Nate Johnston
Esta es la hora
En un sueño la otra noche, estaba sentado con el Señor. Frente a mí, podía ver el horizonte, excepto que había una capa de niebla densa delante que me impedía ver más allá.
El Señor me dijo: “Es hora de quitar las escamas de tus ojos, de tu corazón y de tu alma. Y en esta hora estoy limpiando cada pedazo de escombro, cada bloqueo y cada obstáculo para que veas claramente el camino que tengo para ti”.
Continuó diciendo: “En esta hora te estoy dando una visión fresca. En esta hora te estoy dando ojos para que veas el futuro que planeé para ti; el futuro que el enemigo trató de impedir que veas; el futuro del que el enemigo quiso desconectarte para que pierdas la esperanza y te desmorones en el campo de batalla donde estabas, para que te rindas en medio de lo que parece un desierto, pero que sólo está a momentos y pasos de fructificar y avanzar”.
“Y en esta hora te estoy devolviendo tu alegría", dice el Señor. “Te estoy devolviendo tu esperanza y te estoy devolviendo tu capacidad para volver a conectarte con Mi visión para tu vida. Porque el enemigo trató de mantenerte en un lugar de limitación; trató de mantenerte en un lugar de continua guerra y contención, sin ver ningún fruto, pero voy a reconectarte de nuevo con la misma manifestación de Mi presencia. Mi poder va a romper cada obstáculo, así como un martillo rompe las rocas en pedazos. Voy a romper cada obstáculo que estuvo a tus pies”, dice el Señor.
Confrontando al enemigo en tu vida
“Y en esta hora”, dice el Señor, “voy a confrontar las áreas donde el enemigo estuvo tratando de mantenerte enredado y aprisionado”.
“En esta hora”, dice el Señor, “voy a ir tras las áreas que estuvieron tratando de mantener tu corazón encajado en la roca dura. Pero ahora mismo estoy convirtiendo los corazones de piedra en corazones de carne. Nuevamente, en esta hora estoy removiendo las carcasas de la desilusión, el desaliento y el desánimo”.
“En esta hora vengo contra la incredulidad que vino y se asentó. En esta hora vengo a romper la apatía y la complacencia; y voy a hacer que tu corazón cobre vida de nuevo, para que estés en sintonía con Mi visión para tu vida”.
“El mismo ataque que vino contra tu alma, ahora mismo está siendo juzgado, porque he visto la noche oscura en la que estuviste y ahora el tribunal está en sesión. He visto que la noche duró mucho, mucho tiempo, sin poder ver el nuevo amanecer o el nuevo día que amanece. Pero en esta hora vengo a darle vida a tu alma de nuevo. Incluso estoy rompiendo el trauma de muchas décadas que no sabías que estabas viviendo”.
“En esta hora estoy cargando contra las mismas cosas que mantuvieron tus pies cementados en la decepción y en el viejo odre, las viejas mentalidades, los viejos métodos y las viejas formas”.
El nuevo día está amaneciendo
“Y me estoy enfrentando a esas cosas por ti, porque dirías: ‘Mis mejores días fueron en esa época’ o ‘Mis mejores días ya pasaron’. Pero yo te digo que, ahora mismo, te estoy preparando para un capítulo extremadamente glorioso que ni siquiera viste venir”.
“Ahora mismo, en la rendición a lo nuevo, en la incomodidad y en la presión hacia el dolor, voy a revelar Mi gloria a través de tu vida de una manera que no podrás comprender. Te estoy liberando en muchas áreas de tu propia fuerza y de los lugares donde estuviste corriendo y esforzándote, pero no estuviste produciendo el fruto que deseaste ver. Es tiempo de que Mi Espíritu venga y te traiga vida. Es tiempo de que Mi Espíritu venga, te lleve hacia tus mejores días y te saque de esas limitaciones y métodos hechos por el hombre”.
En los próximos dos meses, observa y presta atención a lo que Él hará
“En los próximos dos meses, presta atención y observa cómo derramo revelación, cómo abro las puertas del cielo sobre tu vida y te muestro los planes y el futuro que tengo para ti”, dice el Señor. “Observa en los próximos dos meses cómo, involuntariamente, tu vida es tomada por la revelación. Donde hubo una gran sequía de revelación, donde hubo un gran Cielo de hierro, ahora vas a sentir una prisa constante y un flujo constante del lenguaje, los temas y las cosas que te mostraré para el futuro”.
“Porque este va a ser un tiempo donde el grifo del Cielo se va a abrir sobre tu vida. Quiero que tomes una pluma, quiero que escribas y quiero que describas las cosas que te doy... Quiero que permitas que vuelvan a apoderarse de tu corazón. Quiero que la revelación golpee contra las áreas de tu corazón que te sorprendieron, al darte cuenta de que estuvieron apagadas. Y quiero que estas palabras vengan, y quiero que se incrusten profundamente en tu alma; y quiero que corras con ellas, y luego quiero que construyas con ellas”.
Justo después de esta parte del sueño, miré hacia adelante y pude ver que el horizonte estaba despejado. Miré hacia afuera y mi corazón simplemente jadeó, completamente asombrado por lo que podía ver ante mí... Era como si pudiera ver el horizonte; podía sentir una alegría fresca brotando de mi corazón.
Revelación del vino nuevo
Entonces el Señor siguió hablando: “¿Pueden ver el vino nuevo que se está derramando? ¿Pueden ver que estoy haciendo algo nuevo? ¿Se aferrarán a él o se quedarán con el viejo maná? Porque anhelo que en esta hora mi Iglesia deje sus sistemas y sus métodos, y reciba lo que estoy derramando”.
