jueves, 21 de junio de 2012

“Levántate y actívate Conmigo mientras transfiero las tierras hacia las manos de Mi pueblo”

Por Chuck D. Pierce

Chuck_PierceYo soy el único lugar secreto

El Señor dice: “En los próximos días la guerra arreciará. Los cielos están llenos de guerra. Todo lo que está ocurriendo en mi tierra de pacto afectará los lugares donde se encuentra el pueblo de Mi pacto. Esto afectará la economía de las naciones en los días por venir”.

“Aunque los cielos estén llenos de guerra, tengo un lugar secreto para Mi pueblo. El lugar secreto que el hombre edificó no podrá protegerlo en los días por venir. Yo soy el único lugar secreto hacia donde pueden correr. Seré un escudo para aquellos que confían en Mí. En mi refugio, las ventanas de Mi pueblo resistirán los embates del enemigo”.

“Remueve el temor de tu vida. La guerra en los cielos penetrará la tierra, pero en medio de esto, tienes un escudo protector de fe. Ahora la fe se levantará en un pueblo y esa fe no sólo los protegerá a ellos, sino a sus hijos y a los hijos de sus hijos”.

Los caminos están cambiando

“Algunos de ustedes están viviendo un momento de cambio para el futuro. Algunos de ustedes se sienten vulnerables en este momento. ¡No temas! Estoy creando una protección a tu alrededor en este tiempo mientras te estoy formando. ¡Serás nuevo para el mundo que verás en los próximos días! En medio de esto que estoy formando te envuelvo con mi viento como un capullo. No temas, porque en este tiempo de transición te cubriré y te promoveré de una manera donde podrás elevarte en el tiempo que viene”.

“Los caminos están cambiando. Los caminos están cambiando. Adora y suelta tu sonido único ahora y te cubriré. Iré delante de ti y también seré tu retaguardia”.

“Estoy enviando una lluvia suave sobre tu vida porque conozco que necesitas un renuevo para seguir en el camino que te espera. Viene un renuevo sobre tu vida ahora porque eres pionero en el camino que tienes por delante. ¡Necesitas renovarte ahora para los días que vienen! Serás establecido, aunque ahora te sientas como un errante. Recibe una lluvia renovadora que te hará encontrar el lugar donde te cubriré”.

“Pude ver tu debilidad. En tu debilidad te estoy administrando una vitamina de mi Espíritu para fortalecerte y puedas perseverar, porque tu fe prevalece más allá de la perseverancia hacia la manifestación. En tu debilidad reconoce que la fortaleza abundará”.

“Estoy derribando en tu vida todo lo que exaltaste por encima de Mis pensamientos. Yo soy el Dios que envía los ejércitos del Cielo para tomar los ejércitos de la tierra que se levantan contra Mi voluntad. Tengo tierras y gente que participará conmigo. Creciste pasivamente en lo que estoy haciendo. En este día levántate y actívate conmigo mientras transfiero tierras hacia las manos de Mi pueblo”.

“Vengo con un taladro con cabeza de diamante para quebrar la cubierta dura que retiene lo que debe desaparecer para que el Reino avance en esta hora”.

“¡Vuelve a centrarte, renuévate, restáurate, reordénate y revive! Vengo a visitar a mi pueblo que se levantará y será enviado al mundo para cambiar el curso y el camino que muchas naciones y ciudades están tomando ahora”.

Bendiciones,

Chuck D. Pierce

“La falsa responsabilidad mantiene cautivos a muchos en Mi pueblo”

Por Kathie Walters

clip_image002Cambiando la guardia

Puedo ver que Dios está cambiando la guardia en muchos lugares y están ocurriendo cambios significativos en la dimensión espiritual. Cuando estaba en Australia y Nueva Zelanda pude ver que muchos de los líderes con quienes estuve que tenían que regresar a la “gracia”, en lugar de continuar empujando a la gente para cumplir la agenda ministerial. Dejaron que las cosas siguieran diciendo: “Bueno, haré lo que sea necesario”. Quiero decir esto en el buen sentido. “Jesús, haré lo que sea necesario”, es una buena actitud que podemos tener. Necesitamos estar abiertos para lo que Dios está haciendo ahora, los planes no serán iguales para siempre.

Los peregrinos y Brendan el marinero

Los peregrinos en Irlanda durante los Siglos XV y XVI fueron monjes que dejaron los monasterios y se embarcaron en pequeños botes desde las costas de Irlanda. Los botes no tenían timón ni remos. Izaron las velas y confiaron que Dios enviaría los vientos para llevarlos hacia donde se suponía que debían llegar. Tuvieron aventuras asombrosas.

