jueves, 18 de diciembre de 2008

“2009: se cerró el ciclo de la cosecha”

 

(Segunda parte)

Por Bladimiro Wojtowicz

clip_image002Durante un tiempo de oración, el Espíritu Santo me impartió una visión acerca de las características que tendrá la cosecha a partir del año 2009.

“En la visión me encontraba dentro de un campo de trigo inmenso que se extendía más allá de lo que podía ver. Las espigas tenían un tamaño muy inusual, llegándome hasta la cintura. Pero mucho más inusual fue lo que vi cuando me acerqué a examinarlas con mayor detalle. Pude distinguir tres tipos de espigas diferentes, en tres estados de desarrollo y crecimiento.

Las primeras eran espigas maduras de un color dorado intenso y estaban listas para ser cosechadas. Sobresalían del resto porque eran las más altas dentro del campo.

Las segundas eran brotes que llegaban hasta la mitad de la altura de las espigas anteriores. A diferencia de las espigas maduras, estaban verdes y eran tiernas. Pude tocarlas y me di cuenta que eran muy flexibles porque no estaban secas. También estaban cargadas de granos, pero aún no estaban en condiciones de ser cosechados porque estaban verdes.

El tercer grupo de espigas llegaba hasta la mitad de las anteriores y se limitaba a un pequeño tallo verde que aún no tenía ninguna señal de fruto. A diferencia de las anteriores, eran extremadamente delicadas y al tratar de manipularlas, se dañaban con facilidad.

Como el campo tenía tres niveles de madurez diferente, era imposible realizar la cosecha con cualquier tipo de maquinaria, porque cosecharía sólo las espigas maduras y arruinaría las otras dos.

En ese momento pude oír la voz del Espíritu Santo que me decía: ‘Toma sólo los granos maduros. Tendrás que hacer la cosecha a mano, espiga por espiga. Debes tener sumo cuidado de no dañar las espigas que aún se encuentran en proceso de desarrollo porque representan las cosechas futuras’.

Comencé a hacerlo según me instruyó el Espíritu Santo hasta que me fue imposible seguir cargando la bolsa con granos y decidí regresar a mi casa para acomodar la cosecha. Cuando llegué pude ver a mi esposa en la cocina que me miraba asombrada, pero al mismo tiempo con un rostro sonriente porque sabía que en la bolsa se encontraba la cosecha que habíamos esperado por tantos años. Rápidamente dispuso toda clase de recipientes para guardar el grano para que nada se echara a perder. Nos sentíamos tremendamente agradecidos al Señor por la cosecha que habíamos esperado tanto tiempo.

Al día siguiente el Espíritu Santo me dijo que volviera al campo para seguir cosechando y así lo hice, respetando las indicaciones que me había dado el día anterior. Cuando ya no pude con la bolsa de granos, regresé a mi casa. Durante el camino, pensaba qué iba a hacer con la cosecha de ese día, porque la del día anterior ocupó todos los espacios disponibles para almacenarla.

“Todavía estarán comiendo de la cosecha del año anterior cuando tendrán que sacarla para dar lugar a la nueva” (Levítico 26:10).

Cuando entré en la casa, hablé con mi esposa y ambos comenzamos a hacer una lista de las personas con quienes podríamos compartir nuestra cosecha. El Señor nos advirtió que debíamos oírlo con sumo cuidado para no equivocarnos con los nombres que pondríamos en esa lista, ya que Él no multiplicaría nada que sembráramos fuera de su voluntad. Luego de esto comenzamos a llamar a las personas con quienes compartimos la cosecha de ese día.

Cuando regresé al campo el tercer día, me sorprendí en gran manera al ver que las espigas maduras no habían mermado y era como si no hubiera transitado nadie por el campo donde había cosechado el día anterior. Pero esta vez sucedió algo que llamó poderosamente mi atención. Cada vez que cortaba una espiga madura, los brotes verdes crecían y maduraban al instante, mientras que los pequeños, crecían hasta la medida de los segundos. En ese momento, brotaban desde el suelo brotes verdes muy tiernos. Todo ello ocurría al mismo tiempo, luego de cortar la espiga madura”. Allí el sueño llegó a su final.

En ese momento, el Espíritu Santo trajo a mi corazón la interpretación de este sueño:

El campo sembrado representa todos los actos de justicia que hicimos dentro del Reino de Dios.

Las tres clases de espigas representan los tres estados de desarrollo en los que se encuentra nuestra cosecha personal.

Los campos debían cosecharse a mano para no dañar las espigas que no estaban en condiciones de ser cosechadas porque su fruto aún no estaba maduro. También me dijo que debía mantener un contacto personal y directo con el fruto para aprender a valorarlo. Las cosechas mecanizadas no respetan esto, porque el obrero que opera la cosechadora sólo es un asalariado que desconoce el costo de la siembra.

La primicia de la cosecha era para disfrutar la dicha de la victoria con los míos, el resto de las cosechas estaban destinadas a bendecir a otras personas que Dios nos indicó. Debíamos respetar esto porque Él no avalaría las siembras que hiciéramos en personas o lugares fuera de su voluntad.

Al cosechar las espigas maduras, esto activaba de inmediato la madurez de las anteriores.

El Señor me dijo que todo esto era posible porque se había cerrado el “ciclo de las cosechas”.

“Vienen días, afirma el Señor, en los cuales el que ara alcanzará al segador y el que pisa las uvas, al sembrador. Los montes destilarán vino dulce, el cual correrá por todas las colinas” (Amós 9:13)

Al hablar de cosechas no quiero limitar el término a las finanzas; quiero extenderlo hacia todos los actos de justicia que realizamos a diario. El Señor me dijo que en este tiempo los campos que albergaron todas esas semillas de justicia que sembramos a lo largo de nuestra vida están a punto para la cosecha.

Fuimos creados para reflejar la gloria de Dios por medio de todos los actos de justicia que realizamos en obediencia a su voluntad. Por lo tanto, la cosecha que se desata a partir del año 2009 será ilimitada e indetenible, reflejando niveles cada vez mayores de la gloria de Dios en todo lo que realicemos.

Los amamos y bendecimos,

Bladimiro y Magui

domingo, 14 de diciembre de 2008

“Dios dijo: 2009, año de apertura total y acceso ilimitado”

 

(Primera parte)

Por Bladimiro Wojtowicz

clip_image002Siempre nos reunimos a comienzos de Enero con el Apóstol Raúl Ávila y el resto del ministerio para fluir proféticamente en un servicio íntimo, donde Dios le habla de una manera directa al liderazgo. A comienzos de este año 2008, la palabra profética fue: “Tiempos de honra”. Esa frase resumió todo lo que hizo Dios a lo largo de este año.

