viernes, 19 de abril de 2024

“¿Dónde está tu foco? La entrega que conduce a la vida divina”

 

Por John & Brandy Belt

Tu enfoque divino

Ahora es el momento de enfocarte en las cosas que Dios te llamó a hacer y en tu comunión con Él. Cuando una disrupción, una interrupción o una distracción trate de desviarte del rumbo, recuerda siempre que la solución simple es mantener tu enfoque donde debe estar: “En Jesús, el Autor y el Consumador de tu fe”.

Hebreos 12:1-2: “Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios”.

Esta vida nos brinda amplias oportunidades para desviarnos del rumbo. La clave para mantener el rumbo es descubrir y mantener tu comunión, tu conexión íntima con Dios. No hay nada más valioso en tu vida que tu relación con Dios, porque Él es tu Roca.

Salmo 62:2: “Sólo él es mi roca y mi salvación; él es mi protector. ¡Jamás habré de caer!”.

Él es quien sostiene, energiza e inspira tu vida, para hacer su buena voluntad.

Los lugares celestiales del Señor

El diablo busca oportunidades para perturbar tu vida, pero Dios proveyó formas sabias de mantener tu vida en su plan y en su voluntad perfecta. No hay necesidad de preocuparte por el diablo. Ya está derrotado.

Colosenses 2:13-15: “Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus pecados. Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados y anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz. Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal”.

Si Cristo no hubiera destruido la obra y el poder del diablo, entonces tendrías necesidad de preocuparte. Como creyentes no tenemos una razón para preocuparnos, porque Jesús nos sentó en lugares celestiales junto con Él.

Efesios 2:4-6: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con Él en las regiones celestiales”.

La posición de sentado es el lugar de descanso y poder. Así como somos reyes en Cristo Jesús, también la autoridad que se nos impartió es totalmente suficiente, mientras el Dios de paz aplasta la cabeza de la serpiente bajo nuestros pies.

Romanos 16:20: “Muy pronto el Dios de paz aplastará a satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de nuestro Señor Jesús sea con ustedes”.

La victoria no es un sueño, sino una realidad en Cristo. La necesidad es una alineación de la mente del hombre con la verdad, los pensamientos y la realidad de Dios. Cuando nuestras almas se someten a su voluntad, nuestros ojos se abren para ver la realidad de su Reino y su voluntad manifestándose en nuestras vidas.

Entrando en la naturaleza divina

En nuestros corazones necesitamos cruzar a la tierra prometida de su naturaleza divina revelada en nosotros. Aquí es donde asumimos la N.D.G. (“Naturaleza Divina de Dios”).

2 Pedro 1:3-4: “Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina”.

A medida que sus promesas se cumplen en nuestra vida, comenzamos a experimentar la gloria de su presencia de nuevas maneras. En esencia, estamos siendo renovados en nuestras mentes, siendo estos los tiempos de refrigerio que vienen de la presencia del Señor. Dios quiere que nos refresquemos continuamente en su presencia.

Hechos 3:19: “Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor”.

Arrepentirse tiene que ver con un cambio de dirección, de mente y volver al lugar lujoso y más alto de su presencia, donde sus aguas refrescantes se derraman sobre nosotros.

Usa el discernimiento

Las armas de nuestra guerra son poderosas en Dios para derribar fortalezas. Dios nos entregó llaves, armas, sabiduría, gracia y creatividad, para socavar los intentos del diablo de subvertir nuestras vidas.

2 Corintios 10:4: “Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas”.

Podemos derribar fortalezas oscuras y edificar fortalezas celestiales en nuestra mente y en las mentes de los demás. Dios tiene sus propias fortalezas que desea establecer en nuestra vida. Una clave de sabiduría para romper el poder del diablo en tu vida, es reconocer qué es de Dios y qué no lo es, pudiendo discernir entre el bien y el mal.

Hebreos 5:14: “En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual”.

Este es el comienzo de tu camino hacia la victoria. Sin discernimiento será difícil caminar en un lugar consistente de victoria. Tienes que ver qué está bien y qué está mal, qué es bueno y qué es malo, qué es inspirado por Dios y qué es inspirado por el diablo. Aquí es donde todo comienza. El temor del Señor es el principio de la sabiduría y el odio al mal.

Proverbios 8:13: “Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso”.

