martes, 22 de junio de 2010

“Y Dios dijo: Cree solamente”

Por Tiffany Ann Lewis

clip_image002“Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes” (Salmo 27:13)

¿Sus esperanzas se hunden rápidamente en el mundo que vivimos hoy? ¿Perdió su coraje? Dios dijo: “Cree solamente”. Es más fácil de decir esto que hacerlo, cuando su casa se viene abajo, su salud está quebrantada y se tambalean sus finanzas. A veces, en situaciones como estas, algo se comienza a sacudir en nuestro interior. Podemos preguntarnos, “¿Qué fue lo que dijo Dios?” o, peor aún, podemos preguntarnos, “¿Es lo que quiso decir en realidad?”.

En Génesis 1 tenemos el primer registro de las palabras de Dios. En el principio de todas las cosas, el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de la confusión, las aguas del caos, rodeando las tinieblas e incubando sobre todo ello. Repentinamente, Dios habló las intenciones de su corazón, como sabemos, y lo que dijo, vino a existencia, trayendo orden en medio del caos.

Todo lo que Dios dijo y dice, tanto en el pasado, presente y futuro, ocurrirá y tiene el poder para traer orden en medio del caos. Aún así, desde el principio, la serpiente astuta estuvo jugando con las mentes de los hijos de Dios, tratando de arrancar la semilla, las Palabras de sus corazones, con una pregunta simple: “¿Con que Dios dijo? ¿Realmente Dios ‘amar’?”. En hebreo, las palabras serían: “¿Aph ki amar Eloheim?” (Génesis 3:1).

Sin embargo, las mismas palabras que utilizó la serpiente para bloquearnos, “¿Con que Dios dijo/amar?”, es literalmente la piedra de ángulo de nuestra casa de fe. Permítame demostrarle lo que quiero decir.

La voz viviente, el Cordero de Dios

La palabra hebrea para decir o dijo, es amar (Strong AT:559). Es la raíz de una palabra que se encuentra unas 5000 veces en la Escritura, pero tres de ellas están escondidas en el libro de Esdras y trajeron orden y paz a mi vida en momentos de tinieblas, caos y confusión.

Esdras no utilizó la palabra para explicar algo que dijo Dios, es algo mucho mejor que eso. Usa estas palabras para definir a los corderos para el sacrificio que se llevaron al templo restaurado. Esta no es sólo una imagen y sombra, es una verdad escrita en la Palabra de Dios para siempre, ¡en su propio idioma! (Esdras 6:9, 6:17 y 7:17). La palabra que utilizó Esdras es emar (Strong AT:563) y es la palabra aramea que los estudiosos creen está conectada con la raíz de la palabra amar, en el sentido de manifestar.

Amado, la Palabra de Dios se sostiene por sí misma y no se contradice. Se apoya y confirma a sí misma, todo está oculto dentro de la Palabra. Este es el fundamento que sostendrá nuestra casa de esperanza en unidad cuando el diablo trate de llevarnos hacia la duda sobre la soberanía de las promesas de Dios y lo que Él dijo.

“¿Realmente Dios te dijo (amar)? ¿Estás seguro?” ¡Sí! Estoy seguro, porque Jesucristo, el Cordero de Dios, es literalmente la persona a Quien envía hacia las tinieblas, el desorden, el caos y la confusión, trayendo orden y perfección sobre todo lo que cubre el Espíritu Santo. El Espíritu Santo sigue incubando hoy, manifestando y recordándonos lo que dijo Jesús (Juan 14). “Vayi ‘omer’/ y Él dijo…” (llene el espacio en blanco).

¿Por qué Esdras eligió utilizar esta palabra? Sólo el Espíritu Santo de Dios lo sabe, pero es significativo mencionar que Esdras fue el escriba que restauró el idioma de los hijos de Dios. Como estuvieron cautivos en Babilonia, la mayoría no sabía hablar su lengua nativa (Nehemías 13:23-24). Ellos ni siquiera sabían lo que dijo Dios… ¿se lo puede imaginar?

Esdras cambió todo eso. Bajo su liderazgo se estableció la escritura hebrea clásica que se utilizó en los rollos de la Torá hasta nuestros días. Aún su nombre es una señal profética. Esdras significa “ayuda” o “socorro” y lo que nos dejó en este texto santo es una ayuda permanente para ayudar a los descarriados seducidos por las palabras de la serpiente, para que regresen al fundamento, ayudándolos a levantar el escudo de la fe.

Las palabras que habló la Voz Viviente, fueron selladas por la Sangre del Cordero sacrificado/el Emar de Dios. Lo que Dios dijo fue, es y será al mismo tiempo, porque tiene el poder para crear, haciendo que las cosas que no son, sean como si ya fueran. Hebreos 1:1-3 nos enseña que todo fue hecho por medio de Jesús, el heredero y la imagen expresada de Dios, el que sustenta todas las cosas por el poder de su palabra. Amado, sus Palabras también lo sostendrán a usted.

No permita que la serpiente le robe la Palabra de Dios

“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11).

Respecto de la palabra Amar, como sustantivo (una persona, un lugar o una cosa), significa: declaración, discurso, palabra, dicho, promesa u orden. Como verbo (palabra de acción), significa: decir, hablar, pensar e intentar.

Cuando Dios habla sus pensamientos, se transforman en su Palabra. Sin embargo, como sabemos, tenemos un enemigo que anda rondando para tratar de robar la semilla de nuestros corazones (la Palabra que Él nos habló), antes que tenga la posibilidad de crecer.

Aprendimos sobre las tácticas del enemigo en el Edén. Como ve, el diablo no puede torcer lo que está escrito, pero puede confundir nuestras mentes con nuestro “sabemos que sabemos”. Puede tratar de hacernos dudar de la aplicación personal, incluso de la incubación personal del Espíritu de Dios, mientras atravesamos la noche oscura del alma.

La mente es el campo de batalla, porque no peleamos contra carne y sangre. Santiago 1:6b dice: “…porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento”. No permita que la serpiente le robe la semilla de la Palabra de Dios. Afírmese en lo que dijo Dios. El Cordero de Dios, el “Amar” de Dios, es el Capitán de nuestra salvación, un Ancla de esperanza para nuestra alma debilitada y sacudida por las tormentas de la vida. “Vayi omer le” y “Él me dijo…”.

“No temas, cree solamente”

Considere a Jairo, el gobernador de la sinagoga en Lucas 8. Vino a Jesús y se postró a sus pies, rogándole al Señor para que fuera a su casa porque su hija de doce años estaba muriendo. Pero mientras caminaban (presumiblemente hacia la casa de Jairo), una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, se atravesó en el camino del Señor y tocó el borde de su manto, como su única esperanza. Se sanó de inmediato, pero desafortunadamente, mientras Jesús se detuvo a hablar con su hija mayor, la hija de Jairo murió.

Mientras Jesús le hablaba palabras de aliento a la mujer, Jairo oyó las palabras más desesperantes que puede oír un padre. Pero preste atención a esto: el que habló fue el siervo de Jairo, pero Jesús le respondió directamente a Jairo. ¿Podría ser que Jesús aún le pudo responder a los pensamientos de Jairo, al clamor de su corazón? “Vayi omer (y Él dijo), no temas, cree solamente...” (Lucas 8:50).

La Palabra no cambia a lo largo del camino. Dios es el mismo ayer, hoy y por siempre; la sangre del Cordero sigue hablando. No permita que las palabras de este mundo determinen lo que usted cree.

Ella está muerta… ¡pero Dios dijo que está viva!

No hay esperanza… ¡pero Dios dijo que sí la hay!

Es imposible, ¡pero Dios dijo que es posible!

