“Es el tiempo de tu manifestación y el año del repunte”

 

 Por Nellie Elaine

 

Recientemente estuve oyendo la palabra “repunte”. Observé la definición y dice: “Un cambio abrupto o inesperado, especialmente uno que resulta en una situación más favorable. Un repunte notable en su suerte”. Luego pude ver una ola enorme. Esta ola se llevaba muchas cosas del pueblo de Dios. Muchos en el pueblo de Dios fueron arrastrados por esta ola lejos de la costa hacia aguas muy, muy profundas. No comprendían lo que les estaba sucediendo. Las situaciones y las circunstancias los alejaban cada vez más hacia las aguas profundas. En estas aguas profundas Dios los estaba escondiendo para quitarles esas cosas para “perfeccionarlos y posicionarlos”… solo para volver a llevarlos de regreso a la costa para exhibirlos.

Ha sido un tiempo de una experiencia intensa en el desierto. No todos estaban en esta ola. Muchos ya habían experimentado esto en el pasado y esos fueron los pioneros que llevaron la gloria y compartieron la Palabra. Pero hay una nueva ola de gente que está siendo promovida por esta ola que los remueve de los lugares profundos y los desiertos, apoyándose en sus seres queridos. Para esta gente hay un repunte.

 

En exhibición… una manifestación…

En realidad sabes quién eres y dónde estuviste, aun así te preguntaste “¿cómo pude llegar hasta aquí?”. Sabes en lo profundo de tu corazón que los pasos de un hombre justo son ordenados por el Señor. La puerta está abierta para ti, las aguas profundas son corrientes de cambio y ahora está ocurriendo un cambio. Puedo ver una “manifestación” y no solo un manifestación ordinaria. Es la celebración de una “manifestación”. Se está produciendo una manifestación global para todos los que estuvieron escondidos en este último tiempo. La edad no importa en esta nueva manifestación porque fuiste preparado para comenzar a operar en las obras sobrenaturales de Dios.

 

El Señor dice: “Pensabas que morirías en ese lugar. Sin embargo, te digo que desde ese lugar tu vida se estuvo expandiendo y tus años aumentaron hasta ser el número exacto de años que determiné para tu vida antes. Tus vestidos cambiaron hacia los de una revelación profunda y estás vestido con Sabiduría y Conocimiento. Aprendiste que en ese lugar de preparación de nuevas dimensiones, nuevos niveles y promociones, que solo debían ser Dios y tú. Era imperativo que conocieras a tu Dios, ¡quiero decir conocer realmente a tu Dios!”. La Palabra nos dice en Daniel 11:32: “Corromperá con halagos a los que hayan renegado del pacto, pero los que conozcan a su Dios se le opondrán con firmeza”.

 

Algo se forjó en las aguas profundas, se desarrolló una confianza en el corredor de ese viaje, donde un niño se hace hombre y una niña se transforma en mujer. Ese es el lugar donde se produce un rito de pasaje que prueba y desarrolla el fruto, la perseverancia y la fortaleza. Existe la convicción que tu Dios está contigo sin importar lo que veas, sientas o escuches. Este es tu tiempo. Prepárate, ¡porque estás a punto de ser exhibido! ¡Este es tu repunte! Espere lo inesperado que resultará en una situación más favorable porque tus ojos están por ver lo que fue profetizado sobre tu vida y tus oídos están por oír el sonido de la gracia abundante de Dios. Es el tiempo. Es tiempo de sonreír, es tiempo de danzar, es tiempo de levantar las alas como las águilas, ¡porque estás a punto de despegar en tu vida!

 

Nellie Elaine

(www.elijahlist.com)

 

 

 

“Tus pozos rebozarán”

 

Por Elaine Tavolacci

 

El Espíritu Santo me está mostrando que muchos de ustedes estuvieron cavando pozos demasiado tiempo, pero se desalentaron porque no experimentaron una apertura. El Señor dice: “No abandones. Tengo pozos antiguos abiertos para ti. Tengo abundancia de aguas frescas que se soltarán para ti. No bebas las aguas estancadas del pasado, ven y recibe agua fresca y viva”.

 

Luego el Señor me llevó a Génesis 26:18 donde Isaac reabrió los pozos que fueron excavados en tiempos de su padre Abraham y los Filisteos cegaron luego de su muerte. Pude ver esto como una analogía de Isaac queriendo beber de los pozos que su padre había bebido. Quiso redescubrir los secretos de la fuerza espiritual de su padre y su relación personal con Dios. Aunque los siervos de Isaac descubrieron agua fresca cuando cavaron los pozos, encontraron la oposición mientras los pastores de Gerar peleaban con los pastores de Isaac, diciéndoles: “El agua es nuestra” (ver Génesis 26:19-20). Los primeros dos pozos que cavaron se llamaban Esek y Sitnah, que significan contienda y enemistad. Algunos de ustedes estuvieron peleando contra personas que trataron de tapar sus pozos con contienda y enemistad. Quieren lo que les pertenece por derecho, pero no tendrán éxito.

 

“Entonces Isaac se fue de allí y cavó otro pozo, pero esta vez no hubo ninguna disputa. A este pozo lo llamó Espacios libres, y dijo: El Señor nos ha dado espacio para que prosperemos en esta región” (Génesis 26:22).

 

“Esa noche se le apareció el Señor, y le dijo: Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, que yo estoy contigo. Por amor a mi siervo Abraham, te bendeciré y multiplicaré tu descendencia” (Génesis 26:24).

Muchos de ustedes están clamando al Señor porque están en un tiempo de sequía semejante. Necesitan esa unción que tuvieron una vez y un anhelo por su presencia. El Señor les dice a aquellos que están secos y estériles: “Los pozos antiguos se están volviendo a cavar y volverán a estar llenos. Recibirán tal abundancia que nunca volverán a estar espiritualmente hambrientos. Deseo derramar en tu vida más de lo que puedes imaginar. Tus pozos rebosarán”.

 

“Esta agua que estoy soltando no es ordinaria, es agua de vida que llevará apertura a las áreas de tu vida donde aún no pudiste ser libre. Será un torrente de limpieza de agua purificada que no solo traerá renovación y reposo a tu vida, también refrescarás y traerás reposo sobre otros. No esperes menos, porque tengo una abundancia para soltar a todos los que la quieran recibir”.

 

Génesis 26:19-25 dice: “Cierta vez, cuando los siervos de Isaac estaban cavando en el valle, encontraron un manantial. Pero los pastores de Guerar discutieron acaloradamente con los pastores de Isaac, alegando que el agua era de ellos. Por eso Isaac llamó a ese pozo Pleito, porque habían peleado con él. Después sus siervos cavaron otro pozo, por el cual también se pelearon. Por eso Isaac lo llamó Enemistad. Entonces Isaac se fue de allí y cavó otro pozo, pero esta vez no hubo ninguna disputa. A este pozo lo llamó Espacios libres, y dijo: El Señor nos ha dado espacio para que prosperemos en esta región. De allí Isaac se dirigió a Berseba. Esa noche se le apareció el Señor, y le dijo: Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, que yo estoy contigo. Por amor a mi siervo Abraham, te bendeciré y multiplicaré tu descendencia. Allí Isaac construyó un altar e invocó el nombre del Señor. Acampó en ese lugar, y sus siervos cavaron un pozo”. 

 

Juan 4:10 dice: “Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, contestó Jesús, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida”.

 

Elaine Tavolacci

(www.elijahlist.com)