domingo, 22 de septiembre de 2019

“¡Dios está estableciendo un nuevo orden! Un cambio mayor nos está sacudiendo para el futuro”




Por Chuck D. Pierce

Amados pioneros:
¡Dios está estableciendo un nuevo orden! Hay un cambio mayor en los cielos que nos está sacudiendo hacia un nuevo acceso para el futuro.

El Señor dice: “Mi mano te está impulsando con una fuerza sostenida. Hay un velo entre la respuesta a tus oraciones, donde quiero que estés y el lugar donde estás ahora. El enemigo está trabajando fuera de tiempo para engañar tu mente para que creas que el velo es real e impenetrable. Si lo escuchas, te impedirá entrar al lugar donde quiero que estés”. 

“Abre tus ojos y mira lo que hay más allá del lugar donde quiero que estés. El velo parece más real que el lugar donde te estoy llamando, entonces debes ser más ruidoso que el velo. ¡Deja que tu voz se eleve y permite que tu voluntad se oiga más fuerte! Si supieras que la liberación para los justos viene cuando todo empieza a sacudirse, ¡comenzarías a clamar para que comience el sacudón!”.

“Yo soy el que provoca el trueno. ¡El estruendo comienza conmigo! Es tiempo para que sientas el estruendo. No temas al estruendo, no temas al sacudón, porque dentro de ellos está tu liberación. Sacudiré para derribar todo, hasta que venga el doble”.

“Esa guerra que trató de rodearte, impedirte y detener tu avance haciéndote decir ‘estoy desanimado’… ¡esa guerra es lo que estoy sacudiendo a tu alrededor! Te sacudiré hacia arriba y hacia abajo. Este sacudón que estuvo ocurriendo en tu entorno, es para que Yo pueda entregarte una nueva porción. ¡Tu estado postrero será mayor que el primero! Sacudiré todo para derribarlo, hasta que venga el doble. Derribaré tu resistencia y te lanzaré hacia arriba”. 

Nuevo gozo, nuevas fuerzas y nuevos dones
“Aunque hayas perdido el gozo en medio de la guerra, estoy sacudiendo, sacudiendo y sacudiendo, hasta que el gozo vuelva a surgir. Como perdiste tus fuerzas para pelear en los días que vienen, ¡sacudiré e impartiré un nuevo gozo para que surjan nuevas fuerzas! Brotará de ti el gozo nuevo como un río”.

“Algunos perdieron su fe de niño en medio de las circunstancias que los rodearon, pero te afirmarás y dirás ‘hoy vuelve a ser como la celebración de un feriado’. Me estoy comenzando a regocijar, porque estoy agitando dones nuevos para entregarte. Tus dones harán que todos se beneficien”.

“La guerra a tu alrededor hizo que el temor entrara profundo en tu vida. Esto te hizo afirmarte y retroceder, haciendo que mi mano de placer se retire de ti. Por tanto, afírmate, un paso, dos pasos, tres pasos, avanza y verás que mi placer volvió a reposar sobre tu vida”.

“Tengo un acto de fe para ti. Cuando obedezcas, la guerra terminará y caerá la cortina. Entonces verás que te alargué para prosperar en una nueva manera. Una vez más, paso, paso, paso. ¡Te estoy esperando!”.

“Fija tus ojos en Mí”
“Fija tus ojos en Mí. Tienes tantas preocupaciones en tu entorno que tengo que sacudir todo para removerlas. Perdiste tu visión sobre lo que estoy tratando de hacer. Te estoy sacudiendo en medio de la pena y la angustia que experimentaste. Perdiste de vista el cuadro completo. ¡Debes fijar tus ojos en Mí porque hay un grito de gracia que se volverá a levantar!”.

“Aunque lo demoníaco te rugió, ¡soy el Dios que ruge más alto! Si te levantas, permite que el rugido triunfante se levante sobre tu vida y devuelva el rugido sobre el campamento del enemigo. ¡Entonces verás el despojo que te robaron! Ruge y ruge una vez más, mientras avanzas hoy”.

“Estoy sacudiendo los cielos con truenos, pero el mismo trueno se está moviendo en ti. Permite que el sonido del trueno del Cielo se levante y haga que domines la tormenta que te rodea por el sonido y el poder que hay dentro de tu vida”.

“¡Ojos no vieron, oídos no oyeron y tampoco subieron a tu corazón las cosas que preparé para tu vida! En tiempos de sacudimiento, estoy removiendo las anteojeras… anteojeras que te impidieron ver lo que Yo veo. Las anteojeras que te impidieron experimentar lo que tengo para tu vida. En este tiempo estoy removiendo las anteojeras. ¡Haré que veas desde una perspectiva diferente!”.

