sábado, 7 de febrero de 2015

Favorecidos para vivir: El escenario se está montando

 Por Bill Yount

 

clip_image002Enfrenté mi terror por la noche. Tenía miedo de mí y de la flecha que vuela de día. Me hizo perder. Se preguntará cuál era mi terror y mi flecha. Sólo terror y una flecha, eran sólo eso (ver Salmo 91:5).

 

El nacimiento de Jesús tuvo lugar de noche. Luego llegó la larga noche de la historia llena de terror cuando el rey Herodes ordenó que mataran a todos los niños menores de dos años (ver Mateo 2). Satanás teme que el Cielo venga a la tierra. Sin embargo, el Padre susurró: “¡No lo puedes tocar!”. Como creyentes somos el blanco de satanás. Si es el momento más oscuro en nuestra vida, debemos recuperar nuestro ánimo. Jesús está por mostrarse. Siempre lo encuentro en los momentos más oscuros. Ahí es cuando puedo conocerlo a Él, al poder de su resurrección y compartir sus sufrimientos. No tema, Él vendrá y lo salvará.

 

En una película reciente, el actor principal peleaba contra un gran sufrimiento y terror. El final fue sangriento. Su cuerpo joven maltrecho yacía sin vida, transformando el teatro en una morgue. Después de lo que parecía ser una eternidad, sus ojos se abrieron y volvió a la vida. Luego me di cuenta que el personaje de la película fue favorecido con la vida por sus pruebas, entonces podía protagonizar las siguientes películas. Volviendo a mi vida, puedo relatar esto. Sí, sobreviví a todo más allá, son un vencedor. Dios me favoreció con la vida a través de tiempos difíciles. Usted también. Él tiene otra serie de nuestra vida para que vivamos. Nuestros tiempos están en sus manos (ver Salmo 31:15).

 

Caminando con gigantes

clip_image004En Charleston, Carolina del Sur, un pequeño muchacho de cuatro años de edad caminaba por ahí, me miró y dijo: “¡Eres pequeño!”. Le dije al pastor que estaba a mi lado: “¿Qué fue lo que dijo?”. El pastor repitió: “Sonó como que eres demasiado pequeño”. El niño se sentía bien porque yo soy de baja estatura. Sin embargo, esto me hizo sentir humillado y me puso a pensar.

 

Deberíamos mirar a nuestro mayor gigante o a nuestro monte y decirle: “¡Eres pequeño comparado con el Dios que vive dentro de mí!”. Eso humillaría a cualquier gigante o monte hasta hacerlo caer. ¿Cuál es el monte o el gigante por encima del cual el Señor nos levantará este año? ¿Cuál será la tempestad en el mar que lo hará caminar a nuestro lado?

 

En el mar de Galilea, famoso por sus tormentas, le pregunté al Señor: “¿Estamos cerca del lugar donde Pedro se bajó de la barca para caminar sobre el mar agitado antes de hundirse? Este es el mar por donde caminó Pedro”. Aunque Él no recordaba la caída de Pedro, porque se hundió luego de caminar sobre las aguas. Los once restantes se quedaron sentados en la barca lamentándose. El terror de esa tormenta los paralizó. Se perdieron esa oportunidad única en la vida. Es mejor hundirse que quedarse sentado. Cuando la vida termina, no tiene sentido lamentarnos por no haber tomado un riesgo para Dios y hundirnos. Nos lamentaremos por quedarnos sentados, aunque Dios nunca recordará que nos hundimos.

 

El escenario se está montando

Cuando las cosas me parecen imposibles, Dios está montando un escenario para algo mayor. Para muchos el escenario recién se está montando. Las cortinas aún no se abrieron. Dios se está moviendo detrás del escenario para ubicarnos en el frente y en el centro. Por esta razón, aún no oímos nada de ello.

 

clip_image005¿La Biblia no está repleta de historias de personas que parecían perdedores, pero son los que más edificaron nuestra fe? El Señor describe sus hazañas heroicas comenzando por citar que conocieron la agonía de la derrota. Las noches silenciosas de terror con problemas se transformaron en sus amigas. No había esperanza que cumplieran su propósito. Aliéntese, Dios no terminó de escribir su historia…

 

Bill Yount

(www.elijahlist.com)

 

No hay comentarios: