todo el bien de la tierra que esperaron cosechar durante mucho tiempo.

Los amamos y bendecimos,

Prof. Bladimiro y Magui Wojtowicz

martes, 4 de diciembre de 2012

2013: La unción de José

Por Garris Elkins

clip_image0022013 será el año donde la Iglesia comenzará a experimentar la unción de la unción de José. Esta unción será como la historia registrada en Génesis cuando Dios llamó a José desde el pozo hacia el palacio, para ayudar a Israel y a las naciones vecinas a sobrevivir en el tiempo de hambre que vendría. Dios está soltando esta unción sobre su pueblo para que podamos ser una bendición sobrenatural de sabiduría y recursos para las naciones de la tierra.

José fue una figura de inflexión en la historia de Israel. Dios llamó a José a ponerse en la brecha por Israel entre la desolación y su destino futuro. José llegó a esta posición sin tener nada. Fue arrojado en una cisterna y abandonado para que muriera. Luego fue rescatado de la cisterna para ser vendido como esclavo por el mismo pueblo que debería haberlo amado: Sus hermanos. Luego de ser acusado falsamente por un asalto sexual, terminó en prisión y permaneció allí hasta que Dios lo levantó a un lugar de prominencia y autoridad como el segundo al mando luego del Faraón. A través de todo el dolor y la pena que experimentó, Dios nunca abandonó a José.

En el libro de Génesis, donde se registran los eventos de la vida de José, puedo notar los tres componentes de su unción: Interpretación de sueños, Administración apostólica y Reconciliación. Estos componentes pueden operar en una sola persona o se pueden soltar a través de un grupo de creyentes funcionando con una visión en común.

Ubicación estratégica de los interpretadores de sueños

Los interpretadores de sueños se levantarán prominentemente en esta unción. Tanto en la prisión como en la corte del Faraón, la habilidad de José para interpretar sueños le confirió la audiencia que necesitaba ante los que estaban en autoridad. Algunas de las personas que tendrán estos sueños se encuentran en posiciones de autoridad de gobierno y otras trabajan en elevados niveles del mundo corporativo, donde los caminos de acceso normales están restringidos. Los sueños de estas personas y su necesidad de comprenderlos, serán el puente que los conectará con la interpretación de Dios.

Surge la administración apostólica

Habrá una impartición y reconocimiento del aspecto sobrenatural del don de administración. Algunos ven el don de administración con menos revelación de la que Dios quiere que vean. Se levantarán apóstoles administrativos.

En la casa de Potifar, en la prisión y ante el Faraón, el don de administración en José fue la herramienta que Dios utilizó para soltar su bendición sobre las naciones. El plan administrativo detallado que José compartió con el Faraón, se transformó en la provisión sobrenatural de Dios y en la solución para el sueño del Faraón. Proveyó la estructura que necesitaban la nación de Egipto y las naciones vecinas para sobrevivir durante la hambruna.

Reconciliación de naciones a través de las familias

Luego de experimentar un dolor personal profundo y el rechazo, José deseaba abrir un camino para que su familia sobreviviera a la hambruna. No permitió que su historia de dolor personal impidiera lo que Dios deseaba hacer en su familia y, como resultado, la nación de Israel fue rescatada de la inanición.

La provisión de necesidades físicas fue el vehículo que Dios usó para traer restauración y reconciliación a la familia de José y al resto de la nación de Israel. La unción de José pudo fluir porque deseaba reconciliarse con aquellos que se comportaron mal con él.

Uno de los grandes obstáculos para el mover del Espíritu de Dios en medio de su pueblo es la falta de disposición a desprenderse de una ofensa. Los reconciliadores dan pasos prácticos y tangibles para reconciliarse, sin importar el costo. Los reconciliadores inician planes para sanidad y restauración.

José lloró mientras se reconciliaba con su familia, porque este es el corazón de un reconciliador. Detrás de cada acto de reconciliación familiar se encuentra una ciudad o una nación que espera ser libre. Israel y las naciones vecinas atravesaron una hambruna severa porque un hombre quería reconciliarse con aquellos que lo habían tratado mal.

Palabra del Señor para el 2013

Mientras el Señor procesaba conmigo esta palabra para el año que viene, me llevó hacia el siguiente nivel donde operaría esta unción:

“Así como elegí registrar las palabras de mi siervo José en un libro acerca de los nuevos comienzos, mi presencia en tu vida se transformará en un lugar para parir un nuevo comienzo. Esta unción traerá sobre mi Iglesia una experiencia como la de Génesis”.

“Estoy formando en ti un lugar para la provisión sobrenatural. Puse mi presencia en tu vida para transformarte en un silo de abundancia, parecido a los silos del campo donde se almacenan los granos para siembras futuras. Así como José, llegarás a este lugar de provisión sin nada, solo con mi presencia. Tomaré esta bendición para las naciones desde la profundidad de mi presencia en tu vida”.

“Esta unción no será obra de una sumatoria, será una multiplicación sobrenatural. Haré nacer esto en tu vida como lo hice cuando multipliqué los panes y los peces para alimentar a miles. Mi provisión fluirá desde lo que parece ser estéril para los ojos naturales. Será una provisión milagrosa que no solo sorprenderá a quienes la reciban, sorprenderá a mi pueblo. Dirás: ¿De dónde viene esto? ¿Cómo puede surgir la abundancia desde la nada?”.

“Atraeré a las naciones hacia tu vida, así como lo hice con José cuando lo reposicioné en Egipto. Vendrán por una provisión para sobrevivir, pero planifiqué mucho más que eso. Te usaré para llevarlos hacia su destino”.

“La unción de José transformará la hambruna en fiesta, la pérdida en ganancia y el retroceso en un salto hacia adelante. Las naciones verán que estoy en medio de ti. Prepara la mesa porque viene la fiesta de la provisión”.

Finalmente, estas pruebas y problemas que enfrentaste en la vida serán usados por Dios para posicionarte para el mayor impacto. Así como José les habló a sus hermanos, el Señor también les hablará a través de tu vida a aquellos que se levantaron en tu contra en el pasado. Mientras eres ungido y comisionado, serás capaz de decir como José:

Por eso Dios me envió delante de ustedes: para salvarles la vida de manera extraordinaria y de ese modo asegurarles descendencia sobre la tierra. Fue Dios quien me envió aquí y no ustedes. Él me ha puesto como asesor del faraón y administrador de su casa, y como gobernador de todo Egipto” (Génesis 45:7-8).

Garris Elkins

viernes, 16 de noviembre de 2012

Audiencia con el Rey

Por Bobby Conner

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La oración nunca se supone que deba ser seca, embotada o pesada. Por el contrario, es una audiencia encantadora con el Rey. Se nos garantiza un privilegio maravilloso: ¡Acercarnos a Dios! Es casi increíble pensar que Dios nos invite a acercarnos a Él para contemplarlo sobre su trono. Esta es una invitación que nadie puede negarse a aprovechar.