El año 2009 estará caracterizado por dos cosas: apertura total y acceso ilimitado

Esta es la primera parte de la palabra que recibí para el año que viene. Surgió durante uno de los servicios de intercesión y adoración profética que se celebran en el ministerio CCN, en la Ciudad de Caracas, todos los días a las 5,30 am.

Esta es la palabra que Dios le habló a mi espíritu:

“En estos últimos días hubo lluvias inesperadas y fuera de tiempo que produjeron inundaciones por todo el país, incluso en otros países. Fueron lluvias que no debían producirse en esta época del año porque estamos ingresando en la temporada seca. (En Venezuela llueve desde marzo hasta noviembre). Dios nos mostró que esas tormentas representaban las respuestas a las oraciones y los actos de justicia que sus santos hicieron durante mucho tiempo. Cada acto de justicia o cada oración son como el vapor que sube permanentemente hacia el cielo. No podemos ver el vapor mientras se eleva, pero cuando las nubes se cargan de agua y se saturan, desciende un aguacero torrencial. ¿En qué momento llegó toda esa cantidad de agua a las nubes? Subió gradualmente y de una manera imperceptible en forma de vapor.

En este tiempo, el Señor está volcando su copa sobre todos aquellos que se mantuvieron fieles a su propósito, aunque muchas veces no comprendieron qué sucedía o ni siquiera tuvieron fuerzas para orar. Su fidelidad fue como una oración expresada a través de sus vidas. Este es el tiempo de todos aquellos que no negaron al Señor como muchos otros que abdicaron a sus propósitos y se fueron detrás de muchas cosas que no glorificaron al Rey, sino a ellos mismos.

El Señor me mostraba que Él mismo está preparando la mesa del festejo para aquellos que se mantuvieron fieles a su Palabra. Podía verlos entrar en un gran salón a disfrutar del banquete en su presencia. Pero también podía ver un gran ángel parado en la puerta del salón que solamente dejaba ingresar a los fieles. El resto, aquellos que hicieron muchas cosas buenas y aún excelentes, pero no las que Dios los llamó a realizar, miraban desde las ventanas.

El poder de la dicha

La palabra que el Señor hablaba en voz alta era “dicha”. Decía que la sabiduría de la vida se resume en aprender a disfrutar de la dicha de la victoria en su presencia. Solamente aquellos que se mantuvieron fieles al propósito eterno de Dios en sus vidas, están en condiciones de aprender el significado y el alcance de esta palabra. El resto sólo sentirá carga o hasta culpa cuando vean la mesa del banquete que el mismo Señor preparó para aquellos que le aman.

Este fue un año de preparación, donde todos pudimos acceder a cosas que durante años sólo acariciábamos con las manos de la Fe en el terreno del Espíritu. Pero las primeras aguas ya se desataron, dando lugar a arroyos que formarán ríos que abrirán caminos nuevos de bendición.

En este año que pasó, el Señor nos abrió la ventana para que pudiéramos ver con nuestros ojos naturales lo que sucedía en la realidad espiritual. En el 2009 no sólo podremos ver, tocaremos la bendición con nuestras manos y podremos demostrarle al mundo que no creíamos en sueños, sino en realidades tangibles.

El 2009 será el año de la apertura total y el acceso ilimitado. Todo aquello que desarrollemos según el propósito por el cual fuimos llamados, comenzará a dar fruto de una manera incontenible. Vienen contactos sobrenaturales y conexiones que hasta ahora jamás soñamos que pudieran suceder. Esas conexiones nos imprimirán un nivel de aceleración hasta ahora desconocido para nosotros. Seremos lanzados hacia la órbita de gobierno que siempre estuvo preparada para nosotros en todas las áreas de la sociedad y desde allí manifestaremos la voluntad redentiva del Señor. Dios está poniendo el mundo al revés, sólo por causa de aquellos que se mantuvieron fieles a su palabra y no lo negaron delante de los hombres.

Tiempos de favor

Se terminaron los años de mirar hacia el Cielo y no ver ni una sola nube a nuestro favor. A partir de este año habrá señales extrañas en los cielos y en la tierra que confirmarán los mensajes proféticos que Dios habla por boca de sus hijos. Pero sólo aquellos que se mantuvieron fieles y esperaron con paciencia, serán capaces de ver esas respuestas contundentes. Ya no mostraremos el Reino del Señor, lo demostraremos en toda su plenitud.

Esta es la primera parte de la palabra que Dios me habló. Seguramente la ampliará con el correr de los días. Estamos ante el comienzo del tiempo donde el favor y la gracia de Dios serán la característica imperante en las vidas de sus hijos.

Un gran abrazo, los bendigo

Bladimiro y Magui Wojtowicz

“2009: Un año para entrar en Cielos abiertos”

 

Por Garris Elkins

clip_image002En el 2008, Dios aceleró a su pueblo para que ingresara en un nuevo nivel. Fuimos posicionados bajo Cielos que se abrieron por la misma mano de Dios. Ahora estamos parados bajo cielos sin restricción. Este es el tiempo donde debemos ordenar todos los aspectos de nuestra vida para poder reflejar esta realidad.

Mientras analizaba esta palabra para el 2009, pude discernir tres mandatos para la Iglesia al pararse bajo Cielos abiertos: Alaben para que descienda, Oren para que descienda y Háganlo descender.

¡Alaben para que descienda!

2009 es el año donde se experimentará la adoración en una nueva dimensión. La alabanza es la música que adorna las escaleras del Cielo que conectan la tierra con las esferas celestiales. Mientras alabamos, seremos llevados hacia nuevas dimensiones de la “escalera de adoración” que unirá nuestras voces con las voces del Cielo.

Alabar bajo cielos abiertos nos permitirá oír los sonidos del Cielo y traerlos sobre la tierra para remover los sonidos del temor y la tristeza. El sonido de la alabanza hará retroceder las tinieblas y creará un nuevo espacio dentro del cual las obras milagrosas de Dios serán derramadas.

¡Oren para que descienda!