Brendan izó las velas con algunos de sus hermanos y después de un tiempo llegaron a una isla. Mientras el bote se acercaba a la isla, había un anciano parado en la pequeña playa y los estaba esperando mientras descendían del bote en la costa.

“Los estuve esperando desde hace mucho tiempo”, dijo. Luego los llamó por su nombre y profetizó sobre ellos. Luego dijo: “Bendíganme para que me pueda ir ahora”. Oraron por él y entregó su espíritu al Señor. (Tomado del libro: “Llamas célticas”).

Desatándose

Siempre me encuentro con personas, especialmente en el ministerio, que se encuentran detenidas en algo donde no está su corazón. Algunos de ellos están tan presionados por la gente y sus necesidades que no pueden cumplir la voluntad de Dios o recuperar su gozo porque todo se transformó en una carga pesada.

La falsa responsabilidad es un espíritu religioso enorme y pesado. Nos lleva a ministrar las necesidades en lugar de ser guiados por el Espíritu Santo. La falsa responsabilidad apartará a la gente de su llamado porque las personas que las rodean no las dejarán continuar. “Te necesitamos. ¿Qué haremos si te vas?”. Esto mantiene a muchos pastores y ministros atados a un yugo que Jesús nunca puso sobre ellos. Nuestro llamado primordial es obedecer al Señor y ser guiados por el Espíritu Santo. La gente es responsabilidad del Señor y Él sabe cómo cuidarla.

Una vez nos quedamos retenidos por más de un año en una congregación que pastoreábamos. Teníamos una palabra para mudarnos, pero la gente nos retuvo diciéndonos: “Los necesitamos”. Entonces respondimos a la gente en lugar de hacerlo ante el Señor. Después de un tiempo comenzaron a apartarse y finalmente nos mudamos.

La gente dio vueltas un par de meses tratando de descubrir quiénes eran en realidad y qué debían hacer. ¿Sabe qué ocurrió? Todos encontraron una gran brecha donde se suponía debían encajar desde hace mucho tiempo. Dios usó poderosamente a muchas de estas personas que estaban atadas a nosotros.

¿No se siente contento de no ser Dios? Su responsabilidad es ofrecer lo que Él le entrega. No podemos cambiar a nadie o hacer que otros hagan algo.

Cuando Jesús se enteró que Lázaro (un buen amigo) estaba muriendo, no respondió ante la necesidad de ese hombre, sino a la voz del Padre. Partió para Betania recién cuando el Padre le dijo que lo hiciera, pero no antes o después. ¡Dios sabe lo que hace!

La voluntad de Dios está en nuestro corazón

Dios establece sus deseos en nuestro corazón en la medida que nos rindamos ante Él y lo amemos. El Nuevo Pacto es algo del corazón, no una simple ley. “Pondré en ellos un corazón nuevo y un espíritu nuevo”, es la promesa del Nuevo Pacto.

La falsa responsabilidad hará todo lo posible para llevarlo a asumir el lugar del Espíritu Santo ante la gente. ¡Eso es pesado! Se supone que los líderes deben enseñarle a la gente a oír a Dios por sí mismos, no a ser dependientes de alguien más que lo oiga en su lugar. Sólo usted puede conocer su destino en Dios, nadie más puede decirle eso. ¡Él es su línea vital! Por supuesto, es hermoso recibir una palabra profética o una confirmación, pero finalmente cada uno debe oír a Dios por sí mismo. Los líderes y pastores pueden proveernos una comida maravillosa, pero no pueden comer por nosotros. Si yo como en su lugar engordaré demasiado y usted quedará demasiado flaco. Cuando Jesús le habla, le imparte fe para moverse hacia el próximo paso. Dios es asombroso y también es nuestro Abba (Papito).

Una clave para recibir en este tiempo

Quiero compartir algo que el Señor me entregó porque también puede ser para usted. Mucha gente en las últimas dos semanas me escribió para hablarme sobre los pavos. Sentían olor a pavo asado, tuvieron sueños y visiones con pavos cocinándose o sintieron el gusto a pavo asado en su boca.

Se acerca el día de Acción de gracias, pero esto no tiene que ver con esa fiesta. El sábado tuve una necesidad en nuestro ministerio y tuve una visión sobre mí misma sosteniendo un plato vacío, pidiéndole al Señor que me entregue algo. Ahora, el plato que tenía era inglés y azul de porcelana. Era hermoso (tengo platos así) pero pequeño, como un plato de té. El Señor me dijo: “Ese es un plato pequeño”, pero de inmediato sostuve un plato grande ante Él. Al minuto siguiente, el plato estaba lleno de pavo con papas asadas. Luego el Señor llenó el pavo con ese maravilloso aroma a ahumado.