“¡Sube aquí! Sube aquí porque te mostraré lo que debe ser. Te mostraré los planes y los propósitos que planifiqué para ti. Te sacaré del estiércol y el fango, y haré que tus pies se afirmen sobre terreno más alto. En ese lugar recibirás una revelación fresca para lo que trató de detenerte y te retuvo en un lugar antiguo”.

“Este es el tiempo para que salgas de lo viejo y entres en un lugar nuevo. Estoy removiendo las anteojeras y te estoy posicionando en un nuevo lugar. Te estoy posicionando más allá de los principados y los poderes, para que puedas ver desde mi perspectiva. En ese lugar recibirás una nueva visión, nuevas fuerzas y una nueva esperanza. ¡Sales de lo viejo y entras en lo nuevo, mientras te quito las anteojeras!”

El Dios de guerra
“Yo soy el Dios de Guerra que vine para hacer la guerra y ganarla. ¡Tú avanzas desde mi lugar de victoria! Estoy sacudiendo las cosas para que los ‘sin nombre’ puedan surgir. Estoy llamando a los que tienen un corazón para pelear, ¡sin bajar los brazos!”.

“Desde que David fue ungido como rey y los filisteos vinieron contra él, tuvo una apertura perpetua. Declaro que cuando viene una apertura, habrá otra detrás de la puerta. ¡Yo soy el Dios de la apertura perpetua! Soy el Dios de Guerra y jamás fui derrotado. Vine para liberar. Tu escudo es grande y tu espada es filosa. ¡Avanza conmigo!”.  

“Yo soy el Dios de Guerra. ¡Yo orquesto la guerra y establezco en su lugar a los que necesito! Todo lo que necesito es que me escuches y te muevas al ritmo de mi cadencia. Estoy en el proceso de profundización. Tú piensas que la suciedad te cubrió, pero mira desde donde estás con la suciedad amontonada sobre tu vida y declara: ‘Viene el domingo. ¡La resurrección está en mis huesos, y mis huesos se están sacudiendo!’”.

“Te estoy llevando desde la herida a la sanidad”
“Un corazón animado es como buena medicina, pero un espíritu quebrantado carcome los huesos. Este es el día cuando te estoy sacando de la herida hacia la sanidad, si solo das un paso hacia adelante para recibirla”.

“¿Crees que las montañas Teton son inconmovibles? Podría soplar sobre ellas y hacerlas volar como el polvo. Te llamé a una serie de asignaciones y removeré cada obstáculo en tu camino. Eso no significa que no enfrentarás resistencia, escucha con detenimiento y camina conmigo para que puedas ver victorias que tú y los que te rodean nunca imaginaron que pudieran ocurrir”.

“En estos días asombraré al mundo con una demostración de poder y gloria que nunca antes se habían visto”.

¡Se terminaron los días donde lo pasaban por alto!
(Esta fue una palabra personal que recibió uno de los miembros de nuestra congregación, pero aplica para todos). “Fuiste ignorado demasiado tiempo y la guerra se llevó lo mejor de tu vida. Pero el tiempo donde fuiste ignorado, se terminó para tu vida. Hay muchas, muchas oportunidades por delante. La gente no te comprendió y te pasó por alto, pero te llamé para un tiempo como este. Serás un testimonio, alguien representativo para mi casa”.

“¡Oportunidad! ¡Viene la oportunidad! Es como un paño dorado que desciende sobre tu cabeza y ya no estarán los aborrecedores que te aborrecieron. Incluso llevarás una corona y gobernarás sobre aquellos que te aborrecieron. Preparé una mesa en presencia de tus enemigos y finalicé el tiempo donde eras ignorado”.

(Palabras de: Chuck Pierce, Maggie Wallace, James Vincent, Robyn Vincent, Michelle Hadley, Keith Pierce, Barbara Wentroble, Melinda Richardson, Bob McGregor y Keevy Phillips.)

¡Reciba su sanidad!
Al final de esta impartición profética, Zech Shaulis vino y tuvo esta palabra de conocimiento:
Hay alguien en la web ahora mismo que tiene una enfermedad en los huesos. Es un cáncer en la médula ósea que hace que los huesos sean demasiado frágiles. El Señor dice: “¡Estoy sanando esa enfermedad ahora mismo! ¡Estoy arrancando al cáncer de tu médula ósea! Tus huesos fueron demasiado frágiles y estuviste resistiendo al sacudón que te llevaría al próximo nivel. ¡Recibe tu sanidad ahora mismo!”.

Chuck D. Pierce y equipo


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