El Cordero de Dios salvó el día, sus palabras nunca fallan, “vayi omer...y Él dijo...”

Jesús le dijo a Jairo: “Cree solamente”. Amados, guarden su lengua, guarden sus pensamientos, pónganlos en línea con lo que dijo Dios y crean solamente. Aún si no lo siente, no permita que el diablo se lo robe. Afírmese en la esperanza porque “en la lengua está el poder de la vida y la muerte” (Proverbios 18:21a).

Use la Palabra de Dios y declárela hacia la atmósfera

Es interesante notar que los sabios no relacionan el pecado original con desobedecer a Dios sino con seguir a la serpiente y su lengua perversa (lashon hara). Porque con esa lengua, la serpiente parlante difamó a Dios y engañó a Eva.

Guarde su lengua y domine este poder. En lugar de usar “lashon hara”, la lengua o lenguaje perverso, use “lashon hakodesh”, la lengua o lenguaje Santo. Este es el mismo lenguaje que fue restaurado para nosotros de manera escrita por Esdras y en la carne por Jesucristo, el Cordero/Emar de todo lo que dice Dios. Use sólo las palabras de Dios y declárelas en la atmósfera.

Estoy convencida que aún no comenzamos a ver el umbral de la plenitud del poder de nuestras palabras. Sé que no aún no lo hice. Jesús dijo que le hablaríamos a los montes y se moverían. Dijo que haríamos las mismas que Él y aún mayores. ¡Él lo dijo! No tenemos que comprenderlo todo, Jesús sólo nos pidió que le creyéramos, tomándolo a Él y su palabra. Señor, ayúdanos a atrapar esto un poco más en nuestros días.

Quizá usted sea alguien que le habla a la montaña y dice: “Talita, cumi” (Lucas 8) y su pequeña hija no se levantó. También comprendo lo que eso significa, sin embargo, podemos permanecer aferrados a la Esperanza porque, en la vida o en muerte, Dios tiene todo bajo control.

Por el gozo de vivir eternamente con usted y con sus seres queridos otra vez, el Cordero de Dios, inmolado desde la fundación del mundo, se encarnó y caminó entre nosotros, enfrentando la Cruz. Nada puede llegar a separarnos de ese amor que se manifestó en y a través de Cristo en su obra final en la Cruz. Su gracia es suficiente hoy, mañana y en los días por venir, porque tiene el poder para aliviar y sanar nuestro corazón herido.

Selah... “¿Por qué te abates, alma mía? Pon tu esperanza en Dios”

Cuando Dios habla, trae orden, plenitud y perfección. Existe un poder similar cuando Dios habla a través de nosotros. Creo que el rey David comprendió esto, porque lo vemos hablándole a su propia alma en el Salmo 42. “¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!” (verso 11).

El alma de David estaba desquiciada. Literalmente estaba murmurando, gruñendo, rugiendo y clamando a los gritos. Estaba en problemas, en tumultos, en rebelión y en una conmoción turbulenta. Suena mucho como la condición existente en el principio cuando el Espíritu incubaba, justo antes que Dios hablara la palabra, ¿no es así? David le habló esto a su alma y aquietó su tormenta interior esperando en Dios. “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).

Puede que las cosas no estén bien con el mundo, pero observando al Amo de las tormentas, el que calma el caos, el que llama a las cosas que no son como si fueran; podemos decir que todo está bien con nuestra alma.

Amado, Jesús dijo que nunca nos dejaría, el Espíritu Santo sigue incubando y Dios sigue hablando. Que las aguas de la Palabra, la voz viviente de Dios, lo limpien este día. Crea en las palabras del Señor y sepa que sepa que en todo lugar y en todas las cosas, en el hambre o en la plenitud, en la riqueza o la pobreza, en la enfermedad o en la salud y aún en la vida y la muerte… Él es soberano. Nada puede separarnos de su amor en Cristo Jesús; el “Amar” de Dios.

Amén y Amén.

Tiffany Ann Lewis

“Oración para introducirnos en la vida abundante”

Por Paul Cox

clip_image002La siguiente “oración para introducirnos a la vida abundante”, fue escrita por Paul Cox el año pasado en Octubre del 2008, mientras se encontraba en Australia:

Oración para introducirnos en la vida abundante

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por perjudicarlos y rodearlos con su red (Job 19:6-26).

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que bloquearon y tapiaron sus caminos, dirigiendo sus pasos hacia las tinieblas.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por avergonzarlos al desvestirlos de su gloria y remover las coronas de sus cabezas.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por destruirlos y demolerlos por todas partes, destruyendo su esperanza y acabándolos.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por ser su enemigo y lo culparon por enfurecerse contra ellos, enviando tropas en su contra o tropas para abrir caminos para atacarlos, acampando alrededor de sus cuerpos y sus moradas.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que tuvieron un corazón temeroso e incrédulo que los llevó a apartarse del camino de santidad. Te pido por la restauración de las sendas antiguas donde la alegría y el gozo se apoderaban de nosotros. Abrazo mi derecho de primogenitura para caminar conociendo al Señor.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional por las creencias perversas donde estuvimos operando en nuestra mentalidad superficial, donde tratamos de hacer las cosas por nosotros mismos. Señor, elijo trabajar en tu conocimiento, entendimiento, sabiduría y discernimiento. Señor, elijo trabajar contigo para cambiar mis caminos para poder caminar en las sendas antiguas establecidas antes de la caída. Elijo caminar en tu sanidad y permitir que tu fortaleza fluya desde tu Agua de vida (Isaías 35).

Me arrepiento por mí y por toda mi línea generacional que utilizaron sus sentidos físicos y espirituales por caminos errados, eligiendo operar sólo en su mente natural. Señor, quiebra toda la iniquidad que fluyó desde esas decisiones ignorando tu mente, corazón y voluntad. Señor, también te pido que remuevas toda la iniquidad de los sentidos que Dios me dio.

Señor, te pido que restaures mi habilidad para usar todos mis sentidos para discernir tu mente, tu corazón y tu voluntad.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por remover de ellos a sus amigos, familiares y empleos, poniendo a la gente en contra de ellos hasta menospreciarlos y odiarlos hasta la muerte.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por herirlos y perseguirlos.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que desearon que sus acusaciones en contra de Dios y sus sufrimientos, se registraran en piedra para siempre.

Señor, me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que no siguieron tus caminos ni anduvieron en tus pasos.

Me arrepiento por no desear caminar en tus caminos y luego no hallar descanso para mi alma (Jeremías 6:16).

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que creyeron que Dios escondía el bien de ellos y creyeron que podían ser como Él, conociendo el bien y el mal.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que rechazaron la ley del Señor y el testimonio de su Espíritu, apartándose de su sabiduría y su verdad, entrando al reino de sus propias almas (Salmo 19:7).

Me arrepiento por aquellos que confiaron en el conocimiento del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal. Me arrepiento por aquellos que confiaron en su propio conocimiento.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que abandonaron al Señor, la Fuente de agua viva y crearon para ellos mismos cisternas rotas que no retienen agua (Jeremías 2:13).

Rechazo la aceptación de las semillas de satanás en nuestras mentes que comenzaron con la caída del hombre cuando creímos la mentira donde podíamos ser iguales a Dios.

Me arrepiento por rechazar nuestra primogenitura como hijos del Altísimo y por negarme a confiar en Él.

Rechazo la concepción de la simiente de satanás de perjuicio, conflictos y la preparación para el engaño, que dieron a luz la iniquidad y los intentos de maldad en nuestra línea generacional (Job 15:35).

Señor, remueve y sella el acceso que el enemigo ganó en el vientre para llevarnos hacia lugares celestiales errados.

