Por Jodie
Hughes
Una visita a la biblioteca del
Cielo
Mientras estaba en la
Iglesia, adorando y cantando sobre la bondad de Dios, tuve una visión de lo que
parecían ser las bibliotecas del Cielo.
Había estantes hasta
donde podía ver, llenos de muchos libros diferentes que sabía que registraban
muchas cosas en la Tierra, incluyendo los “días
ordenados” para cada persona que vivió. El Salmo 139:16 dice: “Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya
escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno
solo de ellos”.
La Biblia nos dice
que el Cielo guarda registros de las cosas en la Tierra en “libros”. Yo, por mi
parte, oro a menudo para vivir los días que Dios ordenó y soñó para mí. A
medida que miraba, se desplegaba más de la visión, revelando claves proféticas
y sabiduría estratégica para que la Novia venciera en esta temporada.
“Las promesas que mi gente pensó que Yo había olvidado”
Mientras miraba los
estantes, vi a Jesús entrando en la biblioteca y mirar atentamente los muchos
libros, buscando uno en particular. Se acercó a la estantería y lo vi extender su
mano hacia adelante, para sacar un libro en particular de la estantería.
Mientras miraba la tapa, pude leer claramente el título del libro en su mano.
Se llamaba “Las promesas que mi pueblo pensó que
Yo había olvidado”.
Al leer el título me
invadió la emoción. Pude sentir el corazón de Dios por su pueblo y la compasión
que sentía por sus circunstancias. No había condena ni vergüenza, sólo
compasión y amor por su pueblo. Los ojos de
Jesús lo decían todo, ardían de amor y comprensión por aquellos que se sentían
cansados de la batalla. Observé cómo Jesús abría el libro con
ternura, mientras yo estaba ansioso por ver lo que estaba escrito en su
interior, ya que sabía de forma innata que todo lo que estaba escrito en él,
era significativo para la temporada. Me preguntaba qué sabiduría estratégica o
qué claves sobrenaturales estarían escritas en sus páginas.
“El que promete es fiel”
Miré y vi la primera
página. Las únicas palabras escritas en la página, con una letra hermosa, eran:
“El que promete es fiel”. De nuevo, cuando las palabras golpearon mi
corazón, repentinamente me invadieron oleadas de emoción. Era como si se
forjaran en mi espíritu. Mientras escuchaba a Jesús leyendo estas palabras, se
convirtieron en la “Palabra Viva”, viva y activa, penetrando en mi corazón. Era
consciente de que se trataba de una verdad para un momento como éste.
Estaba deseando leer
el resto del libro cuando, repentinamente, empezó a soplar un viento suave que
hizo pasar la página. Vi lo que estaba escrito en la página siguiente. Curiosamente,
era exactamente lo mismo que en la página anterior, donde decía “El que prometió es fiel”.
Aceleración de las promesas cumplidas: Lo recuperarás todo
El viento se levantó
y sopló con fuerza acelerada, pasando página tras página, cada vez más rápido.
Comprendí que se trataba de los vientos de cambio para el pueblo de Dios, que
traían la aceleración de los propósitos y el cumplimiento de las promesas de
Dios. A medida que las páginas pasaban más y más rápido, me di cuenta de que la
aceleración estaba ahora sobre el remanente. Sabía que las cosas sucederían
rápidamente. La recuperación de lo que se perdió,
lo robado o atacado, está sobre el Cuerpo. ¡Se recuperará todo! (1
Samuel 30:8)
La página está pasando
A medida que los
vientos soplaban las páginas, vi que cada página que pasaba decía lo mismo: “¡El que prometió es fiel! Cada página decía exactamente
lo mismo, y sólo eso, una y otra vez: ¡El que prometió es fiel!’”. Cada página que se volteaba anunciaba
proféticamente: “La página está pasando, porque ‘El
que prometió es fiel’”. Esperen un cambio rápido mientras Dios acomoda
las circunstancias a lo que el Cielo está decretando y desaloja las
interferencias del enemigo.
Sabía que estas
palabras provenían directamente de Hebreos 10:23: “Mantengamos
firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa”.
