lunes, 16 de junio de 2014

Cambios repentinos ocurrirán sin previa advertencia en el mes de mayo


Por Doug Addison

 

clip_image002Entregada por Doug Addison el 14 de mayo de 2014

Mayo es el tiempo cuando las cosas nuevas brotarán y comenzarán a reunirse. Debemos poner atención a las puertas y a las oportunidades que se abrirán repentinamente. Estamos entrando en un tiempo nuevo donde las cosas ocurrirán repentinamente. El diccionario Webster define la palabra repentino como “algo que ocurre rápidamente y sin previo aviso”. Es tiempo de estar preparado para un cambio repentino.

 

Regresan los vientos de cambio

Tuve un encuentro con un ángel el martes 6 de mayo a la 1:30 am. Un ángel poderoso entró en mi casa y permaneció allí casi todo el día. El ángel que vino fue similar al que me visitó dos años atrás. Esa vez tuve un encuentro con un ángel llamado Viento de Cambio (no Vientos de Cambio). Fue en Denver, el 20 de abril del 2012, cuando entregué la palabra profética para mayo de ese año y obtuve una respuesta asombrosa por parte de los lectores.

 

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Ahora, dos años más tarde, Viento de Cambio regresó. En el 2012 tuve una visión en un sueño donde venía un viento, soplaba cosas de una manera violenta y como resultado, todo se reorganizaba. Estará seguro si se mantiene cerca de Dios. Mayo es el comienzo del Viento de Cambio. Podría llamarlo con más precisión el viento de cambio repentino. Las cosas comenzarán a realinearse de una manera divina. Aquellos que oyeron a Dios decir “espera” y esperaron obedientemente durante largo tiempo, ¡ahora serán liberados! Está quebrando el desaliento, la depresión, los pensamientos suicidas y el auto sabotaje.

 

clip_image005Sueño profético acerca de Chicago: La ciudad de los vientos

Tuve un sueño profético el mes pasado donde vivía en un edificio muy alto y los bomberos del programa de TV “Chicago Fire” venían a decirme que todos debíamos ser evacuados. Hermann y Mouch del programa de TV nos pedían disculpas porque no eran capaces de llegar a la cima del edificio a tiempo para salvarnos del fuego. Así como en la palabra profética para este mes, repentinamente tuvimos que movernos porque la cima de ese edificio enorme estaba envuelta en llamas. Dios me habló que de esa manera el fuego del Espíritu Santo estaba llegando sobre Chicago.

 

Sueño profético sobre la flexibilidad

Tuve un sueño el mes pasado sobre la necesidad de ser flexibles. En el sueño me estaba doblando en todas las posiciones y Dios me habló que era el momento de ser flexible. Este es un momento de cambio de paradigmas. Nos estamos moviendo hacia una nueva era, no sólo un nuevo tiempo, sino una nueva manera de hacer las cosas. Ser flexible nos permitirá tratar con los cambios repentinos que nos esperan.

 

clip_image007La unidad es la clave

El apóstol Pablo tuvo una revelación asombrosa. En Romanos 12:5, Pablo dijo que somos parte del mismo “cuerpo”. Simbólicamente, Pablo comparó a la Iglesia con un cuerpo. Entonces, en Cristo todos conformamos un sólo cuerpo y cada miembro le pertenece a todos los demás.

 

Romanos 12:5

John Wimber dijo: “En nuestra búsqueda de la pureza doctrinal, ya no tratamos con otros cristianos de la manera como Dios quiere. Él nos está llamando a la unidad porque quiere que seamos uno”. La historia de la Iglesia evolucionó y desde la reforma protestante de 1517 que trajo los cambios necesarios a la Iglesia, surgieron más de 33000 denominaciones diferentes. Aunque trajo muchos cambios importantes, nos transformamos en una mayoría dividida.

 

En 1 Corintios 12:20-26, Pablo habla acerca del hecho que aunque somos muchas partes, seguimos formando parte de un cuerpo de creyentes y no podemos decir que prescindimos de ciertas partes. Nos guste el otro o no, en realidad nos necesitamos.

 

1 Corintios 12:20-21 dice: “Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decirle a la mano: No te necesito. Ni puede la cabeza decirles a los pies: No los necesito”.

 

Para poder entrar en el nuevo tiempo o era a la cual Dios nos está llamando, debemos sanar nuestras divisiones. Somos “uno”, sin importar cuales sean nuestras diferencias doctrinales.

 

clip_image009La maldición de Caín

“Caín habló con su hermano Abel. Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató. El Señor le preguntó a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? No lo sé, respondió. ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano? ¡Qué has hecho!, exclamó el Señor. Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia. Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano, que tú has derramado. Cuando cultives la tierra, no te dará sus frutos, y en el mundo serás un fugitivo errante” (Génesis 4:8-12).

