viernes, 16 de febrero de 2024

“¿Estás preparado para lo que estuviste orando?”

 

Por Joe Joe Dawson

¿Estás preparado para lo que estuviste orando?

Durante una reunión reciente de oración corporativa, recibí un mensaje poderoso del Señor. Dijo: “Esta es la temporada por la que estuviste orando”. Al principio me llené de alegría, porque estuve orando por algunas cosas muy específicas durante las últimas temporadas, y sabía que era el Señor confirmando la llegada de las respuestas a esas oraciones.

Mientras continuaba orando sobre esta palabra, escuché al Señor haciéndome esta pregunta: “¿Estás preparado para recibir aquello por lo que estuviste orando?”. ¡Inicialmente quería responder con un entusiasta “sí”! Pero Dios no me hizo la pregunta porque no supiera la respuesta. Durante los días siguientes continué orando y buscando al Señor acerca de esta palabra, y supe que no era solo para mí, para mi familia o para nuestro ministerio. Esta palabra era para muchos en el Cuerpo de Cristo en esta temporada. Esta es tu temporada de avance, pero ¿estás preparado para ella?

Un año fundacional

Creo que Dios está buscando a aquellos que puedan administrar y manejar las bendiciones anticipadas por las que estuvieron orando para sus vidas y para sus iglesias, ministerios y negocios. En esta temporada la preparación es clave. Dios es un Padre bueno y sabio, y anhela responder a nuestras oraciones, pero nunca nos confiará nada hasta que tengamos la capacidad, la estructura y las personas adecuadas a nuestro alrededor, para manejar el desborde que Él quiere desatar en todos los aspectos de nuestras vidas.

Hacia finales del 2023, el Señor me dio una palabra profética para el 2024. Se trataba de cómo el próximo año sería fundamental para muchas personas. Creo que Dios está estableciendo una infraestructura crítica en la vida de muchos creyentes en el 2024, para que puedan construir sobre ella en los años venideros. Es crucial asumir la responsabilidad de administrar adecuadamente lo que creemos en nuestras oraciones. Evitar la trampa de estar mal equipados (a pesar de las oraciones contestadas), requerirá estar preparados para aquello por lo que estuvimos orado.

Pide, cree y recibe

Cuando Dios desata la abundancia en nuestra vida, necesitamos protegernos de la arrogancia, convirtiéndonos en personas verdaderamente humildes. Esta es una de las razones para practicar la disciplina espiritual del ayuno y la oración, porque mantiene nuestros corazones y nuestras mentes libres de la niebla de lo natural, permitiéndonos estar firmemente arraigados en lo que somos en Dios.

Cuando recibí esta palabra del Señor, me acordé de varios pasajes de las Escrituras. La primera fue Marcos 11:24: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. Me encanta lo simple que es esta Escritura: “pide, cree y recibe”. ¿Qué pasos tangibles tomarías, si realmente creyeras que recibirías lo que estuviste pidiendo? La verdad es que muchas veces pensamos que estamos esperando en Dios, cuando en realidad Él está esperando que demos un paso de fe. Esta es tu temporada para poner la fe en acción. ¡Esta es tu temporada para avanzar!

Llena tu corazón y tu mente con la Palabra de Dios

La otra Escritura que recordé, fue Juan 15:7: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Cuando permanecemos en las palabras de Dios, ya sea en su Palabra escrita o en las palabras proféticas que Él nos habló sobre nuestra vida, nuestros deseos se convertirán en sus deseos. Entonces, cuando oremos, lo haremos con corazones puros y llenos de fe, y luego veremos las respuestas a esas oraciones. Lo mejor que podrías hacer en este tiempo de preparación, sería llenar tu corazón y tu mente con la Palabra de Dios.

En esta temporada, la creencia es un componente vital que te ayudará a ir más allá de la oración, para dar pasos tangibles en la fe. Esta es tu temporada de avance. ¡No la dejes pasar! Al orar por avances y abundancia, debemos alinear nuestras creencias con pasos tangibles que nos preparen para administrar bien lo que está a punto de desarrollarse.

Esta es tu temporada de avance, ¡prepárate para ella!