Señor, remueve y restaura por tu Sangre cada parte elemental de mi vida, mi herencia y primogenitura que está atrapada en el segundo cielo. Señor, cierra las puertas de maldad del segundo cielo.

Me arrepiento por aquellos en mi familia que confiaron en la sabiduría natural de los hombres y rechazaron al Espíritu de Dios (1 Corintios 2:15). Elijo confiar en los preceptos de verdad y el Espíritu de Dios para darme la mente de Cristo, dirigiendo mi mente por el camino correcto.

Rechazo la sabiduría del hombre y me arrepiento por el orgullo en mi línea familiar que vio la sabiduría de Dios como una estupidez. Declaro el derecho para elegir el vientre de mi Padre, Jehová, quien me llamó, me justificó y me glorificó por medio de Jesús desde antes de la fundación de la tierra y antes que fueran creados los elementos espirituales.

Declaro que mi primogenitura espiritual es haber sido concebido en amor (Efesios 1:4), que recibí el Espíritu de Dios que me revela la sabiduría (1 Corintios 2:10), que recibí ojos espirituales en mi corazón para ver las riquezas de su herencia gloriosa (Efesios 1:8). Declaro que fui formado a la imagen de su glorioso Hijo. Rechazo la semilla de satanás y rechazo mi posición como hijo del padre de mentiras y asesino (Juan 8:44). Te pido Abba Padre que cierres los ojos que se abrieron cuando Adán y Eva participaron del árbol del Conocimiento del bien y el mal.

Renuncio y rechazo cada derecho perverso o autoridad otorgados a mi alma para dirigir mi mente por caminos perversos.

Me pongo de acuerdo con los planes originales de Dios donde toda sabiduría espiritual sobre el bien y el mal se origina en su Trono y se revela a mi espíritu. Me pongo de acuerdo con el Espíritu Santo para permitir que guíe mi espíritu, alma y cuerpo. Recibo la semilla del Espíritu Santo en mi espíritu que por su poder clama: “Abba Padre”.

Señor, en mi nombre y en el de mi línea familiar, me arrepiento por cuestionar la Palabra de Dios e invitar a mi vida la influencia del Leviatán, el rey del orgullo (Job 41:34).

Señor, elijo ser dirigido por tus mandamientos para que puedas ensanchar mi corazón (Salmo 119:32).

Declaro que mi Redentor vive y mientras yo siga con vida, veré a Dios por mí mismo y con mis propios ojos (Job 19:25-26).

Declaro que mi esperanza está en Ti, mi Redentor. Te pido que restaures las sendas antiguas en mí y enciende tu Luz en mí para que pueda verte con mis ojos. Te pido que restaures mi primogenitura robada, mi gloria y mi corona.

Padre, te agradezco que antes de haberme formado en el vientre de mi madre, predeterminaste mi primogenitura, la senda de gloria en la que debo caminar.

En mi nombre y en el de mi línea generacional, me arrepiento y renuncio a rechazar la verdad que Tú formaste mi ser interior y ordenaste todos los días para mí, escribiéndolos en tu libro antes que sucedieran.

Padre, en mi nombre y en el de mi línea generacional, me arrepiento y renuncio a rechazar las sendas antiguas que Tú elegiste para que transitara.

Padre, en mi nombre y en el de mi línea generacional, me arrepiento y renuncio por alinear mis pensamientos con la maldad. Señor, rechazo esos pensamientos, así como buscar el derramamiento de sangre.

Padre, declaro que fui creado temeroso y de una manera maravillosa, Tú me guiarás por el camino eterno. Declaro que todas Tus obras son maravillosas.

Señor, estoy de acuerdo con tu Palabra que dice que las armas de mi guerra no son carnales, sino poderosas en Ti para derribar fortalezas. Elijo derribar todas las imaginaciones y toda altivez que se levante en contra del conocimiento de Dios. Elijo llevar todo pensamiento a la cautividad en la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:4-6).

Señor, suelta el poder de la resurrección del Espíritu Santo para restaurarme en las sendas de santidad. Señor, que tu amor perfecto recorra todo mi ser echando fuera todo temor. Te pido Señor que repares y reemplaces cualquier parte de mi cerebro o vías neurológicas necesarias para establecer la conexión entre mi Padre celestial y los hombres.

Señor, haz que pueda habitar en el Lugar secreto del Altísimo. Declaro que mi primogenitura es para caminar con Abba Padre en el Edén, donde puedo oír su voz y regocijarme en la intimidad de la comunión con Él. Creo que Jesús me hizo participar de esta intimidad cuando rasgó el velo en el lugar santísimo. Señor, me arrepiento por mi línea generacional que trató de lograr por las obras lo que Tú me entregaste libremente por gracia. Señor, llévame hacia el lugar de descanso y paz perfecta.

Dr. Paul L. Cox

domingo, 13 de junio de 2010

“Restaurando las herencias desoladas: Mandatos, comisiones y promesas”

Por Paul Keith Davis

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Hola amigos

Cuando me presenté ante el Señor para recibir una revelación acerca de este año, recibí una impresión que no fue otra promesa profética más, sino una exhortación acerca del cumplimiento de las promesas existentes. Verdaderamente, nuestra mayor necesidad apunta más hacia la concreción de las palabras proféticas actuales, en lugar de buscar otra promesa acerca del destino de esta generación. Se habló mucho, pero no vimos mucho cumplimiento de todas esas palabras. Estamos ingresando en un tiempo donde eso cambiará. Conforme a Ezequiel 12:22-23:

“Hijo de hombre, ¿qué quiere decir este refrán que se repite en la tierra de Israel: Se cumple el tiempo, pero no la visión? Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: Pondré fin a ese refrán, y ya no volverán a repetirlo en Israel. Y adviérteles también: Ya vienen los días en que se cumplirán las visiones”.

En la búsqueda del Señor para este año, resaltó específicamente una variedad de mensajes reveladores que había entregado con anterioridad y están señalados para su cumplimiento durante este año y los siguientes. Gran parte de ellos tienen que ver con la restauración de nuestras herencias y con “grandes mantos” que fueron presentados en generaciones anteriores, pero no se los apropiaron en su tiempo.

El pasado mes de diciembre, nuestro ministerio realizó una conferencia titulada: Restaurando la voz de la sanidad. Nuestros invitados fueron Rick Joyner, Bill Johnson y Tom Davis. Esta fue una de las conferencias más pesadas que recuerdo haber participado en los últimos tiempos. Creo que este énfasis fue debido a nuestra habilidad para restaurar los mantos de revelación y poder que alguna vez visitaron nuestra nación. El avivamiento de “La voz de la sanidad” en los años 40’s y 50’s, fue uno de los mayores de la Iglesia, pero se perdió. El profeta Isaías le hizo a su generación la misma pregunta que Dios nos hace a nosotros: “¿Quien se pondrá en la brecha para declarar ‘Tráelo de vuelta’?”.

“Pero éste es un pueblo saqueado y despojado, todos atrapados en cuevas o encerrados en cárceles. Son saqueados, y nadie los libra; son despojados, y nadie reclama. ¿Quién de ustedes escuchará esto y prestará atención en el futuro?” (Isaías 42:22-23).

Continuaremos ese énfasis durante los primeros meses de este año con la promesa profética que podemos realizar grandes pasos hacia el cumplimiento de esta directiva. Nuestras conferencias  tituladas “Revelaciones del libro abierto”, se enfocarán en la restauración de los mantos notables de revelación y poder que se necesitan con desesperación en esta generación y para continuar lo que comenzó durante la generación anterior.