 

Cuando Caín mató a su hermano, Dios dijo: “La sangre de tu hermano clama ante mí”. Caín cayó bajo una maldición que lo llevó a trabajar arduamente y nunca pudo avanzar, no tuvo descanso y vagó por la tierra sin poder encontrar su destino. Esto mismo ocurre hoy espiritualmente. Cuando hablamos en contra de otros cristianos, cuando los herimos o tratamos de matarlos espiritualmente, podemos caer bajo esta misma maldición. Tenemos la teología donde el Cuerpo es uno, pero no vivimos esta realidad. Nuestro pecado por juzgar a otros nos afecta a todos.

 

Jesús dijo: “De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:35).

 

Prepárese para los cambios repentinos. Prepárese para amar a la gente que es diferente a usted y prepárese para que Dios se mueva en su vida, realineándolo de una manera divina para que sea más efectivo.

 

Bendiciones,

 

Doug Addison

(www.elijahlist.com)

 

 

Se abrió una puerta nueva: ¡Lo nuevo está aquí!

 

Por Doug Addison

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Una puerta abierta en la dimensión espiritual

Entregué una palabra profética en Mayo acerca de cambios repentinos que venían y acerca del ángel Viento de Cambio. Durante el fin de semana del 30 de Mayo, se abrió una nueva puerta en la dimensión espiritual que nos introducirá en un nuevo tiempo de cambios radicales para bien. Tuvimos dos terremotos en el sur de California y no sólo sentimos ambos, Dios me habló durante los sacudones.

 

El primero fue el viernes 30 de Mayo y tuvo una intensidad de 3.8, esto ocurrió cerca de San Pedro (la roca). Pude oír al Espíritu Santo que decía “prepárate para algo nuevo”. Dios va a “sacudir” las cosas y ocurrirán cambios radicales. Me sentí impulsado a “prepararme”, así que compré algunos elementos de prevención para terremotos. El domingo 1 de Junio, cerca de las 8 pm y justo cuando estaba instalando en mi televisor las correas de seguridad para terremotos, otro temblor sacudió el área de Los Ángeles.

 

Estos fueron terremotos muy tenues y no hubo mayores daños. Era una señal profética que anunciaba la llegada de algo nuevo. Esta no es una palabra de juicio. El primer terremoto fue de 3.8 y el segundo ocurrió mientras estaba asegurando mi “televisor” (el receptor de visiones). Esto simboliza que Dios está trayendo nuevas visiones y un nuevo fundamento en la manera de manifestar estas visiones en el plano natural.

 

El Señor me llevó hacia Apocalipsis 3:8, donde dice: “Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre”.

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Las puertas representan nuevas oportunidades y nuevos tiempos. Nuevas fuerzas y autoridad espiritual vienen sobre los que se sienten débiles y perseveraron en las palabras y las promesas proféticas. La puerta nueva se abrió y podremos ver que las cosas se activan.

 

Quiero compartir algunas cosas que aprendí sobre responder a algo de esta magnitud.

 

A menudo las cosas parecen lo opuesto

Como Dios se está moviendo y abriendo puertas nuevas, recuerde que a veces las cosas se ven opuestas, justo en el momento anterior a la apertura. Me mantuve diciéndole esto a la gente porque es crucial comprender esto ahora. Mientras Dios está soltando algo nuevo en su vida, no se sorprenda si el enemigo viene a tratar de distraerlo. Un espíritu hipnotizador está trabajando tiempo extra para hacer que veamos los problemas y no las soluciones. Esto hizo que volvieran a brotar recientemente los pensamientos y patrones de conducta antiguos. Aunque durante un tiempo nos sentimos excitados, terminamos sintiéndonos desalentados. Debemos tener mucho cuidado para no ponernos de acuerdo con los ataques del enemigo.

Mateo 18:18–19 dice: “Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo. Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo”.

 

Estas son buenas noticias: Mantenga el curso y atravesará la niebla. El comienzo de Junio la levantará y entre Julio y Septiembre, tendremos un sentimiento diferente que dará paso a la libertad espiritual.

 

Se removieron los límites

Dios no tiene límites. En consecuencia, todo lo que hagamos por medio de su poder, su amor y su fuerza, tampoco tendrá límites. Tenemos acceso a todo lo que necesitamos para tener éxito. Tenemos paz con Dios, el poder que levantó a Jesús de la muerte está en nosotros, tenemos al Espíritu Santo y a la red de los ángeles de Dios. Tenemos la palabra y las promesas de Dios, tenemos amigos y gente que nos ama y ora por nosotros. Sí, tenemos una cantidad de recursos, entonces debemos asegurarnos de usarlos correctamente.


Filipenses 4:13 dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

 

Mateo 19:26 dice: “Para los hombres es imposible, aclaró Jesús, mirándolos fijamente, más para Dios todo es posible”.

 

clip_image014¡Vuelven los desterrados! ¡Vuelven los proscriptos!

Estuve hablando muchos años sobre el mover de Dios que está por venir sobre los que fueron desterrados o proscriptos dentro del cristianismo. Ahora mismo existe un grupo de personas que se mantuvo en reserva y hará cosas en el Espíritu que serán asombrosas. En este momento no encajan en ninguna parte y no se dan cuenta quienes son en realidad. Muchos de ellos parecen sin esperanzas. Algunos crecieron en la Iglesia pero fueron heridos y vagaron por la vida. La mayoría de ellos tiene un sentimiento profundo que hay algo más que cumplir en la tierra, pero no saben qué es.