Cuando tienes ojos para ver lo que es bueno o lo que viene de Dios versus lo que es malo, entonces puedes seguir adelante para eliminar esas cosas que están obstaculizando tu vida. ¿Qué estás viendo? ¿Dónde pasas tu tiempo? ¿Tus relaciones te están guiando por el camino y la voluntad de Dios? Tienes que pedir y permitir que el Espíritu Santo te muestre lo que realmente te está ayudando a caminar con Dios y qué te está deteniendo.

Hebreos 12:1: “Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante”.

Hay pecados que son obvios cuando vienes al Señor: “Los viejos caminos de la mundanalidad, los placeres impuros de la vida, las preocupaciones y los malos hábitos que deben desaparecer...”. Estas son las cosas obvias y fáciles de ver, pero son solo el comienzo de lo que se debe tratar. Es como alguien que lleva una aspiradora sobre la alfombra y barre todo lo que se ve con el ojo natural. Sin embargo, como todos sabemos, hay más debajo de la superficie de la alfombra que no es visible para el ojo natural. Dios seguirá limpiando tu “alfombra” tanto como se lo permitas. Pero si el proceso se detiene, entonces las cosas no saldrán y habrá obstáculos en tu vida.

Todo tiene que ver con nuestro nivel de entrega a Dios. Cuanto más nos entregamos, más experimentamos su vida divina. ¿Cuánto buscará alguien al Señor? ¿Qué precio pagará? Hay diferentes niveles de sacrificio y entrega. “Yo me rindo a ti” es una gran canción, pero lo que realmente importa, es cómo se desarrolla en nuestra vida.

Si pudiéramos ver todos los planes maravillosos y buenos que Dios tiene para nuestra vida, no perderíamos ni un segundo de nuestro tiempo peleándonos. Hay pesos que también nos impiden hacer lo mejor que Dios tiene para nosotros. Estos no se clasifican necesariamente como pecados, sino como cosas que nos obstaculizan y nos alejan de lo mejor de Dios.

Tómate el tiempo para mejorar tu enfoque y, si es necesario, vuelve a enfocar totalmente tu corazón en el Señor.

John & Brandi Belt

(www.elijahlist.com)

 

 

“¡Comenzó la era del manto de la doble porción!”



Por Diane Lake

 Puertas abiertas

Las puertas abiertas es uno de los temas que surgió en la profecía para el 2024. Cuatro es el valor de la letra hebrea “Dalet” y está simbolizada por una “puerta”. Dalet también simboliza una puerta y denota “ser elevado”. Otro tema que surgió es el del Salmo 24: “El Rey de gloria cabalgando”. Curiosamente, el Salmo 24:7 y 9 abarca todos esos significados. 

El Salmo 24:7 dice: “Eleven, puertas, sus dinteles; levántense, puertas antiguas, que va a entrar el Rey de la gloria”.

A finales de enero escuché al Señor que decía: “Comenzó la era del manto de la doble porción”.

Creo que los temas de las puertas abiertas y la entrada del Rey de gloria están conectados con el comienzo de la era del manto de la doble porción, una de las cosas que el Rey de gloria está introduciendo. ¡Amigos, les profetizo desde las puertas que está llegando la era del manto de la doble porción!

La doble porción de la Unción

El manto de la doble porción o la unción, surge de 2 Reyes 2, cuando Eliseo pidió una doble porción del espíritu de Elías, antes de ser arrebatado hacia el cielo. La idea de que los términos “manto” y “unción” sean intercambiables, se origina cuando Elías fue instruido para “mashaj” (4886 de Strong: “ungir”, “untar”, “consagrar”) o ungir a Eliseo en su lugar. En lugar de ungir a Eliseo con aceite, le echó encima su túnica de profeta. De aquí viene el simbolismo del manto que representa la unción (1 Reyes 19:16 y 19).

Un estudio sobre la palabra hebrea “mashach” y la raíz de su equivalente más cercano en el Nuevo Testamento “chrisma” (5548 de Strong: “una unción”, “la dotación especial del Espíritu Santo”), revela que la unción debe ser considerada como un acto de habilitación del Espíritu Santo. Por tanto, la unción incluye la autorización y la habilidad o la autoridad para moverse y funcionar, pero no con su propia fuerza, sino con la fuerza de Dios. Nos hace receptores de la energía creativa y la capacidad de Dios para lograr lo que Él propuso para nosotros. Es la liberación del Espíritu Santo “en” y “a través” de nosotros.

