martes, 14 de enero de 2014

¡La comunión con el Espíritu Santo cambia todas las cosas!

Por Victoria Boyson

clip_image002Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios” (Romanos 8:26-27).

Saturado de celos, satanás fue consumido por su lujuria de poder. Dios creó a los humanos y eligió darles capacidad de elección. Sin descanso, satanás continuamente trató de robarle esa libertad de elegir a la creación de Dios. No se detendrá ante nada para ganar poder sobre la humanidad. A través de esta sed insaciable de poder, arrasó la tierra en su guerra por tener dominio. Satanás codició lo que le pertenecía a Dios y cayó de la posición de honor que le había concedido. Ardía de envidia y no cambió sus tácticas desde que comenzó esta guerra. Aún continúa alimentado por los celos, es su manera de obrar, porque no resiste que tengamos algo de lo que Dios nos quiere entregar.

Mientras trata de pervertir nuestro destino, satanás busca que nos ajustemos a su agenda errada. Cuando nos abrimos a tratar de controlar a otros, accedemos a que el enemigo nos use. Las fortalezas del enemigo que permitimos en nuestra vida, fácilmente nos apartarán de los planes y los propósitos de Dios. Entonces, como las generaciones que nos antecedieron, debemos guerrear para conservar el control de nuestro propio corazón.

Cada vez que permitimos que el control, la manipulación y la acusación opere a través de nosotros, somos usados por el enemigo y abrimos la puerta para que satanás nos controle. Si le damos una puerta abierta por nuestro odio, le enviamos una invitación para que odie a través de nosotros.

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¿Quién controla a quién?

Todos nosotros hacemos elecciones en esta vida y por esas elecciones definitivamente tendremos que rendir cuentas. Cosechamos lo que sembramos (Gálatas 6:7). Tendremos que responder por cada palabra que hablamos (Mateo 12:36).

El enemigo quiere usarnos para que nos lastimemos unos a otros. Tomando todas las ventajas de una puerta abierta a su favor, presionará y manipulará a la gente para que sea como él es. Al moldearlos, los usará como herramientas que trabajarán a favor de sus agendas y planes malvados. Aunque esas personas crean que tienen el control, finalmente serán los controlados.

Aquellos que son proclives a controlar o manipular, son controlados y manipulados, sin darse cuenta de ello. No comprenden porque están tomados por los celos o la competencia hacia los demás, pero están presionados, y aún atormentados, por sus emociones. Son guiados por la irritación, la ofensa, la suspicacia, la ira y el odio, resultando en acciones de crueldad que normalmente no se permitirían realizar, quieren dominar y ganar a cualquier costo. No se dan cuenta que en toda competencia, siempre alguien más tiene que perder. Estos procesos generales deberían levantar banderas rojas en nuestro corazón, señalando que en alguna parte nos olvidamos de los designios de Dios.

Oraciones almáticas

Muchos años atrás me invitaron a unirme a un grupo de oración. En ese tiempo recuerdo que pensaba que la gente en ese grupo de oración era súper espiritual, realmente intercesores certeros, y me sentía impresionada. Además me adulaban y me expresaban su deseo por tenerme con ellos, sumado a una gran necesidad porque yo formara parte de su grupo. Todo fue tentador para mí durante un tiempo.

Desafortunadamente, no tomé el tiempo suficiente para buscar al Señor antes de unirme a ellos. Pensaba naturalmente que todo grupo de oración era de Dios. Sin embargo, mirando hacia atrás puedo ver al Padre tratando de detenerme desesperadamente. No tenía idea, pero Él sabía que yo estaba caminando hacia una trampa. Era joven, sin experiencia e incauta. Caí por esto, ¡terminé enganchada y hundida!

En la reunión, la persona que estaba a cargo comenzó a hablar sobre una mujer que no estaba presente. Quería que oráramos por ella, pero una y otra vez cargaba contra esta mujer declarando lo equivocada que estaba, hasta que todos nos encendimos a orar por ella con una determinación desbocada. El único problema era que, a pesar de estar orando, lo estábamos haciendo en su contra y reprendiéndola como si ella fuera el enemigo. Estábamos haciendo oraciones almáticas de control y condenación.