 

Hace algunos años Dios me mostró que este grupo y este nuevo mover que viene, es similar al de Isaías 44:3-5: “… que regaré con agua la tierra sedienta, y con arroyos el suelo seco; derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus vástagos, y brotarán como hierba en un prado, como sauces junto a arroyos. Uno dirá: ‘Pertenezco al Señor’; otro llevará el nombre de Jacob, y otro escribirá en su mano: ‘Yo soy del Señor’, y tomará para sí el nombre de Israel”.

 

Viene un nivel de compromiso sobre una generación de personas que vivieron tiempos de sequía. Pronto entrarán en escena y tendrán un compromiso asombroso con el Señor. Todo mi ministerio y mi llamado apuntan a ayudar a esta gente que son “desterrados o proscriptos espirituales”. Ya comenzaron a levantarse. En realidad no se encuentran en una repisa olvidados por el tiempo, son lo mejor de lo mejor que fue salvo para entrar en escena en el tiempo correcto. Las cosas que Dios está haciendo ahora mismo comienzan fuera de los locales donde nos congregamos y pueden parecer extrañas para aquellos que no tienen “ojos espirituales para ver”, como dijo Jesús.

 

Si conoce a alguien que encaja en la descripción de desterrado o proscripto, quizá sus hijos, sus nietos o alguien que ama que hoy se encuentra descarriado, aquí tiene una promesa de Dios para ellos. Esto es lo que el Señor dice en Jeremías 31:16-17: “Reprime tu llanto, las lágrimas de tus ojos, pues tus obras tendrán su recompensa: tus hijos volverán del país enemigo, afirma el Señor. Se vislumbra esperanza en tu futuro: tus hijos volverán a su patria, afirma el Señor”.

 

¡Lo nuevo está aquí!

Espere continuar viendo que estas cosas ocurren a un paso acelerado. Nos estamos moviendo hacia un tiempo donde podremos concretar más cosas con un menor esfuerzo. Las claves para este nuevo tiempo son mantener la paz, rechazando la duda y el temor. Pídale a Dios que le muestre en qué debe enfocarse, especialmente para este tiempo.

 

¡Estar vivo en un tiempo como este es asombroso!

 

Bendiciones,

 

Doug Addison

(www.elijahlist.com)

 

Un Reino inconmovible

 

Por Francis Frangipane

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Cuando se sacude la tierra

En los últimos 15 años fue muy difícil no sentirme afectado por los terremotos masivos que sacudieron el planeta. En Diciembre de 2004, el gran tsunami del Sur de Asia atravesó el océano Índico, sacudiendo las costas de nueve naciones. Más de 250000 personas murieron y millones más quedaron afligidos sin hogar. Los científicos nos dicen que no sólo provocó un gran desastre que cambió el paisaje de Asia, cambió el eje del planeta.

 

Nueve meses y medio más tarde, en Octubre de 2005, otro terremoto sacudió la región de Cachemira en Pakistán. Mató cerca de 80000 personas. Millones volvieron a quedar sin hogares o desamparados. Luego siguieron los terremotos en Chile, Nueva Zelanda y Haití, matando a 250000 personas. Finalmente, un terremoto de 9.0 y un tsunami sacudieron la costa norte de Japón, desatando el espectro de un desastre nuclear que envenenó la costa y provocó la contaminación radiactiva.

 

Hay algo que está ocurriendo en la tierra. Terremotos masivos, gran mortandad y tormentas sin precedentes. Aunque parezcan una coincidencia, no podemos sino ir a la palabra del Señor en Hebreos 12:26: “En aquella ocasión, su voz conmovió la tierra, pero ahora ha prometido: Una vez más haré que se estremezca no sólo la tierra sino también el cielo”. Ciertamente está ocurriendo un gran sacudón en las naciones.

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Recuerde, Jesús nos advirtió que “grandes terremotos” serían parte de una variedad de calamidades naturales, a las cuales llamó “dolores de parto”, que anunciarían el fin de los tiempos (Lucas 21:11, Mateo 24:8, Marcos 13:8). En otras palabras, nos dijo que esperáramos que los desastres naturales aumentarán en magnitud y frecuencia, como respuesta de la tierra contra el peso del pecado. Isaías 24:19-20 dice: “La tierra se quiebra, se desintegra; la tierra se agrieta, se resquebraja; la tierra tiembla y retiembla. La tierra se tambalea como un borracho, se sacude como una choza. Tanto pesa sobre ella su rebelión que caerá para no volver a levantarse”.

 

Si estamos viviendo en las últimas décadas del tiempo presente, como de hecho estamos viendo, no deberíamos esperar que el planeta esté en calma y tranquilo. Dios usará las calamidades para atraer a las multitudes hacia sí mismo, pero debemos ser conscientes que probablemente crecerán en severidad.