2009 es el año para orar con gran coraje por la provisión sobrenatural. El Cielo espera oír nuestras peticiones. La provisión para el 2009 está colgando como una gran gota de agua a punto de caer sobre la tierra y mojarlo todo. Nuestras oraciones sacudirán estas gotas de promesa que regarán nuestras comunidades, nuestra nación y el mundo.

¡Háganlo descender!

2009 es el año para activar los Cielos por medio de actos proféticos inusuales. Estos actos proféticos declararán las intenciones de Dios sobre la tierra antes que lleguen a ser visibles en lo natural. Al principio los individuos y los ministerios se verán medio locos por estas posturas, casi como Noé cuando construyó el arca. Soporte el ridículo porque el rescate del Cielo está en camino y el objetivo del Cielo será su acto de obediencia.

Como las aguas subieron en los días de Noé, también crecerán las aguas del temor en muchos corazones. Actos proféticos inusuales que una vez fueron vistos como ridículos, serán posturas de promesa. Dios está llamando al espíritu de los profetas para “hablar en un lenguaje que será más visto que oído”. Este no es un año para ser tímidos. ¡Háganlo descender! ¡Háganlo descender! ¡Háganlo descender!

Oración para el 2009

Oremos: “Padre Dios, estoy debajo de tus Cielos abiertos. Me trajiste hasta este lugar para un tiempo como este. Gracias porque los cielos abiertos no están afectados por una tierra cerrada. Grito hacia ti, Jehová mi Dios: ¡Aquí estoy! ¡Estoy listo para entrar en tus Cielos abiertos!

¡Oro para que desciendan en el 2009! ¡Oraré para que desciendan! ¡Lo haré descender para que tu Nombre sea glorificado sobre la tierra! Oro y declaro esto en el nombre de Jesucristo, tu magnífico Hijo. Amén”.

Garris Elkins

martes, 9 de diciembre de 2008

“Qué significa vivir en la Gloria”

 

Por Katie Walters

clip_image001“…tratamos de cambiar nuestra vieja naturaleza (viejo hombre) y desarrollarnos. Fallamos al no darnos cuenta que Jesús nunca vino a hacer eso” (Kathie Walters)

Recientemente, cuando llegué a la Costa Este para ministrar un fin de semana, me recibió un grupo de mujeres muy entusiastas. “¡Estamos muy contentas de tenerla aquí!”, dijo una de ellas, “necesitamos un toque de Dios”. Con frecuencia oímos esto con mi esposo David.

Me preocupa cuando la gente busca un “toque de Dios”, porque Dios tiene algo mejor para nosotros: Su provisión es para que vivamos en Su Gloria. Comprendo el corazón de la gente y su deseo por Dios, pero si aprendemos a vivir en Su Gloria, podemos llegar a ser una fuente del toque de Dios. No tenemos que buscar otro más.

Cambiando mentalidades

Aunque Dios bendecirá a Su pueblo, existen algunas cosas con las que no está de acuerdo. Por ejemplo, nuestra mentalidad religiosa. El Espíritu Santo no puede permanecer y habitar en aquellos conceptos errados contrarios a la verdad, porque es el Espíritu de Verdad.

Dios me mostró tres mentalidades muy importantes que necesitan ser cambiadas

La primera es una mentalidad que muchos cristianos aún conservan: culpabilidad. Sea de una manera consciente o inconsciente, tratamos de cambiar nuestra antigua naturaleza (viejo hombre) y desarrollarnos. Fallamos al no darnos cuenta que Jesús nunca vino para hacer eso. Jesús crucificó al viejo hombre para que podamos caminar por la fe en el nuevo hombre, creado en justicia y santidad.

¿Se siente descalificado?

Debido a esto, el enemigo trata de hacer sentir a la gente que no está calificada para vivir en lo sobrenatural. Pero recuerde, satanás es ladrón y mentiroso. Jesús nos hizo calificar al 100%. Nunca es un 90% Dios y un 10% nosotros, sino un 100% Él. La realidad sobrenatural de los ángeles, las visitaciones celestiales y los carros de Dios, deben ser parte normal de nuestras vidas. Son manifestaciones de la Gloria de Dios.

Mientras contemplamos la gloria del Señor: “…somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu” (2 Corintios 3:18).

Él nos “presenta sin mancha delante de su gloria…” (Judas 1:24).

Somos su obra y su trofeo. Él hace la obra, mientras nosotros nos rendimos. Necesitamos vivir en lo que Él hizo y no en lo que estamos tratando de hacer. No ore para que Dios envíe Su gloria, ya la tiene. No somos transformados de gloria en gloria por esforzarnos, sino por Su Espíritu.

Falsa responsabilidad

La segunda es que somos proclives a la “falsa responsabilidad”. Somos responsables por lo que Dios nos entrega y es así. Un espíritu pesado hace sentir a la gente responsable por las cosas y no pueden hacer nada acerca de ello. No podemos cambiar a nadie y tampoco podemos hacer que nadie haga nada.

Muchos avivamientos se apagaron por un espíritu religioso. Un joven fue usado poderosamente para encender un avivamiento en Gales. Era un vaso y la gloria de Dios fluía a través de él. Después de un año, comenzó a sentirse responsable por la manera como la gente respondía al Espíritu. Si no lo hacían como pensaba que debía ser, abandonaba la reunión o la terminaba. Esto trajo un espíritu de pesadez sobre la tierra y sobre la gente porque no era su responsabilidad.

Nuestra responsabilidad es hacer lo que Él nos llamó a hacer, decir lo que nos llamó a decir e ir donde nos llamó a ir. Eso es todo lo que Dios requiere de nosotros y mantendremos nuestro gozo.

Falsas cargas

La tercera situación es asumir “cargas falsas”. Como intercesores sólo necesitamos rendirnos al Espíritu. Cuando cae la unción sobre nosotros y guerreamos, debemos recordar que no somos nosotros, es la unción que viene desde el Cielo. Podemos hacer algunas declaraciones, reírnos, llorar o inclinarnos sobre el suelo y clamar. No importa qué hagamos, la carga viene porque Jesús es el máximo intercesor sentado a la diestra del Padre.

Cierta vez pertenecí a un grupo de intercesión en Florida. Peleamos algunas batallas donde la carga era tan pesada que se sentía como una nube oscura sobre cada uno de nosotros. Finalmente, alguien oraba por el grupo y echaba fuera esa carga falsa hasta que sentíamos que se había ido. Nos reíamos y tomábamos un descanso porque hay momentos para descansar, antes de seguir bajo la unción. Ante todo, Dios nos llamó a alegrarlo. Después de todo, si no lo alegramos a Él, ¿por qué lo servimos?

