Por Ben R. Peters
Dondequiera que vaya bajo el ministerio de Rolland y Heidi Baker en Mozambique, encuentro que se activa la revelación del Espíritu en un nivel fresco. Mientras me encontraba en Pemba, recibí una impresión en un concepto muy simple. Surge de la cultura común del mundo en el tiempo de los patriarcas hebreos. Nunca antes tuve esta impresión, a pesar de haber leído docenas de veces este pasaje, creo que ahora se está soltando para “un tiempo como este”, para un pueblo profético, los “creyentes que creen”, la Novia escogida y preparada de Cristo.
“Inclina tu cántaro”
Génesis 24 nos habla sobre la intrigante historia de la búsqueda del sirviente obediente de Abraham para encontrarle una esposa a Isaac, quien heredaría una vasta fortuna y la promesa del pacto de su padre lleno de fe y fidelidad. Conozco a muchos predicadores y maestros que son como el sirviente de Abraham para el Espíritu Santo, descubriendo y preparando la Novia para Jesús.
Sin embargo, lo que me llamó la atención la primera vez fue la repetición de ciertas afirmaciones aparentemente insignificantes en la historia. El primero lo encontramos en el verso 14: “… Por favor, baje usted su cántaro para que tome yo un poco de agua…”.
El verso 15 dice que Rebeca: “Aún no había terminado de orar cuando vio que se acercaba Rebeca, con su cántaro al hombro”. Rebeca fue al pozo, llenó su cántaro y se preparó para ir hacia su casa. Esto requería cargar el cántaro pesado lleno de agua sobre su hombro todo el camino. Entonces el siervo de Abraham le pidió agua para beber.
Note la narrativa en el verso 18: “Sírvase mi señor, le respondió. En seguida bajó el cántaro y sosteniéndolo entre sus manos, le dio de beber”. Por supuesto, sabemos que también le sirvió agua a los camellos del sirviente, en respuesta a la señal que le pidió al Señor para hallar a la esposa correcta para Isaac.
Luego de llegar a la casa de Rebeca y Labán, el siervo relató todo lo que ocurrió con la familia de Rebeca. Note los detalles repetidos en los versos 45-46: “Todavía no había terminado yo de orar cuando vi que Rebeca se acercaba con un cántaro sobre el hombro. Bajó a la fuente para sacar agua, y yo le dije: Por favor, déme usted de beber. En seguida bajó ella su cántaro y me dijo: Beba usted, y también les daré de beber a sus camellos. Mientras yo bebía, ella les dio agua a los camellos”.
El hecho simple y obvio es que las mujeres que cargaban agua desde el pozo hacia sus tiendas o casas, debían cargar cántaros pesados sobre sus hombros por un largo camino. Probablemente era una tarea muy dificultosa que cualquier muchacha debía aprender para mandar. Bajar el cántaro de sus hombros debía ser otro desafío, porque la muchacha no querría perder nada de la preciosa carga que transportaba hasta su casa para su familia sedienta.
Darle un trago de agua a un extraño significaba interrumpir su camino y también un esfuerzo extra para inclinar su cántaro y volverlo a levantar. Además, debía volver a cargar más agua para no volver a su casa con el cántaro medio vacío.
“Deteniéndose por el escogido”
Aquí es donde el mensaje de Heidi Baker “deteniéndose por el escogido” es tan poderoso. Personalmente podría ver este pedido extraño como un obstáculo real para mis metas personales para mi camino actual. “¿El hombre no pudo ver que estaba lista para regresar? Tengo todos mis recursos valiosos listos para suplir mis necesidades y las de mi familia”. No podemos exagerar el valor del agua cuando debemos caminar una distancia para obtenerla y luego llevarla hacia su casa de regreso sobre sus hombros.
Podría pensar: “Este hombre me está pidiendo que sacrifique lo que me pertenece a mí y a mi propio pueblo. Para responder a su necesidad tendré que entregar mi tiempo, mis energías y mis recursos materiales. También debo pensar en mis propias necesidades. ¡El hombre también tiene manos! ¿Por qué no puede tomar su propia agua para beberla? Mi cántaro ya está sobre mis hombros. ¿Por qué debería bajarlo y derramarlo para darle de beber?”.
Pero Rebeca vio una oportunidad para bendecir a un extraño y no se hizo problemas por bajar rápidamente el cántaro de sus hombros (donde estaba acomodado) hacia sus manos (el lugar del servicio) para darle de beber. Para Rebeca, la madre literal de Israel (Jacob), fue el acto de su vida que cambiaría su futuro, el futuro de muchas personas y el futuro de muchas naciones. Como sacrificó algo de su tiempo, sus energías y sus recursos, inmediatamente recibió regalos de joyas valiosas del tesoro de Abraham. Luego se transformó en la esposa de un hombre muy próspero y rico, quien sería famoso a lo largo de la historia como uno de los grandes patriarcas del pueblo hebreo.