Si el Señor sólo pudiera encontrar algunas personas que quisieran habitar juntos en harmonía y de acuerdo a esta meta, veríamos progresos notables en un año. Desde nuestra perspectiva, el 2009 será un año de pruebas y juicios en el mundo, pero también de grandes avances para el remanente de Dios que persevera en Él con un corazón puro y las motivaciones correctas.

Paul y Wanda Keith

Restaurando herencias desoladas

Es interesante que muchas de las cosas más significativas que sucedieron en la generación pasada, ocurrieran en regiones desérticas. Hubo una gran cantidad de visitaciones y revelaciones importantes durante los años 1960’s en el desierto de Arizona que se pueden aplicar directamente a nuestro mandato actual.

Pasamos un breve tiempo en el desierto, pero este será un muy buen tiempo para los justos. Nuestra preparación estará llegando a su final y recibiremos una nueva comisión para prepararnos para aprehender nuestra herencia desolada. Será un tiempo para el cumplimiento literal de Isaías 49:8:

“…En el momento propicio te respondí y en el día de salvación te ayudé. Ahora te guardaré y haré de ti un pacto para el pueblo, para que restaures el país y repartas las propiedades asoladas”.

El Señor nos llevó de la mano, nos guió y nos preparó para ser un pacto para la gente y luz a las naciones, para restaurar la tierra y llevar a la gente a heredar las herencias desoladas.

Piedras fundamentales para la plenitud

Aunque sería maravilloso profetizar que caminaremos en la plenitud de nuestra herencia el año que viene, creemos que es más acertado identificar a este tiempo como un período de finalización de la preparación y el mandato para cruzar. Josué fue comisionado en este lado del río, anticipando su liderazgo.

En este nuevo tiempo, muchas personas serán comisionadas con los “mantos” de otros que ministraron antes que ellos. Actualmente existe un énfasis en honrar a los padres y madres espirituales que lideraron el último gran derramar del Espíritu de Dios. Fueron pioneros que vencieron grandes dificultades para manifestar el Reino de Dios en su generación.

Aunque algunos fallaron y cometieron errores costosos, el fundamento que nos proveyeron se constituyó en nuestra plataforma de lanzamiento para el próximo mover del Espíritu. Eso abrió las puertas para que el depósito del Espíritu de Dios que ellos cargaron, pueda ser accesible para esta generación.

En nuestro ministerio enfatizamos la importancia de honrar a los ministros del avivamiento de sanidad como A. A. Allen, Alexander Dowie, John G. Lake, William Branham y otros. Algunos fueron las personas más deshonradas por la Iglesia del Siglo XX, aunque fueron usados notablemente para ganar almas y hacer milagros. Nuestro adversario intentó efectivamente neutralizar el testimonio de estas personas como pioneros al enfatizar sus errores y debilidades. Aún así, el Señor permite que un cuerpo de personas reconozca la transmisión de la influencia pionera de estos ministros y habilitarlos para cumplir las comisiones inconclusas.

Pagando el precio

Los dones espirituales son el resultado de la gracia sobrenatural adquirida en la Cruz del Calvario. Sin embargo, la madurez espiritual requiere pagar un costo en Él:

“Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista” (Apocalipsis 3:18).

El Señor siempre quiere que progresemos de gloria en gloria; desafortunadamente, la Iglesia falló históricamente en esta responsabilidad. Los hijos siempre suelen comenzar en un estándar superior al de sus padres. Ese es el principio de la herencia y la heredad. Proverbios 13:22 dice:

“El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos”.

Una vez más, se nos vuelve a presentar la oportunidad de aprehender nuestras herencias desoladas y apropiarnos de ellas para nuestra generación. Los mantos de revelación y poder que fueron presentados a las generaciones anteriores, están a nuestra disposición. Debemos pagar el precio necesario para alcanzar este lugar en Dios. Entre los aspectos importantes de esta revelación resalta la “puerta abierta de oportunidades” establecida ante nosotros para este propósito.

El Señor demostró con claridad a través de estas revelaciones que la gente recibiría la visitación de su Espíritu en este tiempo para recibir una impartición de esos “mantos”. Muchas de estas personas que surgirán en el liderazgo, aún no son conocidas o reconocidas en los grandes foros públicos. Sin embargo, son conocidos en los Cielos y fueron preparados para llevar depósitos notables de revelación y poder.

Además, esta promesa profética es para iniciar nuestra desesperación y pelear por esta herencia. Nuestro consejo es ir ante Él para que su Espíritu pueda soltarnos de la misma manera que Eliseo capturó la unción que reposaba sobre Elías.

Recientemente el Señor me entregó una revelación que trató acerca de nuestra herencia desolada. En la experiencia, me vi en un desierto en una región montañosa, excavando en un yacimiento arqueológico con la esperanza de encontrar un tesoro de gran valor. Mientras lo hacía, descubrí libros antiguos que contenían revelaciones que fueron iniciadas por líderes del pasado y aún siguen inconclusas en nuestros días. Consideré estos libros como de un valor mayor que el oro o la plata. Algunos eran más antiguos que los otros, pero supe que este sería el cumplimiento de todos los mandatos, comisiones y promesas.

Esta revelación habla de nuestra oportunidad y responsabilidad para desarrollar la tarea iniciada por la gente de la generación anterior. Así como Josué completó la comisión de Moisés, nosotros también facilitamos el cumplimiento de las promesas incompletas.

Misericordia y verdad para despertar su gloria

Este desierto es un lugar de visitación e impartición para ser establecido en misericordia y verdad. El Salmo 57:7-11 dice:

“Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón. Voy a cantarte salmos. ¡Despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día! Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré salmos entre las naciones. Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos; ¡tu verdad llega hasta el firmamento! ¡Tú, oh Dios, estás sobre los cielos; tu gloria cubre toda la tierra!”.

Esta oportunidad es para abrazar el tramo final de nuestra experiencia en el desierto y estar completamente preparados para lo que vendrá. La Shekinah descendió sobre el Tabernáculo de reunión y a Moisés se le garantizó el privilegio de encontrarse cara a cara con Dios por largo tiempo. Aunque Israel no estaba aún en la tierra prometida, permanecieron en el desierto para prepararse para ocupar el territorio. Así será también en este día. Este tiempo será de visitación y señales de la gloria de Dios manifiesta entre los justos.

Los justos llevarán la gloria; habrá señales de la gloria de Dios descansando sobre sus hijos que los iluminará como el sol en el Reino de su Padre.

Realidades de gloria

Reuniones corporativas experimentarán realidades de gloria en un nivel nunca antes experimentados en esta generación.

Estamos ingresando en el tiempo de la historia humana profetizada por Isaías cuando predijo que habría un brillo celestial sobre los justos en medio de las tinieblas. Seremos iluminados por el Espíritu de Verdad mientras compartimos los misterios del Reino reservados para esta hora. Isaías 60:1-3 declara:

“¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! Mira, las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos. Pero la aurora del Señor brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará su gloria! Las naciones serán guiadas por tu luz, y los reyes, por tu amanecer esplendoroso”.

Hay una presencia o gloria “pesada” que el Señor intenta establecer sobre su pueblo durante los últimos días como testimonio de su virtud redentiva a las naciones. Es verdaderamente asombroso que los pecadores salvados por la gracia puedan recibir esta comisión y responsabilidad. Como profetizó Daniel, “Muchos serán purificados y perfeccionados, y quedarán limpios… pero los sabios lo entenderán todo” (Daniel 12:10).

El entendimiento que posee esta compañía será el misterio de “Cristo en nosotros, la esperanza de gloria”. Sólo a través de redefinir este proceso seremos capaces de manifestar su gloria en la tierra sin que nos destruya. Si entendemos que el proceso en el cual nos encontramos es de preparación, nos dará la esperanza para nuestro llamado. Sin entender esto, seríamos proclives al desaliento, la desesperanza y los sentimientos de descalificación.

