miércoles, 16 de noviembre de 2016

Dios dice: “¡En mi Espíritu no estás confinado al tiempo!”


Por Jo Ellen Stevens

Recientemente el Señor me recordó que “no existe el tiempo en la eternidad”
Años atrás estaba arrodillada sobre el piso del local de la “Primera Asamblea de Dios”, bajo un banco y perseverando en el Espíritu. Cuando me di cuenta, había un gran charco en el suelo donde habían caído mis lágrimas como una lluvia sobre la alfombra. Me parecía extraño y asombroso, porque juraría que solo estuve allí 5 minutos, a lo sumo 10. Sin embargo, cuando observé el reloj habían pasado dos horas y media. En verdad, ¡no podía creerlo!  

En la eternidad podemos ir hacia adelante o hacia atrás
En la carne estamos confinados al tiempo, pero no es así cuando nos movemos en el Espíritu. Cuando estamos en el Espíritu podemos ver en el tiempo, tanto hacia adelante como hacia atrás. En ese momento Dios nos puede dar una palabra de conocimiento acerca de una persona, una situación del pasado o una profecía sobre lo que vendrá. Una palabra de sabiduría para nosotros o para alguien más, podría ser considerada como un pronóstico. Esto se debe a que tenemos su Espíritu en nosotros. Eclesiastés dice que la eternidad habita en nosotros.

Eclesiastés 3:11 dice: “Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin”.

¡La memoria de la eternidad está en nosotros!
¿Sabía que la eternidad está en su corazón? En la medida que entramos en el Espíritu y buscamos las cosas profundas de Dios, Él nos mostrará las cosas que vendrán, pero el hecho es que eso ya está terminado en la eternidad. ¿Su mente le explotó? Es correcto, ¡tenemos memoria de la eternidad en nuestro espíritu recreado!

Muchas veces lo que el mundo llama “Déjà vu” (en francés significa “ya visto”) es experimentar simplemente una palabra de conocimiento acerca de algo en la eternidad que habita en nuestro espíritu y estuvo allí todo el tiempo. El Espíritu Santo está trayendo todas las cosas a nuestra memoria.

Juan 14:26 dice: “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho”.

Tiempo para declarar su cumplimiento
Muchas veces vemos las cosas del futuro que siempre estuvieron allí, establecidas en el Cielo, pero es tiempo de declarar su cumplimiento en el tiempo establecido. Por esta razón, cuando buscamos a Dios y entramos en la dimensión del Espíritu, comenzamos a recibir revelación para el futuro que es relevante para un tiempo como este. La llave de David era la intimidad con Dios, entrando en su presencia. Allí recibía revelación.

Y el tiempo dejó de existir
Muchos años atrás, en ese mismo tiempo de oración, Dios me entregó un sueño. En ese sueño pude ver dos manos que descendían desde el Cielo y enrollaban el cielo, mientras una voz decía: “¡El tiempo dejó de existir!”. Cuando recibí esta visión, el Señor me mostró que cuando el tiempo dejó de ser, podíamos ver la dimensión eterna que siempre nos rodeó todo el tiempo. Pero no podemos ver esto en esta dimensión debido al tiempo. Vemos… pero podemos verla ahora.

1 Corintios 2:7-12 dice: “Más bien, exponemos el misterio de la sabiduría de Dios, una sabiduría que ha estado escondida y que Dios había destinado para nuestra gloria desde la eternidad. Ninguno de los gobernantes de este mundo la entendió, porque de haberla entendido no habrían crucificado al Señor de la gloria. Sin embargo, como está escrito: ‘Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman’”.

“Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios. En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido”.

Como puede ver, si el enemigo hubiera sabido que cuando crucificó a Jesús se multiplicaría a sí mismo en todos lo que lo recibieron, el enemigo jamás lo hubiera crucificado. En este momento todos estamos llenos de eternidad y tenemos acceso a lo que está más allá de este mundo, libre del tiempo. Ahora tenemos acceso a los misterios de Dios y a las cosas eternas. No hay velo que pueda impedirnos acceder a todo lo que el ojo aún no ha visto.

¿Cómo nos ayuda esto ahora?
Este conocimiento nos ayuda cuando entramos en el Espíritu. Ahora podemos ver lo que ya está hecho en el Cielo y traer la dimensión eterna en este espacio llamado tiempo. Esto ocurre cuando decimos lo que oímos y hacemos lo que vemos que Dios está haciendo.

Apocalipsis 19:10 dice: “Me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: ¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora sólo a Dios! El testimonio de Jesús es el Espíritu que inspira la profecía”. 

Como puede ver, el testimonio de Jesús fue que solo hacía lo que veía hacer al Padre y hablaba lo que oía decir al Padre. Por eso Jesús les dijo a sus discípulos en Mateo 18:18: “Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo”.

El Señor quiere conocer
El Señor está diciendo: “¡Ya quedó establecido en el Cielo! Entra en el lugar donde te senté, donde no existe el tiempo. Entra en mi reposo y verás lo que yo veo, oirás lo que oigo y decretarás lo que está terminado en la eternidad sobre tu situación terrenal. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las cosas que no se ven son eternas y duran para siempre. ¡Tienes la autoridad para traer la eternidad dentro del tiempo por medio de tu adoración, por causa de lo que hice!”.

“¡Es tiempo para decretar lo que ves! Es tiempo para decretar algo y será establecido en la tierra. Estoy llamando a mis hijos e hijas maduras para que entren en el Reino eterno. Te estoy llamando a trascender al tiempo como Mi Hijo cuando caminó sobre la tierra. Es tiempo para traer lo eterno al lugar llamado tiempo”.

Jo Ellen Stevens

(www.elijahlist.com)

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