Transforme una interrupción en una cita divina
Creo que el Señor nos está hablando como individuos y como Cuerpo de Cristo. Hebreos 13:2 nos recuerda que debemos atender a los extranjeros, porque podríamos estar atendiendo ángeles sin saberlo. ¿Tomaremos ventaja de la oportunidad para cambiar una interrupción potencialmente irritante en una cita de destino divino o escogeremos buscar nuestra propia seguridad y mantener la monotonía de una vida sin aventura y sin necesidad de tener fe en Dios?
El hombre natural trabaja duro para ahorrar y prepararse para la seguridad su propia casa. Se asegura de tener la suficiente seguridad, pensiones y recursos para cuidar de sí mismo y de su familia cuando sea anciano y luego que se vaya. Pero en algún punto del camino, Dios puede enviarle a alguien con una necesidad que requerirá el sacrificio de su propia seguridad. Esta es una prueba difícil para un hombre y usualmente necesita tiempo para procesarla.
Los recursos financieros pueden ser los menos significativos que necesitamos compartir. Dios nos puede pedir nuestro tiempo y nuestra energía, nuestros dones espirituales y el fruto del Espíritu Santo que estableció en nuestras vidas, aún cuando sentimos que no tenemos nada más que dar. Sumado a esto, podemos encontrarnos rumbo a una reunión muy importante donde ministraremos a miles y no tener tiempo para atender a la necesidad de alguien. Así como el sacerdote y el Levitas, pasamos junto al herido y seguimos hacia Jerusalén a ocuparnos de lo nuestro, abandonando la oportunidad de transformar una interrupción en una oportunidad divina para el “Buen samaritano”.
Los caminos de Dios no cambiaron y creo que aún nos da oportunidades especiales para “detenernos por el escogido” y mientras lo hacemos, ministrarlo a Él abrirá las puertas para nuestra promoción y bendiciones. Por eso es tan importante caminar en comunión estrecha con el Espíritu Santo. Ciertamente no podemos darle a cada persona que encontramos lo que quieren. En muchos países podemos ver cientos de mendigos al día. Pero uno de ellos puede ser el “sirviente de Abraham” que está buscando una esposa para Isaac. No podemos perder a esa persona. El secreto es caminar oyendo la voz del Espíritu Santo y mantener un corazón de siervo, anhelando detenernos en el momento correcto.
“Estoy soltando el espíritu de Rebeca”
Creo que Jesús tiene una palabra para su pueblo. Creo que quiere decirle lo siguiente a su pueblo hoy:
“El Espíritu Santo está preparando verdaderamente a mi Novia para que sea mi deleite y mi gozo. Le está pidiendo que baje su cántaro y le dé de beber. Pero está hablando a través de otras personas, incluyendo aún a los ‘menos pensados’ y probando a cada uno para ver quién bajará el cántaro de sus hombros para darle de beber al sediento”.
“Estoy soltando el ‘espíritu de Rebeca’ sobre mi Iglesia. Estoy levantando una generación con un corazón conforme al mío, lleno de amor y compasión. Y ellos responderán a la prueba. Bajarán su cántaro de sus hombros hacia sus manos para darles de beber a los que mi corazón anhela bendecir. Al hacer esto, estarán derramando una ofrenda de amor a mis pies”.
“El resultado de su obediencia será una provisión inimaginable de bendiciones. La joven Rebeca recibió inmediatamente regalos abundantes y valiosos del sirviente de Abraham y una enorme transferencia de riquezas cuando se casó con Isaac. Los que viven en mi Reino recibirán una bendición repentina y extrema del Cielo y de otros que las derramarán sobre ellos”.
“Estoy purificando y preparando a mi Novia para gobernar y reinar conmigo. Mi Novia debe tener una verdadera unidad con mi Espíritu de servicio y mi corazón compasivo. Al servirse unos a otros fortalecerán y embellecerán a mi Novia eterna, mientras cumplen mi mandato de amarse unos a otros”.
Muchos de nosotros estuvimos esperando por la tan profetizada transferencia de riquezas. Pero quizá algunos perdimos oportunidades de inclinar el cántaro que llevamos sobre nuestros hombros. Lo hicimos sobre algunos que estaban sedientos, pero como era demasiado inconveniente, continuamos nuestro camino sin tomar tiempo para ayudar a alguien en necesidad.
Sin hacer un sacrificio real, Rebeca jamás habría experimentado su destino asombroso y su transferencia personal de riquezas. Pero aunque hayamos perdido oportunidades para inclinar nuestro cántaro en el pasado, Dios en su gracia y misericordia anhela darnos más oportunidades si las pedimos.
Sin embargo, creo que hay muchos cristianos hoy que hicieron muchos sacrificios, aparentemente insignificantes, por el amor de Dios fluyendo a través de ellos. Estas personas experimentarán increíbles recompensas de Dios, porque Él vio lo que hicieron en secreto y los recompensará en público. Debemos cuidarnos de estar demasiado ocupados para atender las necesidades de otro cuando tenemos el cántaro lleno sobre nuestros hombros. Tome el tiempo y la energía para tomarla con sus manos y derramarla como un sacrificio para Dios. Se sorprenderá por los resultados asombrosos.
Ben R. Peters