viernes, 11 de diciembre de 2009

2010: Confrontando para mostrar la Gloria del Reino

 

Por Bladimiro Wojtowicz

clip_image002Luego de un tiempo de oración y búsqueda del Señor para recibir una palabra que defina los tiempos que deberíamos afrontar a nivel personal y como ministerio durante el año que viene, recibí las siguientes impresiones en mi espíritu.

Daremos razón de nuestra fe

Judas 1:3 dice: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Énfasis añadido).

Desde que la Iglesia ingresó en el Tercer Día del Señor, se acentuó el proceso de transformación que comenzó durante los últimos años del Siglo XX. La restauración del gobierno apostólico y profético sobre la Iglesia, se manifestó en un crecimiento notable a lo largo del continente Latinoamericano. Esto comprende tanto en el número de personas ganadas para el Reino de Dios, como en la presencia progresiva de la Iglesia en áreas clave de la sociedad.

Pude ver en mi espíritu que todos estos años fueron de preparación y maduración para lo que vendrá: Un tiempo de confrontación, donde seremos llamados a dar razón de nuestra fe. Todo aquello que declaramos creer a lo largo de estos años, será confrontado por el espíritu humanista de este siglo. El Señor abrió un espacio de tiempo lo suficientemente amplio para prepararnos en el mover apostólico y profético para estar listos para la confrontación en la hora que viene.

Pude ver en mi espíritu que a partir de este tiempo, los apóstoles y profetas serán convocados por las autoridades que gobiernan la sociedad para aportar soluciones definitivas a los problemas que escaparon a su control. Tenemos que estar listos para dar una respuesta viable y contundente en áreas como el abuso de drogas, la delincuencia juvenil, la violencia cotidiana, la homosexualidad, la corrupción desbordada, la escasez de viviendas dignas y los conflictos familiares crecientes; sólo por nombrar algunas.

Los líderes cristianos que no tengan una respuesta clara y contundente ante estas demandas que asfixian a nuestra sociedad, quedarán expuestos ante los ojos del pueblo como meros teóricos de la Palabra. La gente no se conformará sólo con un mensaje inspirador, demandará las señales que acompañan al gobierno apostólico y profético.

Tiempos de aceleración

Pude ver en mi espíritu que se producirá una gran aceleración en los procesos madurativos dentro del pueblo de Dios, tanto en las personas nuevas como en los cristianos maduros. Esto acotará los plazos para la manifestación de los diseños de Dios en las naciones.

El Señor me mostró que esto no ocurrirá por causa del trabajo de esta generación, será el fruto de la fe y la fidelidad de las generaciones anteriores que clamaron y anhelaron ver nuestros días.

Veremos personas llegando a los pies del Señor por medio de conversiones dramáticas que no dudarán ni un segundo en consagrarse al servicio del Rey de una manera drástica. Pude ver en mi espíritu que se manifestará una unción de radicalidad sobre el pueblo de Dios que le permitirá confrontar al espíritu humanista con una audacia nunca antes vista.

Impartición de la fe de Abraham

Hebreos 11:8-11 dice: “Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa” (Énfasis añadido).

Pude ver en mi espíritu que el Señor impartía la fe de Abraham sobre su Iglesia. Esto se manifestará en una osadía y atrevimiento nunca antes vistos para avanzar en proyectos que conquistarán áreas de la sociedad que hoy se encuentran bajo el dominio de las tinieblas. Nacerán ministerios de mercado, donde apóstoles, profetas, maestros, pastores y evangelistas, ocuparán los lugares de autoridad en todas las áreas de la sociedad, marcando la pauta a seguir en las artes, las ciencias, la economía, la educación, la filosofía, los deportes, las fuerzas armadas, el poder judicial y la política; sólo por citar algunas de ellas.

Así como Abraham, los hijos de Dios no temerán pisar terrenos que hasta ahora estuvieron vedados para la Iglesia o donde su expresión fue muy tenue, manifestando el gobierno apostólico y profético. Este es el tiempo donde los diseños divinos alcanzarán su máxima expresión por medio de la gente del Reino que se atreva a encarar proyectos imposibles ante los ojos de los hombres. Estos serán los beneficiarios de una gran transferencia de riquezas que están aguardando el día que decidan dar el primer paso.

Cuando Abraham dejó su tierra y su parentela, era un hombre próspero. Pero sus riquezas se multiplicaron de una manera incontable luego que tomó la decisión de avanzar hacia la tierra que Dios le entregó. Esta es una expresión clara de la transferencia de riquezas que viene sobre todos aquellos que se muevan bajo la misma unción de osadía y atrevimiento que reposó sobre Abraham.

Manifestación del fruto de los padres de fe

Pude ver en mi espíritu la manifestación del fruto de la fidelidad de los padres de fe que decidieron abrir una brecha en la tierra para la expansión de sus linajes. Así como ocurrió con Abraham, llega un tiempo en la vida de todo padre donde decide dejar de vivir para sí mismo y comenzar a vivir por el destino de su linaje. Estos no dudarán en poner sus espaldas para soportar los ataques y las pedradas de los enemigos de la fe, con tal de proteger a su simiente. Esta es la marca que caracteriza a todo padre de fe.

Este es el tiempo donde los padres de fe cosecharán el fruto de su fidelidad al ver la manifestación de la gloria de Dios sobre sus linajes.

Abandono sistemático

Filipenses 3:13-14 dice: “Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (Énfasis añadido).

Pude ver en mi espíritu que se manifestaba una unción que capacitaba a los hijos de Dios para entrar en procesos de abandono sistemático. Así como sucedió con los discípulos de Jesús, en estos días veremos personas que no dudarán en dejar todo lo que tienen por seguir al Señor para alcanzar mayores niveles de gloria. Esta unción se caracterizará por un gran desapego ante cualquier posesión material o posición social que pudiera detener su avance dentro del Reino de Dios. Para los ojos de los hombres esto será una gran locura, pero la gente del Espíritu reconocerá un referente a seguir dentro del Reino.

Año de recompensas integrales

Marcos 10:29-30 dice: “Les aseguro, respondió Jesús, que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos, recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna”.

Pude ver en mi espíritu que a partir de este año, el Padre entregará recompensas integrales sobre sus hijos. Esta cosecha no se limitará a las semillas que sembramos en el Reino, abarcará todas las cosechas que quedaron retenidas en nuestras generaciones pasadas. Toda generación llega a esta tierra con la provisión de recursos necesaria para consumar su propósito, pero si estos recursos no son reclamados por gente piadosa, pasarán a la siguiente generación.

Pude ver en mi espíritu cómo en este tiempo se levantarán hijos de Dios que caminarán en fidelidad al pacto que hicieron con su Padre y esto los calificará para acceder a las cosechas integrales e inesperadas que quedaron retenidas en sus generaciones pasadas. Dirán: “Señor, ¿cuándo sembré para cosechar esto?”. El Señor les responderá: “Como sembraste una semilla de fidelidad y lealtad, en este tiempo recibirás todos los recursos que tus generaciones pasadas desecharon porque no comprendieron su propósito en la vida”.

Conclusión:

A partir del año 2010, se abre un tiempo para los hijos de Dios caracterizado por grandes confrontaciones en todas las áreas de la sociedad. No puede haber manifestación de la gloria del Reino de Dios sin una confrontación previa contra el espíritu de este siglo.

El espíritu humanista enquistado en nuestra sociedad será aplastado por medio de esta confrontación y en cada campo de batalla, brillará la gloria de Dios como un estandarte en medio de su pueblo.

Los amamos y bendecimos,

Prof. Bladimiro y Magui Wojtowicz

“2010: Es tiempo de creer por imposibles”

 

Por Barbie Breathitt

clip_image002Con Dios, todas las cosas son posibles

Es tiempo de ver y creer que con Dios todas las cosas son posibles (Lucas 1:37). Así como el ángel del Señor le habló a María acerca de su pariente Elizabeth en Lucas 1:36, una mujer que era estéril, pero tenía seis meses de embarazo; así será para muchos en el 2010. En contra de toda la oposición, surgirá en abundancia el fruto de todo lo que estuvimos esperando ver.

Elizabeth y su esposo sirvieron con fidelidad. Elizabeth esperaba un hijo aún cuando fue etiquetada como estéril. Dios nos dará el deseo de nuestro corazón como una señal de su fidelidad y esto será por medio de caminos extraños e inusuales. Cuando vengan, necesitarán nutrición y mucho cuidado. Elizabeth era conocida como estéril. Ana era estéril, despreciada y escarnecida por Penina, la otra mujer de Elcana. Pero Dios recordó a ambas. Si una mujer anciana y estéril pudo fructificar a su edad, ¿qué podría detenernos de ser fructíferos? A menudo se simboliza a la Iglesia como una mujer, mientras oramos por las almas, nacerán muchas en el Reino de Dios.

Este año veremos verdaderos alineamientos con otros para el propósito de Dios. Así como María necesitó ir a Elizabeth para cumplir la profecía y el destino, Dios nos alineará con la gente correcta por el propósito, sin importar cuán grande o pequeño pudiera ser. Cuando María se acercó a Elizabeth, el bebé saltó dentro de su vientre (Lucas 1:41) y fue llena del Espíritu Santo, proclamando bendición sobre María y el fruto de su vientre. En los verdaderos alineamientos, existe un reconocimiento y una bendición del fruto y la promesa en el Espíritu que carga toda persona.