 

Sacudones espirituales

Mientras los desastres se incrementen hacia el fin de los tiempos, el temor también se multiplicará en el mundo. Sin embargo, el temor no será nuestro compañero si verdaderamente conocemos al Señor. De hecho, durante este tiempo el Señor prometió que los poderes de las tinieblas serán sacudidos de su posición de influencia y gobierno. El Señor “sacudirá no sólo la tierra, también el cielo” (Hebreos 12:26).

 

Este verso no se refiere a los cielos donde habita Dios. El cielo que aquí se menciona se refiere a la dimensión espiritual, también conocida como “lugares celestiales” en otras partes de la Biblia (Efesios 3:10). Estos “lugares celestiales” representan la dimensión espiritual donde habitan “los poderes… las fuerzas de las tinieblas… las fortalezas de maldad” que ejercen su gobierno sobre las naciones (Efesios 6:12).

 

Por tanto, el Señor dice en Isaías 24:21: “En aquel día el Señor castigará a los poderes celestiales en el cielo y a los reyes terrenales en la tierra”. El último gran sacudón afectará tanto a la dimensión natural como espiritual. Asimismo, Jesús nos advirtió que durante el tiempo del fin “los poderes de los cielos serán sacudidos” (Mateo 24:29). Recuerde, el sacudimiento de estos poderes denota la “remoción” de su lugar de influencia y gobierno (Hebreos 12:27). En otras palabras, toda fortaleza demoníaca que está entorpeciendo la manifestación del Reino de Dios en la tierra, finalmente será confrontada por el poder y la autoridad del cielo.

 

Podríamos argumentar que “estos versos se refieren al final de los tiempos”. Sí, la finalidad de este sacudimiento doble, tanto de las cosas en los cielos como en la tierra, no van a alcanzar su máximo poder hasta que el Señor regrese, durante el tiempo de tribulación.

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Sin embargo, creo que ya está ocurriendo en cierto nivel. Considere la ex Unión Soviética. Este fue el imperio geográficamente más extenso en la historia de la humanidad, su ejército no tenía límites. La URSS era por naturaleza atea y proclamaba el ateísmo por todas las naciones que estaban bajo su influencia. En un ejercicio asombroso y extremadamente sofisticado de la voluntad divina, el Todopoderoso juzgó los poderes espirituales que gobernaban el comunismo soviético. La URSS cayó sin una revolución, sin un levantamiento militar o una guerra, se desintegró de una manera repentina y dramática.   

 

No sólo hizo que este gran imperio implosionara, el 25 de diciembre del 1991 la renuncia de Mikhail Gorbachev como presidente de la Unión Soviética, efectivamente puso un final al partido comunista soviético. Al día siguiente el parlamento soviético reconoció la disolución del imperio. ¡Qué señal enorme y poderosa! El día de navidad, la misma fecha que se celebra el nacimiento de Jesucristo, los poderes demoníacos que gobernaban la URSS fueron sacudidos y derribados de su lugar.

 

¿La confrontación definitiva del Señor contra los poderes perversos será mucho más significativa? Desde la caída del comunismo, los misionólogos nos dicen que más gente se entregó a Cristo en el mundo que la suma de todas las conversiones desde el primer siglo. Por supuesto, Rusia sigue teniendo sus problemas, pero no podemos pasar por alto lo que ocurrió: un poder perverso y ateo cayó de su lugar de gobierno. En consecuencia, millones de personas llegaron al Reino de Dios.

 

Aunque mientras el mundo físico sufrirá dolores de parto, creo que veremos otros grandes “poderes en los cielo” cayendo tan dramáticamente como la ex Unión Soviética. Sé que es posible que las facciones islámicas surgirán y se fortalecerán, pero también recuerde que hay millones de cristianos orando por los musulmanes. Están ocurriendo aperturas significativas. De hecho, los musulmanes por millones se están abriendo al evangelio y encontrando a Cristo como Salvador.

 

Creo que el despertar que comenzó en China explotará en millones de personas corriendo hacia el Reino de Dios. India también tendrá un despertar profundo. Sí, creo que no es demasiado tarde para ver la caída de los grandes poderes demoníacos de los Estados Unidos.

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Estamos viviendo tiempos cuando, por lo menos en niveles preliminares, los “poderes de los cielos” están siendo sacudidos. Nuestras oraciones y compromiso compasivo en los asuntos de la vida, juegan un rol fundamental para derribar estos poderes de las tinieblas. Si no dejamos de orar, veremos cambios significativos manifestándose ante nuestros ojos.

 

Finalmente, recordemos que aún mientras las cosas en la tierra y el cielo se están sacudiendo, simultáneamente estamos recibiendo “un Reino que no puede ser conmovido” (Hebreos 12:28). Amado, Dios tiene un Reino inconmovible al cual nos está llamando. Es el lugar donde Jesús gobierna como Rey, ante el cual se doblará toda rodilla en el cielo y en la tierra.

