Por Crystal Wade
Recientemente estaba pensando sobre las brechas generacionales y cómo
existieron siempre. La idea de la brecha generacional no es un concepto nuevo,
aunque varias trompetas en los medios la hacen sonar muy fuerte. Algunos
desafíos profundos entre las generaciones surgen de la realidad, donde nuestro
Padre celestial le asignó diferentes mandatos generacionales a cada generación.
Estos mandatos son únicos, así como las generaciones son únicas.
La brecha
generacional se define como “las diferencias de
opiniones, valores, etc., entre la gente joven y los mayores”
(Merriam-Webster Dictionary). La razón por la cual siempre existe una brecha
generacional, es porque nuestro Padre establece un mandato, su orden judicial,
que marca el alcance de los diseños para los destinos corporativos en cada
generación.
Dios llamó a cada
generación hacia adelante y les ordenó cumplir sus especificaciones para
construir edificios, garantizándoles dones, llamados, designaciones, etc, para
poder cumplirlos. El mandato de cada generación para alcanzar un fundamento
específico, está conectado con la generación anterior. Aunque cada generación
sucesiva tiene un mayor alcance y una perspectiva diferente.
Mateo 12:41-42 dice: “Los
hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la
condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí
más que Jonás en este lugar. La reina del Sur se levantará en el juicio con
esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra
para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar”.
Parte del todo
La buena noticia
es que una persona, como la reina de Saba o pocas personas, como los hombres de
Nínive, pueden acceder a puntos de apertura en su mandato generacional, ¡incluso
si toda la generación fracasa! Sin embargo, es mucho más fluido, poderosamente fácil
y veloz, si la mayoría de la generación decide completar la parte que Dios le
asignó, en lugar de dejar la carga sobre los hombros de uno o dos, como el caso
de Josué y Caleb.
Diferentes generaciones, la misma promesa
Volviendo al
mandato original específico del Padre establecido en los corazones de cada
generación, todas están llamadas a edificar más y mejor que la generación
anterior; respetando y honrando a la generación precedente. Esa es su
naturaleza.
Piense en Abraham, Isaac y Jacob
Hebreos 11:9 dice: “Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida
como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la
misma promesa…”.
Cada uno de ellos
compartió la misma promesa que se basaba en el mandato dado por Dios a cada
generación sucesiva, haciéndolo más grande y mejor, respetando y honrando a los
padres y madres que los precedieron. El Padre edificó generacionalmente y esa
es la realidad central que la mentalidad occidental no comprendió; y creo que
es una de las razones principales por la cual vemos una decadencia tan rápida
en nuestras culturas.
Reconozcamos y tomemos en serio:
1. El Padre
edifica generacionalmente.
2. Estableció un
mandato generacional específico en cada generación.
3. El mandato generacional
edifica sobre las promesas y el trabajo de las generaciones previas.
4. El mandato generacional
es único en su forma y función en cada generación.
La brecha
generacional está lista para servirnos e impulsarnos hacia nuestro destino
corporativo y generacional.
Removió el reproche
Cuando una
generación no cumple con el mandato generacional que Dios le dio, su fracaso
crea un reproche que produce corazones rotos. Con frecuencia no hay energía
para cumplir el mandato, así como un endurecimiento del corazón que le impide a
esa generación, y a la siguiente, entrar en las fases del mandato que Dios les
entregó; incluyendo la porción de la Tierra Prometida (Hebreos 3:7-11). Es una
realidad que todos, cada generación, nos hemos alejado de su gloria.
El Padre le estuvo
hablando a mi espíritu durante meses sobre su intervención y su adjudicación a
nuestro favor. “Estoy removiendo el
reproche de Egipto de tus generaciones y garantizando mi gracia para la
restauración”. Esto es lo que el Señor le habló a mi espíritu. Este
es el don del Señor, precipitando una restauración multi generacional. Nos está
atrayendo hacia sí mismo, en una conexión íntima y nos está dando una
afirmación de su pacto para nuestros corazones. Está removiendo profundamente
de nuestros corazones lo que no nos pertenece (lugares de corrupción e
idolatría, etc.) y renovando lo que sí nos pertenece (Él y su pacto con
promesas). (Ver Hebreos 10:16-17).
Específicamente, está removiendo estos reproches:
Por la generación mayor: la remoción de la pena y la tristeza.