Juan el Bautista estaba lleno del Espíritu Santo desde su concepción. Debido a nuestras experiencias del pasado, aprendemos el valor de lo que se nos entregó. Cuando Dios nos da un nuevo comienzo al activar o avivando los dones dentro de nosotros por el Espíritu Santo; aparecerá lo nuevo. Este nuevo comienzo traerá un fruto eterno. Anímese, no cayó en el olvido o el anonimato.


Nuevo orden en el 2010

Diez es el número de la ley, el gobierno, la restauración, la nutrición, el orden, las pruebas y los juicios en nuestro peregrinar por el desierto, además es el número de la responsabilidad. Cuando la economía mundial parece decrecer, creo que es vital incrementar nuestros diezmos y ofrendas para mantener la provisión espiritual y sobrenatural en nuestra vida. Diez es el número que representa al Pastor y el testimonio. Veremos la culminación de muchas cosas que llegarán a la plenitud de los tiempos, trayendo una nueva perfección de orden. El Señor le recordará que el 2010 es el año para tomar responsabilidad por el nuevo orden divino que nos entregó. El nuevo orden de Dios traerá la restauración de las cosas que nos robaron durante la peregrinación por el desierto.

Este será un tiempo de intimidad y nutrición con Dios, desarrollando nuestras relaciones y asegurando el correcto alineamiento en el Cuerpo de Cristo. Muchos en el Cuerpo de Cristo vieron el favor y las bendiciones de Dios llegando por caminos inesperados. Recuerde, la provisión de Dios a menudo llega en nuestra hora más oscura. Observe a Dios enderezando relaciones y restaurando las cosas que perdió o le robaron. Vea el carácter de Cristo presionando desde la profundidad de su ser.

La manifestación de los nueve dones del Espíritu comenzarán a incrementarse en nuestras vidas como nunca antes (1 Corintios 12:8-10). Dios recompensará nuestra fidelidad y las obras que hicimos, a pesar de las dificultades y las pruebas que debemos atravesar.

Isaías 60:1 es para hoy. La gloria del Señor se incrementa sobre los individuos. “¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!”. Conoceremos las realidades de esta Escritura en dimensiones crecientes, mientras creemos en los dones de Dios dentro de nosotros. Crea en el Cristo que está dentro suyo y permita que su fe lo lleve hacia el fluir de la unción y la gloria, mientras Él sopla sobre usted y agita los dones que estableció dentro de su ser.

Venceremos “repentinamente” los obstáculos y las distracciones que una vez parecieron insuperables, como dolores de parto inesperados. Estas cosas repentinas traerán cambios significativos y aperturas, atrayendo a los miembros de la familia, los amigos y conocidos hacia Dios para ser salvos.

No tema la oposición o la persecución que vendrá desde los enemigos. Permita que sus enemigos trabajen para usted. Recuerde, Dios es capaz de revertir todas las cosas para su beneficio, si continua confiando el Él en toda circunstancia. Las dificultades que vienen sobre su vida, purificarán su corazón. Manténgase enfocado en Dios en oración. No permita que el temor, la ansiedad, el pánico o la intimidación, tengan lugar en su vida.

Verdaderos alineamientos y un año de cumplimiento

Las opiniones de la gente tratarán de impedir que podamos establecer verdaderos alineamientos. Aprenda a reconocerlas por el Espíritu. Vea las oportunidades a través de los ojos de Dios; no juzgue por el pasado, sepa lo que carga la gente piadosa en su interior y lo que están llegando a ser en Cristo.

Para alinearnos correctamente, necesitamos confrontar y tratar los asuntos del corazón. Si no tratamos estas áreas, pueden guiarnos hacia errores o desacuerdos. Reconozca la ambición egoísta y resista la tentación de alinearse con otros, estrictamente por su propósito o beneficio personal para “verse bien”, usando a otros por lo que tienen para ofrecer. El 2010 también será un año para discernir y juzgar las cosas con nuevas impresiones espirituales. Esto garantizará el orden apropiado para ayudarnos a corregir los errores del pasado, haciendo bien las cosas para no volver a repetir los antiguos ciclos destructivos.

Este es un año de “cumplimiento”. Dios quiere remover todas las relaciones negativas e hirientes, las grietas de carácter y los patrones de pensamientos destructivos en nuestras vidas. Dios juzgará con severidad los pecados que decidamos conservar este año. Dios quiere que seamos vasos consagrados para Él. Para entrar en la presencia de Dios en el lugar Santísimo, necesitamos arrepentirnos de todos los pecados o apetitos conocidos que nos impiden rendir nuestro corazón por completo ante Él.

Es tiempo de rendirse por completo para poder alinearse y alcanzar nuestro mayor potencial y nuestro destino. Dispóngase a entrar en lo nuevo y poco familiar. El Señor tratará con las cosas que tratan de robar o impedir que prospere o alcance su destino. Pídale a Dios que envíe el viento del Este para sepultar a los “ladrones de destinos” (Salmo 48:7) y destruya la ambición egoísta que la robaría de otro. Muchos necesitan arrepentirse por impedirle a otros alcanzar su potencial, porque están esclavizados por los propios beneficios que alcanzaron. Cuando una persona sufre, todo el Cuerpo de Cristo sufre con ella. Sólo Dios controla nuestro futuro, destino y eternidad.

Recuéstese en Dios este año y descanse en Él

Aprenderemos a recostarnos en Dios más y más este año. Recostarnos en Cristo nos permite despojarnos de las cargas de la vida y descansar a sus pies. Al confiar en Él para que lleve nuestras cargas, abandonamos la necesidad de preocuparnos y controlar nuestras circunstancias.

El Salmo 36:7-9 dice: “… ¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas. Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites. Porque en ti está la fuente de la vida y en tu luz podemos ver la luz”. Aprender a descansar y soñar en su paz nos permite dormir sin preocupaciones, sabiendo que nuestro Dios nos sostiene, nos guía y nos protege. El Salmo 63:6-8 dice: “En mi lecho me acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche. A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda. Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene”. Minuto a minuto, a través de toda circunstancia de la vida, confiamos en Dios para que nos sostenga con su diestra de fuerza y amor. Medite en las Escrituras.

Dios está haciendo algo nuevo y diferente. Como David, debemos depositar nuestra verdad y fe en la misericordia de Dios en la tierra de los vivientes. Isaías 43:18-19 dice: “Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados”. Debemos buscar las oportunidades para ser hospitalarios, satisfaciendo las necesidades de los demás con la simpleza de las cosas.

“Conmigo, todas las cosas son posibles. ¡Cree solamente!”

Palabra profética del Señor: “Sintoniza tu corazón con el oído de la exhortación de mi Palabra. Es tiempo de reunirse, unificarse y levantarse. Es tiempo de remover el barbecho y cavar dentro de la Palabra para buscar agua fresca para este tiempo. Vuelve a cavar los pozos de las unciones pasadas que se perdieron. Luego cava nuevos pozos que te fortalecerán en gran manera. Ciertamente, la unción traerá la gloria y la presencia de mi Reino sobre tu vida”.

“Cava, bebe profundamente y canta a los pozos en tu vida para que broten y fluyan desde tu ombligo como agua viva. Cava y no te detengas de hacerlo hasta que se satisfaga tu sed. El río de vida fluye por todo mi Reino. Recuerda, mi Reino está dentro de ti. Los misterios, el poder y los secretos de mis promesas divinas están en el agua viviente de mi Palabra. Plántate cerca del río de agua viva y bebe profundamente de mis aguas salutíferas para que se remueva la esterilidad”.

“Peregrinaste al calor del desierto por el valle de sombra de muerte. Pero en el 2010 llegas al oasis de agua viva donde fluye con claridad desde la profundidad de los depósitos de mi Reino. Por tanto, cava y bebe mi vida eterna y mi fortaleza. Mientras bebes hasta saciarte, las tinieblas se irán; mi poder glorioso y la presencia sanadora de mi Reino, se manifestarán a través de tu vida. Usa la pala de tu fe para cavar pozos de sabiduría en los patrones de los patriarcas de la antigüedad como Abraham, Isaac y Jacob”.

“Rechaza la voz de desaliento del enemigo, quien tratará de impedir que cumplas tu destino. Estás llamado a demostrar la luz del Reino de Dios en esta hora. Vives en la generación donde las tinieblas tratan de atarte, pero la gracia y la verdad de Dios abundarán mucho más. Te llené de poder para que hagas lo imposible, porque conmigo todas las cosas son posibles. ¡Sólo cree!”.

“Para los hombres es imposible, aclaró Jesús, mirándolos fijamente, mas para Dios todo es posible” (Mateo 19:26)

Que Dios sople en usted,

Barbie L. Breathitt

miércoles, 2 de diciembre de 2009

“Una visión de apertura con Cristo”

 

Por Paige Norfleet

clip_image002Recientemente, el Señor vino hacia mí con una visión:

“Mientras estábamos cara a cara, mis manos estaban en alto con las palmas abiertas hacia Él. Puso sus manos sobre las mías y se intercambiaron como si fuéramos a danzar. Nuestros pechos se apretaron y entraron en contacto de tal manera que nos atravesábamos y podíamos ver a través de ellos como si fueran traslúcidos. El lugar donde debían estar los dos corazones, ahora eran uno y mi corazón comenzó a latir junto con el del Señor. Pude oír y sentir que el bombeo de la sangre a través de todo mi cuerpo no era sólo mía, sino del Señor Jesús. Mi respiración era lenta y profunda, hasta que me di cuenta que respirábamos como uno”.

“Luego comenzamos a danzar. Ambos comenzamos a movernos como una sola persona, mientras danzábamos graciosamente en una danza gentil y pura. Mis movimientos ya no eran propios ni desgarbados, no tuve que trabajar para moverme al unísono con Él. Era una con Él; no sólo en espíritu, sino en cuerpo y simplemente nos movíamos como un sólo cuerpo”.