El escritor de Hebreos establece con fuerza: “Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos” (Hebreos 4:16).

En este tiempo el Espíritu de Verdad está soltando revelaciones con entendimiento sobre el poder de la oración. Estamos experimentando el poder de decretar. Dios está transformando la oración de ser una plegaria hacia una “proclamación poderosa”. Desde decir: “Oh Dios, ¿podrías?” a “Dios, ¡tú lo prometiste!”. Recuerde, no recibe porque no pide (vea Santiago 4:2). Jesús establece: “Pide y recibirás, busca y hallarás”. Hoy necesitamos afirmarnos con osadía para que Dios conozca nuestro clamor, teniendo plena confianza que nos está oyendo y garantizará nuestra respuesta.

“Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:14-15).

Cristo establece: “Les aseguro que si alguno le dice a este monte: Quítate de ahí y tírate al mar, creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá. Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán” (Marcos 11:23-24).

Lo aliento a arrojar todas sus preocupaciones sobre Cristo, porque realmente cuida de usted y en Él encontrará un amigo más cercano que un hermano. En Él encontrará una ayuda constante en tiempos de necesidad. Así como la reina Ester preparó su corazón para presentarse ante el Rey (Jesucristo), usted también descubrirá un caluroso recibimiento. Encontrará que Él está deseoso y esperando soltar las peticiones de su corazón (vea Ester 5:1-3).

Dios prometió que este es un tiempo de su favor. Dijo: “En el momento propicio te escuché, y en el día de salvación te ayudé. Les digo que éste es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación!” (2 Corintios 6:2).

¡Dios lo bendiga mientras prepara su encuentro con nuestro Rey!

Bobby Conner

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Noticias de la Escuela Profética

CCN Estado Bolívar

clip_image002Los días 22 y 23 de octubre pasados, el Señor nos bendijo con la apertura de una nueva Escuela profética en Ciudad Bolívar, Estado Bolívar. Desde el primer momento la respuesta de la gente ante la convocatoria sobrepasó el número de alumnos que esperábamos. El Señor convocó a 140 alumnos para dar comienzo a esta nueva etapa de nuestra Escuela.

 

clip_image006El transcurso de las clases estuvo marcado por una impartición profunda del Espíritu Santo que nos permitió establecer las bases para edificar una vida basada en la revelación profética. La gente demostró un elevado nivel de interés por conocer las claves para aprender a leer sus vidas proféticamente a través de la revelación de la Palabra. Las clases estuvieron marcadas por un ambiente de respeto y temor reverente hacia la presencia del Espíritu Santo.

 

clip_image008clip_image010Esto sumado a la calidez y el nivel de profesionalismo en la atención que nos prodigó el equipo de la congregación de CCN en Ciudad Bolívar. Desde los pastores Alfredo y Mildread Díaz, hasta cada uno de los integrantes del equipo de protocolo de la congregación, se ocuparon de brindarnos una atención digna de la calidad del espíritu de servicio que los caracteriza desde hace años. clip_image004

 

Como directores de la Escuela Profética nos sentimos honrados por el Señor Jesucristo ante la oportunidad de comenzar este nuevo proyecto del Reino.

 

 

CCN Estado Vargas

clip_image012El día 27 de octubre pasado, el Señor nos permitió graduar la primera promoción de la Escuela Profética en la congregación CCN del Estado Vargas. Contamos en esta oportunidad con la participación de 50 graduandos que culminaron con éxito todo el curso lectivo.

 

clip_image014El acto comenzó con un momento de alabanza y adoración para exaltar al verdadero protagonista estelar de esa noche gloriosa, el Señor Jesucristo. Luego el pastor Luis Ramírez dirigió unas palabras a los graduandos recordándoles el verdadero peso de vivir bajo la revelación profética en estos tiempos desafiantes y acelerados.

 

clip_image016A continuación el profeta Bladimiro Wojtowicz se dirigió a los graduandos con unas palabras de aliento y ánimo, resaltando el esfuerzo, la constancia y la perseverancia que demostraron hasta concluir el curso. Les recordó que el Espíritu Santo los habilitaba para ser una generación profética que caminará en niveles de revelación que los llevará a ocupar lugares de gobierno en la sociedad.

 

Luego oró para desatar el poder de Dios sobre cada uno de los graduandos, sellándolos como parte del cuerpo profético que el Espíritu Santo está levantando como lumbreras sobre toda la Nación.

 

Fue un tiempo de tremenda bendición, donde podíamos sentir la presencia del Señor de una manera palpable en cada momento del acto. Finalmente todos sellamos ese momento de gloria con un pacto de consagración para ser luz en medio de una sociedad en crisis.

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El Señor nos permitió vivir días de una tremenda bendición porque pudimos palpar con nuestras manos la cosecha de alumnos de la cual nos había hablado hace cuatro años.

 

¡Toda la gloria sea para nuestro Dios y Padre  celestial!

 

 

Los amamos y bendecimos,

 

Prof. Bladimiro y Magui Wojtowicz

 

 

jueves, 11 de octubre de 2012

Carácter empresarial

 

clip_image002Josué 1:9 dice: “Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas”.

Concepto tradicional de emprendedor exitoso

Logros

Los parámetros tradicionales que miden el éxito de cualquier emprendedor se fundamentan en la cantidad de logros que puedan cosechar a lo largo de sus carreras. Podemos resumir esto bajo la frase “tanto lograste, tanto vales”. La sociedad competitiva en la que crecimos nos impuso esta máxima para determinar los parámetros que indicarían nuestra medida de satisfacción o frustración. En la mentalidad del Reino, los logros son el fruto consecuente que surge por someternos a la voluntad de Dios en nuestra vida y no el resultado de cualquier cosa que edifiquemos según nuestro parecer.

Proyectos

La mentalidad que gobierna la sociedad nos enseñó que un emprendedor exitoso es aquel que siempre está involucrado en la concreción de algún proyecto. En otras palabras, la mentalidad del emprendedor occidental no puede concebir la idea de estar quietos ante la presencia del Señor hasta recibir una revelación clara acerca de la dirección en la que deben moverse. Las técnicas de proyección mental inducen a los emprendedores a visualizarse haciendo ciertas cosas en un tiempo futuro y en algún espacio imaginario. En realidad, cuando entramos en el Reino de Dios la manera como nos gustaría vernos pasó a un plano intrascendente, porque sólo cuenta la manera como Él nos ve.