Sus pensamientos afectan el mover del Espíritu

Por eso el mover del Espíritu viene y va. ¿Por qué existe un mover poderoso de Dios en una iglesia o ministerio, pero luego de un par de años se disipa? La gente queda sacudida, confundida y herida, pero a menudo es el resultado de un espíritu de aborto que hace cesar el mover de Dios. Desafortunadamente, afecta a la gente que se gozó con ese mover del Espíritu Santo y la presencia del Señor.

Cuando mi esposo y yo llegamos al mover del Espíritu, teníamos un trasfondo de teología y conocimiento profundo. Podíamos poner el punto sobre cada “i” teológica y subrayar cada “t” doctrinal. Comenzamos a buscar al Señor porque teníamos hambre de Él. Luego fuimos a un avivamiento poderoso en el sur de Londres. La gente iba desde todas partes y la presencia de Dios nos rodeaba. Nuestra mayor piedra de tropiezo no eran nuestros caminos mundanos, sino nuestra teología y nuestro gran conocimiento.

Tuvimos que aprender que cuando el Cuerpo se une y habilita a Dios, sin importar quién o qué, todo tiene que ver con Él. A nadie le importaba en realidad qué estaba pasando, siempre que la presencia de Jesús estuviera allí.

La gente dejaba las reuniones y nunca llegaba a la parada de buses. Caían bajo la unción en los frentes de las casas, sobre los árboles o desparramadas sobre los arbustos. Cuando la gente llamaba para obtener la dirección de las reuniones, teníamos que decirles: “encontrará a la gente tirada a lo largo de toda la calle, no se alarme, sólo salte sobre ellos y entre”.

La gloria de Dios estaba sobre todos, los banqueros, los recolectores de residuos, los niños y los adultos.

A veces, sólo teníamos que sentarnos a los pies de Jesús, descansar y permitirle demostrarnos Su amor. No nos pedía que corriéramos todo el día por todas partes.

Él es el amante y el guardián de nuestra alma. Somos la niña de su ojo, Su amada. Podemos descansar y vivir en Su gloria porque nos cubrió con ella. Recuerde, Él nos llamó para sí mismo, ¡somos Sus tesoros!

Kathie Walters

“Ella quebró el frasco”

Por Catherine Brown

clip_image001Amar a otros, uno a uno

Jesús llegó a la casa de Marta, María y Lázaro, donde le habían preparado una cena en su honor (Juan 12:1). Se reunió con sus amigos amados porque los amaba. No tenía otras aspiraciones, su único deseo era obedecer a la voluntad de su Padre. La motivación del Señor no estaba fundamentada en el trabajo o en una agenda, toda su vida fluía transparentemente en adoración a Su Padre.

No estaba atado a una mentalidad de programa o actividades, hacía historia amando a cada uno en el Reino de Gracia. Mientras consideramos la simplicidad y la belleza de la misión y el mensaje del Señor, nos permite acercarnos y entrar en la Gran Comisión con un gozo y entusiasmo renovados. Todo tiene que ver con su persona y su presencia.

Como pueblo de Dios debemos aprender a honrar la presencia de Jesús y apartar tiempo para Él. Quizá damos por sentado con demasiada frecuencia las cosas que son familiares en nuestra vida diaria e inconscientemente, nos volvamos complacientes con la gente más preciosa para nosotros. Nunca debemos permitir que la maravilla de la gloria diaria de Jesús se pierda ocupándonos del quehacer, porque es en la quietud de nuestro ser que aprendemos a confiar verdaderamente en nuestro Padre celestial. Nuestra seguridad está en la condición de hijos y en la afirmación de nuestro Padre, no en nuestros dones o funciones ministeriales.

Intimidad y eternidad

Jesús era rodeado por la gente por dondequiera que iba. Saber que el Señor continúa anhelando un encuentro personal con cada uno de sus hijos, es nuestro profundo gozo y privilegio. Cuando buscamos a Dios con todo nuestro corazón, verdaderamente es un deleite y un placer para Él. La intimidad con Dios debe ser nuestra prioridad, porque surge de una clase de comunión donde nuestras vidas llegan a ser una fragancia para Jesús, lleno de su presencia y poder. Cuando estamos con Jesús, eso es evidente para nuestro entorno. El dulce aroma del Cielo es vida y luz para el mundo. Mientras cargamos la presencia de Cristo con nosotros, somos capaces de cambiar la atmósfera espiritual que nos rodea, haciendo que nuestras vidas sean el mensaje que vivimos y respiramos.

Jesús y sus amigos se sentaron en una mesa. Debe haber un lugar de encuentro en nuestras vidas donde el Señor es invitado a gobernar y reinar. ¡Su Reino está donde Él reina! Nos encontramos con el Señor para agradar a nuestro Maestro. No tiene que ver con buscar poder u obtener las respuestas a nuestras peticiones, sino con disfrutar Su presencia antes que cualquier otra cosa. La mesa nos recuerda el pacto y dibuja un cuadro del banquete celestial prometido cuando un día estaremos sentados con Cristo como Su esposa (Lucas 14:15).

Tiene que ver con el pacto

La relación de pacto es un ancla firme para nuestras almas y habla elocuentemente de la paz del Cielo cuando enfrentamos tiempos de adversidad y desafío. Dios nunca nos abandonará o desamparará y hay tiempos donde necesitamos que se nos recuerde esta verdad. La mesa del banquete es un recordatorio que nunca debemos olvidarnos de los pobres (Lucas 14:13) y los pródigos (Lucas 15:31-32), allí descansa la perla de gran precio.

El manto sacerdotal nos es dado en primer lugar para servir y ministrar a nuestro Dios y Padre (Apocalipsis 1:6) para luego llevar a las naciones de una manera desinteresada y devota ante el trono de la Gracia por todo lo que Jesús hizo en nuestra vida (1 Pedro 2:9).

Al ministrar a los pobres y quebrantados de corazón de la sociedad, encuentro cada vez más que Jesús cautiva mi corazón por estos preciosos. Llegó el momento cuando llegué a ser más consciente del olor a orina y la inevitable suciedad de los indigentes más que de sus almas cansadas, pero le pedí a Jesús que permitiera que mi vida sea una fragancia y, uno a uno, mientras buscamos a los perdidos, me está enseñando a temer menos y a confiar más en Él. Simultáneamente, las distracciones como el olor y la mugre son cada vez menos perceptibles para mi frágil humanidad y mi espíritu se regocija en obediencia a nuestro Rey.