“Hubo un contentamiento que no conocía y las lágrimas comenzaron a caer mientras me rodeaba el amor por mi Salvador y su amor por mí. Mientras mis lágrimas comenzaron a caer, me pidió gentilmente que mirar a hacia sus ojos. Cuando lo hice, pude ver los ojos más hermosos, cristalinos y azules que estaban llenos de profundidad, revelación y amor”.

“En ese momento supe que Él me aceptaba por completo. No me sentía avergonzada por el gran amor compasivo que sentía. El amor que se irradiaba de su ser era tan poderoso que todos los pensamientos de vergüenza o complejos de inferioridad, eran arrastrados por este fluir. Literalmente no pude sentir nada más allá que su amor por mí. Supe que quería que estuviera allí entrelazado con Él sin ver ningún error en mi vida. Verdaderamente era uno conmigo porque disfrutaba tanto de esa unidad como yo”.

Le dije al Señor que quería quedarme en ese lugar con Él para siempre y le rogué que no me dejara ir. Me respondió con estas palabras que no eran sólo para mí, sino para todo el Cuerpo que Él ama:

“Este es el lugar donde siempre me encuentro, aquí como uno contigo. Nuestros corazones siempre laten como uno y nuestras manos están siempre entrelazadas, pero hoy están quietos y concentrados en Mí. Te permití ver lo que siempre está presente en tu vida. Nada cambia sino lo que ves, mi pequeña. Siempre estoy contigo de esta manera, danzando contigo. Hay momentos cuando tú me permites guiarte en la danza y danzamos como uno, pero también hay momentos cuando no sientes mi presencia contigo porque no estás completamente rendida ante Mí”.

Luego le pregunté al Señor si debía compartir esta experiencia con otros, porque este momento fue tan precioso para mí que no podía albergar la idea que alguien pudiera tomarlo a la ligera o rechazarlo. El Señor me confortó hablándome estas palabras: “La verdad no cambia simplemente porque existen aquellos que eligen no recibirla. La reciban o no, no cambia este momento o su valor para todos aquellos que la reciban y me permitan ser uno con ellos también”.

Somos uno en Cristo y aceptados por Él

Saber que somos uno con Cristo y totalmente amados y aceptados por Él, es una de las mayores revelaciones que como hijos de Dios podemos tener. Todo lo que hacemos toma un nuevo propósito cuando nos damos cuenta que no hay un momento de nuestro día donde Él está ausente y que nunca enfrentamos un desafía solos. Dios me reveló una verdad asombrosa cuando ministraba e imponía manos sobre las personas para orar.

Repentinamente, tuve una visión de una mano con una cicatriz que se colocaba sobre la mía. Mi fe se remontaba mientras me daba cuenta que no era mi mano, sino la del Cristo que se presentaba para sanarlos. Cualquier duda acerca de estar lo suficientemente capacitada o ungida, se diluyó cuando me di cuenta de la realidad de su presencia conmigo en ese momento.

Me encantaría ser capaz de decir que siempre supe cuando caminaba con Jesús. Tristemente, a menudo necesito recordar que todos los días me lava con su sangre y sus misericordias son nuevas para mí. Hay momentos cuando permito que el enemigo me acuse en mi propio corazón, diciéndome que hay alguna imperfección dentro de mí que me descalifica de alguna manera para no ser completamente aceptada por Dios.

La verdad que contradice esta mentira se encuentra en Romanos 8:1-2: “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte”.

Como mi ser anterior murió en la cruz con Cristo, soy aceptada sin importar lo que diga el enemigo. Mientras aprendía a rendir mi vida más y más ante Él, podía guiarme y dirigirme, mostrándome una senda que nunca había imaginado.

La danza del Señor

Esta es la danza del Señor, donde nuestros corazones laten como uno con el suyo y comenzamos a movernos mientras Él se mueve. La respiración que respiramos y las palabras que hablamos no sólo nos recuerdan las palabras del Padre, se transforman en su voz porque estamos llenos del mismo Espíritu que levantó a Cristo de la muerte.

Romanos 8:10-11 dice: “Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes”.

Dios anhela tener ese dulce lugar de intimidad con cada uno de nosotros para que pueda fluir en nuestra vida con amor y nuestras vidas testificarán de Él. Juan 17:20-21 dice: “No ruego sólo por éstos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado”.

Nuestras vidas deben ser testimonios vivientes de Él. No podemos predicar de su amor sin experimentarlo primero en nosotros mismos. Cada vez que permito que mi Padre me rodee, salgo transformada. En esos momentos de intimidad con Él, soy llena con una descarga de su amor y experimento un sentido abrumador de amor y compasión por otros. Me mueve a ir hacia Él una y otra vez. Comencé a darme cuenta cada vez más que Él caminaba conmigo y tenía un propósito para cada uno de mis días. Dios desea para cada uno de nosotros que valoremos cada momento y aprovechemos cada oportunidad para soltar su amor hacia aquellos que entran en contacto con nosotros.

Oración:

“Señor, te pido que nos lleves hacia el lugar de la revelación donde somos uno contigo. Permítenos experimentar la realidad de tu amor y limpieza sobre cada uno de nosotros para poder conocer que siempre estás presente y listo para tocar a quienes nos rodean. Te agradezco por aceptarme. Ven y comparte tu corazón conmigo para que pueda conocer tu voluntad en cada situación. En el Nombre de Jesús, Amén”.

Paige Norfleet

martes, 1 de diciembre de 2009

“El gigante se despierta de un largo sueño”

 

Por Theresa Phillips

clip_image002Él está sacudiendo al gigante aletargado

¡No puedo ayudar en eso, estoy encendida con mucho gozo y una gran expectativa! Pude ver y oír que muchos tienen una gran expectativa por algo. ¡La gente está buscando algo desde el Cielo! ¡Estuve buscando algo para mí misma, hasta que estuvo delante de mí! ¡La Escritura llamó mi atención como si fuera un golpe, justo en la página que tenía delante de mí! Esto saltaba dentro de mí, despertándome y trayendo una nueva revelación:

“Pero todo lo que la luz pone al descubierto se hace visible, porque la luz es lo que hace que todo sea visible…” (Efesios 5:13-14a).

Cuando se estableció la revelación, quedé bajo su completo control.

“…Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14b).

¡Él está llamando a un gran despertar! Este nuevo despertar será una revelación fresca. Será su Iglesia gloriosa. Sí, ¡será! Este gigante se levantará con sanidad en sus alas. Sí, la sanidad es el pan de los hijos: surgirá una Iglesia sana; sanidad de la apatía, sanidad del temor y mucho más.

El Señor dice: “La Iglesia es mucho más grande de lo que te imaginas. Europa se despertará, Sudamérica se despertará y América ya se está desperezando, porque el gigante dormido se está sacudiendo las sábanas que lo mantenían escondido. Ahora elevarán sus ojos hacia el único lugar desde donde puede venir la ayuda: Yo en los Cielos, lo estoy haciendo”, dice el Señor.

“Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios…” (Efesios 5:13-15).

Los ojos de la Iglesia se están abriendo. El sueño se está alejando, porque nos está cautivando el brillo de la persona de Cristo, llena del poder del Espíritu Santo. Aún muchos que desconocen la gloria que estamos oyendo, tendrán hambre por ella y despertarán.

“Muchos están oyendo sobre las señales, maravillas, milagros y sanidades y las están deseando”, dice el Señor.

Él lo dijo y no demorará, está sacudiendo al gigante dormido. Sus señales y maravillas están explotando por toda la tierra.

“Porque así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del Señor” (Habacuc 2:14).

Luego pude ver en el Espíritu una gran nube remolineando ante mis ojos

“¡Preñada! La nube está preñada con agua del Espíritu Santo a punto de derramar más de Mí”, dice el Señor. “La opresión cesará. Las falsas enseñanzas serán corregidas y se restaurará el honor en la Casa del Señor. ¡Vendré y reedificaré mi Casa! Aún ahora muchos están recibiendo visiones y están actuando sobre ellas”.

Mientras continuaba recibiendo esta visión vigorosa, pude ver olas de almohadas ascendiendo justo delante de mis ojos. La gloria, esa presencia tangible de la realidad celestial, estaba delante de mí, tejiéndose por toda la atmósfera de una manera gloriosa y sobrecogedora. Pero lo tremendo es que la gloria es el poder de la Iglesia: “Las cosas que se sueltan en los Cielos, se atraparán en la tierra”.

Apocalipsis 7:12 dice: “¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!”. Él está compartiendo su poder con la Iglesia, la Iglesia del último tiempo, entregándole sabiduría, gratitud y fuerzas para hacer las cosas para Él.

Estamos comenzando a movernos dentro de la nube

Pude ver un cuerpo atrapado en la nube que se comenzaba a mover. El cuerpo estaba vestido con jeans oscuros y una camisa blanca, pies descalzos y tenía el cabello largo, no era hombre o mujer. En eso comenzó a moverse. Estaba recostado sobre su derecha y sepultado bajo la nube (el lado derecho significa la intercesión personal, vea Ezequiel 4:6).

El ser se estaba moviendo y gruñendo, comenzando a estirar sus brazos hacia el cielo azul para tocarlo con la punta de sus dedos y atrapando la eternidad. La Iglesia estaba en la nube; su Iglesia estaba en la nube y moviéndose con ella.