 

Francis Frangipane

(www.elijahlist.com)

miércoles, 11 de junio de 2014

Pariendo las promesas de Dios: “Prepárese para pujar”

Por Elaine Tavolacci 

clip_image002En el Nuevo Testamento leemos acerca del ángel Gabriel apareciéndose a María para decirle que iba a concebir y dar a luz un Hijo, y su nombre sería Jesús. La respuesta de María fue: “Aquí tienes a la sierva del Señor, contestó María. Que él haga conmigo como me has dicho” (Lucas 1:38). El Espíritu Santo me está mostrando que aunque cada uno de nosotros tengamos una promesa de Dios, algunos están demasiado cansados a nivel espiritual y emocionalmente agotados. El tiempo de preñarse de las promesas de Dios puede ser agotador y parecer demasiado largo, pero no debemos debilitarnos a lo largo del proceso. El embarazo natural se puede medir en tres etapas llamadas trimestres. Muchos de nosotros estamos en el tercer trimestre. No debemos abortar al bebé porque la fecha del parto está cercana. Necesitamos prepararnos para pujar.

“Estamos a punto de dar a luz aquello para lo cual estábamos predestinados”

El Señor dice: “Estás a punto de romper la bolsa de las aguas para dar a luz. Debes mantenerte fuerte y enfocado durante el proceso. Hay dones que estuvieron dormidos dentro de tu vida y llegó el momento de dar a luz lo que te impartí. Las puertas están a punto de abrirse para lo que te llamé a hacer”clip_image003.

Juan 16:21 dice: “La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser”.

“Aunque la espera fue ardua, estás a punto de dar a luz aquello para lo cual estás predestinado. Estuviste en hibernación demasiado tiempo y tienes temor de ponerte de pie, pero este es el tiempo para entrar en aquello para lo cual fuiste creado”.

Lucas 1:26-28 dice: “A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo: ¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo”.

 “Así como el ángel Gabriel se presentó ante María y le dijo que era muy favorecida, hoy te digo que tú también eres muy favorecido. No concebiste por inseminación artificial, sino por mi Espíritu”.

“Estableceré gente en tu vida que estará preñada con la misma visión”

“La semilla que implanté dentro de tu espíritu comenzará a fructificar y regenerará mi presencia divina operando dentro de ti. Así como María fue impregnada sobrenaturalmente, también concebirás de manera sobrenatural. Tú también llevas algo muy valioso que cambiará el mundo si te sometes a ello”.

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“Así como Elizabeth, la prima de María, también estaba embarazada y el bebé saltó dentro de su vientre, también traeré a otros hacia tu vida que cargan un destino divino. Estableceré gente en tu vida que también estará embarazada con la misma visión. Son aquellos que se encuentran alineados con el mismo sueño. Juntos trabajarán al unísono y no habrá desunión alguna”.

Juan 3:6 dice: “Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu”.

“Confía en Mí cuando sientas que el proceso es demasiado dificultoso. Debes saber que soy Yo trabajando tanto en el querer, como en el hacer todo para mi buen agrado. No digas que este es un lugar incómodo, debes saber que es necesario para llevarte hacia mi propósito y mi plan para tu vida. Conocerás que estás en el tercer trimestre porque la incomodidad se intensificará. No trates de inducir el parto antes de tiempo, debes darle la bienvenida a mi plan en la medida que se va manifestando. Este no es el tiempo para abandonar, debes estar listo para pujar, porque pronto verás el cumplimiento de las promesas que tengo para tu vida”, dice el Señor. 

Elaine Tavolacci

(www.elijahlist.com)

Viviendo ante el Trono: Mantos pasados, presentes y futuros

Por Jeff Jansen

clip_image002Quiero compartir algunas impresiones sobre la sabiduría oculta de vivir ante el trono. E.W. Kenyon dijo una vez: “Estamos identificados con Cristo en todo lo que Él es, fue o será. Nuestro enemigo puede ser terco y resistirnos, pero nuestra voluntad es firme y venceremos, literalmente cargaremos contra el enemigo en el Nombre de Jesucristo para conquistar todas las cosas. El enemigo puede resistir por un tiempo, pero terminará rindiéndose”.

1 Corintios 2:7-10 dice: “Más bien, exponemos el misterio de la sabiduría de Dios, una sabiduría que ha estado escondida y que Dios había destinado para nuestra gloria desde la eternidad. Ninguno de los gobernantes de este mundo la entendió, porque de haberla entendido no habrían crucificado al Señor de la gloria. Sin embargo, como está escrito: Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman. Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios”.

Esta sabiduría no estuvo escondida de nosotros sino “para” nosotros. Estuvo escondida para que nos pudiera ser revelada para nuestra gloria. El Espíritu Santo vino a nuestra vida para que podamos cumplir la tarea continua de descubrir estas riquezas para nosotros. Se deleita en llevarnos hacia estas realidades celestiales. El Padre nos impartió el Espíritu Santo para que podamos conocer las riquezas que nos entregó. El apóstol Pablo nos dice que las cosas están temporalmente ocultas y sólo las veremos por medio de la revelación, por eso debemos ser cuidadosos sobre los lugares hacia dónde dirigimos nuestra atención.