Una de las características que definen a un emprendedor es la capacidad para detectar oportunidades de negocios por todas partes. Esta es una ventaja notable, pero si no está redimida a los pies del Señor, se involucrará en cualquier oportunidad ventajosa que surja en su camino. Es allí donde vemos el fracaso de cantidad de personas que tienen todas las cualidades para alcanzar el éxito en el campo empresarial. La razón para esto es clara: No se detuvieron el tiempo necesario en la presencia del Señor hasta recibir una revelación profética desde su trono. Cuando el Señor nos entrega una impartición por medio del Espíritu Santo y se revela a nuestra vida, se transforma en un trono desde el cual podremos ejercer la autoridad del Reino de Dios sobre el área que nos asignó. En síntesis, el éxito de cualquier emprendedor en el Reino se sustenta en desarrollar sólo los proyectos que nacieron en el corazón de Dios y no en su mente.

Convocatoria

Este es otro de los parámetros tradicionales para definir el éxito empresarial. Las personas exitosas que muestran resultados impactantes siempre estarán acompañadas de un poder de convocatoria. Esto es motivado por la sed de muchos por aprender cómo hicieron para alcanzar el éxito. También podríamos decir, “tanta gente te sigue, tanto éxito tienes”. Como en los casos anteriores, la capacidad para convocar a otros se puede aprender por medio de técnicas de persuasión. Un ejemplo de esto lo constituyen los gurúes de la India quienes arrastran a multitudes de personas por medio de engaños y palabras persuasivas. La gente se reúne alrededor de alguien por los motivos más diversos y no siempre están relacionados con el Reino de Dios.

Influencia

Este es uno de los parámetros de éxito más difundidos entre los emprendedores. Todas las personas buscan la manera de incrementar su influencia sobre los demás. Para lograr este objetivo, muchos no dudarán en echar mano de toda clase de técnicas de manipulación que les permita implantar su manera de pensar en otros. El Señor nunca nos indicó que debíamos incrementar nuestro nivel de influencia en la sociedad, siempre habló de aprender a reinar junto con Él. En otras palabras, el objetivo del Reino de los Cielos no tiene que ver con influenciar la realidad de la sociedad atada al plano terrenal. Impone su sistema de gobierno y sus leyes sobre esa realidad.

Solidez financiera

Cuando estamos ante un emprendedor que adquirió solidez financiera solemos asumir que es una persona exitosa. Nadie se detiene demasiado a analizar cómo logró llegar a ese estado financiero. No podemos asumir que tener mucho dinero es un parámetro de éxito dentro del Reino, porque existen cantidades de millonarios que amasaron sus fortunas de una manera fraudulenta. Sin duda, una de las señales más claras de la prosperidad del Señor es la solidez financiera, pero siempre será acompañada de un carácter piadoso y generoso.

Cuando Dios habló con Josué le ordenó que se esforzara, fuera valiente y no se desanimara. Todas estas situaciones que acabamos de ver están marcadas por esta realidad, donde nuestro esfuerzo, perseverancia y capacidad humana nos permitirán alcanzar muchas cosas en la vida. Pero esto no significa que sean aquellas cosas que Dios quiere edificar. Según los conceptos de la sociedad secular y posmoderna, el éxito se define por la capacidad de los emprendedores para realizar proyectos que les permitan capitalizar resultados positivos.

Concepto de éxito en el Reino

2 Timoteo 2:1 dice: “Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús”.

Servicio

En el pasaje de Marcos Jesucristo define la actitud de servicio con las siguientes palabras: “Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Marcos 10:42-45). El servicio es un don que se debe recibir por medio de una impartición del Espíritu Santo. Aunque debemos tener la disposición de servir, las fuerzas y el discernimiento para hacerlo según los parámetros del Reino de Dios sólo pueden venir por medio de la unción del Espíritu Santo. Esta es la marca que diferenciará a cualquier emprendedor exitoso de alguien gobernado por el poder de Dios.

Integridad

El pasaje de Juan 17:21-23 dice: “… para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí”. Podemos definir la integridad como la capacidad para ser de una sola pieza, sin fisuras o grietas en nuestras emociones por donde se pueda escapar lo que Dios nos quiere impartir. Según las palabras de Jesús, la única manera de ser íntegros es adquiriendo una conciencia plena del grado de unidad que existe entre Él, el Padre y nosotros. En otras palabras, la integridad no es una cualidad que se pueda desarrollar por medio de nuestra fuerza humana. Es el resultado de rendir nuestras vidas ante la soberanía de la revelación de la Palabra de Dios. Cuando el Espíritu Santo, la Palabra viviente, gobierna nuestras decisiones, no habrá brechas emocionales por donde se pueda escapar esa impartición de la autoridad del Reino.

Sujeción

El pasaje de Lucas 7:7-8 dice: “… Pero con una sola palabra que digas, quedará sano mi siervo. Yo mismo obedezco órdenes superiores y, además, tengo soldados bajo mi autoridad. Le digo a uno: Ve, y va, y al otro: Ven, y viene. Le digo a mi siervo: Haz esto y lo hace”. Toda sujeción rendirá fruto en nuestra vida y su calidad dependerá de la fuente a la cuál estemos conectados. En el caso del centurión romano, como él se sujetaba a sus superiores, sus soldados también cumplían sus órdenes más allá que fueran correctas o no. Pero cuando este hombre se encontró con Jesús, pudo discernir que estaba conectado a una fuente de autoridad superior a la que él conocía. Esa fue la razón por la cual le dijo que no era necesario que fuera hasta su casa, sólo le bastaba con dar una orden y se manifestaría el fruto de la conexión con la Fuente que alimentaba su vida. Podemos afirmar que la única manera de caminar en la verdadera autoridad del Reino de Dios surgirá de la profundidad de la relación que desarrollemos con el Espíritu Santo.

Obediencia

El pasaje de Hebreos 5:8-9 dice: “Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; y consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen…”. En este pasaje queda claro que el único camino para ser un portador de la salvación para otros es la obediencia. Todos nacemos con el germen de la rebeldía sembrado en nuestros corazones y esto nos impide reflejar la plenitud de la voluntad de Dios. ¿Por qué aprender a obedecer es clave para cualquier emprendedor que anhele ser exitoso? Porque la premisa básica de la obediencia implica desarrollar la capacidad de postergar todo nuestro parecer ante cualquier circunstancia de la vida y someternos a la voluntad de alguien superior, en este caso el Señor. Queda evidente que esto es imposible de alcanzar según nuestro propio entendimiento o por medio de nuestras fuerzas naturales.

Convicción

El pasaje de Hebreos 11:1 dice: “Ahora bien, la fe es la garantía (convicción) de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve”. Cuando adquirimos certeza de lo que Dios nos habla por medio de la revelación profética, se despertará en nuestro espíritu la convicción que nos asegura el cumplimiento de la Palabra. Ningún emprendedor que no conozca la realidad del Espíritu está en condiciones de caminar bajo esta afirmación. Ante cualquier circunstancia adversa dejará de confiar en la capacidad de Dios para honrar los términos de su “garantía” reflejada en las Escrituras. Entonces no podrá trabajar efectivamente para ver el cumplimiento de la revelación profética que nace desde el trono de Dios y no podrá alcanzar el éxito en su vida según los parámetros del Reino.

