lunes, 27 de junio de 2022

“¡Prepárate para tu segundo aire!”

 

Por Andrew Towe

Recientemente estaba orando sobre una situación específica que me atribulaba. Mientras seguía orando, pensamientos no deseados pasaban por mi mente y pensé: “Oh, no. Aquí vamos de nuevo. Ya pasé por esto antes. Sé exactamente cómo termina esto”.

Inmediatamente reconocí que mis pensamientos habían tomado una dirección negativa y estaban en oposición directa a lo que estaba orando. Instantáneamente deseché los pensamientos y comencé a agradecerle a Dios que se estaba moviendo por mí.

A los que se sienten desanimados: “¡Prepárense para un segundo aire!”

Mientras continuaba orando y agradeciendo al Señor, escuché que me decía: “Nunca estuviste destinado a vivir desinflado”. Entonces me mostró una visión de un globo sin aire. Usando el globo como ilustración, el Señor comenzó a enseñarme sobre el propósito del globo.

Lo primero que compartió conmigo fue que el fabricante del globo lo había creado para llenarlo de aire y utilizarlo en festejos. “El globo”, me anunció, “no estaba cumpliendo el propósito para el que fue creado. Desgraciadamente, muchos de los míos no están cumpliendo el propósito para el que los he creado... Los ataques del enemigo les quitaron el aire y se aletargaron, negándose a permitir que Mi Espíritu, una vez más sople un viento fresco dentro de ellos”.

Además, escuché que Él me ordenó hablarle estas palabras a su pueblo que está viviendo vidas desinfladas: “Levántense de su estupor y prepárense”, dice el Señor. “Prepárense para un segundo aire. Viene una ‘hiperinflación’ de Mi Espíritu a la Iglesia”.

La clase de inflación a la que el Señor se refería no implica escasez, dolor y sufrimiento, sino renuevo, expansión y el soplo del viento del Espíritu, haciendo que su pueblo se eleve por encima de todo el conflicto en la tierra. Investigando más, descubrí que la palabra desinflar se define de la siguiente manera:

1) “Liberar el aire o el gas de… (algo inflado, como un globo)”

2) “Deprimir o reducir (el ego, las esperanzas, los ánimos, etc. de una persona), pinchar, desplomar”

Yo te haría esta pregunta: “¿Qué desinfló el aire de tu fe? ¿Tu respuesta a esta pregunta es algo así como, me decepcionaron demasiadas veces?”. Dios te está llamando ahora mismo a tener esperanza en Él. El Espíritu Santo está insuflando activamente un segundo aire en tus promesas. Hay una carga que va hacia adelante para que te levantes de la decepción, la angustia y los reveses. Dios te está llamando a lo más alto. Esta es la hora de tu liberación.

Desde la aflicción a la aceleración: Esta es tu hora de liberación

Éxodo 3:7-8: “Pero el Señor siguió diciendo: Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse de sus capataces, y conozco bien sus penurias. Así que he descendido para librarlos del poder de los egipcios y sacarlos de ese país, para llevarlos a una tierra buena y espaciosa, tierra donde abundan la leche y la miel. Me refiero al país de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos”.

En hebreo la palabra aflicción significa “depresión” y “miseria”. Mientras leía este texto, mi espíritu comenzó a saltar dentro de mí y oí al Señor que decía: “He visto la aflicción de mi pueblo y descendí para liberarlo”. Él ha visto tu miseria, tu depresión y tu aflicción. Dios te preparó para el momento milagroso más increíble.

Yo te profetizo: “Así dice el Señor, la Iglesia está saliendo de la temporada de esclavitud y entrando en un tiempo de aceleración. Estoy extendiendo Mi mano contra el espíritu del capataz que te esclavizó. Comenzó mi limpieza”.

Además, escuché al Señor que decía: “Estoy quitando a los magos de los púlpitos. Así como los magos en Egipto falsificaron los milagros que hice a través de Moisés, la unción falsa que intentaron atraer sobre Mi Novia, está siendo removida y expuesta. ¿No leíste donde el poder de los magos ya no podía operar para imitar mis obras?”.

Éxodo 8:18-19: “Los magos, recurriendo a sus artes secretas, trataron también de producir mosquitos, pero no pudieron. Mientras tanto, los mosquitos picaban a hombres y animales. ‘En todo esto anda la mano de Dios’, admitieron los magos ante el faraón, pero éste había endurecido su corazón, así que no les hizo caso, tal como el Señor lo había advertido”.

Dios te dice: “¡Prepárate! Ponte los zapatos y cíñete los lomos, porque es hora de correr. Estás entrando en una temporada de aceleración”.

Éxodo 12:11: “Comerán el cordero de este modo: con el manto ceñido a la cintura, con las sandalias puestas, con la vara en la mano, y de prisa. Se trata de la Pascua del Señor”.

Deshazte del espíritu de pesadez que te oprimió, poniéndote las prendas de la alabanza. Ya es hora. Espera la liberación de Dios.

No pasará mucho tiempo

Amós 9:13-15: “‘Vienen días’, afirma el Señor, ‘en los cuales el que ara alcanzará al segador y el que pisa las uvas, al sembrador. Los montes destilarán vino dulce, el cual correrá por todas las colinas. Restauraré a mi pueblo Israel; ellos reconstruirán las ciudades arruinadas y vivirán en ellas. Plantarán viñedos y beberán su vino; cultivarán huertos y comerán sus frutos. Plantaré a Israel en su propia tierra, para que nunca más sea arrancado de la tierra que yo le di’, dice el Señor tu Dios”.

¿Lo captaste? En el verso 13 proclama (y creo que esto es para ti hoy): “Ya no falta mucho”. Es tu temporada de Amós 9. Dios se está moviendo rápidamente.

Andrew Towe

(www.elijahlist.com)

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