Dios está despertando al Cuerpo de Cristo. Está sacudiendo al Cuerpo. Está derramando su pasión por tener intimidad en la alabanza y adoración para ascender hacia su trono. La Iglesia, donde alguna vez se consideró como un lugar de cuatro paredes, tres canciones y donde se daba ofrenda para recibir una homilía, está cambiando. Está saliendo de las cuatro paredes y comenzando a brillar con una revelación interior sobre aquellos que la rodean.

La Iglesia comenzará a prestar y dejará de pedir prestado, sin pensar en sí misma y se catapultará hacia el mismo frente de preferir a otros en lugar de ella misma… Sí, la Iglesia se está despertando del sueño.

Dice el Señor, “Quítate esas vestiduras y vive. Vive y observa cómo te cubro con mi gran presencia”.

Moviéndonos como uno para el siguiente mover de Dios

La nube comenzó a moverse y el ser comenzó a crecer de una manera interesante. Luego supe lo que estaba ocurriendo delante de mí. Estaba aterrada y asombrada. ¡Terror y asombro! No era un gigante como Goliat o un enemigo del Señor, tampoco era un arma en contra de los creyentes. Eran los creyentes que anhelan ser uno, ¡moviéndose juntos para el siguiente mover de Dios!

Lloré ante esta visión. Era simple, pero la atmósfera era majestuosa y cargada de anticipación. Los jeans eran un recordatorio del vestido de los granjeros y sin importar cómo se los ponga, siguen siendo ropas de granjeros. Pero son durables porque son ropas de trabajo. Dios está llamando a la Iglesia a volver a trabajar. ¡El trabajo en los campos de Salvación equivale al evangelismo que viene!

La camisa blanca es una vestidura blanca sobre nuestro corazón. Un corazón blanco lleno de gozo es el cabello blanco que crecía en el ser. La Biblia dice que el cabello de una mujer es su gloria (la mujer es un símbolo de la Iglesia). Dios está derramando su gloria en la Iglesia. El Señor dice: “Pies descalzos, pasos limpios. Tendrán pasos limpios”. ¡Gloria a Dios!

¡Sí, los dormilones se están despertando y quiero mi parte!

Theresa Phillips

martes, 24 de noviembre de 2009

“Ungidos para impactar: La fuerza abrumadora de la Unción de rompimiento”

Por Keith Miller

clip_image002Mientras oraba una mañana, sentí que el Señor me guiaba a compartir sobre la Unción de rompimiento: “de qué se trata, cómo incrementar esa unción que viene y alentarlo a usted a prepararse para ese momento”. Por ahora quiero establecer un fundamento en la preparación para un estudio futuro y un examen profundo de lo que el Señor compartió conmigo acerca de esto.

El fluir de esta Unción de rompimiento que viene se manifestará a través del Cuerpo de Cristo, fluyendo a través de las personas, las familias, los grupos celulares, las congregaciones y en eventos locales, regionales, nacionales e internacionales.

La Unción de rompimiento es poderosa. Dondequiera que se manifiesta, pude ver al Señor moviéndose con poder, particularmente en los últimos catorce años y con mucha más intensidad desde el año pasado. Podemos estar en una reunión donde fluye esta unción para ver, sentir y experimentar un cambio en la atmósfera del salón, una ciudad o una región. Tuvimos un seminario de cuatro días la semana pasada debido a la gran manifestación de la presencia y el fuego del Señor.

Cuando se manifiesta la Unción de rompimiento, siempre dejará una impresión. Es como un fuego salvaje que no se puede apagar, cubriendo y transformando toda la tierra. Pude ver congregaciones accediendo a grandes esferas de efectividad, conforme a los planes que Dios tenía para ellos. La gente es impactada poderosamente, mientras sus vidas son restauradas y transformadas.

¿Cuánto anhela ver un crecimiento como ese? Creo que estamos comenzando a ver esto ahora y veremos un gran aumento de esta realidad y fluir del Espíritu Santo. ¡El Rey de gloria abrirá puertas que estuvieron cerradas por mucho tiempo y comenzarán a ocurrir cosas poderosas!

Gran osadía

A menudo, mientras me subo al púlpito, me envuelve un fuego santo y poderoso, soltándose una realidad poderosa de la fuerza y el poder del Señor. El fuego de su presencia abraza la atmósfera (sin importar si es dura o impenetrable), moviéndose y llenando de poder a la gente de una manera extraordinaria y fresca, quitando de sus vidas todo temor, duda, incredulidad, stress, actitudes negativas, temor y cualquier otra cosa que los mantiene atados; experimentando una gran liberación. Con mucha frecuencia oigo gritos guturales tremendos que surgen desde la profundidad del corazón de la gente. El murmullo se transforma en un rugido, mientras el León de Judá se manifiesta desde su interior.

Esta unción del Espíritu Santo te llevará desde la debilidad a la osadía y se origina en lo más profundo de su ser. Es un temor asombroso ver al Señor llenando de poder a su pueblo con su fortaleza santa, ¡liberando la osadía para creer que lo imposible es posible!

La Unción nos introduce en la Gloria

Literalmente, la unción es la atmósfera de “sea en la tierra, así como en el Cielo”, atravesando la atmósfera natural e introduciéndonos literalmente en el poder y la gloria del Señor. ¡Atraviesa y produce cosas inesperadas! Repentinamente, se abren los cielos llenando a la gente y los lugares con la gloria del Señor, levantándose toda restricción y alcanzando mucho para el Reino.

La realidad de la gloria se establece en la profundidad como una estaca plantada con firmeza, modificando todo para traer mucho fruto y apertura en nuevos niveles de destino, mientras los mandatos del Cielo comienzan a manifestarse en y a través de la gente, las reuniones, congregaciones, eventos y aún ciudades y regiones.

En esta atmósfera de cielos abiertos, como resultado de la unción de rompimiento del Espíritu Santo, ¡se manifiestan con locura las señales, maravillas, milagros, sanidades y salvaciones! Sólo puedo describirla como el aire literalmente saturado de su presencia, mientras ocurre todo esto. El Reino de Dios inunda lo natural cuando el Rey irrumpe a través de las puertas para un mayor impacto.

Unción para impactar

El impacto ocurre cuando hay dos cosas que chocan. Cuando oramos, pedimos que el Reino impacte lo natural. Un buen ejemplo espiritual es este: Cuando alguien ora por otro sobre una situación en particular para que se manifieste la unción, se suelta este gran poder del precioso Espíritu Santo para destruir todo yugo y remover toda carga. La unción, la sustancia tangible del poder de la presencia del Espíritu Santo, impacta a la persona por quien se está orando en el área donde necesita una apertura.

Donde se necesite una sanidad, donde haya un yugo, una opresión, un corazón quebrantado, un gran obstáculo o cualquier otra cosa por la cual estemos orando para nosotros o por otros, viene el impacto. La unción del Señor, el poder sobrenatural y la presencia del Espíritu Santo, se manifiesta para producir resultados tremendos. Si la unción fluye y viene sobre su vida, puede quebrar y abrir la atmósfera sobre su vida para restaurar y sanar a toda su familia. Imagínese esta unción descendiendo en una reunión o una cruzada, inundando los lugares de reunión o aún los estadios para quebrar atmósferas y traer un impacto a gran escala. ¡Llevémoslo hacia otro nivel para ver el mismo mover sobre una ciudad o una región!

¿Puede imaginarlo?

¿Puede imaginar una gran irrupción de la gloria del Señor para provocar un avivamiento en su familia, su ciudad o su región? El Abridor mismo quebrando todo para provocar una transformación que puede hacer que todas las cosas sean posibles… ¡todas! Prepárese para subir al monte, trepando hacia alturas mayores y cubrir más terreno para el Reino de lo que jamás pensó. ¡El Abridor está a punto de quebrar las puertas de la ciudad para que puedan ocurrir cosas tremendas para la gloria del Señor!

Espere el resurgimiento de los pozos

Se abren antiguos pozos olvidados por mucho tiempo, imposibles de alcanzar o secos. ¡Imagine esos pozos volviendo a dar, fluyendo y derramando salvación en abundancia para las multitudes!

“¡Destilen, cielos, desde lo alto! ¡Nubes, hagan llover justicia! ¡Que se abra la tierra de par en par! ¡Que brote la salvación! ¡Que crezca con ella la justicia! Yo, el Señor, lo he creado” (Isaías 45:8).

Puertas dobles y sendas derechas

Cuando la unción vino sobre Ciro (Isaías 45), el Señor sometió naciones ante él, despojó la armadura de los reyes y abrió ante él las puertas dobles de tal manera que nunca se volvieron a cerrar. Dios enderezó los lugares torcidos. ¡Destrozó las puertas de bronce y cortó los barrotes de hierro!

¿Hay lugares torcidos en su vida que necesitan enderezarse? La unción endereza sus caminos. ¿Hay obstáculos que parecen insuperables que le impidan alcanzar aquello que Dios le ordenó? ¡Dios irrumpirá y quebrará las puertas de bronce! ¿Se encuentra aprisionado entre barrotes de hierro? ¡Dios los cortará! Prepárese. ¿Sabe qué más ocurrirá? Él nos dará los tesoros muy guardados y las riquezas ocultas en lugares secretos (Isaías 45:1-3). Todo esto ocurrirá mientras se incrementa la unción en los días, semanas y meses por venir.

Teniendo un propósito

En el salmo de David sobre el Rey de gloria y su Reino (Salmo 24), hace una introducción como un énfasis donde todos aquellos que suban al monte del Señor o quienes permanezcan en su lugar santo, deben tener manos limpias y un corazón puro, sólo aquellos que se rindieron ante Dios.