Otro propósito para resaltar esta realidad es equipar los ministerios de oración e intercesión que son la clave para desatar la provisión para el Siglo XXI. Será por medio de la oración, la alabanza y la proclamación profética que contenderemos por esta realidad. No se cumplirá por medio del esfuerzo humano, sino por una revelación del Espíritu y la activación de nuestra fe para hablar de acuerdo a los planes de Dios. Como dice Job 22:26-28:

“En el Todopoderoso te deleitarás; ante Dios levantarás tu rostro. Cuando ores, él te escuchará, y tú le cumplirás tus votos. Tendrás éxito en todo lo que emprendas, y en tus caminos brillará la luz”.

El resultado final de esta expresión de la gloria de Dios será una cosecha notable de almas, más allá de cualquier experiencia que se recuerde en la historia de la Iglesia moderna. No será sólo un mensaje para nuestra nación, sino para todas las naciones de la tierra; no será controlado o administrado por una agencia humana, sino por el liderazgo del Espíritu Santo.

La gloria separa

La rebelión de Coré fue juzgada por la gloria de Dios. Números 16:19-21 señala:

“Cuando Coré hubo reunido a toda su gente en contra de Moisés y Aarón a la entrada de la Tienda de reunión, la gloria del Señor se apareció ante todos ellos. Entonces el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: Apártense de esta gente, para que yo la consuma de una vez por todas”.

Así como la rebelión de Coré fue juzgada por la gloria de Dios, sucederá lo mismo con las semillas de rebelión que habitan dentro de nosotros como individuos y a nivel corporativo. Sólo desde este lugar seremos capaces de separar lo limpio de lo contaminado.

El stress y la agitación en el mundo se incrementarán continuamente mientras el tiempo presente llega a su plenitud y el Reino del Señor se prepara para ser revelado. La confrontación entre la luz y las tinieblas también escalará mientras aumenta la maldad. Asimismo, los hijos de la luz deben responder ofreciendo esperanza y salvación a través de la obra redentiva del Señor.

Recientemente pude ver esta escalada en un encuentro revelador. En él pude ver una puerta abierta desde las entrañas del infierno a través de la cual se soltaban hordas de espíritus malignos de una naturaleza profunda. Pude reconocer las características de algunos de ellos. Uno se parecía a Adolfo Hitler y otro era como Josef Stalin. Creo que estos representan espíritus malignos que operaron a través de estos tiranos de la historia.

Observe mientras estos espíritus se manifestaban ante la gente, entrenándolos para caminar en las tinieblas y en un nivel de maldad como nunca antes se vio en nuestra generación. Fue como si la gente era identificada y equipada para llevar “mantos” de tinieblas como nos profetizaron los ancianos acerca de los últimos días.

Mientras esto ocurría, pude oír una voz audible que decía: “Los hijos de la Luz deben responder en ese nivel”. Con esa exhortación, pude ver ángeles descendiendo desde el Cielo especialmente preparados para la confrontación del tiempo final. Fueron comisionados para encontrarse con la gente a través de visitaciones angelicales y entrenarlos para caminar bajo mantos de revelación y poder.

Luz vs tinieblas

El Reino del Señor que se caracteriza por justicia, paz y gozo, será más pronunciado en el Cuerpo de Creyentes, mientras las tinieblas siguen un curso de aceleración paralelo. Mientras estamos en este mundo, se nos advierte que no debemos participar del espíritu del mundo. ¡La luz brilla más en tiempos de oscuridad extrema!

Aquellos que se rindieron a la obra del Espíritu de Dios se desarrollarán en justicia y:

“…brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga” (Mateo 13:43)

En los últimos siglos de la historia de la Iglesia se vieron numerosas expresiones de “aperturas” espirituales que cambiaron a las siguientes generaciones. Dios usó a Martín Lutero para traer una unción de apertura que restableció la realidad donde el justo vivirá por la fe.

Siguiendo a Lutero, Juan Wesley y otros, avanzaron más allá con el mensaje de la santificación y una unción de apertura que alteró el entendimiento de sus días sobre la vida cristiana. Luego experimentamos otra apertura durante los días de William J. Seymour y el derramar de la calle Azusa. Luego de este, vino otro durante los días de William Branham y el derramar de la “Lluvia tardía”.

En este momento, estamos en el umbral de la apertura más significativa de todas que nos guiará hacia la manifestación del Cuerpo de creyentes que funcionan como hijos e hijas de Dios para hacer las obras que Él hizo. Este será el único antídoto contra las tinieblas y la maldad que permearán los años por venir. En este tiempo se nos exhorta a abrazar nuestra oportunidad para prepararnos y calificar para esta responsabilidad.

Esta generación verá la mayor demostración de gracia jamás experimentada y cada indicación señala hacia una realidad inminente. Esta generación surgirá con gritos de “gracia, gracia”.

Visión para el futuro

La Biblia enfatiza que la humanidad perecerá cuando haya falta de conocimiento espiritual y sin visión, el pueblo se desenfrena y no tiene orden. Además, el espíritu de revelación es un prerrequisito para cooperar con Dios y poder operar en sus planes para los últimos días.

A cada uno de nosotros se nos entregó una medida de fe; por lo tanto, se requiere visión espiritual para adecuar nuestra fe hacia las cosas que tienen valor espiritual. El Señor nos garantiza en este tiempo depósitos frescos de su unción de revelación para proveer claridad, visión y el verdadero conocimiento de Él. Esto comenzará a santificarnos para la batalla que vendrá.

Recientemente oí al Espíritu Santo decir: “Puedes ver las cosas como aparentan ser o puedes verlas como son en realidad”. Esta exhortación nos desafía a comenzar a ver las cosas desde la perspectiva celestial; esa fue la experiencia garantizada para Giezi cuando Eliseo oró para que sus ojos se abrieran. Cuando garantizó la unción de revelación, el siervo de Eliseo vio los montes repletos de los ejércitos Celestiales que superaban sin número al del enemigo. Repentinamente su perspectiva cambió desde el temor a la fe por la visión espiritual y por ver las cosas desde el punto de vista de Dios.

Los líderes conocerán cada vez más esta oportunidad y encontrarán una gracia profunda para entrenar y equipar al cuerpo para vivir en la revelación de las realidades Celestiales. Esto también va de la mano con el funcionamiento del panel de jueces delegados para separar la profecía verdadera de la falsa.

Se está distribuyendo entre nosotros una unción de “ocupación”. Una cosa es experimentar una apertura, pero otra completamente diferente es ocupar lo que el enemigo dejó atrás. Debemos estar preparados y movilizados con un plan de ocupación cuando consideremos varias ciudades y regiones. Recibimos la autoridad y el dominio para ocupar las áreas para las cuales tenemos revelación espiritual. Jesús dijo:

“Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos buscando un descanso. Y al no encontrarlo, dice: Volveré a mi casa, de donde salí. Cuando llega, la encuentra barrida y arreglada. Luego va y trae otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado final de aquella persona resulta peor que el inicial” (Lucas 11:24-26).

Este tiempo resalta la importancia de formalizar un plan de ocupación movilizando al Cuerpo de Cristo. Habrá una gracia especial en este tiempo para entrenar y equipar líderes que no teman conquistar y ocupar la tierra por la cual recibieron visión espiritual.

