“Ojos para ver en el 2023”

Por Elaine Tavolacci

La semilla sembrada en el terreno de nuestros corazones

En tres de los Evangelios, Jesús le enseñó a la gente utilizando una parábola sobre un hombre que sembraba la semilla, que simbolizaba la Palabra de Dios. Dio una ilustración sobre cuatro tipos diferentes de tierra donde se sembró la semilla. Esta parábola era una analogía de la condición de los corazones de las personas que todavía se puede aplicar hoy en día. En la parábola, aprendemos que algunas semillas cayeron en tierra dura, esto describe a la persona que ni siquiera recibe la Palabra de Dios porque no está interesada.

La semilla que cayó en terreno pedregoso representa a aquellas personas que reciben la Palabra de Dios, pero no tienen suficiente tierra para que la semilla eche raíces, por lo que eventualmente pierden interés en las cosas espirituales. La semilla que cayó en terreno espinoso representa a aquellas personas que se preocupan por las cosas seculares y están atrapados en los afanes de este mundo, por lo que nunca llegan a ser arraigados en la Palabra de Dios.

Pero luego están los que tienen buena tierra y reciben la Palabra en sus corazones como tierra fértil, produciendo cien, sesenta o treinta veces lo que se sembró (Mateo 13:8). Observe que en la parábola siempre fue la misma semilla, arrojada por el mismo sembrador, pero cada persona la recibió y la comprendió de manera diferente. Después de contar esta parábola, Jesús dijo: “El que tenga oídos, que oiga” (Mateo 13:9).

Escogidos para conocer los misterios

Sus discípulos le preguntaron por qué hablaba en parábolas. Jesús respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del Reino de los cielos; pero a ellos no” (Mateo 13:11). La Traducción de la Pasión dice: “... A ti se te ha dado la experiencia íntima de conocer los misterios ocultos del Reino de los cielos, pero a ellos no. Porque todo el que escucha con el corazón abierto, recibirá progresivamente más revelación hasta que tenga más que suficiente. Pero a los que no escuchan con corazón abierto y dispuesto a aprender, se les quitará hasta el entendimiento que creen tener” (Mateo 13:11-12).

Citó el libro de Isaías y luego dijo: “Pero dichosos los ojos de ustedes porque ven, y sus oídos porque oyen. Porque les aseguro que muchos profetas y otros justos anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron” (Mateo 13:16-17). Esta Escritura está hablando de los que recibimos esta revelación del Espíritu Santo.

Recientemente estaba viendo un video de una de las reuniones más antiguas de Rodney Howard-Browne, donde había ángeles cantando en el servicio. Lo escuché audiblemente, sintiendo la presencia tangible y arremolinada de los ángeles, y la poderosa presencia del Espíritu Santo. Fui alcanzado por la gloria de Dios como si estuviera allí. Creo que el Señor quiere llevarnos a todos a tener encuentros divinos. El que tenga oídos, que oiga.

“Mi palabra es medicina para tu carne”

El Señor dice: “En el 2023 estoy abriendo los ojos de Mi pueblo para ver. Estoy entregando revelación en esta temporada sobre aquellos que tienen un corazón para percibirla. Al recibir Mi Palabra en tu corazón como tierra fértil, traerá restauración y renovación. Traerá paz y consuelo a tu ser más íntimo. Mi Palabra es medicina para tu carne, incluso para las articulaciones y la médula de tus huesos”.

“Tú dices: ‘Pero mi fuerza está menguando, mi memoria está fallando y mis ojos se oscurecen’. Pero Mi Palabra está viva, operativa, vigorizante y eficaz. Es más afilada que cualquier espada de doble filo, y penetra hasta el núcleo de tu ser. Divide el alma y el espíritu; las articulaciones y los tuétanos. Juzga e interpreta y revela los motivos secretos y las actitudes del corazón”.

“Porque la Palabra que Dios habla está viva y llena de poder (lo que la hace activa, operativa, vigorizante y eficaz); es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra hasta la línea divisoria del aliento de vida (alma) y del espíritu (inmortal), y de las coyunturas y los tuétanos (de las partes más profundas de nuestra naturaleza), exponiendo y tamizando y analizando y juzgando los mismos pensamientos y propósitos del corazón” (Hebreos 4:12).

Ojos para ver en el 2023

Dice Jehová: “¿No es mi Palabra como un fuego y como un martillo que desmenuza la roca? No permitas que el miedo se apodere de tu corazón, y no permitas que los pensamientos de ira se enconen en tu mente. Lleva cautivo todo pensamiento y hazlo obediente a Mi Palabra. No permitas que echen raíces las palabras de muerte declaradas sobre tu vida. Nunca escuches voces que son contrarias a Mi Palabra. Cancela toda asignación maligna que sea enviada contra ti”.

“Te entregué ojos para ver (no solo vista natural, sino ojos para discernir). Te estoy llamando para que subas más alto. Reciban la revelación de ‘ojos para ver en el 2023’. Que sus corazones sean iluminados para que vean quiénes son realmente en Mí. Oren como hizo el rey David, pidiendo: ‘Abre mis ojos para ver los milagros y las maravillas ocultos en las Escrituras’ (Salmo 119:18). Reciban todo lo que tengo para ustedes”, dice el Señor.

Elaine Tavolacci

(www.elijahlist.com)