Oiga, para prepararnos debemos ser un pueblo cuyas vidas tengan este propósito para poder permanecer en el lugar santo del Señor, ser una puerta abierta para que la presencia gloriosa se manifieste y a través de la cual el Rey de Gloria pueda entrar, abrir, derribar y partir. ¡Es el Señor fuerte y poderoso!

Cuando el Rey de Gloria atraviesa las puertas, es fuerte y poderoso. Cuando estamos en la presencia del Rey Poderoso, rendimos honor, gloria y poder a su Nombre; la gloria desata una dimensión de honor y justicia.

Manifestación de fuerza y poder

Fuerza y poder son dos atributos que inundan la atmósfera en su presencia. Fuerza y poder se sueltan profundamente en los corazones del pueblo de Dios, esa gente tiene la fuerza para despojarse de sus cargas y creer de una manera sobrenatural que lo imposible es posible. Esta fuerza del Señor nos establece en este nivel: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

¡Qué asombroso es ver la gloria del Rey inundando un lugar y ser testigos de la manifestación de su celo santo que transforma las almas abatidas en poderosas! El poder y la fuerza vienen cuando entramos en su presencia, donde los poderosos adoran así: “Tributen al Señor, seres celestiales, tributen al Señor la gloria y el poder. Tributen al Señor la gloria que merece su nombre; póstrense ante el Señor en su santuario majestuoso” (Salmo 29:1-2).

¡En la atmósfera del Rey de reyes hay arrepentimiento! ¡Sí! El Espíritu de Verdad comienza a convencer al mundo de pecado, haciendo que las personas sean conscientes de justicia y juicio. ¡No es asombroso! ¡Qué responsabilidad! ¿Puede ver esto sobre su familia, ciudad o nación? Asistí a lugares donde hubo pequeños avivamientos donde la gente literalmente corría con desesperación hacia el altar para nacer de nuevo, muchas veces interrumpiendo el mensaje.

Manifestación del Espíritu de Verdad

Sumado a eso, el Espíritu de Verdad les revela toda verdad a los creyentes. En medio de esta atmósfera, los verdaderos creyentes que están atados por engaños u otras cosas, reciben una revelación del Espíritu que les muestra su condición real y surge un gran clamor desde lo más profundo de su ser, restableciéndolos en el camino correcto. Esto es por medio del Espíritu Santo, el Espíritu de Verdad que revela y remueve los velos de oscuridad.

Prepárese para ver más en los días por venir: arrepentimiento, salvaciones y sanidades masivas; olas y olas, pozos profundos, un avivamiento continuo de persona a persona, de familia a familia, de ciudad a ciudad y de nación a nación, mientras la atmósfera de su poder y fortaleza (su presencia) los transforma.

Avivamiento prolongado

Esta realidad de gloria literalmente puede permanecer sobre un lugar y sobre una persona que entró al edificio o al sitio donde se manifiesta la gloria de su presencia. El lugar llega a ser una zona santa donde ocurren cosas asombrosas en la realidad de la gloria manifiesta. ¡Yo lo vi ocurrir! ¡Recuerde que el que atraviesa las puertas es el Rey de gloria!

En esta realidad, el dominio y la santidad de su presencia se intensifican porque Él reina en la gloria. Todo lo que no es del Reino, se debe inclinar ante el Nombre que es sobre todo nombre. Una atmósfera como esa es como una explosión sónica en el espíritu mientras su gloria se intensifica y llega a ser como una gran ola o como una piedra que se arroja al agua, donde las ondas se propagan continuamente en todas direcciones. Cuando estamos en la gloria, en su preciosa presencia, podemos oír el trueno poderoso de su manifestación.

Según el avivamiento de David en el Salmo 29, “la voz del Señor está sobre las aguas; resuena el trueno del Dios de la gloria; el Señor está sobre las aguas impetuosas”. Su voz es “poderosa” y “llena de majestad”. David describe a Dios como “quebrando los cedros”; sí, partiendo los “cedros del Líbano”. Él “sacude el desierto”, “desnuda los bosques” y hace “dar a luz al ciervo”. ¡Gloria!

Salmo del avivamiento de David:

“Tributen al Señor, seres celestiales, tributen al Señor la gloria y el poder. Tributen al Señor la gloria que merece su nombre; póstrense ante el Señor en su santuario majestuoso. La voz del Señor está sobre las aguas; resuena el trueno del Dios de la gloria; el Señor está sobre las aguas impetuosas. La voz del Señor resuena potente; la voz del Señor resuena majestuosa. La voz del Señor desgaja los cedros, desgaja el Señor los cedros del Líbano; hace que el Líbano salte como becerro y que el Hermón salte cual toro salvaje. La voz del Señor lanza ráfagas de fuego; la voz del Señor sacude al desierto; el Señor sacude al desierto de Cades. La voz del Señor retuerce los robles y deja desnudos los bosques; en su templo todos gritan: ¡Gloria! El Señor tiene su trono sobre las lluvias; el Señor reina por siempre. El Señor fortalece a su pueblo; el Señor bendice a su pueblo con la paz” (Salmo 29).

El avivamiento en la Gloria tiene que ver con muchas cosas, como se ve en este Salmo. Note que cuando viene el avivamiento hay apertura, sacudimientos, fuegos y nacimientos que traen paz y fortaleza. Los que están en la atmósfera de su presencia, experimentan fortaleza y paz. ¡A Él sea la Gloria!

Miqueas 2:13 dice:

“El que abre brecha marchará al frente y también ellos se abrirán camino; atravesarán la puerta y se irán, mientras su rey avanza al frente, mientras el Señor va a la cabeza”.

¡Su rey pasará ante ellos con el Señor a la cabeza! Esto es asombroso. El Señor es el Abridor que abre la puerta para que podamos entrar a nuestro avivamiento. Sí, para que podamos avanzar hacia nuestro avivamiento. Es importante avanzar, especialmente en los días por venir.

“¡Pasen, pasen por las puertas! Preparen el camino para el pueblo. ¡Construyan la carretera! ¡Quítenle todas las piedras! ¡Desplieguen sobre los pueblos la bandera!” (Isaías 62:10).

Aunque este pasaje hace una referencia directa a la liberación de los judíos de Babilonia, también se relaciona con la gran redención que trajo Jesucristo y la proclamación de gracia y libertad por medio de Él.

Cuando atraviesa la puerta que abrió el Abridor, establece un rumbo para que las tropas lo sigan, levantando el estandarte de Jesús como una señal a seguir, ¡Aleluya! Dios abre las puertas, estableciendo un camino para la salvación de las multitudes. Todas las dificultades se removerán y cualquier cosa que obstruya su camino, será removida. Él abrió las puertas de Babilonia y las mantuvo así para que las multitudes tuvieran libertad de atravesarlas; allanando el camino desde Babilonia hasta la Tierra Prometida.

Las piedras se reunirán desde los lugares desérticos y escabrosos, ubicándose en lugares convenientes para guiar, dirigir y alentar. El que abre irá ante ellos y pasarán a través de las puertas. El rey pasará ante ellos con el Señor a la cabeza.

Recuerde que cuando Él va delante de nosotros abriendo las puertas, se sueltan los tesoros de las tinieblas y las riquezas de los lugares secretos (Isaías 45). Esto tiene un impacto profundo en ciudades y regiones enteras. Cuando el que abre va delante de nosotros, los lugares torcidos se enderezan y se liberan las cosas que estaban atrapadas por las tinieblas.

El avivamiento repentino trae una fuerza sobrecogedora

Espere un avivamiento rápido y repentino. Cuando David fue a Baal Perazim y enfrentó a los Filisteos dijo: “El Señor ha abierto brechas a mi paso entre mis enemigos, así como se abren brechas en el agua” (2 Samuel 5:20). Note que el Señor se adelantó para atacar primero a sus enemigos.

¿Cómo se ve una brecha en el agua? ¡Imagínese un dique abierto por completo! Imagine una gran pared de agua irrumpiendo y fluyendo sobre todas las cosas. Imagine los ríos de agua quebrando los bancos, inundando la tierra y dando vuelta todo a su paso.

David derrotó a los filisteos con una fuerza abrumadora, como una brecha de agua. Los filisteos corrieron, dejando detrás de sí sus imágenes y los ídolos que creían que los iban a defender para ayudarlos a derrotar a los israelitas. David y sus hombres poderosos cargaron estos ídolos filisteos (verso 21).

Imagine qué le ocurrirá al enemigo cuando viene un avivamiento, cuando el Señor va delante de usted con una fuerza abrumadora.

Dirección divina y sabiduría

Se manifestará la multiforme sabiduría de Dios. La sabiduría está en las puertas. Cuando David inquirió al Señor sobre lo que debía hacer luego de su primera victoria, recibió directivas claras: “Pero los filisteos volvieron a avanzar contra David, y desplegaron sus fuerzas en el valle de Refayin, así que David volvió a consultar al Señor. No los ataques todavía, le respondió el Señor; rodéalos hasta llegar a los árboles de bálsamo y entonces atácalos por la retaguardia. Tan pronto como oigas un ruido como de pasos sobre las copas de los árboles, lánzate al ataque, pues eso quiere decir que el Señor va al frente de ti para derrotar al ejército filisteo. Así lo hizo David, tal como el Señor se lo había ordenado y derrotó a los filisteos desde Gabaón hasta Guézer” (2 Samuel 5:22-25).

Aquí vemos la multiforme manifestación de la sabiduría de Dios haciendo famoso a su pueblo ante “… los poderes y autoridades en las regiones celestiales” (Efesios 3:10). Cuán asombroso es saber que Dios rompe las puertas delante de nosotros para derrotar al enemigo. David esperó que el Señor atacara primero el campo del enemigo, conforme a su plan.