Es una triste realidad descubrir que muchos de los lugares que alguna vez experimentaron una gran victoria espiritual ahora se transformaron en refugios para las tinieblas. Aún así, nuestra gracia para este tiempo es recuperar el terreno y recordar que el Señor de su promesa establece:

“Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas que envié contra ustedes: las grandes, las pequeñas, las larvas y las orugas” (Joel 2:25).

Enfocados en lo que viene

En un sueño reciente, mi amigo Bob Jones dijo: “Aquellos que observan estrictamente la gloria pasada, tendrán poca expresión en la gloria presente, porque sólo se enfocan en algo que se está marchitando”.

“Y si vino con gloria lo que ya se estaba extinguiendo, ¡cuánto mayor será la gloria de lo que permanece! Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza. No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo. Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo” (2 Corintios 3:11-14).

Aquellos que observan la gloria marchita de los días que pasaron, lo hacen desde una perspectiva equivocada y no comprenderán las cosas que están por acontecer. Aunque edificamos sobre el fundamento de las cosas que ocurrieron en el pasado, no podemos seguir moviéndonos exclusivamente por las expresiones de esos avivamientos. Hay algo nuevo y fresco en el horizonte que será una manifestación continua de los atributos y la gloria divina del Cielo.

Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. No podemos contentarnos con un punto de vista retrospectivo cuando la mayor gloria está por llegar. El Espíritu produce libertad y emancipación de las ataduras del pasado, proveyendo la esperanza de un futuro glorioso reposando en Él. El Espíritu Santo está equipando y supliendo a un cuerpo de gente para que vivan en libertad.

Enfocado en la luz, no en las tinieblas

Hay una exhortación que viene del Señor resaltando nuestra necesidad para concentrarnos más en las cosas que Él está preparando en lugar de hacerlo en nuestro adversario. Aunque hay mérito en conocer los planes del enemigo para movilizarnos en oración e intercesión para vencer sus artimañas, para nosotros sigue siendo imperativo establecer la promesa del Cielo para esta generación.

Nuestros medios seculares se transformaron en un canal para sembrar semillas de temor en el corazón de las personas. Asimismo, también hay ministerios fatalistas que desafortunadamente exageran la influencia de las tinieblas en esta generación, sin prestarle la atención adecuada a la luz que también será delegada para preparar y apartar a la gente. Donde abunde la maldad, sobreabundará la gracia.

La unción reveladora que descansa sobre el pueblo de Dios permitirá prevenirlos de las tinieblas que vendrán. Sin embargo, también permite una visión del depósito de virtud y gloria que se derramará con una medida sin precedentes. No nos podemos permitir concentrarnos de una manera excesiva en las tinieblas, sino abundar con anticipación en la grandeza de Dios que será demostrada. ¡La luz siempre vencerá a las tinieblas! Vivimos en un tiempo de gran oscuridad, pero nuestra directiva es concentrarnos en la Luz. Debemos levantarnos para brillar porque nuestra Luz ha llegado.

Paul Keith y Wanda Davis

“¡Se suelta el poder de la resurrección! ¡Los vientos del Cielo facilitarán los grandes cambios!”

Por Barbie Breathitt

clip_image002¡Profetiza a los huesos secos!

La mano poderosa de Dios trae consuelo y nos permite atravesar el desierto del valle de los huesos secos. Aprender los caminos asombrosos de Dios nos da la fortaleza para trepar por encima de los obstáculos y alcanzar los picos más altos de los montes. En el valle Dios revela el destino y el propósito, porque muchos están desarticulados, secos, estériles y muriendo en su confusión. Establecemos nuestras metas para alcanzar las cimas de los montes.

El poder de la resurrección se suelta para que podamos hablar y alentarnos a nosotros mismos en el Señor. Debemos traer nuevas esperanzas y hablarles vida a aquellos que están muertos y desesperados. En la medida que nuestros oídos se inclinen a oír la voz del Señor, sus palabras crearán abundancia. La Fuente de vida eterna nos conectará con otros que nos llenarán de poder para llegar a ser lo que estamos destinados a ser.

“La mano del Señor vino sobre mí, y su Espíritu me llevó y me colocó en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Me hizo pasearme entre ellos, y pude observar que había muchísimos huesos en el valle, huesos que estaban completamente secos. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos? Y yo le contesté: Señor omnipotente, tú lo sabes. Entonces me dijo: Profetiza sobre estos huesos, y diles: ¡Huesos secos, escuchen la palabra del Señor! Así dice el Señor omnipotente a estos huesos: Yo les daré aliento de vida, y ustedes volverán a vivir. Les pondré tendones, haré que les salga carne, y los cubriré de piel; les daré aliento de vida, y así revivirán. Entonces sabrán que yo soy el Señor. Tal y como el Señor me lo había mandado, profeticé. Y mientras profetizaba, se escuchó un ruido que sacudió la tierra, y los huesos comenzaron a unirse entre sí. Yo me fijé, y vi que en ellos aparecían tendones, y les salía carne y se recubrían de piel, ¡pero no tenían vida! Entonces el Señor me dijo: Profetiza, hijo de hombre; conjura al aliento de vida y dile: Esto ordena el Señor omnipotente: Ven de los cuatro vientos, y dales vida a estos huesos muertos para que revivan. Yo profeticé, tal como el Señor me lo había ordenado, y el aliento de vida entró en ellos; entonces los huesos revivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército numeroso!” (Ezequiel 37:1-10)


Los vientos del Cielo traen cambios

Los vientos del Cielo facilitan los grandes cambios y unifican a aquellos que están llamados a caminar juntos; por lo tanto, se soltarán las bendiciones que el Señor ordenó.

Si buscamos intensamente el rostro glorioso de Dios, Él responderá las preguntas que haya en nuestro corazón. Pase tiempo descansando en su presencia para oír su voz. Dispóngase a despojarse y a trascender a los deseos de su carne para llegar a la unidad con el Espíritu. Dirigirá sus pasos, permitiéndole hacer los cambios necesarios que lo llevarán hacia un buen lugar.

Juan 12:26 dice: “Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará”. Cuando Jesús caminó por la tierra, lo hizo revestido de humildad y derramó su vida por quienes lo amaban, pero también entregó su vida para salvar a aquellos que lo odiaban y eran sus enemigos.

Rechace las distracciones de todo aquello que trate de alejarlo del amor del Señor. Dios lo ama incondicionalmente y le ofrece su gracia para cubrir multitud de pecados. ¿Cómo podemos ofrecerles menos a quienes nos rodean?

La transición y los cambios nunca son sencillos o cómodos; para llevarnos hacia un nuevo nivel, nos estiran hasta el máximo de nuestra capacidad. Manténgase sólo enfocado en Aquel que es verdad y luz, continúe confiando en su guía y cuidado seguros. Rendirnos por completo a los propósitos de Dios en nuestras vidas nos asegura una estabilidad que el mundo no puede comprender. Así como los cuatro vientos soplan y toda la tierra tiembla, lo único que permanece inconmovible y verdadero es el Reino de Dios.

Isaías 54:10 dice: “Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, dice el Señor, que de ti se compadece”. Buscar sinceramente el amor de Dios soltará grandes impresiones, revelaciones y nuevas fuerzas para movernos con coraje hacia el cumplimiento de sus planes y propósitos divinos en la vida.

El Salmo 27:14 dice: “Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!”. En tiempos cuando los corazones desfallecerán por causa del temor, estamos llamados a mostrar el camino permitiendo que nuestra luz brille en la oscuridad, señalando hacia la libertad.


Regresará lo que perdimos

Estamos saliendo del ciclo del desierto. El Espíritu del Señor está trayendo restauración sobre aquellos que fueron heridos, maltratados, sin esperanza y atribulados en su fe.

