Por Luke Holter
El 2010 fue un año difícil para la Iglesia, pero levante su rostro porque en el 2011 celebrará la victoria sobre las cosas por las cuales peleó en el 2010. Los cristianos victoriosos se levantarán en el 2011 y serán osados como un león. El poder del amor lo llevará hacia la victoria en este año y la Iglesia tendrá una visión de su identidad.
Recientemente viajé para hablar en una conferencia en San Antonio, Texas, cuando el Espíritu Santo comenzó a hablarme sobre el 2011. Busqué en mi corazón lo que el Señor tenía para la Iglesia en este año, porque quería una palabra del Señor con desesperación. Pasé varias semanas buscando y en el momento más inesperado me entregó la respuesta que creo alentará a la Iglesia en esta hora.
Cuando llegué al hotel, pude sentir al Espíritu Santo en la habitación. Me senté y comencé a orar para buscar lo que el Señor tenía para mí. Oí al Espíritu Santo decir: “El 2011 es el año del vino nuevo de la victoria”. Pude sentir el peso de esta afirmación y comencé a preguntarle qué significaba.
Victoria sobre nuestros enemigos
El Espíritu Santo me guió a la historia de Abram y Melquisedec en Génesis. Cuando comencé a leer la historia, fui sorprendido por la invitación para la Iglesia en el 2011.
La historia es algo así. Abram estaba peleando contra los ejércitos de Sodoma en el valle de Save (el valle de los reyes) y obtuvo la victoria sobre sus enemigos en la batalla. Luego el sacerdote Melquisedec apareció con pan y vino, ofreciéndoselos a Abram para bendecirlo por la victoria. Luego el rey de Sodoma le dijo a Abram que avanzara y tomara el despojo de la guerra. Abram se negó para que no se dijera que se enriqueció por causa de este rey perverso. Este fue un concepto poderoso donde el enemigo no pudo alardear por entregarnos el despojo.
Génesis 14:17-23 dice: “Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram…”.
Venceremos en el 2011
Creo que el 2010 ha sido un año duro para nosotros como nación, así como para la Iglesia como Cuerpo apostólico de gobierno. Vimos muchas situaciones difíciles a nivel económico y personal. El 2010 ha sido un año donde Dios probó el carácter y el enemigo trató de ganar la guerra en nuestras mentes sobre nuestro destino, ¡pero en el 2011 venceremos!
Creo que mientras nos acercamos a Marzo comenzaremos a entrar en un avivamiento poderoso y venceremos al enemigo que devastó nuestra economía, nuestras familias y nuestras vidas en el 2010. ¡Debemos fortalecernos y pelear porque estamos batallando en el valle del Rey y seremos victoriosos!
El 2011 será un pago al contado del Reino en la tierra. La marea se revertirá y veremos al Señor como una inundación que arrasa con las obras de las tinieblas en nuestras vidas. Nos mostrará su bondad y nos rescatará de aquellas cosas que nos detuvieron en los años pasados.
Cuando el enemigo le recuerde las luchas del 2010, ríase y beba el vino nuevo. Cuando los enemigos de su pasado regresen para sacarlo del curso de su herencia, recuerde que la victoria ya es suya y sólo el Señor lo hará ser osado como un león para aplastar la cabeza del enemigo.
Beberá el vino nuevo de la victoria, la misma sangre de Jesucristo. Allí está nuestra victoria.
Luke Holter
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