Mientras nos sentamos juntos en los bancos de un parque o en las salas de una prisión, me doy cuenta cuán profundo es el amor de mi Padre por la humanidad y cuánto anhela atraer a cada hombre, mujer y niño hacia sus brazos eternos. Cómo anhelo hallar un lugar en el corazón del Padre donde mi corazón pueda latir continuamente sintonizado con el suyo. Le doy gracias a Dios que somos transformados a su imagen con cada lección de amor.

“…Rompió el frasco…(Marcos 14:3)

María quebró el frasco (Marcos 14:3) y derramó el perfume costoso sobre la cabeza de Jesús. Creo que debe haber un lugar de quebrantamiento en nosotros antes de poder romper con viejas maneras de pensar, patrones de pensamiento y reacciones, un lugar donde nuestras defensas son derribadas y las distracciones y obstrucciones removidas por la sangre de Jesús, para que sólo pueda haber un “sí” como respuesta a cada cosa que Él nos pida. Una apertura del Reino fluye en nosotros desde el quebrantamiento santo.

El quebrantamiento a través de Cristo tiene que ver con la transformación por medio del Espíritu Santo. Requiere tiempos de confianza y prueba para que se produzca la gracia redentiva en nuestras mentes y corazones. En mi caminar con Jesús, pude ver que se manifiesta una unción fresca con cada encuentro. Los encuentros con Cristo son tiempos que traen a la superficie las cosas que están ocultas en nuestra vida, sean pecados o algunas áreas que Dios desea transformar. Jesús busca podarnos continuamente para que podamos llevar mucho más fruto.

Una de mis experiencias recientes con el Señor incluyó una prueba muy dolorosa en nuestro círculo familiar donde Jesús me permitió atravesar la traición. Una de las partes más preciosas de mi vida se quebró y la entregué como una ofrenda de amor para Jesús. Había lágrimas en mi ofrenda y le agradecí a nuestro Señor que este proceso doloroso limpiara mi corazón para que sea más como el Suyo. ¡Qué poder hay en su amor incondicional! Como afirma el escritor de Cantares, el amor de Dios es indetenible e inextinguible.

“…Grábame como un sello sobre tu corazón; llévame como una marca sobre tu brazo. Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor. Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo. Si alguien ofreciera todas sus riquezas a cambio del amor, sólo conseguiría el desprecio…” (Cantares 8:6-7)

Una cosa

María demostró una rendición absoluta al derramar su vida sobre Cristo, entregándole una ofrenda que valía más que los años de salarios. María no le entregó un perfume ordinario, sino uno extremadamente costoso. ¿Seríamos tan rápidos para decir que sí cuando el Señor nos pida que entreguemos años de salarios cuando nos lo pida? ¿Qué sucedería si el Señor nos pide que le entreguemos aquello que más nos cuesta? ¿Vivimos un estilo de vida de adoración que le permite a Dios acceder a todo lo que somos y a todo lo que tenemos en Él o nos rehusamos ante nuestro Rey? María sólo se enfocó en hacer lo único que pudo para bendecir Su corazón. Amar a Cristo llegó a ser mucho más complicado de lo que Él diseñó desde un principio para sus hijos. Nuestro Padre también sabe qué necesitamos antes de pedirlo y todo lo que nos pide que hagamos es buscar Su Reino y Su justicia en primer lugar, luego todas nuestras necesidades serán satisfechas.


“...Y la casa se llenó de la fragancia del perfume(Juan 12:3)

La plenitud fluye desde Su presencia porque a los pies de Cristo, nuestros corazones responden a Dios y confían más en Él. Mientras crecemos en el conocimiento de Dios, experimentamos nuestra transición y madurez como discípulos. Ya no reclamaremos nuestro propio camino, recibimos el gozo con madurez al rendirnos viviendo y entregándonos a Sus caminos. Dios quiere darnos un enfoque singular del Reino, donde Su pasión y Su corazón llegan a ser nuestra obsesión santa, amándonos entre nosotros mientras la entrega llega a ser una realidad bendita. Agradar a nuestro Padre es sencillo cuando nos damos cuenta que Él se deleita en nosotros y lo agradamos por nuestra fe sobre la tierra.

Considere sólo por un momento el valor que nuestro Padre le asignó a cada uno al sacrificar la vida de Su Hijo, derramándose como una fragancia eterna para limpiar todo nuestro pecado, sanar todas nuestras enfermedades y quebrar la maldición de la pobreza. Que nuestros corazones vuelvan a ser cautivados por Cristo, mientras apreciamos el precio que pagó para que pudiéramos vivir y tener vida en abundancia. Jesús fue ungido por una razón: ¡nuestro Padre quiere que Su casa se llene!

“Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio, se contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo” (Marcos 14:9)

María tenía un testimonio hermoso y poderoso para compartir con el mundo y, mientras aspiramos a un estilo de vida de adoración, ¡así será! Debemos tener un testimonio para compartir y mientras abrimos nuestros corazones y nuestras bocas, la fragancia del Evangelio de Jesús se soltará a nuestro alrededor, transformando, salvando y sanando al mundo.

¡Que su vida sea la fragancia de Jesús!

Catherine Brown

lunes, 1 de diciembre de 2008

¡Apertura!

 

Por Dr. N. Cindy Trimm

clip_image001“¡Las cosas están a punto de cambiar!”

“…quedándose solo. Entonces un hombre luchó con él hasta el amanecer. Cuando ese hombre se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo tocó en la coyuntura de la cadera y ésta se le dislocó mientras luchaban. Entonces el hombre le dijo: ¡Suéltame, que ya está por amanecer! ¡No te soltaré hasta que me bendigas!, respondió Jacob. ¿Cómo te llamas?, le preguntó el hombre. Me llamo Jacob, respondió. Entonces el hombre le dijo: Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido” (Génesis 32:24-28)

Dios me entregó este mensaje que quiero compartir contigo:

“¡Las cosas están a punto de cambiar! ¡Es el amanecer de un nuevo día, y este nuevo día está amaneciendo! Durante este tiempo, hay algunas cosas que con las que deberás luchar a solas y, salvo que pelees contra ellas, no podrás ver la bendición que Dios insertó dentro de la ecuación de destino, propósito y tiempo manifiesto. Existe un lugar en Dios donde sólo hay espacio suficiente para ti. Una vez que estás allí, debes entrar al Lugar Secreto. En este lugar tendrás la mayor oportunidad de batallar en oración con los asuntos que alteran tu vida. Como Jacob, experimentarás la sensación de estar a solas.