Por los Baby Boomers: la remoción del reproche y el lamento.
Por la Generación X: la remoción de la deshonra y
el rechazo.
Por los Millennials: la remoción del juicio y la
crítica.
Restauración
de la honra
El Señor está
restaurando la honra, el respeto, la fe y el entendimiento.
Oremos juntos: Espíritu Santo, por favor derrama el aceite de
sanidad sobre cada uno que carga el reproche; restaura su corazón y su energía,
renueva la sensibilidad de su corazón mientras lo sanas y luego lo blindas. ¡Póngase de acuerdo con el Padre y recíbalo! Abraham, Isaac y Jacob fueron capaces de edificar intencionalmente cada
generación más grande y mejor, porque cada uno sabía que eran herederos de la
misma promesa.
Decreto sobre usted hoy:
Ahora ustedes
también deben saber que son herederos de la misma promesa, con Abraham, Isaac y
Jacob, en Cristo Jesús. Así como ellos, usted fue capacitado, ungido y señalado
por el Padre, con su mandato generacional y sus dones, para respetar y honrar
las generaciones previas y su trabajo, mientras edifica más grande y mejor,
¡conforme al mandato específico de su generación!
Familias completas edificadas en el cielo y en la
tierra
Concluyendo, mi
amiga y mentora Mary, recientemente partió hacia su morada en el Cielo. Tuvimos
una brecha generacional en virtud de la edad, pero no por la fe. Ella provenía de la generación de mi abuela. Mary me recogió bajo sus alas y alimentó mi fe, mientras me impartía
sabiduría y estrategia. Ella me aplaudió mientras daba mis primeros pasos de
fe, pero guió mi celo joven con la sabiduría que surgía de la riqueza de su vida
con el Señor y su experiencia de vida.
Cuando oí que ella
había partido hacia su morada celestial, me quedé muy aturdida. Estuvo
batallando con problemas de salud, pero se mantuvo fuerte en su fe por la
sanidad y por su compromiso para ser un “Caleb”
en su generación. Creí con ella y solo supe que en cualquier momento
intervendría lo divino y estaría delante del cumplimiento de mandatos
generacionales. Creo que, así como el Padre movió al Cuerpo de Cristo de manera
corporativa hacia la Tierra prometida en esta generación de Josué, ella estaría
ahí mismo junto con ellos.
Sucedió totalmente, pero no ocurrió como yo pensaba
Mary, como muchos
de nuestros seres queridos que ahora duermen, están ante el Padre como un
miembro de su familia en el Cielo. Nos están animando, a los miembros de su
familia en la tierra, con todos los mandatos generacionales edificados sobre el
fundamento sólido que es Jesucristo, el Señor (ver Efesios 3:14-15, Hebreos
12:1, 1 Corintios 3:10-11).
Nuestra familia,
mentores y amigos ahora conocen el alcance completo del mandato generacional
que Dios les hizo, que se extendía más allá de su existencia física, ¡y lo
están alentando ahora para la culminación de los suyos! ¡Todo lo que completamos
nos está impulsando hacia adelante! El Padre removió
todo el reproche y nos garantizó la gracia y el espacio para movernos en la
restauración multi generacional. ¡Ahora está fluyendo el aceite de sanidad! ¡Se levanta la honra!
Respuesta a la oración:
Padre, me pongo de
acuerdo contigo y recibo la gran sanidad, honra, gracia y restauración que nos
estás entregando, mientras juzgas en nombre de las
generaciones y los mandatos abdicados.
Padre, confieso y
renuncio donde fracasé, me rebelé y abdiqué mi parte en los mandatos
generacionales, experimentando el reproche. También renuncio a las raíces de
amargura, juicio y corrupción. Recibo y suelto tu perdón. Sana y llena mi corazón con tu Espíritu
Santo. Consagro mi parte del mandato generacional ante ti
y tus dones para cumplirlo, ¡me pongo de acuerdo contigo para recuperar,
restaurar y reedificar en un nivel multi generacional, con gritos de gracia,
gracia! Restaura y haz mucho más en el nombre poderoso del Señor Jesucristo,
Amén.
Isaías 41:4 dice: “¿Quién
realizó esto? ¿Quién lo hizo posible? ¿Quién llamó a las generaciones desde el
principio? Yo, el Señor, soy el primero, y seré el mismo hasta el fin”.
Crystal Wade
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