Por Garris Elkins
El 2011 será el año de grandes cambios y transiciones en la Iglesia. Estos cambios y transiciones ya están ocurriendo en el plano espiritual. El año que viene estos cambios comenzarán a ser visibles dentro de la Iglesia en una gran medida. Estoy viendo cuatro áreas de cambio y transición que ocurrirán el año que viene y los describo a continuación.
Ocurrirá un nuevo alineamiento en los dones de equipamiento
En las últimas décadas hubo un amplio entendimiento sobre el ministerio de los apóstoles y profetas. Esto motivó que se levantaran movimientos alrededor de estos dos dones ministeriales. Se desarrollará una unidad profunda en el 2011 entre apóstoles, profetas y evangelistas como una cuerda de tres líneas para la cosecha de almas impulsada por el Espíritu Santo. Se soltará el gobierno de la cosecha. Habrá una inclusividad visible entre estos tres dones para preparar a la Iglesia para la cosecha sobrenatural.
Aparecerá una bendición sobrenatural en lugares inusuales
En el 2011 muchos harán un gran descubrimiento: en medio de sus fallas, Dios se mostrará para bendecirlos a pesar de sus errores obvios y visibles. Habrá un avivamiento de bendición en lugares insospechados e inusuales. En el 2011 se soltará una bendición para los pródigos y está programada una fiesta para ellos.
Cuando nos paramos en medio de las ruinas de los errores que muchos están experimentando y cuando Dios viene de una manera inesperada con provisión y bendición sobrenatural, ese momento de misericordia producirá una profunda humildad, arrepentimiento y adoración que ninguna fórmula de éxito puede proveer. Nuestras canciones de arrepentimiento en medio de nuestras fallas, cantadas bajo la bendición de Dios, soltarán un entendimiento profundo de su corazón misericordioso.
Dios quebrará las reglas de la productividad religiosa
Recientemente un consejero amigo me habló de un líder que estaba agotado. El consejero le dijo que dejara de estudiar, de tener devocionales diarios, de hacer planes y simplemente aprendiera a descansar en la presencia de Dios. Ninguna de estas cosas que el líder debía dejar de hacer estaba mal. Todas ellas son parte de una vida cristiana saludable. Las disciplinas espirituales de su vida se transformaron en los lugares desde donde trataba de hacer funcionar su vida. El orden reemplazó a Jesús como el Dador de la Vida. Mi amigo quiso que este líder quebrara las reglas de la productividad religiosa para regresar a la simplicidad de la fe en Jesús.
Dios está quebrando las reglas de productividad de los hombres que afirman que “hacer más nos hace más santos”. Dios desea que dejemos de tratar de probar nuestro valor para Él por medio del deber religioso. La productividad es el lenguaje de los esclavos. La herencia es el lenguaje de los hijos de Dios.
En el 2011 Dios le pedirá a su pueblo que se mueva hacia una revelación más profunda de la amistad que Jesús les prometió a sus discípulos. En Juan 15 Jesús les dice a estos nuevos amigos que el amo no confía en esclavos. Los esclavos no reciben revelación, sólo los amigos. Los esclavos trabajan desde una lista de ocupaciones que les entrega su amo. Cada día la rutina predecible de la lista de tareas produce un corazón derrotado en el esclavo. Dios quiere que sus amigos puedan oír su voz. Algunos tienen una mentalidad que los lleva a regresar a los cuartos de esclavitud del pasado, ahora Dios los está llamando hacia una relación de amistad y revelación fresca diaria que surge por vivir en su presencia.
Chicago experimentará el fuego de la presencia de Dios
En oración pude ver una imagen de una lupa enorme sobre Chicago y las comunidades circundantes. Como un rayo de luz a través de la lupa y enfocado en esta región, pude oír estas palabras: “Viene un incendio”.
El gran incendio de Chicago ocurrió en 1871 y ardió por tres días, destruyendo la ciudad y matando a cientos de personas. En el 2011 Dios producirá un incendio que reavivará la región de Chicago y traerá a miles a la nueva vida en Cristo. Se incendiarán las manos que se levantan normalmente durante los servicios de adoración. La gente literalmente sentirá el calor de la presencia de Dios en sus cuerpos. Una prominente mega Iglesia experimentará un Pentecostés que desafiará el entendimiento de algunos. Los sabios esperarán para juzgar lo que está ocurriendo. Dios levantará voceros inusuales entre estos ardientes que manifestarán lo que Él está haciendo.
Garris Elkins
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