Compasión

El pasaje de Marcos 6:34 dice: “Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas”. La compasión es la clave que mantendrá funcionando el motor que nos permitirá realizar todo lo que estamos llamados a edificar en el Reino de Dios. El propósito fundamental de todo emprendimiento es conectar con la justicia de Dios a todos los que tienen algún tipo de necesidad porque esta es una realidad injusta que jamás estuvo diseñada para sus vidas. La condición fundamental para poder impartir una enseñanza que forme a Cristo en las personas y active la productividad del Reino en sus corazones es la compasión. Sin ella sólo estaremos transmitiendo ideas vacías y huecas que no harán otra cosa que contribuir a incrementar la brecha entre la realidad social y la justicia del Reino de Dios en las naciones.

Entrega

El pasaje de Efesios 5:2 dice: “… así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios”. No podemos hablar de emprendedores exitosos según los parámetros del Reino de Dios, a menos que haya en nosotros una entrega absoluta, completa y radical para cumplir su voluntad soberana. Toda área en nuestra vida que no esté sujeta a la voluntad de Dios, hará todo lo posible para funcionar fuera de las leyes del Reino. Cada vez que renunciamos a hacer lo que nos parece para entregarnos a la voluntad del Señor, se elevará una ofrenda de adoración delante de su trono. Entonces se derramará la gloria de Dios desde su trono y nos bañará con toda clase de manifestaciones de su bendición. Nuestro amor por el Señor estará determinado por el nivel de entrega que manifestemos en todas las áreas de nuestra vida. No puede existir el éxito verdadero si nos entregamos a edificar la causa equivocada. El único camino para no caer en esta situación que sólo acarreará desastres a nuestra vida es recibir la revelación profética que sólo puede venir desde el corazón del Padre.

Sabiduría

El pasaje de Isaías 11:2-4 dice: “El Espíritu del Señor reposará sobre él: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor. Él se deleitará en el temor del Señor; no juzgará según las apariencias, ni decidirá por lo que oiga decir, sino que juzgará con justicia a los desvalidos, y dará un fallo justo en favor de los pobres de la tierra”. En este pasaje se describen las características de la manifestación del poder del Espíritu Santo en la vida de Jesús, pero también son las mismas características que expresará a través de nuestra vida. Con estas palabras queda claro que es imposible que un emprendedor pueda proceder según las leyes y parámetros del Reino de Dios sin aprender a desarrollar una vida de comunión con Él.

El mero conocimiento humano es incapaz de proveer soluciones que sean viables para resolver los problemas críticos de nuestra sociedad. Si un emprendedor es parte del problema debido a su manera de pensar secularizada, jamás podrá edificar soluciones de Reino porque siempre “juzgará y tomará decisiones según las apariencias o por lo que oiga decir”. La sabiduría no es algo que se recibe, sino una de las manifestaciones de la persona del Espíritu Santo. Esta es la razón por la cual las personas que no desarrollan una relación de comunión con Él, jamás podrán ver más allá de su propio criterio personal.

Humildad

El pasaje de Proverbios 29:23 dice: “El altivo será humillado, pero el humilde será enaltecido”. El apóstol Santiago declara que “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes” (Santiago 4:6). ¿Cuál es la razón por la cual el Señor resiste a los soberbios? Los soberbios son idólatras por definición. Hicieron un culto a sí mismos por confiar en sus recursos personales, sean físicos, emocionales o espirituales. Creen equivocadamente que pueden vivir sin recurrir a Dios como fuente de toda provisión. Es muy común ver emprendedores que asumen el error de pensar que no necesitan la revelación profética del Espíritu Santo para alcanzar el éxito en los proyectos que emprenden. Esta situación es aún peor cuando tienen una formación académica sólida o lograron desarrollar algunos proyectos con anterioridad. La soberbia es como el mal aliento, todos se dan cuenta de esa situación menos el que lo tiene.

El Señor resiste a los soberbios porque en su propio mundo personal no existe lugar para nadie más que ellos mismos, mucho menos queda lugar para Él. Para que la gracia del Señor se derrame sobre nuestras vidas y, por ende, sobre todos nuestros proyectos, es imprescindible reconocer quién es la fuente que mantiene fluyendo la bendición sobre nuestra vida. Dios nos sembró en la tierra para generar gloria a su Nombre y no para llenarnos de vanidad, orgullo y soberbia. Pero vivir esta realidad es imposible a menos que nos rindamos por completo a los pies de nuestro Señor. Los buenos negocios que desarrollemos fuera de la voluntad del Padre serán los peores negocios que podremos realizar en nuestra vida porque no traerán gloria a su Nombre. Todo lo que edifiquemos fuera de nuestro propósito eterno no generará gloria a Dios y nos veremos en la obligación de cuidar esas riquezas en nuestras propias fuerzas. El Padre no está comprometido a avalar ningún proyecto productivo que no sembró en nuestro espíritu el día que nos formó en el vientre de nuestra madre.

Estos parámetros de éxito no se pueden crear, forzar o implementar en nuestras propias fuerzas, sin la intervención directa del Espíritu Santo en todas las áreas de nuestra vida. Estas condiciones surgirán como resultado de la manifestación soberana del fruto del Espíritu Santo a través de nosotros. Lograr esto es imposible sin desarrollar una relación estrecha de comunión con Él que nos permitirá concebir sólo los proyectos del Reino que nos quiera impartir. Para que esto sea posible, es imprescindible aprender a mantenernos en quietud ante su presencia santa. En otras palabras, podemos resumir los parámetros del éxito dentro del Reino de Dios con la capacidad de “ser” lo que Él estableció desde la eternidad, antes de salir a tratar de “hacer” lo que nos parece.

Condiciones para el éxito

Consciencia de Cristo: Si perdemos de vista al Rey, nos desviaremos del Camino y perderemos el rumbo sin remedio.

Presentar a Cristo: Fuimos creados para edificar el Reino de Jesucristo y generar gloria a su Nombre en todos los proyectos que emprendamos en la vida. Es vital pasar tiempo a solas con el Señor para recibir una impartición de su mente y así poder presentarlo de la manera correcta.

El Rey tiene el primer lugar: Toda área de nuestra vida donde el Señor no ocupe el primer lugar terminará arrasada bajo la autoridad de la Palabra. El Padre es celoso y no compartirá jamás nuestro corazón con ninguna otra cosa o con alguna otra persona que no sea Él mismo.