Es el lugar más seguro donde podemos pasar lo que llamo “mi tiempo privado”, un tiempo para descubrir quién eres en realidad. Un tiempo donde no te defines por lo que haces o hiciste, sino por quién te designó Dios para ser. No permitas que otros definan quién eres. Fuiste creado maravillosamente y con cuidado. No confundas estar a solas con la soledad. Existe una diferencia entre estar a solas y la soledad. La soledad ocurre cuando existe una ausencia voluntaria o involuntaria de una persona que contribuye a su sentimiento de pertenencia. Por otro lado, estar a solas es un estado voluntario donde una persona se dirige hacia un lugar solitario y apartado. En este texto, Jacob elige estar sólo para poder tratar con su destino y su futuro.

Pelea por tu destino: “¡Vendré con mucho más!”

En este tiempo debes hallar tu lugar apartado para pelear por tu destino. Este es el tiempo donde la oración y el ayuno te catapultarán hacia una realidad de prosperidad, salud y éxito. Cuando eliges este sitio, descubrirás que elegiste habitar en el lugar secreto del Dios Altísimo. Pelear con los asuntos personales en este lugar siempre te hará salir con mucho más que lo que dejaste allí. Siempre prevalecerás sobre el enemigo en este sitio. Si sientes que saldrás con menos, significa que el enemigo prevaleció sobre tu vida. Mantente en este sitio con Dios hasta prevalecer. Este no es un tiempo para que el enemigo prevalezca, es el tiempo para que el Cuerpo de Cristo prevalezca. Decreta y declara esto sobre tu situación: “¡Saldré con mucho más! Señor, ¡no te dejaré hasta que me bendigas!”

El principio de un tiempo para descansar en lugar de guerrear

El nombre de Jacob estaba asociado al reproche. Tuvo que enfrentar esto porque su nombre lo estigmatizaba. El nombre Jacob significa suplantador y maquinador, afectándolo de una manera muy profunda. No sólo era su nombre de nacimiento, llegó a ser una parte integral de su naturaleza. Toda su vida tuvo que pelear por todo lo que alcanzó. Sentía que debía tomar la vida en sus propias manos. ¿Alguna vez te encontraste en el sitio donde toda tu vida y existencia transcurrían de pelea en pelea? Peleaste por recibir atención, peleaste para ser escuchado y peleaste por tu vida. Aún ahora, quizá estés peleando con profundos problemas financieros, emocionales, espirituales o personales. Dios me habló y me dijo que este es el final de un tiempo de guerra y el comienzo de un tiempo de descanso. ¡La pelea terminó! No pelearás más con el diablo sino por tu propio destino.

Debes entregarte a la voluntad de Dios para tu vida. Dios te entregó poder sobre todo poder del enemigo. Ahora permite que Dios active el poder y el potencial oculto para el crecimiento y el desarrollo, más allá de tus experiencias del pasado. Tiene el poder y los secretos para liberar tu naturaleza verdadera y auténtica, removiendo todos los estigmas y asuntos relativos a tu nombre.

¿Alguna vez llegaste al punto donde sentiste que tenías tu vida en tus manos? A veces nos desesperamos y no vemos otro camino para sobrevivir. Todas las cosas raras vienen en contra nuestra y tenemos que hacer nuestro propio camino. Estás allí por otros, pero cuando llega tu turno, nadie más estuvo allí. Yo también estuve allí, pero aprendí a descargar todas mis preocupaciones sobre Dios.

Ciclos de siete: un tiempo de descanso y celebración

La vida transcurre en círculos de siete. Completaste un círculo y comenzaste otro círculo de siete. La manera como salgas de un tiempo, determina cómo entrarás al siguiente. Debes aprender a caminar fuera de lo viejo para andar en lo nuevo.

Dios está reprogramando tu oído para oír una frecuencia diferente. Te está sincronizando y coordinando con su sinfonía y su coreografía. Decreto que en este tiempo estarás sincronizado con el ritmo divino de Dios.

Todo en el 2008 operará de acuerdo al ritmo del Señor. El primer cuarto ya pasó y lo que sostuviste como una prioridad en el cuarto anterior, determinarás lo que sucederá en los próximos siete años. Como sucede con la música, para moverte en un nuevo movimiento debes resolver el movimiento anterior. No trates de entrar en este nuevo tiempo sin resolver las cuestiones del pasado.

Lo que Dios está haciendo en el primer cuarto es proveer el impulso necesario para renovarte y experimentar un avivamiento. Muchos de ustedes pelearon el año pasado, atados a un ciclo de frustración, desesperación y carencia, como si las cosas no fueran a cambiar. Como dice el proverbio: “Si no es una cosa, es la otra”. Cuando atraviesas un desafío, en seguida está el otro esperándote. No te desesperes. ¡La ayuda y la intervención divina están en camino!

Hay muchos cristianos que están cayendo entre las grietas. El diablo quiere mantenerte en un ciclo antiguo donde no controlas tu destino. Los enemigos de tu alma quieren crear un ciclo donde no puedas acceder al próximo nivel.

¿Estás haciendo lo correcto en el tiempo equivocado?

Puedes estar haciendo lo correcto, pero en el tiempo equivocado. No permitas que el espíritu de frustración, distracción, ansiedad, duda o temor te hagan perder a Dios en este tiempo. Debes mantenerte enfocado en este tiempo. Este es el año de la apertura.

Durante este tiempo, estás transitando hacia un nuevo “yo”

Oí decir al Señor: “Lo que está sucediendo es que estás llegando al fin de tu tiempo de guerra y estás entrando en un tiempo de descanso y celebración. Un tiempo donde desplegaré y manifestaré mi unción de gobierno a través de ti. Ahora necesitas impulso, aceleración, consistencia y compromiso. No lo dejes pasar. Atrapa rápido la profesión de tu fe. Te estoy impulsando hacia una nueva posición donde tendrás que tomar algunas decisiones difíciles para moverte decididamente y con suavidad hacia lo nuevo. Por otro lado, este tiempo será de liberación, circuncisión y nuevos comienzos. Debes dejar atrás algunas cosas y algunas personas. Soltaré algunas cosas sobre ti y la gente soltará algunas cosas sobre ti. Soltaré nuevos mantos, dones, unciones y oportunidades”.