En una atmósfera de avivamiento, todo lo del Señor se intensifica y amplifica. ¡Todo se incrementa porque vino el avivamiento! Espere el nuevo nivel de ministerio, dones, señales, unción, maravillas, sanidades, milagros, finanzas, sabiduría, revelación, entendimiento y destino en su vida. Espere más fruto y más impacto para el Reino.

Administre su avivamiento

Cuando enfrente un avivamiento, adminístrelo con un corazón humilde, con pureza y gratitud, dándole siempre la gloria a Dios y verá una ola tras otra que lo llevará hacia nuevas esferas de influencia y efectividad para el Reino.

No se puede controlar un avivamiento o decirle a Dios cuándo lo quiere recibir o cómo lo quiere hacer, simplemente viene cuando Él quiere que así sea. ¡No podemos promoverlo ni hacer que suceda, porque sólo Él lo desata! Si es líder de algún ministerio, el avivamiento quizá no ocurra este domingo o el mes que viene, pero debe estar listo porque vendrá y será repentinamente. Dios puede irrumpir a través de las puertas durante un tiempo de alabanza, oración, un decreto profético, un mensaje de la Palabra, por medio de un acto poderoso o simplemente porque sí. ¡Prepárese! Yo lo experimenté y sé cómo es.

Muchas veces mientras me puse de pie en el púlpito o en una tarima, sentí el encuentro con esa presencia terrible del Señor que chocaba conmigo. Repentinamente, me invadió una osadía santa que no estaba allí antes y mis huesos se encendieron en fuego. Mientras esta realidad poderosa del dominio del Reino se establecía e irrumpía en la atmósfera, repentinamente comencé a fluir con Él y pude ver cómo las cosas imposibles comenzaban a ocurrir.

¡Qué hermoso es cuando la unción permanece día tras día, semana tras semana y más! ¡Qué impacto! Se produce el efecto de una onda expansiva gloriosa. Vimos que esto ocurrió en las generaciones pasadas con algunos de los hombres y mujeres de Dios más grandes que hicieron historia con Él. Algunos de estos avivamientos perduraron muchos años.

Amigos, esto vuelve una vez más, donde veremos al Cuerpo de Cristo fluir continuamente, estableciendo y sosteniendo avivamientos para cambios masivos, viviendo la realidad de Hechos 19:20 como ocurrió con Pablo. Sí, ¡experimentaremos las explosiones del Reino, por lo cual la Palabra del Señor crecerá poderosamente y prevalecerá! Veremos el temor del Señor cayendo sobre multitudes y “al Nombre de Jesucristo magnificado” (Hechos 19:17-20.)

¿Quiere una brecha de agua que arroje lejos a sus enemigos? ¿Necesita sabiduría y dirección? ¿Quiere llevar a su ministerio más allá de un par de mega impactos? ¿Existen puertas de bronce, barrotes de hierro o un terreno duro e impenetrable que impide un avivamiento en todas las áreas de su vida: financiera, espiritual o en liberaciones y sanidades? ¿Tiene un corazón para las almas pero nunca vio una cosecha? ¿Tiene escaso fruto? ¿Le gustaría recibir racimos de uvas tan grandes que necesitaría dos personas para levantarlos? (Números 13:23)

Prepárese para ver esta realidad de la unción gloriosa de rompimiento irrumpiendo para traer una nueva atmósfera. Debe estar listo a las puertas con manos limpias y un corazón puro, entregado a Aquel que está por traer una mega transformación e incremento. Cuando choque con Él, lo fortalecerá en el poder de su fuerza, con una fuerza abrumadora para un mega avivamiento y un impacto mayor para el Reino.

Hay más sobre la Unción de rompimiento y estoy muy excitado por compartirlo con usted, como el Señor me guíe a hacerlo.

Bendiciones,

Keith y Janet Miller

lunes, 16 de noviembre de 2009

“Profecía: ¡Ven y ve… la ayuda ya está aquí!”

Por Chuck D. Pierce

clip_image002Recientemente tuvimos un gran servicio en nuestro ministerio. Cuando Joe Askins estaba hablando, el Señor me mostró cómo podíamos ayudar a la gente durante el mes de Acción de Gracias. Mi mensaje fue: “¡Ven y ve!”. La profecía a continuación lo alentará. También lea el pasaje de 2 Reyes 4.

Profecía: ¡Ven y ve!

“¡Te estoy empujando hacia arriba y más allá de ti! Estuviste demasiado internalizado. Estás limitando tu visión cuando miras demasiado hacia adentro. Te estoy mostrando cómo los cielos se regocijan en Mí. Te estoy empujando hacia arriba, fuera de lo que ves, mostrándote cómo los cielos se regocijan en Mí. Ven y celebra con los Ejércitos del Cielo como nunca antes celebraste. Entra en el lugar de celebración. Si vienes a danzar con los Ejércitos del Cielo y entras conmigo, el majestuoso Dios de las estrellas, puedo hacer que las guerras de la tierra se vuelvan a alinear con el curso majestuoso que tengo para todas las naciones de la tierra”.

“¡Levántate! ¡Levántate! Pude ver las estrellas que volaban sobre la nación de Estados Unidos. Cantas sobre las estrellas, pero ven y danza con ellas. Cantas sobre tu patriotismo, pero ven al lugar de la libertad donde estarás seguro conmigo. ¡Mírame! ¡Mírame!”.

“Te mantuviste esperando y atendiendo a las ovejas que cuidabas en los campos donde estás esperando, pero te sorprenderán las estrellas y la expresión de los cielos. ¡No temas! Sube a ese lugar donde se está formando el anuncio y me acercaré a ti en el terreno donde estás anhelando una apertura. Tus ojos se oscurecieron mirando la cosecha en tu terreno. Te familiarizaste con tu entorno. Levántate y renueva tus ojos para la cosecha”.

“Soy el Dios de la Cosecha. Si vieras la cosecha como Yo la veo en este nuevo tiempo, entrarás en cada tiempo de cosecha con una expectativa renovada. Ven donde puedas oír los sonidos de los frutos cuajando para la siguiente temporada. La cosecha y el sonido de los frutos cuajando ya comenzaron a ocurrir en los cielos”.

“Levántate y oirás los sonidos de los frutos que están apareciendo para ti. Levántate y serás capaz de ver el lugar del terreno donde está ocurriendo la apertura. Levántate donde las campanas de cambio ya están sonando. Levántate y oirás el sonido de los cambios antes que estos cambios reorienten tu camino. Levántate y serás mi agente de cambio en la tierra”.

“Déjame armar tus maletas y mostrarte qué llevar para la próxima temporada”

“Levántate y oirás dónde están cambiando las naciones. No serás confundido sobre cuáles son las naciones que estoy viendo. Tengo una herencia de las naciones. En tu visión, crees que tu nación es la que lidera el cambio. Levántate y verás las naciones en las cuales estoy realizando un cambio que producirá un efecto dominó en Mi herencia”.

“Antes de formarte, te conocí. Mientras te formaba en el vientre, te hice capaz de levantarte y mirarme. Conoce que te formé para ir delante de los cambios de la tierra. ¡Levántate! Ya te santifiqué. En tu lucha por ser puro, ven hacia mi pureza y oirás. Dirás, ‘Ahora puedo guiar naciones en el conocimiento de la gracia y la pureza de Dios’”.

“Permíteme armar tus maletas y mostrarte qué empacar para la próxima estación. Levántate, porque te llamé para liderar el cambio de esta estructura. Los cielos están cambiando. Ven hacia los cambios del Cielo. Puse mi Palabra profundo dentro de ti e hice que mi Palabra comience a formarte. Ven conmigo y comienza a entregar esa palabra en la realidad celestial para que en este día puedas correr delante del problema en la tierra”.

“¡Prepara tus ojos! Comenzarás a ver algunas cosas que aún no viste. Prepara tus ojos, porque comenzarás a verme. Tengo una cara y tengo manos. Tengo un corazón más grande que cualquier terreno. Miras las tierras y no ves mi corazón. No ves cómo Mi corazón late al ritmo del cambio para tu vida y tu tierra desde el Cielo”.

“Dirás, ‘Pero Señor, no puedo hablar porque no sé qué decir’. Si vienes conmigo, las palabras comenzarán a penetrar a través de tu piel y a través de tus emociones. Mi corazón es más grande de lo que imaginas. Si vienes y me miras cara a cara, comenzarás a ver y sentir Mi palabra comenzando a formarte a través de todo tu ser. Hablarás a tu familia. Les hablarás a las personas en la calle y cambiarán inmediatamente, porque cargarás la realidad del Cielo y hablarás el corazón del Cielo. Serás lleno y tu boca expresará una atmósfera en la que aún no caminas”.

Luego Anne Tate profetizó: “Mientras te levantas, danzarás con Mis palabras a tu alrededor. La revelación te rodeará y te levantará de tu estado de debilidad mental. Mis palabras te rodearán así como lo hacen con las estrellas. Porque Yo Soy el Dios de las estrellas. Mi boca hace que las estrellas mantengan su curso y cumplan Mi voluntad. Mientras asciendes en Mi, envío Mis palabras como una corona a tu alrededor. Danzarás con Mi palabra. Serás lleno con Mi palabra. Entregarás las cosas que oíste en esa atmósfera. Harás que ese portal y esa atmósfera se abran sobre todos los que te rodean. Mantente alerta y protege el portal que se está abriendo sobre ti”.