Debemos reconocer la presencia del Señor: Es imposible reconocer la presencia del Señor en nuestra vida si no pasamos tiempo a solas con Él para desarrollar una relación de comunión estrecha. Parafraseando a Moisés, podríamos preguntarnos: ¿Cuál es el sentido de emprender grandes proyectos si su presencia santa no nos acompañará?

Honrar la persona de Cristo: En el Reino de los Cielos la honra no es un capricho, para Dios es algo bien serio y le concede un valor trascendental. Nadie puede recibir algo en su vida si primero no lo valora profundamente. Esto también se aplica a la revelación de la persona de Cristo. No celebrar y honrar su presencia en nuestra vida indica que nos da igual que su consejo y su sabiduría estén o dejen de estar en nuestro corazón. El resultado de proceder de esta manera siempre terminará en tragedia.

Necesitamos determinar a quién estamos representando

¿Una organización?

¿Una denominación?

¿Un ministerio?

¿A nosotros mismos?

Hasta que no logremos definir a quién queremos representar en realidad, jamás podremos edificar el propósito eterno que el Padre estableció en nuestro espíritu. Fuimos llamados a reinar en la tierra según las leyes del Reino de los Cielos, porque esa es nuestra verdadera nacionalidad. Somos una “nueva criatura” eterna que vive temporalmente dentro de un cuerpo físico. Por esa razón necesitamos determinarnos a representar a nuestro Rey soberano porque solo Él nos concedió la vida.

Conclusiones

1. Como emprendedores debemos tomar la determinación de centrarnos en nuestro propósito eterno.

2. Necesitamos reconocer y admitir que nuestra fuerza física, emocional y espiritual tiene un límite.

3. La única opción que tenemos para alcanzar el éxito en todo lo que emprendamos se resume a edificar sobre el fundamento del Reino. No podemos edificar nuestro propósito eterno sobre el fundamento que surge desde nuestros propios criterios de juicio limitados.

Los amamos y bendecimos,

Bladimiro y Magui Wojtowicz

Profetas

jueves, 27 de septiembre de 2012

¿La Esposa escogida inclinará su cántaro?

Por Ben R. Peters

clip_image002Dondequiera que vaya bajo el ministerio de Rolland y Heidi Baker en Mozambique, encuentro que se activa la revelación del Espíritu en un nivel fresco. Mientras me encontraba en Pemba, recibí una impresión en un concepto muy simple. Surge de la cultura común del mundo en el tiempo de los patriarcas hebreos. Nunca antes tuve esta impresión, a pesar de haber leído docenas de veces este pasaje, creo que ahora se está soltando para “un tiempo como este”, para un pueblo profético, los “creyentes que creen”, la Novia escogida y preparada de Cristo.

“Inclina tu cántaro”

Génesis 24 nos habla sobre la intrigante historia de la búsqueda del sirviente obediente de Abraham para encontrarle una esposa a Isaac, quien heredaría una vasta fortuna y la promesa del pacto de su padre lleno de fe y fidelidad. Conozco a muchos predicadores y maestros que son como el sirviente de Abraham para el Espíritu Santo, descubriendo y preparando la Novia para Jesús.

Sin embargo, lo que me llamó la atención la primera vez fue la repetición de ciertas afirmaciones aparentemente insignificantes en la historia. El primero lo encontramos en el verso 14: “… Por favor, baje usted su cántaro para que tome yo un poco de agua…”.

El verso 15 dice que Rebeca: “Aún no había terminado de orar cuando vio que se acercaba Rebeca, con su cántaro al hombro”. Rebeca fue al pozo, llenó su cántaro y se preparó para ir hacia su casa. Esto requería cargar el cántaro pesado lleno de agua sobre su hombro todo el camino. Entonces el siervo de Abraham le pidió agua para beber.

Note la narrativa en el verso 18: “Sírvase mi señor, le respondió. En seguida bajó el cántaro y sosteniéndolo entre sus manos, le dio de beber”. Por supuesto, sabemos que también le sirvió agua a los camellos del sirviente, en respuesta a la señal que le pidió al Señor para hallar a la esposa correcta para Isaac.

Luego de llegar a la casa de Rebeca y Labán, el siervo relató todo lo que ocurrió con la familia de Rebeca. Note los detalles repetidos en los versos 45-46: “Todavía no había terminado yo de orar cuando vi que Rebeca se acercaba con un cántaro sobre el hombro. Bajó a la fuente para sacar agua, y yo le dije: Por favor, déme usted de beber. En seguida bajó ella su cántaro y me dijo: Beba usted, y también les daré de beber a sus camellos. Mientras yo bebía, ella les dio agua a los camellos”.

El hecho simple y obvio es que las mujeres que cargaban agua desde el pozo hacia sus tiendas o casas, debían cargar cántaros pesados sobre sus hombros por un largo camino. Probablemente era una tarea muy dificultosa que cualquier muchacha debía aprender para mandar. Bajar el cántaro de sus hombros debía ser otro desafío, porque la muchacha no querría perder nada de la preciosa carga que transportaba hasta su casa para su familia sedienta.

Darle un trago de agua a un extraño significaba interrumpir su camino y también un esfuerzo extra para inclinar su cántaro y volverlo a levantar. Además, debía volver a cargar más agua para no volver a su casa con el cántaro medio vacío.

“Deteniéndose por el escogido”

Aquí es donde el mensaje de Heidi Baker “deteniéndose por el escogido” es tan poderoso. Personalmente podría ver este pedido extraño como un obstáculo real para mis metas personales para mi camino actual. “¿El hombre no pudo ver que estaba lista para regresar? Tengo todos mis recursos valiosos listos para suplir mis necesidades y las de mi familia”. No podemos exagerar el valor del agua cuando debemos caminar una distancia para obtenerla y luego llevarla hacia su casa de regreso sobre sus hombros.

Podría pensar: “Este hombre me está pidiendo que sacrifique lo que me pertenece a mí y a mi propio pueblo. Para responder a su necesidad tendré que entregar mi tiempo, mis energías y mis recursos materiales. También debo pensar en mis propias necesidades. ¡El hombre también tiene manos! ¿Por qué no puede tomar su propia agua para beberla? Mi cántaro ya está sobre mis hombros. ¿Por qué debería bajarlo y derramarlo para darle de beber?”.

Pero Rebeca vio una oportunidad para bendecir a un extraño y no se hizo problemas por bajar rápidamente el cántaro de sus hombros (donde estaba acomodado) hacia sus manos (el lugar del servicio) para darle de beber. Para Rebeca, la madre literal de Israel (Jacob), fue el acto de su vida que cambiaría su futuro, el futuro de muchas personas y el futuro de muchas naciones. Como sacrificó algo de su tiempo, sus energías y sus recursos, inmediatamente recibió regalos de joyas valiosas del tesoro de Abraham. Luego se transformó en la esposa de un hombre muy próspero y rico, quien sería famoso a lo largo de la historia como uno de los grandes patriarcas del pueblo hebreo.