Creo que la mayoría de los cristianos no se dan cuenta cuando están haciendo oraciones almáticas o siquiera que existen y por esta razón caen en esta práctica con frecuencia. Las oraciones almáticas nacen de una actitud egoísta para lograr lo que quieren, aún por venganza. Desafortunadamente, algunas de las reuniones de oración parecen más reuniones de quejas y relinchos. Allí la oración sólo culmina cuando alguien insiste que está hecho.

En resumen, las oraciones almáticas son los intentos de los hombres por usar el poder humano de la realidad del alma (mente) para manipular y controlar a otras personas u organizaciones por medio de la oración. El problema con eso es que Dios rechaza participar en el control de su creación. No es que no pueda, simplemente nunca lo hará. Nuestra habilidad para elegir es extremadamente importante para Él.

Sí, estamos llamados a orar por aquellos que están en pecado genuino y por medio de la fe para verlos regresar a Dios. Sin embargo, el Espíritu Santo no respaldará ninguna oración motivada por los celos, el egoísmo o cualquier actitud carnal (falta de perdón, ira, crítica o auto justificación)... pero el enemigo las ama. Las oraciones almáticas no traerán los resultados que deseamos, sólo añadirán mayores dificultades para aquel por quien estamos orando y aumentará la dureza de nuestro propio corazón.

Desde la ira, el temor o la frustración, muchos oran para tratar de forzar una situación. Nuestra lucha es contra los principados de maldad en este mundo, tomando autoridad sobre ellos (Efesios 6:12). No luchamos contra la gente, la debemos amar. Y a través de este amor demostraremos que pertenecemos a Dios (Juan 13:35). El enemigo tiene su propia agenda y no la acomodará a la nuestra, las oraciones almáticas no nos darán lo que queremos. Están alimentadas por actitudes, palabras y pensamientos negativos. La Palabra dice que debemos “humillarnos ante Dios, resistir al diablo y huirá de nosotros” (Santiago 4:7).

Nuestro Maestro, Consolador y Amigo

Dios estableció sus leyes para orar en su Palabra y aún nos advierte de no desviarnos de ella o nuestras oraciones serán una abominación para Él (Proverbios 28:9). Quizá usted se pregunte: “¡Puedo pedir cualquier cosa en su nombre y será mío!”.

El Señor conoce las debilidades de nuestro corazón y nos entregó un Maestro, Consolador y Amigo para guiarnos en la oración. Sólo sometiéndonos al Espíritu Santo y a través de Jesús podremos orar perfectamente. Sólo con la ayuda del Espíritu Santo podemos orar con autoridad genuina.

clip_image006Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios” (Romanos 8:26-27).

Por medio de Jesús, tenemos acceso al Padre por el Espíritu Santo (Efesios 2:18). Para orar efectivamente y estar protegidos de las oraciones almáticas, debemos batallar y proteger nuestros corazones de las actitudes engañosas de la carne. Para mantenernos libres de la manipulación del enemigo en nuestras oraciones, debemos pedir la ayuda del Espíritu Santo. Dios diseñó la oración para que nuestro espíritu coopere con el Espíritu Santo. Hizo esto para atraernos hacia Él. Lo necesitamos y sabe más que nosotros. Como niños, siempre nos movemos en nosotros mismos. Sólo en su misericordia podemos hacer “todas las cosas por medio de Él” (Filipenses 4:13). Y es por la pureza de corazón y la humildad que podemos fluir con el Espíritu Santo. Recuerde: Él es nuestro Maestro, nosotros sus estudiantes.

Estoy segura que está de acuerdo conmigo y no quiere darle ventajas al enemigo. Entonces, nuestras oraciones deberían ser como esta:

¡Espíritu Santo ayúdame a orar! (permítale limpiarlo de cualquier motivación o actitud errada).

Padre, gracias por la vida de __________. Gracias porque es una bendición, es amados por Dios y destinado para grandes cosas en Cristo. Te agradezco Señor porque tu voluntad se cumplirá en su vida.

¡El agradecimiento y la apreciación genuina por una persona son la base para transformar las cosas por medio de la oración! Estas oraciones pueden transformar su mente y abrirán la puerta para que el Espíritu Santo lo llene con un amor genuino por ellos. Las oraciones almáticas (control y acusación), destruyen las relaciones, pero la gratitud y el aprecio las restaura.