No habrá más estancamiento porque el agua está subiendo. El agua representa el mover del Espíritu Santo y el fluir de la unción. Debes dejar que lo viejo se vaya para poder acceder a lo nuevo. Experimentarás un avivamiento en breve. Esto es una inundación de unción y conocimiento revelado que impulsará a una persona o un ministerio más allá de un umbral impenetrable, sacudiendo fortalezas para establecer nuevos paradigmas y relaciones. Decreto que este es tu año para el avivamiento.

¡Este es un año de cielos abiertos!

Este es el año del progreso sobrenatural exponencial. En los próximos 12 meses, Dios hará por ti lo que no pudiste hacer en tus fuerzas en los últimos 12 años. Este es el tiempo de los cielos abiertos: las nubes están clareando y el sol está brillando. Hará que Su voz suene y te hará triunfar sobre tus enemigos. Este año se caracterizará por portales abiertos. Presta atención a las oportunidades divinas y las ideas sobrenaturales. Te pondrán en primer lugar y no en el último. ¡Tendrás dominio! Te hará progresar. Te hará alcanzar grandes objetivos de una manera sobrenatural. Esta no es sólo una era de púlpitos, sino del pueblo. Habrá un avivamiento en tu vida de oración. Dios soltará una nueva unción de gobierno en tu vida de oración. Ya no harás oraciones atadas a la tierra, serás capaz de hacer declaraciones desde la corte suprema del Cielo. ¡Te incrementarás de una manera sobrenatural y ya no habrá más pérdida! Decretarás algo y será establecido. No debes esperar por una buena vida, puedes tener una vida perfecta.

Mi oración por ti:

Padre, Tu eres perfecto en todos tus caminos. Mediste los límites de las montañas y las pesaste en una balanza. Te agradezco por las cosas que están a punto de cambiar y que nos llevan hacia un nuevo tiempo.

Declaro y decreto que este es un tiempo para nuevos comienzos. Declaro y decreto el coraje, la capacidad, el impulso, el compromiso y el deseo para caminar lejos de las cosas viejas y permitir que lo nuevo se suelte ahora en tu espíritu. Mientras procedemos a salir del primer cuarto, decreto que no dejaremos este cuarto sin ver la manifestación de aquellas cosas que fueron ordenadas desde la fundación del mundo.

Oro para que te sincronices y encuentres el ritmo del Señor y que nada será apartado de nosotros. Oro para que funcionemos sin frustración e impedimentos. Declaro y decreto que los cielos y cada portal, están abiertos. Decreto acceso. Decreto que todo en nuestras vidas está cambiando para mejor. ¡La pelea se terminó en el Nombre de Jesús! ¡Ordeno su avivamiento!

Dr. N. Cindy Trimm

“¡Prepárese, prepárese, prepárese!”

 

Una palabra sobre la transferencia de riquezas de Dios y cómo prepararse activamente para ser Su canal

Por Dave Kelley

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Te escogí para entregarte el Reino

El Señor me habló en numerosas ocasiones durante los últimos dos años, comunicándome Su deseo de mover grandes riquezas hacia la obra de Su Reino. Veamos algunos pasajes:

Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! (Mateo 7:11). Deseo que te prepares para recibirlas, búscame (Mateo 6:33). Soy un Dios amoroso, ven a mi. Hice provisión de oro, incienso y mirra para mi Hijo Jesús cuando lo necesitó (Mateo 2:11-14) y quiero proveerla para ti cuando lo necesites y estés preparado para recibirlo.

“Yo soy el Dios de Abraham, Isaac y Jacob” (Éxodo 3:6). Yo soy tu Dios, Yo soy el Dios que te da Mi Espíritu. Yo soy el Dios que te ama así como eres. Te veo perfecto a través de la sangre de mi Hijo Jesús. Te estoy llamando para que vengas conmigo al próximo nivel. Es un lugar hermoso. Soy el Padre prefecto que nunca falla. Como mi hijo, cuando saltes en mis brazos, nunca te dejaré caer. Tu eres mi hijo amado en quien tengo complacencia (Mateo 3:17).

¡Prepárate! ¡Prepárate! ¡Prepárate! Estoy moviendo las riquezas hacia el Reino. ¡Prepárate! Este es el tiempo para prepararse. ¡No esperes!

¡Prepárate, prepárate! Hay tiempos muy significativos que están delante de ti. ¡Muy pronto viene sobre tu vida un derramar poderoso de mi Espíritu y mi Reino! ¡Prepárate, prepárate! No permitas que las cosas que suceden a tu alrededor te llenen de temor. Yo estoy en el viento, en el fuego y en el terremoto. Estoy en todas estas cosas. Prepárate para mi gran derramar. No esperes. Muévete en mi poder y en lo que planeé hacer contigo.

“Les daré el sueño a Mis amados” (Salmo 127:2). Ustedes son mis amados, reciban lo que les estoy entregando. Los escogí para entregarles el Reino (Lucas 12:32). Tómalo, tómalo, aún con violencia (violencia implica ser violento contra las fuerzas demoníacas, vea Mateo 11:12.) No esperes, toma los planes que te entregué y no temas avanzar.

Estás en el lugar exacto al cual te llevé

“Te estoy llevando hacia un lugar espacioso” (Salmo 18:19 y 118:5-6). Ese es tu lugar. Allí hay paz y gozo. Deja la ansiedad y las preocupaciones, porque no están permitidas en el lugar amplio. Relájate y descansa (Mateo 11:28). Tú eres mi canal, en Mi tiempo y a Mi manera. Entonces, relájate y descansa. La batalla es mía, no tuya (2 Crónicas 20:15).

Muchos de ustedes están en el sitio justo al cual los llevé. Cuando diga salten más allá, háganlo sin temer. Los atraparé y los llevaré hacia el próximo nivel. Prepárense a escuchar. Les dare muchas instrucciones en ese nivel. Mientras los bendigo, bendigan a quienes los rodean, deben dar ese primer paso de fe. Aliéntense unos a otros, no sean negativos. Aliéntense unos a otros, háganlo de una manera significativa, ¡ahora!

Temor, hay demasiado temor. Dejen de temer, eso viene del enemigo. Estoy aquí para darles mi paz, mi gozo, mi gracia y mi amor. Respiren en Mi paz y en Mi gozo. No permitan que el temor o las preocupaciones los dominen. Estoy hablando, escúchenme. Mis palabras están llenas de amor.

