Por Jamie Rohrbaugh
Amado, ¿estuviste lidiando con dificultades indecibles y con la agonía del alma en esta temporada de tu vida? Si es así, ¡esta palabra profética del Señor y de su Escritura, te va a ministrar en gran manera!
Recientemente, una mañana justo antes de despertarme, oí que el Señor me decía mientras dormía: “Eclesiastés 1:8, las capas están completas y las recompensas son ricas”. Entonces Él me despertó. Inmediatamente escribí lo que me dijo y abrí mi Biblia en Eclesiastés 1:8 para ver qué decía. Eclesiastés 1:8: “Todas las cosas son fatigosas, más de lo que el hombre puede expresar, nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír”.
Una nube del tamaño de la mano de un hombre
El Señor inmediatamente me habló y me mostró estas cosas como una palabra profética para todos nosotros hoy.
Primero, el Señor ve lo difícil que son las cosas para ti en este momento. Ve cuan duro estas trabajando y cuánto te estas esforzando. Él ve los dolores de tu alma y sabe que tu dolor y tu esfuerzo van más allá de lo que las palabras pueden expresar. Él te ve descansando y buscándolo con todo tu corazón, contendiendo en oración por todo lo que deseas.
Segundo, el Señor también ve y reconoce que aún no recibiste muchas de las cosas por las que estuviste orando. Muchas de tus oraciones parecen no haber sido respondidas. En muchos casos, en estos días tus problemas parecen ser más numerosos que tus victorias. Quieres que las cosas sean más fáciles, pero parecen seguir siendo difíciles o más difíciles. Hoy el Padre quiere que sepas que, aunque tu ojo no esté viendo las respuestas por las que estuviste orando y aunque tu oído no esté escuchando las buenas noticias por las que estuviste orando (todavía)... amigo mío, escucho el pequeño sonido de la lluvia. Hay una nube del tamaño de la mano de un hombre en tu horizonte y la lluvia está llegando.
Las capas están completas y las recompensas son ricas
Sólo estás en una capa de experiencia en esta vida. En esta capa las cosas fueron difíciles. Pero, ¿sabes qué? Las capas están completas y las recompensas son ricas. Incluso en las dificultades de esta capa, hubo mucha revelación para ti, estuvo llena de enseñanza y purga. El Espíritu Santo personalmente te estuvo enseñando a confiar más en Él y a estar contento con lo que tienes, para ser humillado y abundante.
Como el apóstol Pablo escribió, mientras estaba bajo la influencia del Espíritu Santo. Filipenses 4:10-14: “En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación”.
El pasaje anterior fue escrito en una época en la que Pablo acababa de atravesar una “capa” de gran necesidad económica. Sin embargo, durante esa capa y otras, el Señor le había enseñado cómo estar contento y mantener sus ojos en Jesús, a pesar de la carencia y la necesidad, e incluso a pesar de la abundancia.
La “capa” de la necesidad y la angustia de Pablo estaba llena de revelación espiritual, aunque era realmente dura para él a nivel físico y financiero.
Trabajando para tu bien
Amado, la “capa” en la que estás ahora mismo, está completa para ti también, pero tienes que aprender a buscar la plenitud. Tienes que estar dispuesto a buscar a Dios, pase lo que pase. Aunque tus ojos no estén satisfechos con ver aquello por lo que estuviste orando y tus oídos no estén llegando a escuchar las buenas nuevas por las que estuviste peleando.
Tienes que preguntarle al Señor cómo está obrando esto para tu bien. Romanos 8:28 dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
Dios está obrando para tu bien. Las capas están completas y las recompensas son ricas. Esta capa dura va a pasar; no durará para siempre. Salmo 30:5: “Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro y a la mañana vendrá la alegría”.
Amados, ¡el Señor quiere que sepan que la prosperidad está volviendo a llegar! Las capas están llenas y las recompensas son ricas. ¡Lo que estás aprendiendo y experimentando en esta capa difícil, es una llave para tu crecimiento y para la explosión de tu prosperidad otra vez! Porque la prosperidad vendrá de nuevo.
Dios te está restaurando a un nivel superior a lo que eras antes
¿Cómo lo sé? Porque mira lo que dice Eclesiastés 1:9. Este es el mismo verso después de Eclesiastés 1:8, ¡donde Dios reconoció que “el ojo no se cansa” ahora mismo! Eclesiastés 1:9: “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol”.
Amado, Dios puede tenerte en una capa difícil en este momento, pero la prosperidad está llegando de nuevo. ¡Las capas están llenas y las recompensas son ricas! Esta capa se llenó con la purga espiritual y la revelación; fuiste lleno de crecimiento. ¡A pesar de ser uno de los tiempos más difíciles que puedas recordar! Pero amigo, tú solías prosperar. Solías tener prosperidad en tus pensamientos, en tus acciones, en tus finanzas y en todos los demás aspectos.
Amigo, las recompensas de esta capa serán ricas para ti. Son ricas espiritualmente ahora. Cuando el Señor trabaje tus pruebas en esta capa para tu bien, te verás restaurado en un nivel superior al que nunca antes fuiste restaurado. Las capas están completas y las recompensas son ricas.
Amigo, te animo a que leas y memorices Eclesiastés 1:8-9. Conoce y consuélate por el hecho de que el Padre ve tus dificultades. Él ve que las palabras ni siquiera pueden expresar la agonía de tu espíritu y tu alma. Él ve que sientes como si los cielos fueran de bronce sobre ti, cuando se trata de ciertas áreas de oración contestadas (o aún no contestadas). Pero las capas están completas y las recompensas son ricas.
Busca el crecimiento espiritual y la plenitud de esta capa. Si te cuesta trabajo detectarlo, pídele al Espíritu Santo que te muestre cómo se ven el crecimiento y la plenitud que estás experimentando aquí. Él te animará personalmente.
Las recompensas que cosecharás de este estrato te bendecirán el resto de tu vida. Porque lo que fuiste es lo que serás; lo que ha sido es lo que se hará, ¡y no hay nada nuevo debajo del sol! ¡La prosperidad está llegando de nuevo! La Palabra de Dios es verdad… ¡y Él no puede mentir!
Jamie Rohrbaugh
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