“Una advertencia para los mensajeros en un tiempo de promoción”

 

Por Jenn Nestler

Un mensajero, por definición, es aquel que “carga un mensaje”. Un mensajero también es aquel que se conoce como un pionero o un heraldo. 

Un pionero es “aquel que va antes”. Un heraldo es “un mensajero oficial que lleva noticias” o “una persona o una cosa que se ve como una señal que algo está por ocurrir”.

Los mensajeros son pioneros. Son trompetas en las manos de Dios que entregan mensajes desde el trono del Cielo. ¡Comunican las noticias que algo está por ocurrir!

La marca de un mensajero

Fíjate en la definición de mensajero: “el que lleva un mensaje”. Llevar la carga (de algo) significa “soportar algo angustioso, doloroso, estresante o emocional o físicamente agotador, especialmente por el bien de otros”.

Antes de que los mensajeros puedan entregar la palabra pura del Señor, deben pasar por un proceso de marcado. Este proceso es una muerte a todo lo que es contrario al Espíritu de Dios en ellos, para que los llene la vida y el poder de la resurrección. Muchas pruebas y tribulaciones vienen a menudo durante este proceso. También hay un elemento de ocultamiento y una prueba de tiempo, porque la espera es una marca definitoria en este proceso de preparación necesaria.

Los mensajeros deben morir a:

·       El orgullo

·       La ambición egoísta

·       El miedo al hombre

·       Su identidad terrenal

·       Su voluntad

·       La sabiduría humana

En otras palabras, un mensajero debe crucificar completamente su carne a la Cruz de Cristo. Este proceso de muerte debe ocurrir para ser un vaso vacío y purificado, listo para el servicio y apto para que el Rey lo llene.

Cuando Dios se revele a través de estos vasos preparados, la gente ya no los verá a ellos, sino al poder de resurrección de Cristo en ellos. Irradiarán un mensaje puro y sin mancha desde la sala del trono del Cielo.

El costo de ser un mensajero

Los verdaderos mensajeros de Dios suelen pagar un precio muy alto. No sólo pasan por un proceso de separación y muerte, también trabajan en secreto y soportan bajo una presión intensa. A menudo experimentan grandes aflicciones, tribulaciones y pruebas, hasta que el mensaje que llevan está tan profundamente formado dentro de ellos, que realmente se convierten en el mensaje que llevan.

Este proceso tiene un alto costo, pero es lo que les da la autoridad ordenada por Dios.

Los mensajeros de Dios no sólo llevan un mensaje; ¡ellos “son” el mensaje!

El proceso de un mensaje:

·       Muerte/purificación

·       Resurrección

·       Concebir el mensaje dado por Dios

·       Llevar el mensaje

·       Parir el mensaje

·       Dar a luz el mensaje

·       Entregar el mensaje

·       Administrar el mensaje

Advertencia sobre los falsos mensajeros

Tanto los mensajeros reales como los falsos, aumentarán en los días venideros; sin embargo, será evidente quiénes son los verdaderos mensajeros.

Los falsos mensajeros pueden tratar de copiar o fabricar un mensaje, pero nunca podrán reproducir lo que tiene un costo elevado. Solo los verdaderos mensajeros serán ungidos para entregar un mensaje, porque se sometieron a los tratos de Dios (se sometieron al proceso) y pagaron por el mensaje con sus vidas. ¡Dios no será burlado y su gloria no descansará sobre un mensaje que no sea ordenado por Él!

Nadie necesitará anunciar a un verdadero mensajero porque la marca de la gloria de Dios que se irradia desde su vida, será evidente y de peso. Todos sabrán que estuvieron verdaderamente con Dios y “encarnarán” su mensaje. La revelación de la sala del trono del Cielo y lo milagroso fluirá como un río desde estos mensajeros.

Los falsos mensajeros marcados por el hombre, a menudo se establecen a través de la competencia por la posición y por codearse con aquellos que son bien conocidos. Las fotos con toda la “gente correcta” no serán suficientes en los días venideros. No. La aprobación del hombre no es suficiente para establecer los planes y los propósitos de Dios. Él no permitirá que su gloria descanse en un mensajero que no envió.

Números 16:28: “En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad”.

La prueba de promoción del mensajero

Mensajeros, estén advertidos. Una gran gloria suele atraer una gran traición. En tu temporada de promoción, a menudo los que antes te amaban y te apoyaban, son los que podrían volverse contra ti y despreciarte. Cuando superas tu última temporada, el enemigo a menudo intentará mantenerte encajonado o anclado allí. A menudo hace esto a través de una variedad de formas, pero generalmente ninguna es más dañina que a través de la traición.

Ten cuidado con aquellos que sólo profesan amarte cuando los beneficia. No te sorprendas si algunos de tus seres queridos y partidarios se convierten en tus mayores críticos. Del mismo modo, ten cuidado con los que sólo quieren un mensaje alentador, pero te despreciarán cuando sea un mensaje que no quieran escuchar o cuando les exija algo. Hay un dicho: “No dispares al mensajero”. Pero ten cuidado, esto es lo que puede ocurrir a menudo.

Esto es una prueba. No importa quién te ame o te odie, tu obediencia debe ser sólo a Dios. Libera el honor, mantente humilde, alinéate con la verdad y no cedas a los planes del enemigo para engancharte en la amargura, la falta de perdón o la defensa de la reputación que ya clavaste en la Cruz. Nada vale la pena por perder tu lugar en Dios.

Mensajeros, presten atención a esta advertencia y reciban su promoción. Dios está diciendo: “¡Bien hecho! Es hora de avanzar”.

Jenn Nestler

(www.elijahlist.com)