La mayor oración

La mayor oración que podemos hacer es que: “¡Hágase tu voluntad!”. Esta oración, simple y genuina, trabaja como una explosión de gracia y transformación en la realidad del espíritu. Al orar así y desear ver esto, su voluntad toma nuestras vidas y nos alinearemos con nuestro amado Padre celestial para agradar a su corazón. Sentiremos el descanso y la confianza de estar correctamente establecidos.

Jesús confió en su Padre. Sabía que la voluntad de Dios siempre es buena, siempre es correcta y siempre era lo que necesitaba para enfrentar cualquier dificultad. Jesús puso su vida en manos de su Padre la noche anterior a su crucifixión cuando oró: “No se haga mi voluntad sino la tuya” (Lucas 22:42). Nos mostró cómo orar con la misma confianza rendida, ¡pero también con un fuego magnífico! Como un bombazo, Jesús declaró: “Venga tu Reino, hágase tu voluntad, en el Cielo como en la tierra” (Mateo 6:10).

clip_image008¿Entiende lo que está orando cuando dice estas palabras?

¡Piense cómo es el Cielo! Cuando oramos esto desatamos todo lo que Dios es y todo lo que quiere para nosotros, en las vidas de aquellos por quienes estamos orando. Es una oración gloriosa que nunca será negada. Cuando queremos verdaderamente lo que Él quiere, nos responde porque está esperando que le pidamos que haga su voluntad. Nos ama y si su voluntad para nosotros está siempre en primer lugar, entonces podemos confiar en Él. ¿Necesita un milagro? Dibuje una sonrisa en su rostro, vuélvase hacia el Cielo y declare con gran confianza su amor infalible: “Padre, hágase tu voluntad”.

Ore conmigo:

“Amado Padre, por favor perdóname por todas las oraciones almáticas que hice. Guía mis oraciones para que sean como tú necesitas que sean. No quiero estar fuera de tu voluntad, quiero vivir completamente en ti, envuelto por el Espíritu Santo. ¡Te necesito!”.

“Hoy someto cualquier emoción dañina, toda ira o temor. Te pido que arranques cualquier espíritu o tendencia de control que haya en mí, quiero ser completamente tuyo. Ayúdame a cerrar todas las puertas del enemigo. Renuncio a cualquier mentira con la cual me haya alineado. Protege todo lo que hiciste nacer en mí. ¡Hazme fuerte en ti! Ayúdame a perdonar a aquellos que oraron en mi contra. ¡Dame perdón para ellos, elijo perdonarlos y dame amor para amarlos!”.

“En el nombre de Jesús, vengo contra toda palabra maldiciente u oración almática que se hizo en mi contra y cancelo toda asignación en mi contra. En el nombre de Jesús, no tendrán poder para afectarme de ninguna manera. ¡Declaro que no se manifestarán en mi vida para nada! Señor, restaura mi alma”.

“Padre, te pido que liberes a aquellos que están atrapados por las ataduras del control. Redímelos y restáuralos, restaura sus almas. Derrama sobre ellos tu amor y ayúdalos a cumplir sus destinos en ti. Haz que seamos uno, Señor. ¡Uno contigo y en ti, para ser verdaderamente el ejemplo radiante y glorioso de tu bondad y poder!”.

Oramos en el nombre de Jesús.

Victoria Boyson

(www.elijahlist.com)

Escojo indentificarme con Jesús: Yendo más allá de nuestras habilidades

Por Wade E. Taylor

clip_image001Y mucha gente lo seguía, porque veían las señales milagrosas que hacía en los enfermos” (Juan 6:2).

Al atardecer se le acercaron sus discípulos y le dijeron: Éste es un lugar apartado y ya se hace tarde. Despide a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren algo de comer. No tienen que irse, contestó Jesús. Denles ustedes mismos de comer” (Mateo 14:15-16).

Cinco panes y dos peces

Felipe los habría enviado al restaurant de comida rápida en la villa cercana. Andrés mencionó a un “muchacho” que tenía algo de comida, pero sólo eran “cinco panes y dos peces”. Jesús les había dicho a sus discípulos que alimentaran a todos los que tenían hambre. Inmediatamente, estos discípulos comenzaron a expresar las razones por las cuales no podían alimentar a los hambrientos. Con detalle explicaron que no eran capaces de hacer eso, porque no tenían los recursos adecuados. Es muy importante reconocer que Jesús sabía que no tenían los medios suficientes para alimentar a esa multitud.