Joe Joe Dawson

(www.elijahlist.com)

 

“Recuperando tesoros”

 

Por Sara Whitten

¿Qué está recuperando Dios en tu vida en esta temporada? En mi tiempo reciente de recuperación, sentí que el Señor pronunció la palabra “recuperación” durante mi temporada. Me pidió que lo buscara. Si bien las dos primeras definiciones eran muy parecidas a las que yo esperaría:

1) “El acto, proceso, duración o instancia de recuperación”.

2) “El regreso a una condición normal o saludable”.

La tercera definición fue la que llamó mi atención.

Según el American Heritage Dictionary, la recuperación también se define como “el acto de obtener sustancias utilizables de fuentes inutilizables”.

La belleza de sacar algo utilizable de algo inutilizable, es una imagen perfecta de lo que Dios está haciendo en nosotros durante nuestros tiempos de recuperación. Ya sea que se trate de recuperación física, recuperación de la angustia, recuperación de la devastación financiera, recuperación de un trauma o el restablecimiento de algunas áreas de la vida donde se necesita un comienzo completamente nuevo. ¡Dios está recuperando algo en tu vida en este momento!

Un punto de inflexión y un cambio de enfoque

En el capítulo 10 de Isaías, Dios habla de un punto de inflexión en la batalla. A través de esta batalla, Dios los estaba destetando de su dependencia de las cosas inútiles. Dios estaba ayudando a Israel a llegar a un punto donde ya no dependerían de los aliados que buscaban destruirlos, sino que confiarían fielmente en el Señor (Isaías 10:20).

A medida que Dios hace que nos recuperemos de una batalla, también nos desteta de las mentalidades, los hábitos, las relaciones o las posiciones que nos mantienen dependientes de las viejas mentalidades o las antiguas formas de vida inestables y destructivas, para llevarnos hacia donde el Señor nos está guiando a continuación.

El Señor nos está llamando a dejar de enfocarnos en “aquello de lo que nos estamos recuperando” y enfocarnos “en las cosas que estamos recuperando”.

No vuelvas otra vez por ese camino

Al esbozar cómo debía vivir Israel después de su éxodo de Egipto, Dios les dio esta instrucción en Deuteronomio 17:16: “Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino”.

Es interesante pensar que las personas que vieron al Señor dividiendo los mares para ellos, todavía pensaran en Egipto como su proveedor de energía (la fuerza motriz de la época era “la fuerza de los caballos”).

¿Cuál es tu Egipto? ¿De dónde vienes? ¿De qué maneras (pensamientos, hábitos, recursos, etc.) sigues “consiguiendo” caballos de Egipto sin saberlo? Es muy posible que mientras tratamos de volver a encarrilarnos con lo que solía ser la vida, el Espíritu Santo esté tratando de enseñarnos nuevas soluciones para nuevas estaciones.

A medida que le pidas al Espíritu Santo que identifique la obra de “recuperación” que está haciendo en tu vida, será necesario no volver a la vieja usanza. En lugar de los surcos viejos y familiares, el Señor está haciendo nuevos caminos en espacios no utilizados.

Recuperando tesoros

En esta temporada de recuperación, Dios también está rehabilitando tesoros enterrados en nuestras vidas. Hace poco, mi hijo y yo estábamos viendo un programa sobre la recuperación de objetos de valor bajo el agua. Este tipo de recuperación consiste en encontrar objetos que son increíblemente valiosos o útiles, pero que actualmente se encuentran en una posición o en un estado donde no se pueden utilizar, al igual que la tercera definición de recuperación mencionada anteriormente. Después de limpiarlos, repararlos o incluso simplemente extraerlos de su ubicación perdida, se restauran su utilidad y su valor. A medida que Dios hace esto en nuestra vida, toma cosas que no se están usando... las cosas sobre las que diríamos: “Eso no es valioso”, “Esa parte de mí ya no se puede usar” o “Nada útil puede venir de ese lugar”.

A menudo el Señor debe recuperar primero nuestros ojos, para ver el potencial de su bondad en lo aparentemente invaluable o imposible. Si estás en un tiempo de recuperación, deja que el Señor comience a despertar tu esperanza de nuevo. Lleva estos encuentros hacia el lugar secreto y deja que el Espíritu Santo comience a recuperar todo lo que Él quiere en tu vida. No hay nada más allá de su poder para redimir. Siempre saca algo utilizable de los lugares más inútiles. ¡Servimos al Dios que todo lo recupera!