Prepárense para Mi derramar. Descenderá, sacudirá e inundará todo (Lucas 6:38). Serán Mis agentes de cambio. Los estoy cuidando. El cambio viene mientras operan en Mi paz.

30 de Diciembre del 2007: Te estoy llamando. Acércate a Mi, adórame y te levantaré hacia nuevos niveles. Este es el año de las nuevas puertas (2008). Las abriré para ti (Apocalipsis 3:8). Te asombrarás por lo que hay del otro lado. Recuerda que estás en guerra. Las cosas asombrosas están del otro lado de la puerta que abro para ti, pero no te sorprendas cuando el enemigo te vuelva a atacar. Cuida tu armadura (Efesios 6:11) y conoce que soy bueno y protejo a Mis hijos. Estás en la palma de Mi mano y nada puede alcanzarte si no lo permito.

Riquezas para la obra del Reino

El Señor nos estuvo hablando a muchos de nosotros durante los últimos años acerca de Sus planes sobre mover las riquezas hacia Su Reino. Él está buscando gente que desee ser un canal y se preparen activamente para ser utilizados de esta manera. Aquí vemos algunas referencias bíblicas acerca de Dios moviendo las riquezas de las naciones:

“Verás esto y te pondrás radiante de alegría; vibrará tu corazón y se henchirá de gozo; porque te traerán los tesoros del mar, y te llegarán las riquezas de las naciones” (Isaías 60:5)

“Tus puertas estarán siempre abiertas, ni de día ni de noche se cerrarán; a ti serán traídas las riquezas de las naciones; ante ti desfilarán sus derrotados reyes” (Isaías 60:11)

“Pero a ustedes los llamarán sacerdotes del Señor; les dirán ministros de nuestro Dios. Se alimentarán de las riquezas de las naciones, y se jactarán de los tesoros de ellas. En vez de su vergüenza, mi pueblo recibirá doble porción; en vez de deshonra, se regocijará en su herencia; y así en su tierra recibirá doble herencia, y su alegría será eterna” (Isaías 61:6-7)

“… ¡haré temblar a todas las naciones! Sus riquezas llegarán aquí, y así llenaré de esplendor esta casa, dice el Señor Todopoderoso. Mía es la plata, y mío es el oro, afirma el Señor Todopoderoso” (Hageo 2:7-8)

El Dr. C. Peter Wagner escribió un artículo excelente titulado “La filantropía del Reino”. Allí dice: “Vivimos en la Segunda era apostólica, donde el gobierno bíblico de la Iglesia volvió a la vida. El Espíritu Santo comenzó a hablarles a las Iglesias acerca de tomar dominio sobre la creación de Dios como fue el plan original. Nuestra meta para la salvación de almas y la multiplicación de iglesias en el Siglo XX se expandió hasta alcanzar nada menos que la transformación de nuestras sociedades”. El Dr. Wagner también dijo: “Percibo que estamos observando cantidades de riquezas increíbles pasando del control de las tinieblas hacia el control del Reino de Dios”.

Como prepararse activamente para ser un canal para Dios

Creo que Dios hará esta transferencia por lo menos en dos niveles.

El primer nivel aplica a todos nosotros. Este es un llamado para salir por completo de las deudas y mantenerse libre de ellas. Para hacer esto necesita orar sobre un plan escrito. Esto es esencial. Haz una lista de todas tus deudas y prioriza las que debes pagar en primer lugar, en segundo lugar y así sucesivamente. Luego comprométete con Dios para que te envíe la provisión en un tiempo específico y así poder pagar las deudas. No dejes de pagar tus diezmos (la porción de tus ingresos que le pertenece a Dios); esto es muy importante. El Señor nos está invitando a “probarlo” con nuestros diezmos (vea Malaquías 3:10). Anota las respuestas de Dios a lo largo de todo este proceso para no perderte de ver Su provisión. El plan escrito debe incluir pasos para mantenerte fuera de las deudas y cómo sembrarás fondos adicionales en Su Reino más allá del diezmo, cuando te encuentres libre de deudas. Luego pídele al Señor que te ayude a mantener tu casa en orden, tanto de manera literal como figurativa. Si no tienes reservas financieras, haz una. Si tu casa necesita reparaciones, hazlas. Si tu automóvil necesita reparaciones, hazlas o reemplázalo.

El segundo nivel en la transferencia de riquezas hacia el Reino es llegar a ser un canal para Dios. Esto ocurrirá después de liberarte de las deudas. Aunque el Señor desea que todos los creyentes sean libres de las deudas, pocas personas están llamadas al nivel de ser un canal financiero. ¿Es este el deseo de nuestro corazón? (Salmo 37:4) ¿Estás llamado a esto? ¿Deseas prepararte para esto?

Una vez más, la planificación es crítica en el siguiente nivel. Pídele al Señor que te permita ver con claridad si Él te está llamando a esto. Mientras te lo confirma, comienza a escribir planes acerca de cómo distribuirás los fondos que Él dirija hacia ti. Realmente necesitas Su sabiduría en este punto y eso es más difícil de lo que parece. Grandes sumas de dinero a algunas iglesias u organizaciones sin fines de lucro las dañarían gravemente si Dios no te guía a sembrar allí. Él no sólo desea que demos con un corazón generoso y compasivo (2 Corintios 9:7), sino con inteligencia y responsabilidad.

Sostener financieramente la Obra del Reino no siempre significa contribuir a las organizaciones o hacerlo a través de ellas. El Señor puede guiarte directamente a ayudar a un vecino o a alguien que conoces en el trabajo que está pasando por un momento financiero serio.

Es muy importante dar de una manera tan anónima como sea posible. Jesús dijo que debemos dar en secreto, sin que nuestra mano izquierda supiera lo que hace la derecha cuando estamos dando (Mateo 6:1-4). Estos no son tus fondos. Dios está observando a aquellos en quienes puede confiar para entregarles las riquezas. ¿Todos ustedes pueden darle la gloria a Él y no quedársela para sí mismos? Esto no tiene que ver con ser famoso ante la gente, sino con honrar y amar al Señor, amando y sirviendo a los demás.

“Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo” (Proverbios 3:9-10)

“Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza; así ha confirmado hoy el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados” (Deuteronomio 8:18)

Dave Kelley