“Veo el cansancio y la fatiga tratando de mantener algo que mi Espíritu dejó atrás, pero ¿cuánto tiempo seguirán intentándolo? Si tan solo probaran y vieran lo nuevo, y eligieran seguirme en esta temporada desconocida, les daría las ideas y las estrategias del vino nuevo que darán fruto. Pero muchos estuvieron más enamorados de sus estructuras que de mi Espíritu, y se están perdiendo lo que está brotando ahora mismo”.
“Quiero entregarles un nuevo manual, un nuevo pergamino, un nuevo plano que los sostendrá y los llevará hacia dónde voy; pero se necesitará mucha entrega y quemar los ídolos. Quiero mostrarles hacia dónde me dirijo: ¿mirarán hacia el horizonte? ¿Me mirarán a mí a toda costa?”.
El avispero de la distracción y el enjambre de voces
Entonces, hacia el este, vi un avispero que intentaba acercarse. Una vez más, la desesperanza y la pesadez intentaban tapar el horizonte y tapar lo que estaba viendo. Dije: “Bueno, ¿qué es esto?”.
El Señor dijo: “Esto es lo que parece el ataque del enemigo en esta hora. Esta es la asignación del enemigo en un tiempo donde estoy derramando la visión fresca y el sueño fresco. Este es el ataque del enemigo para crear una distracción. Es el enjambre de palabras y calumnias enviadas para que miren al enemigo y su incesante ruido, en lugar de ver lo que estoy haciendo. Es enviado para dispersar y plantar contiendas, calumnias e inquietudes en los hogares. Es enviado para traer confusión, duda y doble mentalidad sobre la visión que estoy entregando. Es enviado para dividir a los matrimonios, a las relaciones y a las personas que construyen juntas. Es enviado para empollar el espíritu de la locura y la pérdida, sobre los corazones de aquellos que finalmente se liberan de la temporada de la batalla”.
Este avispero era una asignación del enemigo para tratar de picar al pueblo de Dios (a través de la brujería y la calumnia), y para desacreditar a las personas que apenas se estaban poniendo de pie y dando un paso hacia un nuevo día. La tarea del enemigo era entrar y aguijonear a la gente con el fin de apagarla.
“Pero esta es una hora”, dice el Señor, “donde debes mantenerte firme y permanecer, sin distraerte por esta asignación del enemigo”. Entonces el Señor me dijo: “Y este avispero es una asignación del enemigo para que se queden atrapados en todas las cosas del mundo, todos los informes de las noticias y todos los diferentes temores y la propaganda que están ocurriendo en el mundo”.
Ojos de Águila
“¡Pero estoy contrarrestando este enjambre con la paz y la claridad que sólo encontrarán corriendo diariamente hacia Mi presencia! Yo protegeré sus mentes y las mantendré libres de todo enredo. Por ahora, sus ojos necesitan ser marcados; sus ojos necesitan estar claramente sincronizados con Mis ojos. Les estoy dando ojos de águila. Te estoy dando ojos para ver más allá de donde estuviste. Estuviste en el desierto; estuviste en una temporada oscura donde no podías ver. No viste hacia dónde te estoy llevando, pero ahora verás más allá de las circunstancias, incluso más allá de esta temporada. Verás como yo veo”.
“Así que, no caigas en estos avisperos. No caigas en los incendios repentinos, en las calamidades repentinas que aparecen en el mundo que te rodea y en las que el enemigo está tratando de atraparte. No caigan en el miedo del mundo. No caigan en esas cosas, sostengan la visión que les estoy dando y corran con ella; háganla clara”.
Una hora de liberación
“Porque ahora mismo estoy trayendo liberación a las mentes divididas. Estoy trayendo liberación sobre aquellos que estuvieron en una mente dividida... para los que estuvieron con un pie en la puerta nueva que tengo para ellos y un pie en la derrota, queriendo rendirse. En este momento estoy trayendo liberación sobre aquellos que estuvieron viviendo en el trauma (aquellos que vivieron en un lugar de continua ruptura en su interior), pero al mismo tiempo tomaron lo nuevo que estoy haciendo”.
“Y hoy te digo: agárrate de lo que te entregué. Aférrate a la cuerda; aférrate al salvavidas que te lancé y no lo sueltes. Deja que te saque del trauma”, dice el Señor. “Porque los días que vienen son de plenitud. Los días que vienen son de libertad”, dice el Señor.
“Y ahora mismo estoy rompiendo cada gatillo y ciclo en tu vida. Vengo contra cada área que te estuvo presionando, haciendo que seas disparado, que te quiebres y seas incapaz de correr hacia adelante. Porque los días vienen”, dice el Señor, “donde construirás la misma visión que te di hace mucho tiempo. Construirás la visión (no la visión que otras personas te dieron, sino la visión que yo te di), la visión que te entregué, el plano que te entregué”.
“Ahora mismo estoy despojándote de cada obstáculo, de cada asociación que te haría retroceder y te haría diluir la visión que te di. Estás entrando en un nuevo modelo de odre para tu vida, y no, no, no comprometerás más esa visión”, dice el Señor. “Estás entrando en el poder, estás entrando en la influencia del Reino y estás entrando en una gran fructificación y cumplimiento”.
“Prepárate para empezar a firmar contratos. Prepárate para comenzar a sostener en tus manos la misma visión que pensabas que fue pasada por alto, las mismas oraciones y las promesas que pensabas que yo había olvidado, los sueños que pensabas que nunca volverías a ver... Prepárate para tenerlo en tus manos, porque se acerca el momento”, dice el Señor, “en que cumpliré cada promesa que te di”.
Nate Johnston