Dios me dijo: “Si mantienes un espíritu agradecido en tu boca, rellenaré el pavo”. Entonces comencé a alabar al Señor y a agradecerle por todo lo que venía a mi mente, incluyendo a todos los amigos maravillosos que puso en mi vida.

Durante el intervalo en el seminario del sábado, una amiga se acercó y me dijo que el Señor le ordenó entregarme una cantidad de dinero para suplir la necesidad que teníamos en ese momento. Aún tenemos algunas necesidades, pero quiero mantener este corazón agradecido hacia el Señor. Tenemos demasiados motivos por los cuales estar agradecidos, ¿Cierto? Solemos olvidar todos los beneficios del Señor. Pero la gratitud es la clave para soltar las bendiciones de Dios en nuestra vida. ¡Comience hoy! “Señor, te bendeciré con un corazón agradecido”. ¿Recuerda ese coro que solemos cantar?

Kathie Walters

martes, 12 de junio de 2012

“Es la hora del Padre”

Por Eileen Fisher

clip_image002“Mi obra liberó a los cautivos y tú serás enviado a liberar a los cautivos”

El Señor dijo: “Tendré una Novia armada y preparada. No se verá como otras novias. Será una Novia equipada con la unción. Estará tan equipada con mi Palabra que será como un francotirador que ejecuta su misión con rapidez para eliminar al enemigo. Estuvo escondida, pero le daré la estrategia con mi Palabra por medio de la unción, para sacar al enemigo de su escondite”.

“El enemigo estuvo jugando en las mentes de mi Novia. Vino para acusar, condenar, establecer desesperanza y desánimo, pero mi Novia se está estirando. Está estirando sus brazos hacia adelante. Está estirando sus piernas. Está estirando su cuerpo, preparada para correr hacia su nueva asignación. Mi Novia no será débil, se fortalecerá por mi Espíritu. Su carne se debilitará, pero su Espíritu se moverá en una doble porción de poder y fuerza hacia donde quiera y expondrá al enemigo. Luego liberará a los cautivos de sus ataduras”.

“Te llamé esta noche porque busqué a los míos que me buscan de todo corazón, los que me ofrecen todo su corazón, quienes vendrán y se postrarán ante mi presencia, reconociéndome como su Amigo, Consejero y Príncipe de Paz. Me conocerás como el que trae redención pero tiene fuego en sus ojos. El fuego que llevo dentro de mí será purificador. Estoy derramando mi gloria sobre la tierra. Reconocerás que será algo como nunca antes ocurrió o se experimentó, porque será incontenible como un fuego que deshace”.

“Cuando digo que deshace, quiero decir que deshará. Cuando se deshizo lo que se debía deshacer, sabrás dónde el enemigo te tenía atado. Verás y te darás cuenta que mi obra libertó a los cautivos y serás enviado a liberar a los cautivos. El enemigo batalló en tu mente. Vino para atacar tu alma, tu cuerpo, tus posesiones y bloquear tus finanzas. Existe un viento que está a punto de surgir y vendrá desde el Norte. Serás sorprendido porque digo: ¡Mira! Ese es mi Norte, el Cielo está descendiendo”.

“Debes prepararte para el maná que será enviado, porque será fresco, caliente, puro y nutritivo. Aún cuando la Novia pueda parecer débil, se fortalecerá mientras se estira. Muchos de ustedes atravesaron un tiempo de estiramiento de su fe dentro de sus casas, con diferentes situaciones donde se preguntaron ¿cómo o por qué? Este es el tiempo y la estación, para esto estoy preparando una Novia victoriosa”.

La hora del Padre

“Pongo aceite sobre tu cabeza ahora mismo. Suelto ángeles a tu favor ahora mismo. Suelto verdad en tu mente ahora mismo. Suelto fortaleza sobre tus piernas, tus manos, tus pies, tus ojos y aún sobre tus oídos para que puedan oírme claro cuando hablo. Miro tu corazón y me regocijo grandemente, porque veo el clamor que existe en tu corazón. Declararás y dirás que estás en los negocios de tu Padre”.

“Estás a punto de moverte en la hora del Padre, donde la autoridad que viene sobre la tierra será la de un padre cuando viene a ordenar su casa. No te preocupes, porque todos los que son débiles se fortalecerán. No vine para condenar a los débiles en la fe, sino para regocijarme en la fe pura. Déjame multiplicar tu fe, alentándote y fortaleciéndote. No es el pecado el que te debilita y no es el pecado el que te hace llorar, es la visitación de mi Espíritu en quietud, fortaleciéndote y estirando tu camino, más allá de tu zona de comodidad”.

