Por
Doug Addison
Oír la voz de Dios en
realidad es fácil y no necesita ser complicado. Mi experiencia es que muchos de
los creyentes no fueron entrenados para oír la voz de Dios, cómo responderle o
cómo comprender su ritmo. Dios sigue hablando hoy. Oír su voz por sí mismo
lo activará en una relación más profunda con Él.
Como nuestras creencias se forman a una edad temprana, todos podemos estar
cargando algún “equipaje
de creencias” que no está necesariamente basado en un hecho o en la
realidad. En muchos casos, las creencias fuertemente arraigadas que se
transmitieron por generaciones, en realidad no están basadas en la Biblia. Algunas
creencias estuvieron basadas en un verso de la Biblia, pero tomadas fuera de
contexto.
Con frecuencia Jesús dijo las palabras:
“cree y recibirás”. Necesitamos examinar qué creemos, porque la
negatividad y la crítica son filtros oscuros que distorsionan cómo vemos a
Dios, a lo demás y a otras personas.
Aquí veremos tres barricadas potenciales que usted puede estar enfrentando
en su camino para aprender a oír a Dios.
1. No ser proactivo
Justo después que Jesús les enseñara a los discípulos a orar la Oración del
Señor, enseñó dos parábolas para activarla (Lucas 11). Una era un hombre que
necesitaba pan en medio de la noche, entonces fue a la casa de un amigo y
persistió pidiéndole, hasta que lo consiguió.
Lucas 11:9–10 dice: “Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y
encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe;
el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre”.
¡Necesitamos “pedir… buscar… golpear” y
tener una audacia desvergonzada!
Luego Jesús recurrió a otra parábola que explica el corazón de Dios como
Padre. Esto nos provee la confianza para confiar en lo que Dios nos hablará (ver
Lucas 11:11–13).
Si tenemos una creencia preconcebida que Dios es áspero o militante,
interpretaremos las cosas que Él nos dice a través del filtro de temor. Pero
Dios es un Padre bueno y amoroso que les entrega dones a sus hijos.
2. Temor
2 Timoteo 1:7 dice: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de
poder, de amor y de dominio propio”. Muchas personas temen
ser engañados o estar pidiendo algo fuera de la voluntad de Dios. Puede confiar
que Dios es un Padre bueno y no quiere ser áspero o provocador.
Si usted está tratando de ser perfecto, no hay espacio para su crecimiento.
Dios usa nuestros errores para entrenarnos. Compartí mis errores, y lo sigo
haciendo, pero Dios los usa para enseñarme y ayudarme a hacer un mayor impacto
posterior.
Es importante comprender que nunca estaremos el 100% seguros. Hay
momentos donde “conocemos
en parte y profetizamos en parte” (1 Corintios 13:9), sin conocer el
mensaje completo.
Dios dice que debemos amarnos unos a otros. Una de las formas que Él puede
ayudarnos, es haciéndonos necesarios los unos para los otros. Con frecuencia le
entrega a la gente partes diferentes de un mensaje, como un rompecabezas, para
que podamos unir las piezas antes de poder ver la imagen completa.
3. Lógica y razonamiento
Hebreos 11:1 dice: “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la
certeza de lo que no se ve”. La mayoría de nosotros crecimos con una mentalidad
racional, basada en las creencias y las acciones científicas. ¡Pero Dios ama
cambiar todas las cosas! Por ejemplo, Jesús sanó a los ciegos de tres maneras
diferentes: Escupió en los ojos de un joven (Marcos 8:23), echó fuera un
demonio (Mateo 12:22) y le dijo al ciego Bartimeo que su propia fe lo había
sanado (Marcos 10:52).
Bartimeo es un ejemplo clave que la fe es la seguridad de lo que no se ve. El
poder sobrenatural de Dios a través del Espíritu Santo, supera toda lógica. Debemos
ser cuidadosos para no quedar atrapados en una mentalidad tipo “muéstrame el
dinero”. Podemos amar a Dios,
pero necesitamos buscar una relación personal con Él, entonces conoceremos su
corazón y sus caminos, comprendiendo que Él solo quiere lo mejor para nosotros.
Bendiciones,
Doug Addison
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