Para concluir, hazle estas preguntas al Señor:

1. Señor, ¿qué quieres recuperar en esta temporada?

2. Señor, ¿cuáles son algunas de las cosas inútiles en las que estoy confiando ahora, para las cuales quieres mostrarme un camino mejor?

3. Señor, ¿en qué partes de mi vida quieres mostrarme de nuevo el valor y el potencial que ves?

4. Señor, ¿cuáles son los lugares que sentí que son inútiles y Tú quieres que sienta que son utilizables de nuevo?

Sara Whitten

(www.elijahlist.com)

 

sábado, 3 de febrero de 2024

“¡Desciende y profundiza! ¡Elévate a tu asiento!”

 

Por Katie Dunstan

Recientemente fui a un retiro de oración en un lugar conocido como la “Montaña de Oración”, en Nueva Gales del Sur, Australia. Al entrar en la capilla, inmediatamente me vi envuelto en un encuentro de gloria sobrenatural en el Espíritu. Mi esposo y yo estábamos uno al lado del otro, y no hablamos durante cuatro horas, mientras estuve en este encuentro.

Desde este lugar alto, justo delante de mí, pude ver varios portales. Parecían luces de láser radiantes fluyendo desde el Cielo hacia la “Montaña de Oración” en la Tierra. En este encuentro, la Montaña de Oración representaba a la Novia de Cristo.

Encuentros de equipamiento

En el 2024, creo que muchos en el Cuerpo de Cristo entrarán en encuentros sobrenaturales de equipamiento en las dimensiones de la gloria que no se experimentaron antes. Estos serán encuentros para combatir la profunda oscuridad que cubre a las personas de las que habla Isaías 60:2. Nos llenarán de la luz de Cristo y de la esperanza de la gloria. Esta gloria resplandecerá a través de nosotros, reflejando nuestra unión divina con Él.

En estas dimensiones estamos armados para tomar la batalla que se está librando en la Tierra (para tomar la tierra, previamente conocida como territorio enemigo para el Reino de Dios), y para ver las promesas proféticas de Dios declaradas sobre nuestras vidas, ciudades, regiones y naciones, pasando desde un “campo de batalla” a nuestra “tierra prometida”.

Asciendan y gobiernen, sentados en la gloria

El Señor dijo: “Derribaré los tronos reales y destruiré el poder de los reinos extranjeros de este mundo. Te estoy conformando como Mi anillo de sello para que reines con la autoridad de Mi Reino (Hageo 2:22-23). ¡La batalla es real, pero permítanme recordarles que la guerra está ganada! Es hora de tomar el dominio y gobernar”.

El Señor me dijo: “El Salmo 24 para el 2024: Sube y gobierna, sentado en gloria”.

Salmo 24:3-4: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño”.

Ahí estaba yo, muy por encima de todo el ruido blanco y la distracción. Tenía un fuerte sentido de ser espiritualmente pura y despojada de toda suciedad mundana. Con el fin de “ascender y gobernar, sentados en la gloria”, demanda que nos deshagamos de nuestra mugre mundana.

¡Abran sus puertas, puertas antiguas!

Escuché la palabra “prepárate”. Entonces escuché al Señor que decía: “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria” (Salmo 24:7-9).

Jesús es la puerta de entrada a la gloria. Creo que veremos las puertas abiertas a las ciudades, las regiones y las naciones, dando paso a la entrada del Rey de gloria. A muchos se les dará acceso y tomarán dominio espiritual sobre estas áreas y regiones, rompiendo fortalezas territoriales y liberando a los hijos de Dios para que se “levanten, gobiernen y reinen con Jesús”.

Jesús, el Rey de gloria, está anunciando que Él viene a usarte de maneras poderosas para hacer grandes hazañas, para hacer milagros inexplicables y para cambiar y transformar las vidas de las personas que te rodean a través de Él. ¡Prepárate!