Esto lo dijo sólo para ponerlo a prueba, porque él ya sabía lo que iba a hacer” (Juan 6:6).

A menudo el Señor nos pide que vayamos más allá de nuestras habilidades. Nuestra respuesta habitual es expresar nuestras limitaciones, sin darnos cuenta que Jesús nos está pidiendo que pongamos nuestras habilidades limitadas en sus manos para que pueda multiplicarlas.

clip_image003Por tanto, respecto a estos cinco panes y dos peces, Jesús dijo: Tráiganmelos acá, les dijo Jesús” (Mateo 14:18). Una vez que los recursos limitados de los discípulos reposaron en sus manos, Jesús los multiplicó y alimentaron a la multitud hasta saciarla. Más tarde, Jesús les preguntó: “¿Recuerdan los números?”. Volvieron a repetir, “cinco panes, dos peces y doce cestas llenas” (Mateo 16). Estos números revelan un principio que comenzará a operar en estos últimos días.

El “muchacho” habla de nuestra falta de recursos para enfrentar los tiempos de una creciente tribulación durante el cierre de esta era. Los “cinco panes” hablan de la “gracia y la sabiduría” protectoras que el Señor nos dará. Los “dos peces” revelan el principio de la obediencia, porque no podemos obedecer a menos que exista una alternativa. Por medio de la gracia y la obediencia se revelará su gloria. Hubo 12 cestas llenas, más allá de lo que necesitaban. Este número habla de “gobierno divino”.

Una realidad superior de identificación con Él

Quizá esta fue la mejor comida que comió esa multitud. Pero horas más tarde regresaron buscando una repetición del milagro. Jesús los rechazó y les habló una palabra de corrección. Les dijo que debían buscar su satisfacción en un nuevo nivel. Luego Jesús les ofreció su misma vida para la comieran.

Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva” (Juan 6:51).

Con gozo recibieron el milagro de multiplicación en el nivel básico de experiencia, pero rechazaron el nivel más elevado de identificación con Él.

Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacia él, le dijo a Felipe: ¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?” (Juan 6:5).

Si somos perceptivos, descubriremos que este principio espiritual está operando en nuestra vida ahora mismo. Dondequiera que el Señor nos mueva en cualquier medida de provisión o sanidad, su intención es llevarnos más allá, hacia una realidad mayor de identificación con Él.

clip_image005Jesús fue capaz de explicar el medio de lo que proveería más tarde, por medio del cual participamos de “su carne y su sangre”. Esto fue porque aún no había llegado al Getsemaní, donde bebería la copa de nuestro pecado como preparación para su sacrificio en la cruz del Calvario. Porque en su resurrección se transformaría en el “acelerador que traería la vida del Espíritu”, la misma fuente de vida eterna de la que participamos. Jesús estaba mirando hacia adelante en el tiempo cuando se paró en la puerta de nuestro corazón, golpeando para que le permitamos entrar y poder cenar con nosotros. Entonces nos volveremos hacia Él, participando de su vida y su sangre.

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Participando de su vida

Cuando alimentó a la multitud en el nivel más básico, trataron de forzarlo para que fuera su Rey, pero en el nivel superior lo rechazaron. Por tanto, Jesús se quedó sólo a la puerta, esperando que alguien le responda (si alguien lo escucha). Hoy demasiados cristianos están satisfechos con las bendiciones y provisiones espirituales en el primer nivel y no están buscando entrar en una relación personal con el Señor, donde participarán de su propia vida.

Existe una profundidad en la revelación y el entendimiento espiritual donde el Señor nos quiere llevar que involucra participar de su propia vida. Esto nos llevará a identificarnos con Jesús en la “participación de sus sufrimientos”, incluyendo ser rechazados e incomprendidos. Pero también nos lleva a una profunda satisfacción y realización que sólo los que participan de su vida pueden comprender.

Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte” (Filipenses 3:10).