Bendiciones,

Chuck D. Pierce

“Oración para ser libre de las profundidades de maldad”

Por Paul Cox

clip_image002Padre, me arrepiento y renuncio por mí mismo y por mi línea familiar por todos los pecados que nos entramparon en las profundidades de maldad, el Seol, el hoyo, la trampa y el lazo que me mantuvieron atado e incapaz de cumplir el propósito de Dios en mi vida.

Padre, ten misericordia de mí, porque enfrenté mucho desprecio y ridículo. Señor, quiebro el desprecio y el ridículo que me llevaron al orgullo. Límpiame de la arrogancia y los caminos arrogantes que trajeron desprecio sobre mi vida.

Señor, perdóname por no perdonar a aquellos que vinieron en mi contra y me entramparon. Ahora elijo perdonar a aquellos que hablaron desprecio en mi contra y te los entrego.

Señor, en nombre de mí mismo y de mis antepasados, me arrepiento por quebrar los votos, pactos y promesas que hice contigo y con otros. Señor, aún cuando me arrepentí y me perdonaste, en tu misericordia; por favor, cancela estas promesas, votos y pactos. Señor, por favor libérame de toda consecuencia malvada o perversa por quebrar estos votos, promesas y pactos.

Señor, elijo cancelar y perdonar todos los votos, promesas y pactos quebrantados que otros hicieron conmigo y con los miembros de mi línea generacional. Confío en la Palabra que dice que Tú les pagarás. Ahora elijo perdonarlos libremente y los dejo ir.

Me arrepiento en mi nombre y por mi línea generacional, por todos aquellos que se olvidaron o se alejaron de Ti. También por todos aquellos que aún viendo tus obras maravillosas, fueron ingratos, quejándose en lugar de agradecerte por todo lo que hiciste. Señor, por favor quiebra estas consecuencias de mi vida y de mi línea generacional.

Me arrepiento y renuncio por todos en mi línea generacional que trataron de ascender sobre las estrellas o sobre Dios.

Me arrepiento por todo el temor generacional, especialmente por el temor al hombre y me arrepiento por todos aquellos que se escaparon del temor, haciéndolos caer en el hoyo.

Me arrepiento por todos en mi línea generacional que causaron conflictos, peleas o desunión, especialmente en el Cuerpo de Cristo.

Me arrepiento por mí mismo y por todos en mi línea generacional por el orgullo, la arrogancia, el fraude, la ira y la furia. Me arrepiento por todos en mi línea generacional que cayeron en adulterio, prostitución, inmoralidad, perversión sexual, derramando sangre inocente y por todos los asesinatos de inocentes. Me arrepiento por todos en mi línea familiar que usaron la seducción perversa, la incitación y la tentación para hacer descarriar a los justos.

Me arrepiento por todos aquellos que tuvieron labios impuros y no cuidaron las palabras de sus bocas.

Me arrepiento y renuncio en mi nombre y en el de mi familia por todos los que maldijeron a sus padres y madres.

Me arrepiento y renuncio por mí mismo y por mi línea familiar por el odio, el racismo y la esclavitud. Me arrepiento por poner a otros en profundidades de maldad al odiarlos, despreciarlos y discriminarlos por tener un color de piel, cultura, sexo o creencias diferentes. Señor, quiebra las consecuencias de estos pecados en mi familia y restaura el amor que va más allá de las ataduras raciales, culturales, económicas, de género y de diversidad.

Señor, por favor quiebra las consecuencias de estos pecados en mi vida y en mi línea familiar. Señor, sácame junto a mi lámpara de cualquier lugar secreto perverso de tinieblas profundas y de estar ante los ‘ojos perversos del león’.

Señor, por favor libérame de todo contrato perverso en el que yo o mis antepasados nos vimos involucrados y nos llevaron hacia un estado de pobreza. Oro para que redimas lo que el diablo me robó, restaura Tus riquezas y Tu gloria sobre mi vida.

Señor, me arrepiento y renuncio a todas las maldiciones generacionales que vinieron por buscar riquezas injustas. Señor, por favor llévame a buscar sólo Tus riquezas. Me arrepiento por mí mismo y por mi línea generacional por robarle a los pobres, estafar, engañar, practicar juegos de azar y usar la hechicería para obtener riquezas. Padre, me arrepiento por mí mismo y por mi línea generacional por codiciar riquezas, poder, conocimiento, títulos, posición, mantos y sabiduría de otras fuentes fuera de Ti.

Señor, renuncio y me arrepiento en mi nombre y en el de todos en mi línea familiar que perecieron por falta de conocimiento porque no te buscaron a Ti, Tu conocimiento y Tu sabiduría. También por todos aquellos que no buscaron Tu guía en sus caminos, negocios, trabajos, ministerios, familias y otros círculos de influencia. Por favor, saca a mi familia y a mi ministerio de toda profundidad perversa, hoyo, trampa o lazo. Por favor, restaura en mí todas las bendiciones y beneficios que quedaron atrapados en las profundidades de maldad por mi línea familiar.

Señor, declaro que el enemigo caerá en el lazo y la trampa que estableció para mí.

Señor, me arrepiento y renuncio por mí mismo y por todos en mi línea generacional que no caminaron en unidad spiritual, permitiendo la amargura, los celos y la envidia en medio de ellos, haciéndonos caer en lazos y trampas. Me arrepiento por todos aquellos que no guardaron a sus amigos, familias o al Cuerpo de Cristo, observándolos caer en profundidades de maldad.

Señor, en mi nombre y en el de mis antepasados, me arrepiento por mirar a otros con ojos malvados debido a la envidia y los celos, llevándolos hacia profundidades de maldad. Señor, por favor remuéveme y restaura todas las partes en mí que están en lugares perversos por haber visto con ojos de maldad.

Señor, en mi nombre y en el de mis antepasados, me arrepiento por toda la pasividad perversa que me llevó a ponerme de acuerdo con las acusaciones injustas, palabras maldicientes, limitaciones, murmuración y asesinato que fueron enviados en mi contra o contra mis posesiones. Señor, por favor desconéctame de todo eso y cancélalos. Señor, ahora elijo ponerme de acuerdo contigo y con tu percepción acerca de mí.

Señor, en Tu misericordia, quita toda obra perversa de mis manos.

Señor, me arrepiento y renuncio en mi nombre y en el de mi línea familiar por adorar ídolos, dioses ajenos y seres de las tinieblas, llevándome hacia profundidades de maldad, especialmente por medio de las drogas y el espíritu de “farmacia”. Señor, por favor remueve cualquier parte de mí que quedó atrapada en esas dimensiones y límpialas con tu Sangre.

Señor, me arrepiento y renuncio por mí mismo y por mi línea familiar por todas las falsas profecías, oraciones perversas, maldiciones hechiceras o encantamientos en mi contra que me establecieron en profundidades de maldad. Por favor, remueve todas las consecuencias de estas acciones.

Señor, por favor desconéctame de todo toque físico perverso, trauma o asalto que me atrapó en las profundidades de maldad.

Señor, me arrepiento y renuncio en mi nombre y en el de mi línea generacional por todos aquellos que se cometieron actos o cobijaron emociones que nos pudieron llevar hacia profundidades de maldad. Me arrepiento por todos los pactos deshonestos o injustos que cometieron mis antepasados o yo mismo. Perdono a todos aquellos que cometieron injusticias en mi contra, trayendo falsas acusaciones en contra nuestra.

Me arrepiento por mí mismo y por mis antepasados por todo temor humano, por no cuidad de las viudas y los huérfanos, declarando que nadie podría sacarnos del hoyo, el Seol, el Hades o cualquier sitio de profundidad perversa. Ahora elijo creer y declaro que eres el único Dios verdadero y me restaurarás.

Señor, rescátame a mí y a mi línea familiar de todos los lugares de profunda maldad en los que quedamos atrapados, restaurándonos hacia tu Verdadera y Justa profundidad: Tu canal de bendición.

Padre, en el Nombre de Jesús, mi deseo es ser justo ante Ti, recibiendo todo lo que quieres entregarme como parte de mi herencia. Te pido que abras mis ojos y corrijas mis percepciones. Muéstrame cómo operar en mi salvación todos los días. Muéstrame de qué cosas me debo alejar y hacia quiénes debo extender perdón, para que mi posición pueda cambiar. Señor, me arrepiento de la auto-justificación y por juzgar a otros. Señor, por favor remueve todos los grilletes de mi pierna izquierda.

Señor, me arrepiento por mí mismo y por mi línea generacional por negar los milagros, el poder y la resurrección que destinaste para nosotros. Señor, remueve todas las bolas de hierro y las cadenas en mí, quítame de cualquier sepulcro blanqueado y libérame de la tumba.

Señor, por favor quiebra las paredes de vidrio del engaño y la percepción perversa que me impiden oír, hablar y ver claramente con Tu percepción.

Señor, me arrepiento por no reconocer que los pecados de mis antepasados y sus sistemas de creencias me afectaron hoy. Me arrepiento por la ignorancia cegadora y la pasividad que me impidieron arrebatar el Reino por la fuerza. Elijo despertarme a la justicia. Señor, por favor dame un corazón de humildad y ubícame correctamente ante Ti.

Señor, llena mi corazón con Tu amor, dame una revelación de tu persona y cómo se supone que debo caminar.

Padre Dios, me arrepiento por arrojar a otros al hoyo por medio de mis juicios, ambiciones egoístas y celos, especialmente en contra de mis hermanos y hermanas en Cristo. Señor, me arrepiento por vivir bajo una mentalidad de víctima.