Transforme una interrupción en una cita divina

Creo que el Señor nos está hablando como individuos y como Cuerpo de Cristo. Hebreos 13:2 nos recuerda que debemos atender a los extranjeros, porque podríamos estar atendiendo ángeles sin saberlo. ¿Tomaremos ventaja de la oportunidad para cambiar una interrupción potencialmente irritante en una cita de destino divino o escogeremos buscar nuestra propia seguridad y mantener la monotonía de una vida sin aventura y sin necesidad de tener fe en Dios?

El hombre natural trabaja duro para ahorrar y prepararse para la seguridad su propia casa. Se asegura de tener la suficiente seguridad, pensiones y recursos para cuidar de sí mismo y de su familia cuando sea anciano y luego que se vaya. Pero en algún punto del camino, Dios puede enviarle a alguien con una necesidad que requerirá el sacrificio de su propia seguridad. Esta es una prueba difícil para un hombre y usualmente necesita tiempo para procesarla.

Los recursos financieros pueden ser los menos significativos que necesitamos compartir. Dios nos puede pedir nuestro tiempo y nuestra energía, nuestros dones espirituales y el fruto del Espíritu Santo que estableció en nuestras vidas, aún cuando sentimos que no tenemos nada más que dar. Sumado a esto, podemos encontrarnos rumbo a una reunión muy importante donde ministraremos a miles y no tener tiempo para atender a la necesidad de alguien. Así como el sacerdote y el Levitas, pasamos junto al herido y seguimos hacia Jerusalén a ocuparnos de lo nuestro, abandonando la oportunidad de transformar una interrupción en una oportunidad divina para el “Buen samaritano”.

Los caminos de Dios no cambiaron y creo que aún nos da oportunidades especiales para “detenernos por el escogido” y mientras lo hacemos, ministrarlo a Él abrirá las puertas para nuestra promoción y bendiciones. Por eso es tan importante caminar en comunión estrecha con el Espíritu Santo. Ciertamente no podemos darle a cada persona que encontramos lo que quieren. En muchos países podemos ver cientos de mendigos al día. Pero uno de ellos puede ser el “sirviente de Abraham” que está buscando una esposa para Isaac. No podemos perder a esa persona. El secreto es caminar oyendo la voz del Espíritu Santo y mantener un corazón de siervo, anhelando detenernos en el momento correcto.

“Estoy soltando el espíritu de Rebeca”

Creo que Jesús tiene una palabra para su pueblo. Creo que quiere decirle lo siguiente a su pueblo hoy:

“El Espíritu Santo está preparando verdaderamente a mi Novia para que sea mi deleite y mi gozo. Le está pidiendo que baje su cántaro y le dé de beber. Pero está hablando a través de otras personas, incluyendo aún a los ‘menos pensados’ y probando a cada uno para ver quién bajará el cántaro de sus hombros para darle de beber al sediento”.

“Estoy soltando el ‘espíritu de Rebeca’ sobre mi Iglesia. Estoy levantando una generación con un corazón conforme al mío, lleno de amor y compasión. Y ellos responderán a la prueba. Bajarán su cántaro de sus hombros hacia sus manos para darles de beber a los que mi corazón anhela bendecir. Al hacer esto, estarán derramando una ofrenda de amor a mis pies”.

“El resultado de su obediencia será una provisión inimaginable de bendiciones. La joven Rebeca recibió inmediatamente regalos abundantes y valiosos del sirviente de Abraham y una enorme transferencia de riquezas cuando se casó con Isaac. Los que viven en mi Reino recibirán una bendición repentina y extrema del Cielo y de otros que las derramarán sobre ellos”.

“Estoy purificando y preparando a mi Novia para gobernar y reinar conmigo. Mi Novia debe tener una verdadera unidad con mi Espíritu de servicio y mi corazón compasivo. Al servirse unos a otros fortalecerán y embellecerán a mi Novia eterna, mientras cumplen mi mandato de amarse unos a otros”.

Muchos de nosotros estuvimos esperando por la tan profetizada transferencia de riquezas. Pero quizá algunos perdimos oportunidades de inclinar el cántaro que llevamos sobre nuestros hombros. Lo hicimos sobre algunos que estaban sedientos, pero como era demasiado inconveniente, continuamos nuestro camino sin tomar tiempo para ayudar a alguien en necesidad.

Sin hacer un sacrificio real, Rebeca jamás habría experimentado su destino asombroso y su transferencia personal de riquezas. Pero aunque hayamos perdido oportunidades para inclinar nuestro cántaro en el pasado, Dios en su gracia y misericordia anhela darnos más oportunidades si las pedimos.

Sin embargo, creo que hay muchos cristianos hoy que hicieron muchos sacrificios, aparentemente insignificantes, por el amor de Dios fluyendo a través de ellos. Estas personas experimentarán increíbles recompensas de Dios, porque Él vio lo que hicieron en secreto y los recompensará en público. Debemos cuidarnos de estar demasiado ocupados para atender las necesidades de otro cuando tenemos el cántaro lleno sobre nuestros hombros. Tome el tiempo y la energía para tomarla con sus manos y derramarla como un sacrificio para Dios. Se sorprenderá por los resultados asombrosos.

Ben R. Peters

lunes, 10 de septiembre de 2012

Para que te vaya bien

Por Mahesh y Bonnie Chavda

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“Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa,  para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra” (Efesios 6:1-3).

Uno de los principios fundamentales de caminar en el favor y la bendición de Dios es la honra. Comienza en la casa mientras honramos a Dios honrando a nuestros padres. Se extiende hacia afuera al honrar a las autoridades, a los ancianos, a nuestros padres espirituales y a la Esposa eterna del Señor, la Iglesia.

Todos los años en las naciones se aparta un día para celebrar y honrar a nuestras madres. Debemos tomar tiempo para agradecerle a Dios por nuestras madres. Si nuestra madre aún está con nosotros, busquemos la manera de honrarla. Si tiene asuntos sin resolver con su madre, busque la manera de olvidarlos y bendiga a la persona que le dio la vida. No hay nada que la Cruz no pueda cubrir.

Esa es la puerta para que podamos encontrarnos con nuestra familia perfecta. Abre el camino para que podamos conocer a nuestro Padre celestial. Nos hace ser una nueva creación y nos conecta con nuestra verdadera identidad: Un hijo del Rey. Si nuestra madre no nos hubiera dado a luz, nunca habríamos tenido la oportunidad de conocer la plenitud de nuestra identidad y destino eterno. El honor nos trae las bendiciones de Dios. Apoyémonos en ellas hoy, mientras honramos y bendecimos a nuestros padres espirituales.