“No hay nada escondido que no esté destinado a descubrirse; tampoco hay nada oculto que no esté destinado a ser revelado. El que tenga oídos para oír, que oiga. Pongan mucha atención, añadió. Con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes, y aún más se les añadirá” (Marcos 4:22-24).

clip_image004Pablo dijo que la medida de pensamiento y estudio que tenemos, aún la verdad de oír, será la medida de virtud y conocimiento que regresará hacia nosotros. En Colosenses 3:1-3, Pablo también nos alienta a fijar nuestra atención en las cosas de arriba. Debemos mantenernos enfocados en la “vida de arriba”. Si mantenemos nuestro enfoque en la realidad de abajo, Pablo afirma que este será el grado de virtud (poder) y revelación (conocimiento) que regresaría hacia nosotros.

Cuando nuestra atención está en el cuarto del trono, todo lo que es accesible en esa realidad, viene sobre nuestra vida sin medida. Pablo nos alienta con fuerza a mantener en el centro de nuestros pensamientos la realidad que “ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios” (Colosenses 3:1).

Mantos pasados, presentes y futuros

Años atrás, mientras esperaba en el Señor, fui trasladado hacia un encuentro celestial que impactó grandemente mi vida y me hizo ver la realidad de mi destino, elevándome dentro de ella. En ese encuentro el Señor vino y me tomó de la mano como si fuera un niño, guiándome hacia lo que parecía un gran depósito en el Cielo.

Mientras estaba en ese lugar, pude ver lo que parecían ser percheros que se extendían por toda la sala. Colgados de esos percheros había vestiduras que parecían ropas blancas. Mientras avanzaba en esta visión, pude ver que había nombres escritos sobre cada una de estas ropas. Pude ver los nombres de Elías, Samuel, Jeremías, Eliseo, Juan Wesley, Carlos Finney, Maria Woodworth Etter y muchos más. Este vestuario era el cuarto de los mantos donde se encontraban los mantos de los que lideraron avivamientos y los profetas del pasado.

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Luego pude oír al Señor que decía: “Elige uno y te lo daré”. Miraba los mantos en este cuarto con los nombres sobre los armarios y consideraba seriamente tomar el manto de Enoc. Cuando abrí mi boca para hablar, respondí: “Oh Señor, tú sabes cuál debo tomar”. Cuando más adelante le comuniqué este encuentro a Bob Jones, me dijo: “Muchacho, esa es la mejor respuesta que pudiste darle al Señor. Le permitiste elegir en tu lugar”. Inmediatamente, en la visión el Señor estaba de pie ante mí y yo tenía un mortero y un pisón como los que usan los farmacéuticos para moler las medicinas. El Señor me entregó tres píldoras y me dijo que las moliera. Mientras molía las tres píldoras, el Señor me dijo: “Estas tres píldoras son los mantos del pasado, el presente y el futuro”.

El Señor no sólo me estaba ofreciendo esa sabiduría escondida a mí, sino a todos los que comparten el derecho con Él a su trono. Todos los mantos pasados, presentes y futuros se están derramando sobre una generación gloriosa de creyentes entronizados para prepararlos para la mayor cosecha de almas antes de la segunda venida de Cristo.

Necesidad de visión espiritual

Esta generación necesita ver una demostración de poder y gloria. Cuando el poder de la resurrección vive en nosotros, el mundo que nos rodea debe cambiar. Dios está derramando su gloria sobre una compañía de vencedores que compartan el trono con Él. Hay una invitación para que entremos en una unión íntima con Jesús que nos elevará hacia la gloria de su presencia donde podemos compartir en su herencia con Él. Sin embargo, no podemos caminar en lo que no conocemos. El deseo de Pablo para los Efesios era que el Padre les diera “el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos…” (Efesios 1:17-18).

clip_image008Pablo les dijo a los Corintios que en Cristo, el velo que cubría a los judíos cuando leían las Escrituras había sido removido (vea 2 Corintios 3:13-18). Así es como un creyente del nuevo pacto lee la Palabra. En la medida que leemos la Palabra con la ayuda del Espíritu Santo, vemos la gloria del Señor revelada y somos transformados. La revelación de esta gloria del Señor nos hace ver que estamos entronizados con Él a la diestra del Padre, muy por encima de todos los poderes de este tiempo y del tiempo que vendrá.

Entronizados con Él

En la medida que apreciamos la victoria total de su resurrección, nos damos cuenta de la derrota total de las tinieblas. Pablo lo describe de la siguiente manera: “… Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la Iglesia” (Efesios 1:20-22).

Jesús fue elevado por encima de todo principado y gobierno, dominio y poder. Recibió toda la autoridad en el Cielo y en la Tierra. La Iglesia está a punto de entender que ahora Él tiene toda la autoridad en la tierra. Las tinieblas son completamente anuladas por la luz. La mayoría de la Iglesia es demasiado grande para un demonio. Necesitamos una perspectiva fresca. Cada manifestación del poder maligno es un ejercicio de autoridad ilegítima.

Jesús avergonzó a todos los principados y poderes, demostrado cuando el Padre levantó al Hijo de la muerte y lo sentó a su misma diestra en lugares celestiales “…muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la Iglesia” (Efesios 1:21-22)”.

