Por Paul Lackie
Deuteronomio 31:6 dice: “Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará”. En Noviembre de 2014, el Señor comenzó a mostrarme que estábamos entrando en una temporada y un tiempo en la Iglesia donde su pueblo se levantaría con coraje y osadía como nunca antes para poseer las promesas de Dios. Como Josué, pelearíamos con el pacto de Dios, caminaríamos de una manera sobrenatural mientras obedecemos la voz del Señor y comenzaríamos a poseer nuestra Tierra Prometida.
1. Entenderemos nuestro pacto con Dios… y el coraje vendrá por medio de este pacto
Josué 1:1-9 dice: “Después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, Dios le dijo a Josué hijo de Nun, asistente de Moisés: Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberán prepararse para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a ustedes los israelitas. Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen sus pies. Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al oeste. Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados. Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas. Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas”.
Como nunca antes, comenzaremos a comprender el pacto. Conoceremos la salida en cada situación, conoceremos el final desde el principio porque tenemos la Palabra del Señor y conocemos nuestro pacto con Dios. Desde este lugar de pacto con el Señor nacerá un nuevo coraje. Eleanor Roosevelt dijo una vez: “¿Qué no podríamos lograr si supiéramos que no podríamos fallar?”. Como un pueblo de pacto, sabemos que aunque pudiéramos fallar, Dios nunca falla y es fiel a su Palabra. Descansaremos en las promesas de Dios. Comprenderemos que por medio de la Sangre del pacto de Jesús, tenemos acceso pleno al Reino. Somos coherederos creados para dominar y gobernar. Desde esto tendremos todo el coraje y la osadía para enfrentar cada situación imposible y poseer nuestra Tierra Prometida (ver Romanos 8:16-18 y Gálatas 4:1-7).
2. Venceremos el espíritu de temor que infectó la Iglesia
Creo que este es el año para desechar a la fortaleza del temor que detuvo al pueblo de Dios. Enfrentaremos al enemigo del temor y veremos una liberación masiva del espíritu de temor. En lugar del temor, caminaremos en autoridad, habilitación y poder. Donde estuvimos paralizados por el temor, correremos hacia adelante para arrebatar el campo del enemigo. Aún se sanarán los cuerpos físicos marcados por las preocupaciones, el stress y la ansiedad.
Números 13:30 dice: “Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés, y dijo: Subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo”.
Dios nos quiere liberar de cada temor para que podamos descansar en la promesa. El coraje no significa dejar de enfrentar el temor… frente al temor hay algo que se levanta dentro de nosotros que es mayor que ese temor, porque sabemos que Dios pelea por nosotros con sus ejércitos de ángeles. Comenzaremos a vernos a nosotros mismos como una Iglesia vencedora. No evitaremos enfrentar al enemigo porque sabremos Quién pelea por nosotros.
3. Seremos guiados por la voz del Señor… ¡oír y obedecer!
Creo que Dios requiere que nosotros aprendamos simplemente a confiar. Cuando oímos la voz del Señor, obedecemos. Tenga o no sentido para nuestra mente natural, nos volveremos muy sensibles a la voz de Dios y como niños pequeños, aprenderemos a confiar en Él y a obedecer su voz. En situaciones imposibles seremos capaces de ser guiados estratégicamente hacia la victoria por la voz del Señor.
En Josué 1-6, Josué fue continuamente guiado por la voz del Señor. Dios le daba instrucciones y él obedecía:
La voz del Señor quiebra todo el poder del temor.
La palabra del Señor agitará el coraje dentro de nosotros.
La palabra del Señor le hablará a nuestra identidad para que seamos quienes fuimos creados en Dios.
Esto no significa que no enfrentaremos la adversidad, conoceremos la fidelidad de Dios a su palabra.
4. Vivir una vida sobrenatural será la norma
Josué 3:15-17 dice: “Ahora bien, las aguas del Jordán se desbordan en el tiempo de la cosecha. A pesar de eso, tan pronto como los pies de los sacerdotes que portaban el arca tocaron las aguas, éstas dejaron de fluir y formaron un muro que se veía a la distancia, más o menos a la altura del pueblo de Adán, junto a la fortaleza de Saretán. A la vez, dejaron de correr las aguas que fluían en el mar del Arabá, es decir, el Mar Muerto, y así el pueblo pudo cruzar hasta quedar frente a Jericó. Por su parte, los sacerdotes que portaban el arca del pacto del Señor permanecieron de pie en terreno seco, en medio del Jordán, mientras todo el pueblo de Israel terminaba de cruzar el río por el cauce totalmente seco”.
La gente de coraje sabe que no está limitada por los medios o las circunstancias naturales. Creen en el poder sobrenatural de Dios para hacer lo imposible. Creo que este año comenzaremos a caminar en los caminos sobrenaturales de Dios como nunca antes. Mientras oímos y obedecemos la voz del Señor, nuestra obediencia producirá milagros, señales y maravillas sobrenaturales. Lo sobrenatural no solo será para “algo esporádico”, será la norma de vida de los creyentes.
En nuestros servicios, en nuestras familias y en nuestras comunidades, veremos la mano sobrenatural de Dios moviéndose de una manera extraordinaria. No será algo raro, caminaremos en ello todos los días. Debemos atrevernos a soñar y creer en este tiempo, porque en la medida que podamos creer, Dios se podrá mover.
5. Poseeremos nuestras promesas generacionales… seremos una generación de cumplimiento
El 2015 es el año para ver el cumplimiento de las promesas incumplidas. Mientras nos levantamos con coraje, comenzaremos a poseer nuestras promesas. ¡Dios está buscando a aquellos que pelearán con Él! Josué vio el cumplimiento de la promesa que Dios le hizo a Moisés. Creo que hay promesas en nuestras generaciones que siguen esperando su cumplimiento y Dios quiere que las manifestemos en nuestra generación. ¡Prepárese para ver sus promesas en el 2015!
Paul Lackie
(www.elijahlist.com)