La tierra madre: El lugar donde nacimos

En otro sentido, al hacer esto también honramos a nuestra nación. Hechos 17:26 nos dice que Dios tuvo en mente la familia, el tiempo y la nación en la cual nacimos, desde el primer momento que pensó acerca de nosotros. Esto significa que no importa nuestra historia personal, Él tiene un plan redentivo para nuestra vida que incluye las mismas circunstancias de nuestro nacimiento. Además revela que somos parte de su plan redentivo para nuestra nación.

La nación en la que nacimos es el vientre donde Dios formó nuestra identidad. Es parte de nuestra historia, nuestra cultura, nuestra familia y, finalmente, parte del plan de Dios para nuestra vida. En América somos bendecidos por haber nacido en una nación formada sobre principios escriturales, establecidos por los padres fundadores. En ninguna parte queda más claro que en el registro histórico de oración y ayuno en honor al Único capaz de salvarnos, liberarnos, sanarnos y prosperarnos.

En 1607, los primeros peregrinos tocaron tierra en las costas de Virginia. Su primera acción fue humillarse a sí mismos en oración, ayuno y acción de gracias durante tres días, luego de desembarcar. Su segunda acción fue plantar una cruz en el lugar de la costa donde desembarcaron para dedicar la tierra al Señor Jesucristo.

En 1620, los peregrinos no probaron alimentos en la tierra hasta hacer un pacto con Dios y entre sí en oración y ayuno. Hoy se lo conoce como el Pacto del Mayflower, pero su acto sentó un precedente para el único gobierno que heredamos como norteamericanos. Cuando enfrentaron una sequía que amenazó la supervivencia de su comunidad al año siguiente, el gobernador Bradford llamó a “un día solemne de humillación para buscar al Señor en oración ferviente, en medio de esa gran aflicción”. El Señor respondió ese mismo día cuando los cielos claros y despejados, se cubrieron de nubes y comenzó a llover.

1775, Día nacional de humillación, ayuno y oración

Poco tiempo después que se oyera en todo el mundo sobre la revolución en Norteamérica, los padres fundadores proclamaron un día humillación pública, oración y ayuno:

“Como el Gran Gobernador del Mundo, por su Providencia suprema y universal, no sólo para conducir el curso de la naturaleza con una sabiduría y rectitud infalibles, con frecuencia influencia las mentes de los hombres para servir a los propósitos sabios y llenos de gracia de su gobierno providencial. Y es, en todo tiempo, nuestro trabajo indispensable y devoto, agradecer su providencia suprema, especialmente en tiempos de peligro inminente y calamidades públicas, reverenciando y adorando su justicia inmutable, así como implorando su interposición misericordiosa por nuestra liberación:

Por tanto, este Congreso considera el estado crítico, alarmante y calamitoso de la situación actual de estas colonias, recomendamos enfáticamente que el jueves 20 de Julio próximo, todos los habitantes de las colonias inglesas en este continente deben guardar este día de humillación pública, ayuno y oración. Se recomienda a todos los cristianos de todas las denominaciones que se reúnan públicamente para adorar, absteniéndose de realizar cualquier trabajo y recreación ese día. Junio 12, 1775”.

Pedido de oración de Benjamín Franklin en la Convención Constitucional

Cuando la nación, forjada en la Revolución, parecía estar a las puertas de separarse mientras se estaba redactando la Constitución que defendería las libertades por las cuales pelearon, Benjamín Franklin, testigo del primer Gran Despertar y amigo de George Whitefield, detuvo el procedimiento y declaró:

“En esta situación de esta Asamblea, andando a tientas como si estuviera en la oscuridad para hallar la verdad política e incapaz de distinguirla cuando se presentó ante nosotros, como ocurrió. Señor, ¿hasta aquí no hubo un solo pensamiento de humildad para rogar ante el Padre de las luces para que ilumine nuestro entendimiento? En el comienzo del conflicto con Gran Bretaña, cuando estábamos sensibilizados por el peligro, orábamos todos los días en este salón para recibir la protección divina. Nuestras oraciones, Señor, fueron oídas y respondidas con gracia. Todos los que estuvimos comprometidos en el conflicto pudimos ver frecuentes ocasiones donde se manifestó la supereminente providencia a nuestro favor”.

“Para esa clase de providencia tenemos esta oportunidad de consultar en paz sobre el significado de establecer nuestra futura felicidad nacional. ¿Y ahora nos olvidamos de ese amigo poderoso o pensamos que ya no necesitamos su asistencia? Viví, Señor, mucho tiempo y cuánto más vivo, tengo más pruebas convincentes de esta verdad: Dios gobierna sobre los asuntos de los hombres. Si una golondrina no cae al suelo sin que lo note, ¿es probable que un imperio se pueda levantar sin esta ayuda? Tenemos la seguridad, Señor, en los escritos sagrados, que ‘a menos que el Señor edifique la Casa, en vano trabajamos los edificadores’”.

“Creo firmemente en esto y además, creo que sin su ayuda oportuna no podremos tener más éxito al levantar este edificio que los constructores de la torre de Babel: Estaremos divididos por nuestros pequeños intereses locales, nuestros proyectos se confundirán y nos transformaremos en un reproche y un engaño para las futuras generaciones. Y lo que es peor, desde esta instancia desafortunada en adelante, la humanidad puede perder el rumbo al establecer gobiernos sobre la sabiduría humana que los entregarán al azar, la guerra y la conquista”.

“Por tanto, ruego que desde ahora en adelante imploremos la ayuda del Cielo y sus bendiciones en todas nuestras deliberaciones, estableciéndose en esta Asamblea cada mañana antes de proceder a tratar los asuntos del día y les solicitemos a uno o más clérigos de esta Ciudad que oficien ese servicio”.

Benjamin Franklin, Congreso Continental, 1787

Honremos a nuestras madres y a nuestra herencia nacional

Una y otra vez, en tiempos de gran crisis y en tiempos de gran victoria y agradecimiento, nuestra nación honró a Dios en oración como la Fuente de todas sus bendiciones. Esta es la herencia espiritual de Norteamérica.

Mientras honramos a nuestras madres naturales y espirituales, honremos nuestra herencia nacional, humillándonos y orando por nuestra nación para que cumpla su destino divino. Mientras lo hacemos, el Señor soltará su bendición sobre nuestras familias, nuestras congregaciones y nuestra nación. Así nos irá bien y disfrutaremos de una vida larga sobre la tierra.

“… si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra” (2 Crónicas 7:14).

Mahesh y Bonnie Chavda

“La generación que se crió a sí misma: Una generación bajo amenaza”

Por Catherine Brown

Catherine Brown 2Padres sin paternidad

Mientras oraba temprano, el Señor me habló sobre una generación de padres sin paternidad. Una generación que se crió a sí misma, sin experimentar el contacto parental (tanto físico como espiritual) y que ahora se está levantando como líderes en su generación sin la habilidad, el don o la experiencia de tener una cobertura paternal. Esta generación anhela padres y madres en la fe, porque no los tuvieron de una manera apropiada.