Muchos responderán cuando las bendiciones estén fluyendo, pero cuando llegue el tiempo de “comer la carne del Señor” dirán “esta palabra es dura de oír”, y luego desaparecerán. El Señor está hablando de participar de la característica fundamental de su vida: Dar la vida por otro. clip_image007Muchos recibirán las bendiciones que Él les ofrece, pero pocos se identificarán con sus sufrimientos.

El propósito de esta revelación de Jesús hacia nosotros como una persona con sentimientos, es para brindarnos la experiencia de conocerlo personalmente. Entonces seremos capaces de identificarnos con Él a la hora de entregar nuestras vidas por otros.

En esta última hora, el Señor aún sigue buscando a aquellos que anhelan ir más allá de las bendiciones superficiales, para entrar en el lugar donde se identificarán con Él “participando de sus sufrimientos”.

Aquí, en la intimidad y la comunión profunda con Jesús, comenzaremos a participar de una identificación intercesora con Él, donde podremos vivir y hacerla conocer a través de nuestras vidas.

Wade Taylor

(www.elijahlist.com)

lunes, 6 de enero de 2014

¡Un tiempo para examinar el Cuerpo! ¡Un tiempo para quebrar la supresión!

Por Chuck D. Pierce

clip_image001Amados, estoy muy agradecido por sus oraciones y su aliento. Cuando estoy ministrando en diferentes lugares, siempre me asombro por la manera como muchos de ustedes están alineados con nuestro ministerio y nos siguen con regularidad. Qué maravillosa bendición conectarme personalmente con usted, así como nuestros servicios por la web.

¡Quebrando la supresión en el Cuerpo!

La última reunión del miércoles fue asombrosa. Mientras caminaba hacia la “Torre de oración”, oí que el Señor me decía: “¡Estoy listo para examinar mi Cuerpo!”. Comenzó a hablarme desde 1 Corintios 11 y Ezequiel 36-37. Las siguientes semanas me estaré enfocando en las partes del cuerpo y cómo permitirle al Señor que active su Cuerpo de una manera diferente.

clip_image003El Señor también comenzó a hablarme acerca de la supresión en nuestros cuerpos y cómo peleará contra esa supresión. Aún los sistemas inmunes que estuvieron suprimidos por el trauma y el conflicto, ahora volverán a guerrear. Pude oír al Señor decirme que examinaría su Cuerpo y quebraría la supresión de las bendiciones que nos mantuvieron atrapados en las estructuras de las que formamos parte. Luego comenzará a desatar el poder renovador para levantarnos y hacernos vivir con un nuevo poder y autoridad.

Esta es una porción de lo que Dios entregó a través de mi vida, Joe Knight e Elaine Priestly: “Este será un tiempo para quebrar la supresión, porque demasiada supresión ha venido sobre mi Cuerpo. ¡Hoy batallaré contra el espíritu de supresión! Donde tu gozo fue suprimido, abriré la puerta dentro de ti para tu gozo y lo que fue suprimido, brotará como un carnero engordado que sale del corral”.

“Un tiempo para limpiarnos y lavarnos el pasado”

“Existen nuevas condiciones para mi pueblo en este tiempo, te dirigirás hacia una esquina y Yo te estaré esperando. Entonces tu dirás: ‘siento la presencia de Dios aquí’. En ese momento te sorprenderé, así como te sorprenderé con llamadas inesperadas. Te sorprenderé con mi presencia”.

“Observa todos los desvíos, porque ahora desciendo sobre tu camino para encontrarme contigo y llevarte hacia un nuevo baño. Estoy llevando a mi pueblo hacia un nuevo baño, porque este es un tiempo para limpiar y lavar todo lo pasado, todo lo que ocurrió en el tiempo pasado. En la medida que se quiebra la supresión, sentirás que las cosas salen por tus poros y estaré allí con un baño para lavarte, refrescarte y hacerte brillar”.

clip_image005“Tendré un pueblo radiante en esta hora que avanzará y brillará. Te verás a ti mismo en lugares inusuales y los que te rodean comenzarán a compartir sus corazones contigo. Al compartir sus corazones les dirás: ‘Yo sé cómo puedes limpiarte de tu pasado’. En este tiempo mi baño del cielo se está derramando, observa mientras bautizo a mi pueblo de una nueva manera”.