Señor, me arrepiento y renuncio por toda idolatría y adoración a los hombres, a los caminos de los hombres y por no adorarte y exaltarte en Verdad.

Señor, por favor desconéctame de toda estrella perversa y de todos los ancianos perversos que me mantuvieron encadenados en el hoyo. Señor, quítame las fajas, los nudos y las cuerdas que me mantienen atrapado allí.

Señor, por favor quiebra, destruye, remueve y corta toda hechicería que me empobreció y me atrapó en alguna de estas esferas dimensionales de maldad como el Seol, la muerte, el temor, el Hades, las trampas, las profundidades de maldad, la perdición, los hoyos y los lugares de tinieblas profundas. Señor, me arrepiento y renuncio en mi nombre y en el de mi línea generacional por todos aquellos que usaron la seducción o cualquier otra práctica sexual como un medio para tentar y atrapar gente en las dimensiones de perversidad.

Señor, quítame de las profundidades del Seol, las profundidades de la perversidad, el temor, las trampas, el engaño, la perdición, el hoyo y los lugares de tinieblas profundas. Señor, por favor quítame de los lazos, las trampas y las redes que ataron mi alma, mi espíritu, mi cuerpo y mi salud en las profundidades de maldad.

Dr. Paul L. Cox

miércoles, 11 de noviembre de 2009

“Este es el tiempo para la multiplicación milagrosa”

 

Por Garris Elkins

clip_image002Mientras se desarrolla la situación de crisis en Wall Street, muchos americanos están nerviosos sobre sus finanzas y su futuro. Ahora se están sacudiendo los fundamentos de la seguridad financiera.

El reino de este mundo funciona con un sistema matemático basado en ecuaciones naturales de suma y multiplicación. Este sistema sólo obtiene sus datos de lo que se puede ver y entender. El Reino de Dios invade lo conocido y viola las reglas naturales de la suma y la multiplicación por medio de una “multiplicación milagrosa”.

La multiplicación milagrosa cambia los lugares remotos

Una de las narrativas más profundas en la Palabra es la alimentación de los 5000. En Marcos 6, Jesús toma el almuerzo de un niño y lo transforma de manera milagrosa en una fiesta para una multitud que muchos creen excedía las 20000 personas (tomando en cuenta las mujeres y los niños que estaban presentes ese día).

“Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas. Cuando ya se hizo tarde, se le acercaron sus discípulos y le dijeron: Éste es un lugar apartado y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vayan a los campos y pueblos cercanos y se compren algo de comer” (Marcos 6:34-36).

Esta gente siguió a Jesús por horas y no hicieron provisión para una jornada extensa. ¿Notó que nuestras mayores necesidades a veces surgen en los lugares más remotos y carentes de recursos? Eso es lo que ocurrió en Marcos 6. Allí no había mochilas cargadas con elementos de camping o tiendas cercanas donde comprar alimentos. La gente había seguido a Jesús por todo el campo. El lugar era remoto y la necesidad apretaba.

Los discípulos vieron la necesidad de esta multitud y proveyeron su solución. Le dijeron a Jesús, “envíalos de regreso…”. En otras palabras, “estamos cansados, hambrientos y se nos terminó la paciencia; haz que este problema se aleje”. Pero Jesús invitó a sus discípulos a participar en el milagro que estaba a punto de operar.

La multiplicación milagrosa comienza con lo que tenemos hoy

Los versos 37-38 dicen: “Despide a la gente, para que vayan a los campos y pueblos cercanos y se compren algo de comer. Denles ustedes mismos de comer, contestó Jesús. ¡Eso costaría casi un año de trabajo! objetaron. ¿Quieres que vayamos y gastemos todo ese dinero en pan para darles de comer?”.

Aquí está hablando la multiplicación y la sumatoria natural. “¿Con qué?”, es una frase que se dice cuando damos un vistazo a nuestro lugar remoto y a nuestra falta de recursos visible, asumiendo que la fuente y el suministro para nuestro milagro se limitan sólo a lo que podemos ver.

Luego Jesús hace una pregunta en el verso 38: “¿Cuántos panes tienen ustedes?, preguntó. Vayan a ver. Después de averiguarlo, le dijeron: Cinco y dos pescados”.

¿Existe algún lugar remoto y sin recursos en su vida? ¿Su fondo de retiro se agotó? ¿Su matrimonio atraviesa un tiempo de desafíos? ¿Los amigos de su ministerio están disminuyendo? ¿No está seguro sobre el siguiente paso en su vida? Quizá se encuentra en un lugar remoto y con pocos recursos que parecen ridículos para cubrir sus necesidades financieras.

La multiplicación milagrosa comienza con lo que tenemos ahora. Había miles de personas hambrientas en este lugar remoto. Los discípulos fueron a ver cuánta comida tenían para trabajar y volvieron sólo con dos peces del tamaño de sardinas y cinco panes del tamaño de unos muffins. ¡Esto fue todo lo que los discípulos pudieron encontrar entre toda esa gente!

Los versos 39-44 dicen: “Entonces les mandó que hicieran que la gente se sentara por grupos sobre la hierba verde. Así que ellos se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente. También repartió los dos pescados entre todos. Comieron todos hasta quedar satisfechos, y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos de pan y de pescado. Los que comieron fueron cinco mil”.

La multiplicación milagrosa provoca gritos de asombro y gozo

Si hace cuentas para ver cuántos grupos de 50 y 100 había entre el pueblo, no es realista concluir que llevaría varias horas distribuir esa comida. ¿Puede imaginar las demostraciones de excitación mientras comenzaba a ocurrir el milagro? Este no fue un simple milagro del momento, siguió ocurriendo.

Cuando comenzamos a vivir en el entorno de la multiplicación milagrosa, oiremos lo que sonaba en el campo en esos días: gritos de asombro y gozo mientras Dios obraba.

Viene un tiempo cuando los sonidos del gozo comenzarán a sonar en aquellos que antes no conocieron el amor de Dios. Él multiplicará la provisión de una manera milagrosa en su Iglesia y luego se moverá por las calles donde se manifestará el evangelismo sobrenatural.

¿Puede imaginar lo que ocurriría en nuestras ciudades si los milagros de multiplicación comenzaran a suceder en las plazas? La bondad de Dios es nuestro mejor anuncio para su Reino. La Palabra nos dice que la misericordia de Dios nos guía hacia el arrepentimiento.

La multiplicación milagrosa está esperando en el Cielo… ¡mire hacia arriba!

Hay dos posturas que podemos asumir cuando nos encontramos en lugares remotos y sin recursos:

1. Podemos elegir mirar hacia abajo. Jesús les dijo a sus discípulos que alimentaran a su pueblo. Como los discípulos podemos mirar hacia abajo y ver la vianda en las manos del niño, preguntando: “¿Con qué?”. Sólo para ver nuestra escasez en comparación con la necesidad imposible ante nuestros ojos.

2. Podemos elegir mirar hacia arriba. Él miró hacia arriba. En Marcos 6, Jesús tomó la vianda, la elevó hacia el Cielo para bendecirla y luego comenzó a repartirla. Jesús se elevó en medio de ese lugar remoto y sin recursos para tocar el Cielo.

Nuestra provisión no es lo que tenemos en nuestras manos, tampoco es la situación monetaria actual que nos revela Wall Street. Nuestra provisión está esperando en el Cielo para soltarse sobre nuestras vidas. Todo lo que somos y necesitamos existe en el Trono de Dios y alrededor de él.

Si creemos que nuestra provisión sólo está aquí en medio de las señales monetarias actuales de tragedia y desastre, accederemos a esa fuente limitada de recursos. Dios nos pide que tomemos nuestras finanzas, nuestros cuerpos quebrados y nuestras relaciones rotas, eligiendo levantarlas hacia el Cielo para bendecirlas. La bendición de una necesidad que se levanta la conecta con la misma gloria de Dios.

Su gloria es lo que transforma lo pequeño que tenemos en un río de abundancia. Cuando nuestras necesidades tocan el borde del manto del Cielo, podemos atraer esa necesidad transformada otra vez hacia la tierra con la gloria del Cielo sobre ella. Mientras la vianda del niño siga en nuestras manos sin consagrarla ante el Señor, sólo es un almuerzo y no una fiesta milagrosa.

Necesitamos a Dios para hacer milagros en lugares remotos como finales muertos. La Iglesia puede vivir como el mundo o levantar lo que tiene hacia el Cielo y bendecirlo, (esperando que nuestro amado Padre vuelva a enviar eso pequeño de regreso a la tierra), transformado por la gloria de Dios y lista para una transformación sobrenatural.

Tome hoy la necesidad que tiene, sin importar cuán pequeños sean sus recursos y levántelos hacia el Cielo, eligiendo bendecir lo que tiene. Pídale a Dios que toque su necesidad mientras se eleva hacia su Trono. Luego traiga de regreso su necesidad hacia su lugar remoto y sin recursos, para comenzar a soltarla. El toque del Cielo sobre todo lo que tiene nunca es para poseer, sino para entregar. Lo que entrega comenzará a multiplicarse en una provisión nueva y permanente.

Cada vez que sienta que el temor trata de levantarse por sí mismo, declare esto en la propia cara del temor:

“Ya elevé esta circunstancia al Cielo y Dios tocó mi necesidad. Estoy atrayendo desde el Cielo una multiplicación milagrosa de lo que tengo. Espero un milagro en el lugar donde el mundo dice que es imposible. Creo que con Dios todas las cosas son posibles, aún transformar el almuerzo de un niño en una fiesta de multiplicación milagrosa”.

Garris Elkins