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Los demonios no tienen ningún derecho de reinar en la tierra. El Cuerpo de Cristo tiene la autoridad final y muchos están comenzando a manifestarla. Pablo procede a mostrarnos en Efesios la relación entre lo que ocurrió con Cristo en su resurrección y lo que ocurrió con nosotros.

Juntos con Cristo y en Él, Dios nos levanta y nos sienta en el trono en la realidad celestial. El Padre nos entronizó con Cristo. Cuando levantó a Cristo, también nos levantó a nosotros. Sólo podemos entender y recibir estas realidades por revelación. Nuestras mentes no pueden describirlas de una manera lógica, pero nuestro espíritu recreado sí lo puede hacer. Debemos recibir y abrazar estas realidades.

Transformándonos en un trono de honor y gloria

La mayoría de nosotros estamos muy familiarizados con el pasaje de Isaías 22:22 y lo oímos aplicado a situaciones muy diferentes: “Sobre sus hombros pondré la llave de la casa de David; lo que él abra, nadie podrá cerrarlo; lo que él cierre, nadie podrá abrirlo”. Sin embargo, si continuamos leyendo veremos que en el verso 23 dice: “Como a una estaca, lo clavaré en un lugar firme, y será como un trono de honor para la dinastía de su padre”.

Isaías vio una compañía de creyentes que serían como una estaca o un clavo firmes donde alguien podría colgar un manto. Sin embargo, aquí se establece algo más interesante. Las Escrituras dicen que esta persona será un “trono de honor y gloria”. ¿Quién será un trono de honor y gloria? Aquel sobre quien reposa la llave de la casa de David. Esta persona será una puerta sobrenatural para que la atraviese todo lo celestial. Aún más que eso, dice que será un trono. No solo estamos sentados con Jesús en su trono, somos un trono en “la tierra así como en el Cielo”, a través del cual Cristo revelará su Reino. ¡Trate de predicar esto en algunas congregaciones! Sin embargo, es cierto. “Pero tú eres santo, tú eres rey, ¡tú eres la alabanza de Israel!” (Salmo 22:3).

El trono de Dios fluye por medio de las oraciones de su pueblo. ¿Cómo se ve eso? Dondequiera que el trono de Dios se encuentre, allí estará el Rey. Dondequiera que se encuentre el Rey, allí estará su Reino. Dondequiera que se encuentre el Reino, allí estarán los ángeles y todos los recursos ilimitados que provee el Reino. Nuestro mandato es simple: Levantar una generación que pueda manifestar abiertamente el poder ilimitado de Dios.

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Cuando estamos conectados con el Cielo nos transformamos en una puerta a través de la cual se puede manifestar lo sobrenatural. El Cielo se mueve hacia arriba y hacia abajo, desatando lo milagroso con nuestra cooperación. No es normal que un cristiano no tenga apetito por lo imposible. El hambre para que lo imposible que nos rodea se postre en el Nombre de Jesús está escrito en nuestro ADN espiritual. Lo mejor que podemos hacer es manifestar lo que somos, con Dios moviéndose sobre nuestra vida. El mundo nos está mirando para que seamos señales y maravillas ante ellos.

Transformándonos en una puerta de luz sobrenatural

Para nosotros es importante comprender qué significa ser una puerta para la realidad sobrenatural. La vida de Jesús está llena de eventos extraordinarios que van más allá de la norma de nuestros días. Los discípulos también se movieron en el poder “exousia” que fluía desde el manto del Espíritu del Señor que reposaba sobre la vida de Jesús y les demostró qué significaba ser una puerta, tanto en la mente natural como espiritual.

En Mateo 16:13-17, Jesús les preguntó a sus discípulos: “Cuando llegó a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Le respondieron: Unos dicen que es Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que Jeremías o uno de los profetas. Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente, afirmó Simón Pedro. Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, le dijo Jesús, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo”.

Cuatro versos más adelante, Pedro tuvo otra revelación después que Jesús les dijo con claridad que debía ir a la Cruz: “Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: ¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás! Jesús se volvió y le dijo a Pedro: ¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios sino en las de los hombres” (Mateo 16:22-23). Pedro pasó de ser una puerta de revelación para el Padre y minutos después una puerta para las tinieblas. Por eso el Señor le dijo: “¡Apártate de mí satanás!”. ¿Cómo pudo ocurrir esto? ¡Pasó de la revelación del Espíritu Santo a la revelación de satanás en un minuto!

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En verdad, todos revelamos una de estas dos mentes: Tanto la mente natural como la mente del Espíritu. Jesús fue nuestro gran ejemplo. Fue el primogénito entre muchos hermanos. Estaba completamente unido al Padre en todo tiempo. Como resultado de ello, transformó el agua en vino, hizo que Pedro sacara una moneda del vientre de un pez, multiplicó los panes y los peces para alimentar a cinco mil hombres (sin incluir mujeres y niños), caminó sobre las aguas, le habló a la higuera, la tempestad le obedeció y los demonios reconocieron y huían de su presencia.

La lista de eventos sobrenaturales es tan numerosa que no se puede registrar. Estos testimonios que recibimos son un ejemplo para que podamos conocer con certeza las cosas que están a nuestra disposición y nos pertenecen por derecho, para que podamos caminar en ellas cuando estemos correctamente conectados con Dios. Jesús nos dijo con claridad: “Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre” (Juan 14:12).