“Tu casa será limpia con mi río y los baños que estaré trayendo en esa casa, limpiarán las heridas y las fisuras de tu pasado. Estoy trayendo aguas sanadoras para sanar tu depresión, sanar tu desesperación, sanar tu desesperanza, sanar tu esperanza postergada y sanar todos los lugares quebrados en tus emociones”.

“Vuelve a beber, porque mi Palabra cobrará vida en ti”

“Hoy vuelvo a visitarte, vuelvo a visitarte como lo hice con la mujer en el pozo. Ella vino y habló sobre cómo beber, pero Yo le respondí: ‘Yo te daré agua y no tendrás más sed’. Algunos de ustedes leyeron la Palabra y se volvió rancia porque estuvieron bebiendo de esa misma Palabra demasiado tiempo. ¡Pero Yo digo que vuelvan a beber! Vuelve a beber, porque la Palabra cobrará vida en ti y te refrescará”.

clip_image007“Una vez que bebas, nunca más volverás a tener sed porque te estoy despertando mientras bebes y estoy despertando tu espíritu en ese lugar que pensabas que estaba muerta. Cuando abras la Palabra, las palabras cobrarán vida para ti. Mientras lees la Palabra y bebes, no podrás retenerla. En lugar de ello, brotará desde tu espíritu, decretarás algo y verás que esa palabra se establece. ¡Vuelve a beber!”.

Bendiciones,

Chuck D. Pierce

(www.elijahlist.com)

Una vida fundamentada en la presencia restaurará las ciudades y es el propósito principal de la unción

Por Robin McMillan

clip_image001El primer sermón registrado de Jesús se basó en Isaías 61:1: El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres….

En los versos subsiguientes, Jesús articula los otros beneficios de esa unción: “… a pregonar el año del favor del Señor y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo, y a confortar a los dolientes de Sión. Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento” (Isaías 61:2-3).

clip_image002Los que la reciban se transformarán en robles de justicia. Isaías 61:3 dice: “Serán llamados robles de justicia, plantío del Señor, para mostrar su gloria”. El profeta Isaías identificó el objetivo final de esta unción.

Los nuevos ungidos serían los que “reedificarán las ruinas antiguas”, restaurarán los escombros de antaño”, “repararán las ciudades en ruinas” y “los escombros de muchas generaciones.

Una vida fundamentada en la presencia

Isaías también hizo una afirmación radical sobre el sacerdocio. En sus días sólo los que nacían en la tribu de Leví podían ser sacerdotes, aunque Isaías profetizó: Pero a ustedes los llamarán ‘sacerdotes del Señor’, les dirán ‘ministros de nuestro Dios’” (Isaías 61:6). Los padres les ponen nombre a sus hijos cuando nacen. Isaías prometió que los que fueron completamente restaurados por la unción estarán autorizados a establecer una nueva clase sacerdotal. Esta clase estará basada en recibir una nueva vitalidad espiritual, caracterizada por una restauración que sólo los verdaderos padres de un nuevo orden poseen llamada “paternidad”.

¡Este es un nuevo orden y el más elevado del sacerdocio!

clip_image004Esas personas crearían un nuevo orden de espiritualidad caracterizado por un “estilo de vida fundamentado en la presencia del Espíritu Santo”. Jesús modeló este estilo de vida y lo declaró cuando dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí”. Esto mismo ocurriría con los que reciban la plenitud de su ministerio. Los que vemos esta verdad, la creemos y calificamos para andar en ella, nos transformaremos en los que pueden establecer una comunidad de gente fundamentada en la presencia, con el potencial para restaurar ciudades completas.

Debemos establecer nuestra visión mucho más arriba que en el pasado. La unción no es algo que tenemos simplemente para celebrar grandes reuniones o ver a la gente sanada y liberada de una manera sobrenatural. Su meta máxima es transformar las sociedades. No debemos esperar menos que eso. Si lo hacemos, habremos denigrado nuestro capital espiritual.

Se están desarrollando unas experiencias de gloria y encuentros con Dios que tienen un potencial mucho mayor del que jamás imaginamos. Su propósito es crear un despertar nacional que transformará los EEUU. Quizá no seamos una nación post-cristiana. De hecho, quizá seamos una nación pre-cristiana. No podemos trabajar por menos que eso. ¡Nuestros mejores días están por delante!

Robin McMillan

(www.elijahlist.com)