sábado, 9 de octubre de 2021

“El juicio y la restauración están ocurriendo de manera simultánea”

 

Por Naomi Byers 

Hace varios meses, mientras estaba en la Iglesia, tuve una visión de ángeles con alas doradas liberando sanidad. Entonces escuché al Señor hablarme de Malaquías 4:2. Esta es una palabra de esperanza y aliento en medio de la agitación y la lucha que estamos experimentando actualmente a nivel mundial.

Una temporada de juicio y restauración

Este es un tiempo tanto de juicio como de restauración.

Malaquías 4:1-2 dice: Miren, ya viene el día, ardiente como un horno. Todos los soberbios y todos los malvados serán como paja, y aquel día les prenderá fuego hasta dejarlos sin raíz ni rama, dice el Señor Todopoderoso. Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros recién alimentados”.

Estamos en una temporada en la que tanto el juicio como la restauración están ocurriendo simultáneamente. Sé que somos cautelosos cuando hablamos de juicio en el movimiento profético, así que por favor escuchen mi corazón en esto. Dios todavía está juzgando en la tierra. Él no cambia, pero para aquellos de nosotros que tememos a Dios, el Hijo de la Justicia se está levantando con sanidad en sus alas. Ahora es el tiempo de alcanzar y recibir nuestra sanidad y avance. Esta es una temporada donde Él está restaurando. Esta “sanidad” lo abarca todo. Es sozo, la palabra griega que significa curación y restauración total: espíritu, alma y cuerpo.

Salmo 147:3 dice: “restaura a los abatidos y cubre con vendas sus heridas”.

Aquellos de nosotros que nos humillamos, sometiéndonos a la sanidad que Él quiere traer, seremos sanados y restaurados. Esto nos preparará para el fuego que se moverá en nuestra tierra.

Fuego en la tierra y fuego en el agua

Otro profeta amigo mío, Deb Peacock, habló de un fuego en la tierra y un fuego en el agua. El fuego en la tierra está quemando todo a su paso. No está dejando “raíz” o “rama”, como dice Malaquías 4:1. El fuego en el agua está cabalgando sobre una ola poderosa; está ardiendo en el aceite de la unción, colocado sobre el pueblo elegido de Dios. Es el momento de perseverar en nuestra unción para recibir la fuerza que necesitamos para los días venideros.

Me gustaría decir que los días se están volviendo más fáciles, pero no es así. La oscuridad está aumentando, pero mientras la oscuridad crece, la gloria de Dios continuará elevándose sobre su pueblo y nosotros brillaremos más por ello (Isaías 60:1-3).

“¡A tu izquierda!”

En el MCU (Universo de Cómics de Marvel), el Capitán América se encuentra por primera vez con el Halcón, al dejarlo atrás con su superfuerza en la película “Capitán América: El Soldado de Invierno”. Si la vio antes, recordará que no para de gritar “¡a tu izquierda!”, cada vez que se cruza con el Halcón. Más adelante, en la película “Vengadores: Endgame”, hay una escena poderosa en la que el Capitán América está de pie en el campo de batalla, al borde de la derrota. De repente, escucha la voz de Halcón decir, tras 5 largos años desaparecido: “¡A tu izquierda!”. Entonces Halcón llega inesperadamente con refuerzos, mientras los ojos del Capi se llenan de lágrimas. (¡Me encanta esta escena! A mí también se me saltan las lágrimas).

Cuando escuché que el Señor me recordaba esto, me mostró una imagen de Elías dejando atrás el carro de Acab en 1 Reyes 18. Lo vi corriendo por el lado izquierdo. No estoy segura si esto es lo que realmente sucedió en la narrativa bíblica, pero lo vi corriendo por la izquierda, como el Capitán América.

1 Reyes 18:46 dice: “Entonces el poder del Señor vino sobre Elías, quien ajustándose el manto con el cinturón, echó a correr y llegó a Jezrel antes que Acab”.

En esta temporada se nos está dando fuerza para dejar atrás el carro de Acab, el espíritu habilitador que da poder a Jezabel. Este espíritu ha causado acusaciones y un ataque a gran escala sobre nuestros caracteres. Si usted estuvo experimentando un aumento de las acusaciones enviadas contra su vida, sepa que el Señor está liberando la fuerza de Elías ahora mismo, para dejar atrás ese carro, para dejar atrás esas acusaciones. Es el momento de elevarse y recordar que Él lucha por nosotros. Puede parecer que es la hora undécima en este momento, pero su fuerza está siendo producida sobre nosotros mientras lo miramos a Él para que sea nuestra venganza.

Mientras seguimos leyendo Malaquías 4, habla del espíritu de Elías en el versículo 5:

“Estoy por enviarles al profeta Elías antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible. Él hará que los padres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres, y así no vendré a herir la tierra con destrucción total” (Malaquías 4:5-6).

Como he dicho antes, estamos en una época de juicio y restauración. Podemos rehuir de un lenguaje como este; es comprensible con palabras proféticas de esta naturaleza, si se pronuncian sin ninguna esperanza y promesa. Debemos entender que, en Cristo, estamos fuera del juicio de Dios, pero hay un juicio que se libera, ya que la copa de la maldad está casi llena. Se estuvo llenando con la injusticia, el orgullo y la iniquidad perpetrada en la tierra. Las lágrimas y los gemidos de los cristianos perseguidos en Oriente Medio, India, Pakistán, África y otros lugares, no pasaron desapercibidos ni fueron desoídos. Esa copa está casi llena. Está a punto de derramarse.

