Por Bobby Conner
Estos son los días más excitantes en la historia de la humanidad
“El Señor recorre con su mirada toda la tierra y está listo para ayudar a quienes le son fieles. Pero de ahora en adelante tendrás guerras, pues actuaste como un necio” (2 Crónicas 16:9).
Específicamente, el Espíritu de Dios está preparando un liderazgo y soltando sobre ellos la unción que reposaba sobre los hijos de Isacar. “De Isacar: doscientos jefes y todos sus parientes bajo sus órdenes. Eran hombres expertos en el conocimiento de los tiempos, que sabían lo que Israel tenía que hacer” (1 Crónicas 12:32).
¿Cómo es el tiempo en el que vivimos? El plan de Dios para estos días finales es que todo el mundo descubra que su Hijo, el Señor Jesucristo, es el Rey de reyes y Señor de señores (1 Timoteo 6:15 y Apocalipsis 19:16). Las Escrituras establecen que cada rodilla se doblará y cada lengua confesará que Cristo es el Señor. Las Escrituras declaran que toda la Tierra se llenará del conocimiento de la gloria de Dios (Habacuc 2:14).
Los cambios en el Reino de Dios están avanzando por todas las naciones y multitudes incontables se están volviendo a Cristo. La trompeta profética debe hacer un llamado claro en estos días extremadamente cruciales para preparar un liderazgo confiable (1 Corintios 14:8). Este es el tiempo para caminar con verdaderas metas, anhelos y propósitos divinos, sin caer en ciclos interminables (Efesios 5:14-16).
¡Nadie desea otros 40 años dando vueltas alrededor del monte por culpa de los esfuerzos humanos equivocados! La buena noticia es que ya no necesitamos vagar por el desierto: Es tiempo de acceder al Reino de Dios. ¡Este es el tiempo para avanzar, estableciendo al Rey en su Reino, operando en el poder y la autoridad de Dios!
La cosecha destinada
Estos son días de destino, llenos de asombro y excitación, mientras las obras de Dios se están desplegando (Salmo 90:16-17). El temor de Dios está regresando a su pueblo, llenando los corazones de la gente con gran expectación (Isaías 64:1). Espere alcanzar cosas grandes y poderosas para la expansión del Reino de Dios (Jeremías 33:3).De hecho, estamos a las puertas de la mayor cosecha que el mundo haya visto. Nunca se olvide: El Señor tendrá su cosecha. El Espíritu de Dios ahora está obrando para “cosechar a los cosechadores”.
¡Pronto más de mil millones de personas serán transformadas para entrar en el Reino de Dios!
El Espíritu de Dios está ungiendo y capacitando a creyentes dedicados y consagrados con una autoridad indetenible (Lucas 10:19). Esta gente ordinaria producirá explosiones extraordinarias para la gloria de Dios (Daniel 11:32b). Abrazaron la promesa de Cristo sobre quiénes son y qué quieren conquistar por el Espíritu (Juan 14:12).
Confianza a través de la permanencia
El Señor nos dejó un último mandato. Esto es inequívocamente claro: Como seguidores de Cristo, estamos capacitados para ser atrevidos, bravos y extremadamente osados. Las Escrituras declaran en el libro de Josué 1:9: “Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas”.
La última frase contiene una promesa abrumadora: La presencia manifiesta de Dios: “… nos acompañará dondequiera que vayamos”. Guardemos esta promesa en nuestro corazón. La promesa se repite a lo largo de todas las Escrituras y es el fundamento de la promesa de 1 Juan 4:4: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.
Esta revelación es esencial: Debemos abrazar la promesa de nuestra identidad en Cristo y creer que podemos lograr el crecimiento explosivo por el Espíritu Santo. El Reino de Dios no será establecido por meras palabras o por nuestras habilidades, sino por el Espíritu de Dios (1 Corintios 4:20). Esta confianza sólo puede surgir desde la unidad real y vivencial con Cristo. Habitando en su presencia manifiesta seremos atrevidos y capaces de afirmarnos, conociendo quiénes somos en Cristo y quién es Cristo en nosotros (Proverbios 28:1 y Colosenses 2:9-10). La Palabra de Dios declara que la plenitud del liderazgo está en Cristo y estamos completos en Él (Colosenses 2:9-10).
¡Prepárese, Prepárese, Prepárese!
Verdaderamente, como se nos promete en Ester 4:14, estamos en el Reino para un tiempo como este. ¡Regocíjese porque puede darse cuenta que el Reino está en usted para un tiempo como este! Tenga confianza: Nació para este día. No se demore en avanzar la por fe, caminando en victoria y tomando su lugar como vencedor, abrazando plenamente el destino que Dios planificó para usted (Efesios 5:14-16).
¡Nuestro Dios es verdaderamente asombroso! Prepárese para contemplarlo de una manera como hasta ahora no lo ha visto en toda su vida. En este tiempo Dios está respondiendo a la invitación de Isaías 64:1: “¡Ojalá rasgaras los cielos y descendieras!”.
Estos son los días más excitantes en la historia de la humanidad.
¡Levántese con la ocasión y tome su lugar como un vencedor victorioso, afirmándose con fuerza y osadía para declarar que el Reino de Dios transformará radicalmente la Tierra!
Bobby Conner
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