Un manto sagrado y real

A partir de este encuentro en la dimensión de la gloria, pude ver una miríada de ángeles y pude escucharlos cantando acerca del Señor: “Santo para siempre... ¡Santo, santo, santo!” (Apocalipsis 4:8). Rodearon a la Novia, mientras adoraban al Señor y la Novia fue conducida hacia los aposentos celestiales. Desde mi asiento en este lugar santo, pude ver las alas de los ángeles revelando a la Novia. Lo que ocurrió ante mí fue asombroso. Había un manto sagrado y real que se le otorgaba a la Novia.

Apocalipsis 4:4 habla de los 24 ancianos sentados alrededor del trono. Inmediatamente, la ecuación 12 x 2 brilló ante mis ojos. El número 12 habla de gobierno y autoridad. Yo creo que está llegando un derramar de la doble porción de autoridad de gobierno sobre la Novia. Creo que una revelación fresca y de peso de nuestro mandato, autoridad, poder e identidad, está llegando al Cuerpo de Cristo para que podamos tomar dominio, reinar y gobernar en gloria, mientras nos sentamos a la diestra del Padre (Efesios 6:2).

Imparticiones divinas

Es aquí, en la gloria y en la comunión con Él, donde vendrán las imparticiones divinas vitales para los tiempos. En el 2024 y más allá, pude ver palabras y diagramas impresos sobrenaturalmente en los corazones de los ardientes, como una inteligencia artificial que se descarga en la pantalla de una computadora. Pero no hay nada artificial en esto; esta es la inteligencia pura y divina del Cielo... nuevos planos, estrategias del Reino y diseños arquitectónicos para los nuevos sistemas operativos.

Invernaderos del cielo

Escuché al Señor que decía: “¡Invernaderos del cielo!”. Vi que llegaba un cambio que moverá a muchos de operar en una mera Iglesia basada en la carne humana, hacia un movimiento de “invernaderos del Cielo”, empoderados por el Espíritu Santo. Vi a los amantes crudos y auténticos de Jesús. La Palabra de Dios brotará de la boca de estos ardientes, como la espada del Señor. ¡Esto unirá y encenderá una nueva raza que tiene una pasión insaciable por conocer a Cristo, la esperanza de gloria!

Pude ver el vino de la gloria nueva que se derramaba en las naciones. Veremos a las naciones cambiando a sus identidades y destinos asignados por Dios, como resultado del vino nuevo de la gloria que se derramará. Se convertirán en faros para otras naciones, a medida que operen en el milagro de su aceite y su vino nuevo.

Pude ver que surgían líderes siervos refinados por el fuego, 5 veces más poderosos y con corazones purificados. Están equipando a una nueva generación de amantes de Jesús de la próxima generación, aquellos marcados como “generales de la próxima generación”. Son los entregados, apartados y ardientes, que se levantarán para guiar a una generación a través del fuego de la iniquidad imprudente, hacia la tierra de la promesa profética y el gobierno y el reinado justos con Cristo.

Sí, el mundo se oscurece con la corrupción y el engaño, pero el fuego y la gloria se vuelven más brillantes a través de la Ekklesia.

¡Desciende y profundiza! ¡Sube a tu asiento!

Escuché al Señor que decía estas palabras: “¡Desciende y profundiza! ¡Sube a tu asiento!”.

Esta es una dirección estratégica para nosotros. Creo que el Señor nos está diciendo que, para ascender y tomar nuestro asiento, debemos descender y profundizar. Debemos descender en humildad, en tierna rendición ante el susurro de su corazón, y luego adentrarnos profundamente en el lugar sagrado, para cultivar una unidad más profunda y pactada con Jesús, el Rey de gloria. Esta es una llave para ascender y desbloquear las dimensiones de la gloria. Desde este lugar podemos sentarnos con Cristo.

En el 2024, creo que a medida que nos rindamos hacia dimensiones más profundas de humildad, accederemos a nuevas dimensiones ascendidas de su santidad. Esto nos posicionará para ascender y descender, a través de los portales de la gloria.

Yo creo que muchos creyentes ascenderán a las dimensiones de la gloria y descenderán, para traer de vuelta los tesoros escondidos y almacenados en los lugares celestiales (Isaías 45:3). Entonces liberarán las riquezas gloriosas del Cielo en la tierra, para impactar el cambio en la esfera de influencia que Dios les entregó.