¡Recoge el manto! Es hora de correr

Hubo una prueba antes de que Eliseo recibiera lo que había pedido, primero porque sirvió a Elías por un tiempo no especificado (1 Reyes 19:21; 2 Reyes 3:11), y segundo porque Elías le ordenó que se quedara atrás tres veces y no lo acompañara al río Jordán. Elías no trataba de deshacerse de Eliseo. Estaba tratando de ayudarlo a crecer en su destino. Quería que aguantara y deseara la unción más que cualquier otra cosa. Eliseo tuvo que “ver” a Elías siendo elevado hacia el cielo, antes de que pudiera recoger el manto. Esto indicaría una alineación cuidadosa y continua con su padre espiritual hasta el final (2 Reyes 2:12). 

La transferencia del manto no es automática y nunca es fácil. Siento que el Señor me mostró que hay muchos que estuvieron esperando años por la manifestación de un manto que creen que les fue pasado generacionalmente o desde un mentor profético o espiritual. Mi mentor profético personal falleció a finales del 2017, pero no fue hasta casi seis años después, a finales de julio del 2023, que escuché al Señor decir: “Hoy marcas la ‘recogida del manto’, la etapa real para usarlo y operarlo”. Me dijo que la muerte de mi mentor marcó el comienzo del período de espera al que le había oído referirse varias noches antes. Fue un período de prueba para ver si era digna de usarlo. Lo escuché decir que lo era. Luego dijo: “Se pasó la batuta. Es hora de correr”.

Siento que esta palabra es para muchos otros en el Cuerpo de Cristo. Si te reconoces en esta palabra de prueba y espera para recoger un manto, ¡prepárate para correr!

Restaurar e iniciar

Fue una gran confirmación escuchar la palabra del Señor para el 2024 del obispo Bill Hamon (de Christian International). En sus palabras para el año, el obispo describió cómo el Señor le mostró que durante los últimos seis años (desde el 2018) hubo un proceso donde se probó a los santos, para ver quién estaba listo para lo que Él iba a comenzar a hacer en el 2024. Aquellos que pasaran esta prueba, al igual que Job pasó su prueba, pasarían a un nivel completamente nuevo de experimentar las bendiciones, los milagros, las señales y las maravillas que comenzarían a ocurrir en el 2024.

Al igual que Job, aquellos que pasan su período de prueba, pueden esperar ver al Señor restaurando lo que el enemigo (satanás) les ha quitado. Aquellos que estén listos para tomar el manto de la doble porción, recibirán el doble de la unción, así como a Job le fue restaurado el doble (Job 42:10).

Escuché al Señor que decía que se estaba preparando para restaurar primero y luego lanzar a sus fieles. No creo que entendamos lo que viene. Será un día completamente nuevo, un nivel completamente nuevo, más grande que cualquier cosa que hayamos experimentado antes.

Recepción del llamado

El Señor me mostró que Efesios es la rueda que hace girar la unción. Efesios habla mucho acerca de las riquezas de nuestra herencia en Cristo. En Efesios 1:18-19, Pablo ora por los santos, para que los ojos de su entendimiento sean iluminados y sepan “... a qué esperanza Él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz”.

Manifestar el manto de la doble porción requiere primero recibir el llamado. Un llamado podría describirse como una invitación o una convocatoria divina. Cuando se aplica a la unción de la doble porción, veo que recibir el llamado es similar a cuando Eliseo recibió el manto de Elías la primera vez; hablaba de potencial o la promesa de lo que era posible (1 Reyes 19:19). Luego, cuando Eliseo soportó y más tarde tomó el manto, habló de poder y de aprovechar las riquezas de la gloria de la herencia divina para comenzar a correr (2 Reyes 2:13-14).

En sueños he visto a aquellos que soportaron tomar el manto, como capaces de invocar la presencia y el poder inmediatos, tangibles e incluso visibles de Dios. No debe tomarse a la ligera y hay una razón por la que hubo un período de prueba. A los que tomen el manto de la doble porción en esta nueva era, se les confiará un nuevo nivel de poder y autoridad profética sin precedentes.

Efesios 3:20-21: “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a Él sea la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén”

Diane Lake

(www.elijahlist.com)