lunes, 13 de febrero de 2023

“¡Persevera y verás derramarse el bien de Dios!”

 

Por Kim Potter

Era tarde un domingo por la noche. Iba caminando mientras oraba, como lo hago a menudo. Primero oré en inglés, luego empecé a orar en el Espíritu. Repentinamente, mi lenguaje de oración cambió. La diferencia era evidente. Instintivamente supe que Dios estaba a punto de hablar.

Puedo contar con una mano las veces cuando oré en el Espíritu y recibí la interpretación de lo que estaba orando. Fue hace muchos años que la Sra. Ronnie Burch, con quien trabajé en Norvel Hayes Ministries, compartió una historia profunda conmigo. Compartió cómo conoció a un hombre que, cuando oraba en el Espíritu, recibía la interpretación de Dios. Muchas veces oré por ese don. Ocasionalmente lo pude ver en mi vida. Esta fue una de esas ocasiones.

Mientras continuaba orando en el Espíritu, mi oración cambió de nuevo al inglés. Repentinamente, supe la interpretación de lo que estuve orando en el Espíritu. Las palabras que salieron de mi espíritu fueron humillantes, excitantes y temerosas (no temerosas en un mal sentido, sino en un sentido saludable y temeroso de Dios).

Persevera en mí

El Espíritu de Dios habló a través de mí y dijo esto: “Sí, es un tiempo donde Mi bondad se derrama sobre Mi pueblo. Es un tiempo de avance. Es un tiempo de milagros... Si perseveras en Mí, verás Mi bondad derramada en tu vida como nunca la conociste. Será mucho más abundante que todo lo que puedas imaginar. Sin embargo, si no perseveras, no verás nada. No probarás Mi bondad; no verás Mis milagros en tu vida. No verás nada en este tiempo. Todo lo que experimentes durante este tiempo depende enteramente de ti. Persevera hacia Mí y saborea Mi bondad derramada, o rehúsa perseverar en Mí y no recibirás nada”.

Era una palabra dura, una palabra de advertencia. Sin embargo, encierra una gran promesa... al menos para aquellos que decidan insistir durante este tiempo.

Una promesa de milagros y avances del Hacedor de Caminos

Pasé tiempo buscando a Dios y perseverando en Él. Sin embargo, me sentía como si estuviera golpeando una pared de ladrillos todos los días. Aun así, continué aumentando mi tiempo en la Palabra y en la adoración. Tomaba la Cena del Señor cada día y recibía todo lo que Jesús hizo en la Cruz. Unos días después, me desperté temprano. No salté de la cama y me quedé quieta durante unos minutos. Mientras estaba recostada, sonó mi teléfono. Pensé: “¿Quién mandaría un mensaje a estas horas tan temprano?”. Me levanté y miré el teléfono. Era Kelita (mi asistente).

El mensaje decía: “¿Estás despierta?”

Le contesté: “Sí”

Entonces ella preguntó: “¿Puedo llamarte?”

Me dirigí al living para contestar el teléfono. Siempre dejo música de alabanza sonando continuamente en mi sala de estar, y cuando entré en la habitación, estaba sonando la canción “Way Maker” (Abridor de caminos).

Kelita empezó a contarme cómo fue su oración matutina. Me compartió cómo se había convertido en una oración profética, cuando el líder del grupo se detuvo en medio del tiempo de oración y comenzó a cantar una canción... la misma canción que estaba sonando en mi iPod... Way Maker. Dijo que él compartió que este iba a ser un tiempo de milagros y un tiempo de ruptura. Continuó diciendo que, para recibir estas cosas, debemos perseverar a través de la Palabra y la adoración.

Las palabras proféticas son cosas asombrosas. A todos nos encantan. Sin embargo, a menudo tenemos un papel que desempeñar en ellas, como en este caso. Si, Dios quiere derramar su bondad y sus milagros. Sin embargo, si no lo estamos buscando, perseverando en Él y en su Palabra, nos vamos a perder este tiempo de visitación.

Cuando nacemos de nuevo, nuestra salvación está asegurada. Sin embargo, hay algunas cosas donde vamos a tener que insistir y tomar, como nuestra prosperidad y nuestra salud. El enemigo hará todo lo que esté en su poder para retrasar o estorbar lo que legalmente nos pertenece, y él puede hacerlo... si se lo permitimos. Sin embargo, si perseveramos, no hay nada que pueda impedir que las promesas de Dios se cumplan en nuestras vidas... absolutamente nada.

Mateo 11:12: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea, y los que se esfuerzan logran aferrarse a él”.

Reconocer nuestro tiempo de visitación

Lucas 19:44 habla de no reconocer nuestro tiempo de visitación del Señor. Creo que en eso estamos. ¿Reconoceremos nuestro tiempo de visitación? ¿Haremos lo necesario para recibir todo lo que Dios tiene para nosotros durante este tiempo? Ciertamente espero que sí; oro para que así sea.

Amigos, el Hacedor de Caminos está en la escena. ¿Van a perseverar y recibir todo lo que Él tiene para ustedes hoy?

Kim Potter

(www.elijahlist.com)

 

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