“Estoy derribando las restricciones. Estoy derribando las ataduras de la denominación. Estoy diciendo que todos los que quieran, vengan a mi Espíritu. Elévate sobre los hombres, elévate en mi Espíritu, elévate inclinándote ante mi Espíritu”, dice el Señor tu Dios.

El Cielo se acercó a tu negocio

Pude oír al Señor diciendo: “Echa tus cargas sobre Mí. Envié ángeles para que caminen a tu alrededor. Llevarán las respuestas a tus peticiones. Mi Padre y Yo estaremos sobre tus negocios porque te ocupaste de Nuestro negocio. Te invito a asociarte con el Cielo, porque el Cielo se acercó a tu negocio”.

“Me hice cargo de tus negocios. Me hice cargo de tus posesiones. Me hice cargo de tus hijos. Me hice cargo de tus temores. Me hice cargo de tus finanzas. Me hice cargo de tu salud. Me hice cargo de tus enfermedades y debilidades. Me hice cargo de tus dudas y tus incredulidades, tus vergüenzas y tus disgustos. Tomé tu depresión y digo: Dame lo que llevas sobre tu espalda”.

“Vine para quitarte las vestiduras funerarias, porque eso debe quedar dentro de la tumba. Te vestiré con Mis ropas de justicia. Pondré en tu mano el cetro donde debería estar la Palabra, mi espada, para mostrarte en la dirección hacia dónde debes señalar guiado por mi Espíritu”.

“Estoy preparando un ejército. ¿No oyes los pasos? ¿No lo oyes marchando? ¿No puedes ver y comprender en el Espíritu la agitación que va y viene? Es tu Dios involucrándose en los asuntos de la humanidad. No abandoné a la humanidad porque soy su Creador. La humanidad se inclinará ante su Creador. La humanidad adorará a su Creador”.

Estoy llamando a una Nación para reconstruirla

“Mírame mientras elevo a los Míos. Estoy elevando a mi creación. Estoy elevando a mis criaturas, los que claman: Santo, Santo. Los que doblan sus rodillas ante Mí, los que se acercan en sumisión, rendidos y conociendo que puedo sanarlos. ¿No envié a mi Hijo? ¿No fue herido sin ser sanado? ¿No resucitó en un cuerpo glorificado?”.

“Me verás comenzar a moverme cada vez con más fuerza en la restauración y la sanidad. Estoy llamando a una nación para reconstruirla. Ya establecí el fundamento y será fuerte, porque estará constituido con mi Sangre, no sobre la sangre de los mártires, sino en la Sangre del Hijo. Luego mi pueblo vendrá y será sano en la sangre de la tierra porque se transformará en la Sangre del Cordero”, dice el Señor tu Dios. En el precioso Nombre de Jesús.

Eileen Fisher

¿Sobre qué está mi esperanza?

Por Kathi Pelton

clip_image002“Acuérdate de la palabra que diste a este siervo tuyo, palabra con la que me infundiste esperanza. Éste es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida” (Salmo 119:49-50)

El Reino inconmovible

Los últimos años pude darme cuenta que muchos de ustedes lucharon para mantener la esperanza en tiempos que parecían de gran pérdida y confusión. Sé que no todos los cristianos experimentaron esto, pero me atrevería a decir que un buen número experimentó pérdida, confusión o alguna clase de tormenta intensa en los últimos años. No estoy hablando simplemente de una circunstancia normal, sino de algo inusual que los sacudió.

¡A mí también me ocurrió! En los últimos años atravesé muchos sacudones que me llevaron hacia un refinamiento y conflictos profundos, así como hacia una profunda resolución. Esta semana me estaba preguntando: “¿Sobre qué está mi esperanza?”.

¿Mi esperanza está en Dios que viene con su provisión? ¿Mi esperanza está en las promesas cumplidas? ¿Mi esperanza está en tener paz y gozo por las buenas circunstancias que vienen? ¿Dónde está? Realmente tuve que analizar estas preguntas con honestidad. ¿Son cosas malas en las que debo apoyar mi esperanza? ¡No! Pero, ¿son el fundamento de la esperanza y el gozo en mi vida? Estos asuntos consumieron tanto tiempo en mi mente y emociones que me alarmaron. Finalmente tuve que llevar esto un paso más allá, ¿mi esperanza estaba fundada en Dios o en la realidad natural? Para mi pena, encontré una gran mezcla en las respuestas a esa pregunta mientras examinaba mi corazón.