Katie Dunstan

(www.elijahlist.com)

“¿Estás preparado para lo que estuviste orando?”

Por Joe Joe Dawson

¿Estás preparado para lo que estuviste orando?

Durante una reunión reciente de oración corporativa, recibí un mensaje poderoso del Señor. Dijo: “Esta es la temporada por la que estuviste orando”. Al principio me llené de alegría, porque estuve orando por algunas cosas muy específicas durante las últimas temporadas, y sabía que era el Señor confirmando la llegada de las respuestas a esas oraciones.

Mientras continuaba orando sobre esta palabra, escuché al Señor haciéndome esta pregunta: “¿Estás preparado para recibir aquello por lo que estuviste orando?”. ¡Inicialmente quería responder con un entusiasta “sí”! Pero Dios no me hizo la pregunta porque no supiera la respuesta. Durante los días siguientes continué orando y buscando al Señor acerca de esta palabra, y supe que no era solo para mí, para mi familia o para nuestro ministerio. Esta palabra era para muchos en el Cuerpo de Cristo en esta temporada. Esta es tu temporada de avance, pero ¿estás preparado para ella?

Un año fundacional

Creo que Dios está buscando a aquellos que puedan administrar y manejar las bendiciones anticipadas por las que estuvieron orando para sus vidas y para sus iglesias, ministerios y negocios. En esta temporada la preparación es clave. Dios es un Padre bueno y sabio, y anhela responder a nuestras oraciones, pero nunca nos confiará nada hasta que tengamos la capacidad, la estructura y las personas adecuadas a nuestro alrededor, para manejar el desborde que Él quiere desatar en todos los aspectos de nuestras vidas.

Hacia finales del 2023, el Señor me dio una palabra profética para el 2024. Se trataba de cómo el próximo año sería fundamental para muchas personas. Creo que Dios está estableciendo una infraestructura crítica en la vida de muchos creyentes en el 2024, para que puedan construir sobre ella en los años venideros. Es crucial asumir la responsabilidad de administrar adecuadamente lo que creemos en nuestras oraciones. Evitar la trampa de estar mal equipados (a pesar de las oraciones contestadas), requerirá estar preparados para aquello por lo que estuvimos orado.

Pide, cree y recibe

Cuando Dios desata la abundancia en nuestra vida, necesitamos protegernos de la arrogancia, convirtiéndonos en personas verdaderamente humildes. Esta es una de las razones para practicar la disciplina espiritual del ayuno y la oración, porque mantiene nuestros corazones y nuestras mentes libres de la niebla de lo natural, permitiéndonos estar firmemente arraigados en lo que somos en Dios.

Cuando recibí esta palabra del Señor, me acordé de varios pasajes de las Escrituras. La primera fue Marcos 11:24: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. Me encanta lo simple que es esta Escritura: “pide, cree y recibe”. ¿Qué pasos tangibles tomarías, si realmente creyeras que recibirías lo que estuviste pidiendo? La verdad es que muchas veces pensamos que estamos esperando en Dios, cuando en realidad Él está esperando que demos un paso de fe. Esta es tu temporada para poner la fe en acción. ¡Esta es tu temporada para avanzar!

Llena tu corazón y tu mente con la Palabra de Dios

La otra Escritura que recordé, fue Juan 15:7: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Cuando permanecemos en las palabras de Dios, ya sea en su Palabra escrita o en las palabras proféticas que Él nos habló sobre nuestra vida, nuestros deseos se convertirán en sus deseos. Entonces, cuando oremos, lo haremos con corazones puros y llenos de fe, y luego veremos las respuestas a esas oraciones. Lo mejor que podrías hacer en este tiempo de preparación, sería llenar tu corazón y tu mente con la Palabra de Dios.

En esta temporada, la creencia es un componente vital que te ayudará a ir más allá de la oración, para dar pasos tangibles en la fe. Esta es tu temporada de avance. ¡No la dejes pasar! Al orar por avances y abundancia, debemos alinear nuestras creencias con pasos tangibles que nos preparen para administrar bien lo que está a punto de desarrollarse.

Esta es tu temporada de avance, ¡prepárate para ella!

Joe Joe Dawson

(www.elijahlist.com)