El apóstol Pablo le habló a la Iglesia en Corinto sobre un asunto similar en su vida: “De hecho, aunque tuvieran ustedes miles de tutores en Cristo, padres sí que no tienen muchos, porque mediante el evangelio yo fui el padre que los engendró en Cristo Jesús” (1 Corintios 4:15). ¡Gloria a Dios que en Cristo el Evangelio crea relaciones de pacto a través de las cuales los padres y madres espirituales se están levantando en las naciones para servir a la siguiente generación!

La intención de Dios es que la unidad familiar revelaría su gloria en toda la tierra (Génesis 1:28). Además, su deseo es que los hombres y mujeres trabajen juntos en Cristo para ser fructíferos y caminar en dominio, desatando el gobierno de Dios sobre la tierra mientras lo sirven en sumisión a su voluntad y entre sí.

Satanás peleó contra la paternidad de Dios en cada generación desde que comenzó el tiempo y buscó disgregar la unidad familiar por todas las formas posibles. El enemigo busca profanar y diezmar la paternidad en todas las esferas de la sociedad.

A pesar de este asalto terrible en estos tiempos finales, creo que Dios está derramando una gracia exponencial sobre el Cuerpo de Cristo para experimentar su paternidad tri-generacional. Una de las maneras como el Señor está haciendo esto es restaurando los padres y madres espirituales en la Iglesia. Esta generación emergente no se perderá con una mentalidad de huérfanos, será amada en sanidad y plenitud para caminar en la identidad que Dios les entregó como sus hijos e hijas legítimas.

Paternidad y maternidad en la fe

El aspecto de la paternidad en la fe no tiene que ver con el género. Los padres y madres apostólicas tienen el corazón de Dios el Padre para su Iglesia y sus hijos. El apóstol Pablo usó ambos términos, padre y madre, figurativamente para hablarles a sus hijos espirituales en Tesalónica:

“Tampoco hemos buscado honores de nadie; ni de ustedes ni de otros. Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser exigentes con ustedes, los tratamos con delicadeza. Como una madre que amamanta y cuida a sus hijos…” (1 Tesalonisenses 2:6-7).

“Saben también que a cada uno de ustedes lo hemos tratado como trata un padre a sus propios hijos. Los hemos animado, consolado y exhortado a llevar una vida digna de Dios, que los llama a su reino y a su gloria” (1 Tesalonisenses 2:11-12).

Con frecuencia Pablo peleó en oración por sus discípulos, hasta que Cristo sea formado en ustedes…, comparando esta intercesión con el dolor de dar a luz, aunque obviamente nunca había parido. Podemos ver que el apóstol Pablo relacionó los aspectos de la maternidad femenina con la paternidad masculina (Gálatas 4:19-20).

En ese mismo plano vemos a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote y Apóstol, para regocijarnos en el hecho que Jesús vivió para glorificar al Padre caminando en obediencia a su voluntad. Jesús vino para revelar el amor del Padre en toda su simplicidad y complejidad. En la cruz del Calvario, Cristo quebró cada muro de división (cultural, generacional, social y de género, sólo por mencionar algunos). Nos llamó a una vida de rendición, obediencia y amor.

“En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor” (Gálatas 5:6).

Es esencial que los padres y madres espirituales de esta “generación que se crió a sí misma”, comprendan la generación que se está levantando. Podríamos evitar muchos malos entendidos innecesarios, errores en las relaciones y abortos espirituales que nos llevan a sufrir retrasos en nuestro destino o destrucción si tomáramos tiempo para comprender el carácter de aquellos que discipulamos.

Moisés, nuestro modelo

Estudiando la vida de Moisés pude ver cómo Dios lo usó como un padre espiritual para una nación. Demos un paso hacia atrás en el tiempo, hacia los comienzos humildes de Moisés. Es alarmante ver que nació bajo una amenaza de muerte que pudo aniquilar potencialmente a su pueblo. Los varones de su generación estaban en peligro de muerte debido al edicto dictado por el Faraón, donde todo hijo de hebreos debía ser arrojado al río Nilo para morir (Éxodo 1:22). Moisés significa “salvado de ahogarse”. Dios lo salvó de ahogarse y lo puso a buen resguardo para que pudiera cumplir el plan de Dios para su vida. Dios continúa en el negocio de llamar y rescatar a una generación que satanás quiere destruir.

Hemos visto cuánto necesitaba Moisés la ayuda de Jetro (su suegro) para llegar a ser un buen padre para otros. La única experiencia real de paternidad anterior de Moisés fue en la corte del Faraón mientras crecía. Su visión de la autoridad estaba filtrada a través de los lentes del ejercicio del gobierno sin una relación íntima con la figura cercana de un padre. La distorsión de la autoridad paternal en este nivel clave del desarrollo humano, afecta nuestra comprensión de nuestra identidad, crea inseguridad y provoca cuestionamientos legítimos sobre la manifestación de nuestro destino. Dios también tuvo que tratar con esta inseguridad en la vida de su siervo Moisés.

Mi intención es compartir algunas impresiones de la vida de Moisés en su experiencia transformadora de ser sano de la inseguridad y los problemas de identidad. Así podría ser más un padre para el pueblo judío que estaba llamado a liderar. Cuán maravilloso es ver la unción de Dios en Moisés como un líder formado y poder ver su proceso y su viaje de fe con el Padre que lo llevó hasta ese punto. Moisés mismo dijo: “Soy un extranjero en tierra extraña” (Éxodo 2:22).

Podemos ver con claridad cómo el hombre de Dios luchaba con su propia identidad por haber crecido en la corte del Faraón, aunque tenía un corazón hebreo. Moisés debía atravesar ciertas lecciones de vida para vencer sus tendencias “auto paternales”, antes de ser sano y transformado en un padre para la nación. Es interesante que esta búsqueda interior se extendiera hasta el nacimiento del primer hijo de Moisés, al cual llamó Gerson, un nombre que suena como la definición hebrea “un extranjero allí”.

Cuando Dios empujó a Moisés hacia la paternidad, fue capaz de sanar las áreas de inseguridad y las heridas en su vida. La falta de paternidad no ocurrió por un error de Moisés y Dios proveyó a una persona como Jetro para suplir esta falta en el momento oportuno. En verdad, la mayoría de nosotros experimentamos los mismos procesos bajo la guía de Dios y mientras forma nuestra vida, trabaja para manifestar su propósito y sus planes en nosotros. La necesidad de ser padres espirituales para otros puede servir como un catalizador en nuestra vida para llevarnos a ser sanos de las tendencias hacia la “auto paternidad”.

Dios lo bendiga hoy mientras sigue su llamado eterno en su vida.

En su gracia,

Catherine Brown