La verdad de esta
palabra se estaba convirtiendo literalmente en una palabra viva y activa en mí,
mientras veía pasar las páginas del libro en las manos de Jesús. A medida que
las palabras de este verso eran decretadas desde el Cielo, desplazaban la
desesperanza e impartían una esperanza sobrenatural. Este verso es literalmente
la vida de la Iglesia para esta temporada. Esta verdad es un arma que se debe
esgrimir ahora mismo. Esta declaración de la
verdad debe convertirse en una bandera sobre nuestros corazones, ya que es un
antídoto para la asignación de la desesperanza que ataca a la Iglesia.
“El que prometió es fiel”. Él es el Dios del cambio, ¡todavía!
Se abrió un segundo libro para un momento como este
Entonces vi que la
mirada de Jesús se dirigía hacia otro libro de la estantería y extendió su mano
para tomarlo. De nuevo, pude leer la carpeta y vi cómo se llamaba. Este libro
se llamaba “Las promesas que fueron muy
disputadas”. Nuevamente me emocioné al ver a Jesús sosteniendo estos
libros. Sabía que se estaban abriendo para los guerreros
cansados, pero fieles de hoy. Eran para un momento como éste.
Quería saber lo que
estaba escrito dentro de este libro, así que observé cómo Jesús abría su tapa y
podía ver la primera página. Me sorprendió ver escrito en la página inicial: “El que prometió es fiel”. El mismo viento de antes empezó a soplar por sus
páginas y pude ver que este libro, también, tenía una sola cosa escrita en cada
página: “El que prometió es fiel”. Una y otra vez, vi las palabras “El que prometió es fiel”, y olas de la
presencia de Dios me bañaron.
La clave para entrar en la temporada de la promesa
cumplida
Cuando el viento trajo la aceleración, en mi corazón quedaron grabadas las
verdades de que “Aquel que prometió es fiel” y “Dios no se
olvidó de su pueblo”, especialmente cuando la promesa fue muy
disputada y combatida por el enemigo. Fui inmediatamente consciente de que la
aceleración estaba sobre el pueblo de Dios, y que las promesas se están
cumpliendo, una tras otra, tras otra.
Sentí oleadas de nuevas fuerzas cuando esta revelación me golpeó: la clave para entrar en esta temporada de promesas
cumplidas, es aferrarse inquebrantablemente a la esperanza y a la verdad de que
Dios es fiel a su palabra. La esperanza en Dios es un ancla, un
catalizador de la fe y es esencial para prevalecer.
El enemigo trató de hacer descarrilar a la Iglesia atacando la fe y la
esperanza. Aférrate con firmeza, amigo, porque en verdad, el que prometió es
fiel. Sin embargo, hay que luchar por la esperanza ahora mismo. La esperanza debe ser sostenida intencionalmente, ya que
está siendo combatida por el enemigo, para acabar con la Iglesia de los últimos
tiempos. La esperanza es un arma ahora mismo. Dios no se olvidó de
sus promesas ni te abandonó, porque el que prometió es fiel.
Cómo recuperar la esperanza
Decreta la verdad de esta palabra sobre tu corazón, sobre tus pensamientos
y sobre tus promesas: “¡El que prometió es fiel!”. Dilo en voz alta ahora. Dilo hasta que lo creas.
Dilo como un arma. Declárala sobre tus circunstancias, donde la demora trató de
enterrarte en el abatimiento y la desesperanza. Declárala donde el enemigo luchó
para sacarte. La esperanza se recupera al asociarse con la verdad, porque “El
que prometió es fiel”.
Desde la demora hacia el tiempo señalado
Comprendí que el Cuerpo estaba pasando desde la demora percibida hacia la
temporada señalada. Están naciendo promesas que muchos pensaban que estaban
olvidadas y archivadas. Los avances que fueron
ferozmente disputados, repentinamente se abrirán paso. La rápida
aceleración de la promesa cumplida está sobre los fieles de Dios, especialmente
donde hubo un ataque feroz y una gran resistencia, y donde muchos se cansaron
preguntándose “¿Dios se acuerda?”,
pero siguen en pie.
Gálatas 6:9: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido
tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”.