Los que son humildes y se sometieron a Dios serán fortalecidos con el espíritu de Elías. Tendrán la fuerza para dejar atrás ese carro, ¡en el poderoso nombre de Jesús! Dejarán atrás la narrativa, dejarán atrás las mentiras, dejarán atrás la manipulación y dejarán atrás la complacencia. Tendrán el poder de devolver los corazones de los hijos a los padres y los corazones de los padres hacia los hijos. Como Iglesia en comunidad, tenemos que comprometernos con esto, modelando un verdadero liderazgo masculino.

La falta de padre es la mayor causa de estas guerras culturales que estamos viviendo. Hemos perdido nuestra identidad y como resultado, tratamos de encontrarla en nuestra sexualidad, género, raza, estatus social… la lista continúa. Como Iglesia, nuestra identidad está en Cristo. Es hora que le demos ejemplo a un mundo herido y roto.

¡Golpea a la izquierda!

Mientras estuve orando a través de esta palabra, sigo escuchando el significado de la “izquierda”. El Espíritu Santo me llevó a este pasaje de Proverbios que habla de la sabiduría:

“Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas” (Proverbios 3:16).

El Señor está diciendo que hubo una asignación sobre el honor de los creyentes y sus recursos. Para aquellos individuos que estuvieron experimentando acusaciones significativas, el Señor los ha visto mantener su paz. Usted lo ha llevado a Él, permitiendo que Él sea su vengador. Lo dejaron en manos de Dios.

Romanos 12:19 dice: “No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré’, dice el Señor”.

Para aquellos que le dejaron el tema a Dios, Él está restaurando una doble porción de honor para ustedes en esta temporada, ¡en el nombre de Jesús! Él también está restaurando las riquezas y los recursos. La provisión ha sido retenida para muchos de nosotros, debido a las acusaciones que vinieron contra nosotros. Malaquías 4:2 nos promete que podemos ser engordados, becerros alimentados en los establos cuando miramos a Él, el Hijo de la Justicia.

Yo profetizo, ahora mismo, que mientras tomamos la espada, golpeando a la izquierda contra el espíritu que nos robó y trajo deshonra y acusación, nuestros recursos serán liberados, ¡en el poderoso nombre de Jesús!

Ezequiel 21:16 dice: “Muévete a diestra y a siniestra, y hiere por todas partes. ¡Exhibe tu filo, espada asesina!”.

El filo de nuestra espada, la espada del Espíritu, tiene actualmente la orden de golpear a la izquierda. Tomemos nuestra autoridad y vayamos contra la asignación que ha atacado nuestros recursos, honor y carácter. En la fuerza del Espíritu Santo, vamos a correr con el espíritu y la fuerza de Elías para vencer a Acab, en el nombre de Jesús.

Cuando Elías quiso correr hacia Jezreel, se ciñó los lomos (se envolvió las ropas), preparándose para correr (1 Reyes 18:46). El Señor nos dice en este tiempo que nos preparemos ciñendo los lomos de nuestras mentes.

1 Pedro 1:13 dice: “Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo”.

Necesitamos recibir su fuerza y ceñir los lomos de nuestras mentes, para que podamos correr con fuerza en nuestras asignaciones dadas por Dios en esta temporada.

Oremos

Padre, en el nombre de Jesús, venimos a ti con estas acusaciones que vinieron contra nuestro carácter y nuestro nombre. Las ponemos todas ante ti. Liberamos el perdón sobre cualquier persona que nos haya malinterpretado o tergiversado. Los perdonamos, en el nombre de Jesús, y los liberamos en el poder de nuestro perdón. Jesús, nos has dado el poder de cancelar las deudas; las decretamos canceladas en el nombre de Jesús.

Padre, Tú eres nuestro vengador. Te pedimos que traigas una doble recompensa y honor para donde hubo vergüenza y deshonra, en el poderoso nombre de Jesús. Señor, tomamos autoridad sobre el espíritu amalecita de robo que vino a robar nuestros recursos. En el nombre de Jesús, ponemos la Sangre de Cristo entre nosotros y este espíritu, cancelando su asignación contra nuestros recursos, nuestras familias, nuestros lugares de trabajo, nuestras iglesias y nuestros ministerios. Decimos: “¡Hasta aquí y NO más! ¡Ya es suficiente, en el nombre de Jesús! Quita tus manos de nuestros recursos dados por Dios, espíritu de robo. El Señor te reprenda, en el nombre de Jesús”.

Recibimos la restauración sobrenatural ahora mismo, en el nombre de Jesús. Recogemos nuestras espadas y golpeamos a la izquierda. Anulamos, cortamos y desatamos cualquier atadura que restrinja nuestros recursos y que venga en contra del honor que Tú nos otorgaste. Nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios. Resistimos al diablo y él huirá de nosotros. Resistimos a los espíritus de Acab, Jezabel, Amalec y la intimidación. Decretamos que nos sometemos sólo a Dios. ¡Aleluya!

Por la fe, perseveramos hacia tu restauración y sanidad en esta temporada. Sana nuestros corazones, Señor. Restaura lo que fue robado, en el poderoso nombre de Jesús. Nos comprometemos a esperar en ti. Amén.

Naomi Byers

(www.elijahlist.com)

  

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