Estamos entrando en un nuevo tiempo donde regresará todo lo perdido o robado. Aprenda a profetizar mientras el Señor ordena la victoria sobre las situaciones y las tormentas que lo rodean. David se animaba cuando veía la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Nosotros también podemos poseer esta promesa mientras olvidamos aquellas cosas que nos lastimaron y trataron de impedirnos alcanzar nuestro potencial, distrayendo nuestra atención hacia los errores del pasado.

Dios no nos mira en nuestro pecado, nuestras debilidades o en nuestras fallas. Él nos ve a través de la Sangre de Jesús. La fe mira hacia adelante esperando recibir las bendiciones y las cosas buenas de la vida. Todos obtenemos lo que esperamos. Mientras abandonamos la sequedad del desierto que intenta debilitar y drenar nuestra excitación por la vida, recibiremos un aliento fresco del Espíritu. Al prepararnos para nuestro nuevo nivel de unción, poder y favor, el Señor redireccionará nuestras sendas.

Hay una impartición fresca de “todo lo puedo en Cristo Jesús que me fortalece”, viniendo sobre aquellos que creen; se levantarán y la declararán con confianza. ¡Que los redimidos del Señor lo declaren! Atravesar el peregrinar del desierto de la desesperanza y el despojo hacia la tierra prometida del aumento, la abundancia y el gozo, ocurre mientras nos ponemos de acuerdo con los planes del Señor para nuestra vida.

Estamos en el mismo umbral de un mover hacia realidades de gloria a través del pacto de relación con Jesús. Podemos elegir subir en la realidad de la paz, la prosperidad y el entendimiento de la revelación fresca o seguir atrapados en las peleas en las que nos encontramos batallando.

Génesis 17:2 dice: “Así confirmaré mi pacto contigo, y multiplicaré tu descendencia en gran manera”. La multiplicación siempre es mejor que la suma porque el rango de aceleración nos dispara hacia la plenitud y fluye de inmediato. Este no es un tiempo para esperar a mañana o alguna fecha en el futuro; el tiempo es ahora.

¿Desea abrazar los cambios?

Dios nos otorgó el libre albedrío para ejercitar nuestra voluntad para traer cambios y crear un entorno para nuestras vidas que nos permita prosperar. ¿Desea abrazar los cambios necesarios para ir hacia el siguiente nivel? ¿Tomará el riesgo de romper el ciclo de la derrota? Si continúa por el mismo camino, eventualmente completará el círculo y repetirá los mismos errores una y otra vez. Para entrar en el aumento y la plenitud, debe soltar su fe para ver lo que nunca vio y poseer lo imposible.

La palabra cambio asusta un poco, pero también representa un desafío excitante para otros que quieren romper el statu quo de la normalidad y llegar a ser excepcionales.

Ore y pídale al Espíritu Santo que le revele las áreas de cambio que necesitan atención en su vida. Recíbalas y abrácelas con gratitud. Pida entendimiento y luego suéltelo desde su vida. Profetice como se le ordenó. Permita que sus huesos se sacudan, suenen y se vuelvan a unir. Tome su posición en este gran ejército de cosechadores que se está levantando para la cosecha del fin de los tiempos.

Que Dios sople sobre usted,

Barbie Breathitt

lunes, 7 de junio de 2010

“Una palabra para la Iglesia: Estás alegre”

Por Sean Feucht

clip_image002Cuando me enteré hace poco tiempo que mi padre tenía un gran tumor cerebral en Nueva Zelanda, mi familia y yo tuvimos que correr con ese asunto. Debo ser honesto al decirle que nunca antes había enfrentado una situación como esta en toda mi vida. Justo cuando terminaba mi primer libro y estaba a punto de enviárselo a los editores, sentí que tenía todo bajo control respecto a lo que Dios está haciendo con mi vida en este tiempo. Pero esta situación me tomó fuera de base. Ahora sé lo que se siente al estar quebrantado como nunca antes en toda mi vida.

Esta situación expuso cada temor, pensamiento de ansiedad y mentira de incredulidad que de alguna manera se escondió en la profundidad de mi alma. Pero así como el enemigo trabajó en contra de mi familia con furia para tratar de hacerme caer en el desánimo, el temor y el pánico por medio de los reportes médicos, Dios me atraía cada vez más hacia Él. No podía explicarlo con claridad, pero es una cercanía extraña de su presencia que se negaba a apartarse de nuestro lado. Sin importar si estaba orando, adorando, reunido con los médicos o teniendo una conversación casual, había una atmósfera de paz y reposo que nunca antes había conocido.

No estoy para nada impresionado con la estrategia del enemigo o con sus obras de maldad. Mi familia y yo confiamos plenamente, creemos y esperamos una sanidad milagrosa que traiga gloria a Dios. No tenemos otra opción. Pero me siento impulsado a compartir algo de mi experiencia de fe, porque sé que lo fortalecerá y desatará una esperanza fresca en su corazón.

Hay una palabra para la Iglesia ahora mismo que no puedo dejar de pensar a la luz de las experiencias de las últimas semanas que pasé: “Es alegre”.

Su mayor arma secreta

Dios reveló con claridad y activó lo que creía que era su mayor arma secreta en estos últimos días en contra de cada plan y estrategia perversa del enemigo. Esta estrategia es simplemente su Esposa llenándose de vida. Aunque crecí en la Iglesia toda mi vida y acudí por lo menos 87 veces al altar para entregarme al Señor antes de lo seis años, nunca fui testigo de la fortaleza, el poder y la fuerza que se generaba cuando la Iglesia se transformaba en una realidad viva en mi vida.

Cada vez que aparecen noticias como estas, nos sentimos abrumados y atónitos con el clamor global de la Iglesia para pelear, sostener, alentarnos y afirmarnos en cada paso del camino para pelear por nuestro avivamiento y sanidad. Hubo personas que dejaron de hacer sus cosas, viajaban largas distancias y nos entregaban cantidades de recursos para ayudarnos en nuestro tiempo de necesidad. Hubo comunidades enteras por todo el mundo que organizaron cadenas de oración las 24 hs del día, los 7 días de la semana para cubrir a nuestra familia, aunque nunca tuvieron el privilegio de conocer a mi padre. Varios amigos cercanos se negaron a abandonar sus ayunos hasta que se desatara una sanidad completa. Las relaciones de pacto nunca fueron tan fuertes en mi vida y esto me llenó de fuerzas y fuego como nunca.

Por la naturaleza de esta enfermedad agresiva y demoníaca para la cual no hay cura médica, la Iglesia se dio cuenta que una respuesta sobre la vida de mi padre, establecería un precedente legal para que se soltaran sanidades y respuestas para todos aquellos que están bajo ataques de enfermedad por todo el mundo. Miles o millones de vidas son cortadas antes de tiempo cada año por diversos tumores. Estamos orando para ver la manifestación de las respuestas más contundentes durante las últimas semanas, aún sobre la vida de mi padre. Pero nuestras oraciones y clamores están enfocados en erradicar los tumores y el cáncer de toda la humanidad. La Iglesia se fortalecerá con la simiente prometida que aplastará la cabeza de la serpiente conforme a Génesis 3:15.

Es flexible

La Novia de Cristo es hermosa y poderosamente flexible. Aunque somos conscientes de los asuntos y desafíos de la Iglesia en Occidente, en esta hora Dios está mostrando su flexibilidad para pelear, perseverar y vencer como Él. Se deben eliminar las ofensas, excusas, sarcasmos, cinismos y engaños que se levantan en nuestros corazones, mientras recuperamos la frescura en el mandato del Cuerpo para transformar al mundo.

