Por Sharell Barrera
En una visión reciente, el Padre me mostró que el enemigo estuvo
tratando de traer un gran desánimo al Cuerpo de Cristo. Muchos se sintieron
como guerreros heridos, atravesando toda la oposición y la guerra. El enemigo
estuvo separando familias y congregaciones, trayendo discordia, mentiras y dolor.
También trajo aflicción sobre los que estuvieron peleando en el frente de
batalla. Estuvo susurrando mentiras implacablemente en los oíos de los que
creen y sostienen las promesas del Señor. Pude oír que el Padre dijo: “¡Se terminó su tiempo! ¡Es el tiempo del martillo!”.
¡El martillo de Dios está aplastando!
El Padre comenzó a
hablarme una vez más en ese momento. Pude oírlo declarar: “¡Mi martillo está descendiendo para aplastar, golpear y
destruir los planes del enemigo!”. Me
llevó a Jeremías 23:29: “¿No es mi palabra como
fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?”.
Luego me recordó a
Sansón. Cómo el enemigo pensó que había ganado y había derrotado a Sansón, pero
en todo momento, el amor y el poder de Dios nunca lo abandonaron. El Señor me
dijo: “Levanté a Sansón una última vez y estoy
levantando al Cuerpo de Cristo con una fuerza poderosa para derrotar al enemigo
y establecer lo divino. Las cosas se ordenarán y las promesas se desatarán.
Mientras mi juicio llega a su final, ¡el enemigo fue hallado culpable!”.
El Señor me
recordó cuando Jeremías oró por su propia liberación de su sufrimiento por los
ataques. Dijo: “Sáname, oh Jehová, y seré sano;
sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza” (Jeremías 17:14). Este verso no solo establece que Dios está a su favor,
¡también lo defiende! Todos los enemigos que lo persiguen, serán avergonzados.
Preste atención a
las palabras del Señor, mientras le habla: “Escuché
el clamor de mi pueblo. Viene la liberación con el sonido de sus alabanzas.
¡Sigan declarando su clamor de batalla! Sigan hablando de acuerdo con las
palabras del Señor”.
“Mis palabras vienen como llamas, mi Palabra viene como un martillo para
quebrar y destruir todo lo que vino contra tu destino, tu vida y tu salud. ¡Vengo
contra tus pruebas y tus aflicciones!”.
“Vengo para hacer producir los terrenos improductivos. Vengo para
establecer el registro correcto sobre tu vida. Los lugares difíciles que
pensaste que no se podían alcanzar y la gente que pensaste que no se podía
tocar, será penetrada profundamente por la espada cortante de mi Palabra”, dice el Espíritu de Dios.
Declaro y
profetizo sobre su vida hoy que la pesadez se quiebra, se sacude y se corta por
el martillo de Dios. ¡Su Palabra queda establecida en su vida! Profetizo que
verá como Sansón la transformación por un segundo viento. Sus enemigos entrarán
en shock y se quedarán sin palabras sobre su vida. Declaro que recibirá la
fuerza del Señor para perseverar a través de todas las dificultades que el
enemigo trató de establecer en su camino. Usted será usado de una manera
poderosa, como el “guerrero poderoso de la fuerza” del Señor.
Salmo 145:18-19 dice: “Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos
los que le invocan de veras. Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá
asimismo el clamor de ellos, y los salvará”. Declaro sobre su vida que
todos los deseos de su corazón estarán garantizados y verá la obra del Señor
sobre su vida. La Palabra de Dios dice que un hombre justo puede caer siete
veces, pero siempre se volverá a levantar (Proverbios 24:16).
Romanos 8:38 dice: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la
vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por
venir…”. Nada en toda la
creación puede separarlo del amor del Padre hacia usted. Amado, cobre ánimo. Esto
también significa que Dios lo sigue amando, sin importar las traiciones y las
opiniones del hombre, cualquier confrontación que experimente, cualquier
mentira en su contra y todos los errores que haya cometido. ¡Solo interesa cómo
vuelve a levantarse! Ganará con el Señor de su lado. ¡Todo el Cielo está
peleando por usted!
Sharell Barrera
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