Amigo, la temporada está cambiando desde la “demora” hacia su “tiempo
señalado” de la promesa cumplida. La aceleración está sobre el remanente que
verá un avance tras otro en formas profundas. Lo que fue profetizado por mucho
tiempo (milagros nunca antes vistos, señales y maravillas; almas salvadas en
números inauditos; promesas largamente disputadas; y avances donde muchos
pensaron que nada cambiaría), está sobre el pueblo de Dios. La clave es
mantenerse firme en esta temporada, ya que el diablo está detrás de tu
esperanza y tu fe. Resiste al diablo y huirá (Santiago 4:7). Escribe la palabra
en tu corazón y medita en ella día y noche: “El
que prometió es fiel”.
Incluso en tiempos de caos, Dios sigue siendo fiel
Recuérdate que Dios es fiel, siempre. Esto puede parecer obvio, pero en una
temporada prolongada de agitación, guerra y ataque, es importante recordar que
incluso en tiempos de caos, Dios permanece fiel. El cielo está lanzando una
nueva ola de revelación sobre la fidelidad de Dios. La fe en la fidelidad de
Dios está siendo mejorada, restaurada y renovada. La fe se está ampliando y
creciendo para la gloria del nuevo odre. La fe para un nuevo avance está siendo
impartida a través de la confianza en la fidelidad de Dios.
Recuérdate a ti mismo que incluso cuando las personas, los sistemas y las
circunstancias te decepcionan, la fidelidad de Dios permanece. La fidelidad de
Dios es nuestro baluarte y un factor de cambio en esta hora. El enemigo lanzó lo
mejor de sí mismo contra ti, pero la fidelidad de Dios está trabajando
activamente en ti y fortificándote con una fe que prevalece. El poder de la
resurrección supera toda asignación demoníaca de ataque diseñada para
eliminarte. Sigue adelante, amigo. La fidelidad
de Dios prevalece y Él está añadiendo una fe que prevalece en ti.
Decreta esto sobre ti mismo: “El que prometió es fiel conmigo”.
Hebreos 10:23 dice: “Mantengamos firme la esperanza
que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa”.
Dios se acuerda de tus promesas, amigo, aunque creas que se olvidó, porque
Él es fiel. Dios ve la resistencia que se presentó y la temporada está
cambiando. Es la época del parto. Es el tiempo del nacimiento de la promesa
cumplida y de la toma de nuevos terrenos. Es el tiempo de la Iglesia que
prevalece. Las páginas están pasando, aumentando en rapidez, así que aférrate a
la fidelidad de Dios, ya que esta es tu arma y tu fortaleza para la hora.
Ahora eres mucho más peligroso para el enemigo
La verdad es que la resistencia te hizo más fuerte. Construiste una fe que
es una herramienta afilada y efectiva para esta temporada. Lo que el enemigo
pretendía utilizar para destruirte, te hizo más fuerte. Fuiste forjado en el
fuego y ahora eres mucho más peligroso para el enemigo, ya que construiste una
fe prevaleciente, en medio de una gran resistencia, simplemente por estar de
pie y no renunciar.
Deja que tu corazón
recupere la esperanza. Mira más allá de la resistencia, a la razón por la cual
el enemigo trató de eliminarte. Estás hecho para esta temporada, amigo.
Realmente naciste y estás preparado para un momento como éste. Deja que surja
la esperanza.
Busca lo nuevo que Dios está dando a luz
Los días profetizados
desde hace mucho tiempo de una cosecha y un avivamiento sin precedentes, están
llegando ahora. Para el remanente fiel, estos son nuestros mejores días. Aunque
los temblores continúan (para ti, amigo), Dios está dando a luz las promesas y
abriendo puertas de oportunidades reservadas sólo para su pueblo. Mira lo nuevo
que Dios está dando a luz. Busca la “apertura” de la promesa donde fue muy
combatida. Busca las puertas que Dios está abriendo hacia una nueva influencia
y territorio por el que estuviste creyendo. La página está pasando. Prepárate
para ir más allá de la resistencia y entrar en la fe que prevalece para lo
nuevo que Dios está dando a luz en ti.
Porque el que
prometió es fiel. La fidelidad de Dios es segura y es tu arma del momento para
restaurar la esperanza, perseverar y prevalecer. Un viento fresco está
soplando, porque Él que prometió es fiel. Te estás levantando en la fe que prevalece,
para tomar un nuevo terreno.
Decreta hoy esta
promesa sobre tu corazón, tu familia y tu nación: “El
que prometió es fiel” y “El que
prometió es fiel conmigo”.
Jodie Hughes
(www.elijahlist.com)