Estaba predicando en Greensboro, Carolina del Norte, cuando el Señor bombardeó mi espíritu con la promesa de Jesús que aún las puertas del infierno no prevalecerían en contra de la Iglesia (Mateo 16:18). Mientras miramos la devastación, el hambre, las guerras y las fuerzas del infierno que sueltan muerte y temor sobre todo el mundo, sólo un poder es capaz de confrontar y combatir este reino. Sea el tsunami de Indonesia, el tráfico humano de esclavos en Cambodia, el tremendo terremoto en Haití o el tumor canceroso en Virginia, la Iglesia siempre fue la primera en llegar a la escena para responder, extender sanidad y esperanza hacia el mundo. Llenos del mismo poder que levantó a Jesucristo de la tumba, es brillante y radiante para demostrar el Reino y las obras del Cielo hacia los quebrantados y oprimidos.

“Ella es flexible”. Aunque satanás trabaja implacablemente para sacudirla y extinguirla por medio de la persecución, la muerte, la apatía y el espíritu del humanismo, se vuelve a levantar más fuerte. Esta evidencia se puede ver con claridad hoy en la Iglesia en China, India, Irán y aún en los campus universitarios de EEUU, explotando de una manera sin precedentes en la historia en medio de la adversidad.

El clamor sostenido

Le estoy escribiendo desde la ciudad menos alcanzada y con menos Iglesias en el continente Americano. Más de 85 naciones, 5500 atletas, dignitarios de jerarquía y jefes de estado llegan a Vancouver, Canadá, representando un flujo de cientos de miles de personas. Este es el mayor evento deportivo y cultural de los últimos dos años y los ojos del mundo estarán enfocados en esta ciudad.

Una vez más, la Iglesia se posicionó correctamente en medio de este frenesí caótico de adoración, intercesión y amantes de Cristo de todas las denominaciones e Iglesias que encendieron la antorcha de la intimidad y el amor por 24 horas. Lo hicimos hace dos años en Beijing con la Iglesia subterránea y estamos aquí una vez más con una fe fresca y alegre. Es un clamor sostenido y unificado que reverberará por toda la ciudad de Vancouver y hará eco en los corazones de las tribus de cada rincón de la tierra. En la paz de su presencia, sabemos que todo es posible y nuestros corazones explotan con expectativa y fe para que ocurra un cambio en toda la región.

El espíritu del humanismo, las enfermedades incurables, el hambre, las guerras y los rumores de guerra, los desastres naturales y el cinismo, no harán retroceder a la Iglesia porque se acerca su mejor tiempo con velocidad. Brillará con una intensidad que atraerá a las “naciones hacia su luz y a los reyes hacia el brillo de su amanecer” (Isaías 60).

Únanse a nosotros con sus oraciones para desatar un avivamiento global por todo el mundo y para que se vaporicen los tumores mientras nos afirmamos con una alegría que revela el espíritu vencedor de Jesucristo.

“Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos” (2 Corintios 4:8-9).

¡La Iglesia está alegre!

Sean Feucht

“2010: el año de la germinación de las semillas plantadas a lo largo de los años”

Por Bill Yount

clip_image002Juan 12:24 dice: “Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto”.

Es como si esas semillas estuvieran gritando: “¡Se terminó nuestra estación de muerte!”

En el Espíritu, estoy oyendo un sonido que nunca antes había oído. Es un sonido de las semillas que Dios plantó a través de nosotros y murieron dentro de los corazones de piedra de muchas personas. Transcurrió una larga temporada desde la última vez que oímos de estas semillas. Estaban silenciados por la muerte. Pero a pesar de la muerte, estas semillas ahora comenzaron a rugir como si la muerte misma ya no pudiera retenerlas. ¡La misma vida de Cristo dentro de esas semillas ahora comenzaba a vencer la muerte y pude ver que germinaban de tal manera que arrancarían las mismas puertas del infierno! Es como si estas semillas estuvieran gritando: “¡Terminó nuestro tiempo de muerte! Aleluya, ahora estamos vivas”. Las semillas que murieron con los sueños de Dios sin cumplir dentro de ellas, ahora comenzaban a revivir, adorando a su Creador, mientras comenzaban a germinar.

¡El campo de los sueños era una realidad! Las semillas plantadas desde muchos años atrás hasta el día de hoy, comenzaban a germinar. Las semillas que sembramos de la Palabra de Dios, los actos de piedad y aún las sonrisas, están provocando una gran cosecha mientras germinan dentro de muchas personas que habíamos olvidado y les traerán esperanza.

¡Preñados con los sueños de Dios!

Eclesiastés 11:4-6 dice: “Quien vigila al viento, no siembra; quien contempla las nubes, no cosecha. Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, creador de todas las cosas. Siembra tu semilla en la mañana, y no te des reposo por la tarde, pues nunca sabes cuál siembra saldrá mejor, si ésta o aquélla, o si ambas serán igual de buenas”.

Nuestras dos hijas están esperando su primer niño para el primer mes de este año. Estuvimos saturados de ultrasonidos y es asombroso verlos. Comienza por ver algo pequeño y luego los miembros diminutos aumentan de tamaño, mientras el cuerpo crece. No podemos figurarnos cómo sucede, pero es la semilla que lo hace posible. Creo que este año será un tiempo record de semillas que germinarán en los vientres de muchas mujeres… ¡aún será un año de bebés sorpresivos!

Germinar significa “comenzar a hacer crecer o brotar”. Cuando una semilla cae en el terreno y muere, se ve diferente a como es cuando comenzó a germinar y sale a la superficie. Muchos ministerios, trabajos y sueños que aparentemente estaban terminados, comenzarán a germinar repentinamente, con una apariencia diferente en nuevas dimensiones este año. El enemigo no podrá cortar nada de ti, pero nos Dios está podando para vernos como Él en todo.

No te enfoques en tus sueños muertos, en tu trabajo muerto o en tu ministerio muerto; oye a la semilla que está rugiendo para manifestarse en novedad de vida. Algunos trabajos que terminaron en algún lugar, germinarán en otro. Tu don hará espacio para ti. ¡Tu semilla creció hasta ocupar todo el espacio donde te encuentras! Ahora necesitas un espacio más amplio para tu don. El lugar donde quedaste preñado del sueño de Dios no siempre será el mismo donde darás a luz.

Hay semillas que pensaste que murieron para siempre

Muchas semillas plantadas dentro de nosotros por el Espíritu Santo que parecían muertas para siempre (eso creías), ahora están haciendo ruido y gimiendo. Aún las cosas que “pensabas” que Dios te dijo que se habían terminado…. no es así.

Hace veinticinco años escribí una canción con mi hermano que cantaron muchas personas y pude ser una bendición para muchos. Luego de varios años, la canción parecía haber llegado a su punto final y ya nadie la oía. Una vez escribí el nombre de la canción para ver si realmente quedó en el olvido. Me convencí que la canción tenía un tiempo y había llegado a su final. Pero sólo hace dos meses, puse el nombre en ITunes y pude ver que la canción estaba allí cantada por Claudelle Clarke, la reina de la música Gospel de Jamaica, con una carrera de cuarenta años. La contacté y como la compañía donde la registré cerró quince años atrás, ella no pudo encontrar a los autores de la canción. A veces cuando nuestro nombre se pasa por alto o quedó en el olvido, Dios usa una semilla que plantamos para hacer que otros cosechen bendiciones donde no sembraron y poder llevarlas más lejos que nosotros.

1 Corintios 3:6 dice: “Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento”.

Gálatas 6:9 dice: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”.

Estoy aprendiendo que cuando me siento desmayar, es cuando realmente estoy recibiendo el punto de vista de Dios y la semilla que sembré, está comenzando a gemir y brotar en alguna parte, en alguna persona o en alguna nación.

Bill Yount