Somos un Espíritu con Él

¿Cómo se vería el Reino de Dios fluyendo en y a través de nosotros, rodeándonos constantemente? ¿Cómo sería ser un “trono de honor”? ¿Cómo sería estar unidos con el Señor, como si fuéramos un Espíritu con Él? Pablo estableció: “Pero el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu” (1 Corintios 6:17). Piense en ello: Somos uno con el Señor. ¿Qué clase de ser humano nos hace esto en realidad? Nos hace ser como Dios en la tierra. Nos transformamos en una puerta de luz en la tierra. Todo en la dimensión del espíritu nos está observando. Los ángeles y los demonios saben muy bien quiénes somos. Ven la luz de Dios fluyendo a través del espíritu del hombre como una autopista sobrenatural del Reino de Dios. Nos transformamos en un trono donde hay Uno sentado. ¿Atrapa la idea?

Jesús no bromeaba cuando dijo: “El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él” (Juan 14:23).

clip_image015Los pensamientos del trono conforman nuestro mundo

Nuestros pensamientos en realidad son oraciones que están vivas y son poderosas. Cuando nuestros pensamientos están conectados con el trono de Dios, tienen la habilidad para crear substancia en nuestras vidas. Los pensamientos entronizados se transforman en la puerta para la realidad sobrenatural como deseos mezclados con el corazón. Cuando medito en la Palabra de Dios, mis pensamientos están conectados con el Señor a través del trono, entonces la revelación comienza a fluir en y a través de mi vida. Cuando esto ocurre, todo mi ser parece inundarse con luz. Pero no solo con luz, está inundado con la paz de la vida de Dios.

Mis emociones y la revelación que viene desde la mente de Dios están profundamente plantadas en el terreno de mi espíritu. En este lugar descansa el poder para crear y dar a luz. La revelación que viene por estar entronizados con el Señor no es abstracta, crea vida dentro de nosotros. Cuando recibimos la revelación, queda plantada una semilla divina y ocurre una concepción. Cuando la cultivamos, esa revelación dará a luz la manifestación en nuestra vida. ¡Este es el proceso de la creación! El hombre se transformará en lo que piensa.

Los pensamientos del trono crean vida

Jesús continua revelándonos el poder de nuestros pensamientos para crear vida: “Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán” (Marcos 11:24). El deseo es una emoción muy poderosa. Jesús dijo que si deseamos, creemos y hablamos, luego tendremos. Nuestros pensamientos no son simples ideas abstractas que nadie escucha. Son las semillas de deseo las que producen la substancia, trazando el curso de nuestra vida presente y futura. Si nuestros pensamientos son semillas, necesitamos comprender ahora cómo son plantados.

Cuando sus pensamientos están conectados con los deseos en las emociones se desata poder. Si podemos sostener nuestros pensamientos hasta que se conecten con nuestras emociones o con nuestros deseos, se transformarán en poder: vida y luz. Este es el principio del poder del acuerdo. Jesús dijo: “Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo” (Mateo 18:19). Podemos parir la voluntad del Cielo en la tierra como una nueva creación entronada en Cristo.

El poder de la unidad

Cuando nuestras emociones están de acuerdo con nuestros pensamientos, será hecho. Ese es el poder de la unidad. La ley de la reproducción en la creación es espiritual y no se puede detener. Por ejemplo, la fuerza del temor. Este es un pensamiento, hasta que se conecta con nuestras emociones. Podemos oír un sonido fuera de nuestra casa en medio de la noche. Por un momento nuestra mente se inundará de pensamientos acerca del origen de ese ruido, provocándonos un golpe de adrenalina emocional que nos producirá temor. Este pensamiento llenará todo nuestro ser con su fuerza de vida y creará un entorno de temor o aun de terror. Los pensamientos que se conectan con nuestras emociones se transformarán en un poder muy fuerte.

La Iglesia enseñó por años que las emociones no son importantes. Permítame decirle que nuestras emociones y la vida de nuestros pensamientos son el lado creativo dentro de nuestro espíritu. Nuestras emociones son esenciales para que todo ocurra. Los milagros se sueltan a través de nuestras emociones. Jesús fue movido por la compasión, porque tiene el poder para desatar milagros y aún para levantar muertos. El poder y la gloria de Dios en la unción se desatan a través de la puerta del afecto humano. Debemos sentir lo que hacemos. Cuando nuestro pensamiento se conecta con los sentimientos por lo que hacemos, se siembra la semilla por el deseo. Se desata el poder. Es la ley de la unidad donde dos cosas (o personas) se ponen de acuerdo.

Aparte tiempo para meditar en ser una puerta para la luz de Dios. En su tiempo de oración pídale al Espíritu Santo que le revele cualquier pensamiento o emoción que necesite cambiar para desatar el amor y el poder del Cielo.

¡Dios tiene grandes cosas para usted, persevere en Él!

Ricas bendiciones,

Jeff Jansen

(www.elijahlist.com)