Todos buscamos la comodidad y la estabilidad. Si nuestro fundamento y esperanza estuvieran en la tierra y su estabilidad, estamos parados sobre terreno movedizo. Pero si nuestro fundamento y esperanza están en el Reino que no puede ser conmovido, nada podrá ser conmovido. Aunque todo se sacuda a nuestro alrededor estaremos firmes. La mezcla en mi corazón venía por poner un pie de esperanza en la tierra y otro en el Reino, por eso estaba fuera de balance.

¿Esto quiere decir que Dios no nos dará cosas buenas en la tierra? ¡No! Significa que cuando ponemos ambos pies en el fundamento del Reino de Dios no caeremos cuando la tierra tiemble. Nuestra tranquilidad viene del hecho que el Reino de Dios no fallará y allí es donde debemos vivir y poner nuestra esperanza.

Liberación de otros reinos

“Después de esto, Samuel convocó al pueblo de Israel para que se presentara ante el Señor en Mizpa. Allí les dijo a los israelitas: Así dice el Señor, Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto. Yo los libré a ustedes del poder de los egipcios y de todos los reinos que los oprimían. Ahora, sin embargo, ustedes han rechazado a su Dios, quien los libra de todas las calamidades y aflicciones. Han dicho: ¡No! ¡Danos un rey que nos gobierne! Por tanto, preséntense ahora ante el Señor por tribus y por familias” (1 Samuel 10:17-19).

Dios está haciendo lo mismo hoy. Está liberando a su pueblo de todos los reinos de este mundo que nos sometieron a esclavitud y opresión. Los reinos de este mundo cambian continuamente y se sacuden, pero el Reino de Dios es seguro e inconmovible.

¡Jesús es el Rey de su Reino! Es el único que puede salvarnos de todas nuestras calamidades y aflicciones. Nuestro Rey Jesús reina con misericordia y justicia. Nunca nos traicionará o nos dejará caer. No debemos vivir creyendo que existe esperanza o seguridad en otro reino, porque todos pasarán salvo el de Jesucristo.

Existen dominios demoníacos que tratan de seducir al pueblo de Dios para que viva en opresión. Estos poderes demoníacos pueden gobernar nuestros corazones provocándonos una frustración continua. Estos poderes y sus gobernadores establecieron su campamento en la tierra para hacernos demandar un rey terrenal que nos dirá cómo vivir y qué hacer. Pero tenemos al Espíritu Santo quien nos guía hacia la verdad y nos libera para avanzar porque es nuestro consejero y nos guía con sabiduría.

Podemos oír todos juntos y movernos juntos en unidad bajo el consejo de un Rey. Pero la mezcla de vivir en otros dominios se atraviesa continuamente en el camino hacia esa unidad que sólo existe en el Reino de Dios. Existen lugares en nuestros corazones que esperan que los dominios terrenales operen por nosotros y mejoren nuestras vidas. Necesitamos permitir que el Espíritu Santo ponga nuestros pies en el Reino, porque allí encontraremos estabilidad y esperanza.

En la tierra como en el Cielo

“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:9-10).

Mientras posamos nuestros pies y nuestra esperanza en el Reino que no puede fallar, podemos ver que se cumple la voluntad de nuestro Rey en la tierra, así como en el Cielo.

“Acuérdate de la palabra que diste a este siervo tuyo, palabra con la que me infundiste esperanza. Éste es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida” (Salmo 119:49-50).

Cuando tenemos nuestros pies seguros en el Reino, podremos oír y recibir las promesas y las palabras que habló sobre nuestra vida. Podremos recibir consuelo y confort en medio de nuestras aflicciones terrenales porque su palabra nos trae esperanza y seguridad, aún cuando habitamos en esta misión llamada tierra. Recuerde, nuestro verdadero hogar es el Reino y como ciudadanos legales, podemos traer su cultura aquí.

Existen muchas promesas que el Señor le habló directamente a mi familia y debemos esperar su cumplimiento. Mientras el Señor nos permitió enfrentar varias tormentas y aflicciones los años pasados, comenzamos a encontrar gozo en el Rey y su Reino, en lugar de hacerlo sólo en el cumplimiento de las promesas terrenales. El cumplimiento de esas promesas se usará para permitirnos ver el cumplimiento de su voluntad en la tierra, pero no son la fuente de nuestra esperanza, seguridad, estabilidad y gozo.

Ahora podemos regocijarnos mientras esperamos el cumplimiento de sus palabras sobre nosotros. Somos reconfortados por sus promesas pero no somos miserables mientras esperamos el cumplimiento de ellas en la tierra.

Regocijémonos porque su Reino no puede ser sacudido y nunca fallará. Él es Rey y todos los demás poderes pasarán.

Kathi Pelton