Sandie Freed
“Allí le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de la Desgracia en el paso de la Esperanza. Allí me corresponderá, como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto” (Oseas 2:15).
Mientras estaba en oración esta semana, pude oír al Señor decir que estaba soltando nuevos pozos de esperanza sobre su Cuerpo. ¡Ahora todos debemos ponernos a cavar! Obviamente, hay que cavar los pozos y esa es nuestra responsabilidad. Pero más que eso es la necesidad de activar nuestra fe en este tiempo. En otras palabras, necesitamos ocuparnos de cavar con mayor fe mientras Dios imparte una esperanza restaurada.
Sé que fue un tiempo muy difícil para todos nosotros. Sin embargo, existe un poder asombroso en el pasaje de Oseas 2:15, donde se expone una nueva puerta de esperanza. Esta puerta de esperanza también se puede ver proféticamente como un pozo fresco de agua viviente, porque la esperanza imparte vida. De hecho, la esperanza es similar a una semilla que cuando es plantada, puede fructificar. Sin esperanza comenzamos a perder la visión… sin visión no podemos correr y terminar la carrera, tampoco podremos vivir en fe (Habacuc 2:1-4).
Este verso nos dice varias cosas que nos alientan en este tiempo:
1. Dios nos devolverá las viñas
Esto significa que obviamente nuestras viñas fueron robadas. Aunque en este pasaje, Dios establece que Israel se arruinó por su propio pecado, debemos concluir que las seducciones del enemigo mantuvieron al margen a esta Nación. El enemigo siempre nos detendrá cuando trata de robar nuestras cosechas y avivamientos de aumento. En mi libro “Ladrones de destinos”, invierto muchas páginas para explicar las seducciones del enemigo y cómo el espíritu de los amalecitas nos seduce para llevarnos a caer en pecado y apostasía. Muchos pastores y líderes perdieron a sus Aarones y Hures por las seducciones perversas de la fortaleza amalecita (Éxodo 17). Los líderes me creen cuando digo: “¡Puedes creer por tu liberación de este enemigo y recuperar tu viña!”.
Los siervos como Aarón y Hur que están llamados a levantar los brazos de su Moisés (Éxodo 17), sepan que pueden ser libres del espíritu amalecita que se levantó en su contra. Dios promete llenarnos con nuevas fuerzas y determinación para ganar la guerra en contra del enemigo y la apostasía. Así podremos concreter nuestro potencial divino.
Para muchos de nosotros, el espíritu de Jezabel se puso de acuerdo con los hijos de Belial y robó nuestras viñas. En nuestros días, hay un decreto de muerte contra de las personas como Nabot (1 Reyes 21); aquellos que tienen una herencia y son blanco del enemigo para tratar de matarlos, robarles y destruirlos.
También estamos en guerra con el espíritu del anticristo que trata de derribar nuestros sistemas de creencia, contaminando nuestras mentes con dudas e incredulidad para causarnos miedo. En mi último libro, “Conquistando el espíritu del anticristo”, trato las mentiras del enemigo que atacan nuestro sistema de creencias. Este es un espíritu territorial fuerte que está operando hoy. El espíritu del anticristo tratará de cambiar su tiempo de apertura para desgastarlo, perdiendo las fuerzas para dar a luz la visión que Dios le entregó. Sin embargo, Dios prometió darnos la victoria sobre toda oposición… es tiempo de volver a conquistar nuestras viñas (promesas).
2. Dios hará que el “valle de Acor” sea una “puerta de bendición”
El Señor quiere que retomemos la visión de su habilidad para restaurar todo lo perdido o robado en el último tiempo. La palabra Acor significa problemas. No sé de usted, pero debo confesar que tuve muchos problemas. Estuve en un valle profundo, un tiempo de conflictos. Atravesé más stress en el último año que en el resto de mi ministerio. No fue sólo a nivel financiero sino emocional. Hubo momentos donde fue muy difícil ver más allá de las puertas cerradas. ¿Se sintió igual? ¿Cómo podemos recibir fe para la esperanza, cuando las puertas están cerradas? Dios nos promete que podemos hacerlo.
Un camino para recuperar la esperanza es usar nuestras llaves de David, cuyas puertas abiertas no las pueden cerrar los hombres (Apocalipsis 3:7). Estas llaves abren lo que estaba cerrado. Si recuerda, David tuvo una impresión profética sobre el corazón de Dios… de hecho, era un hombre conforme el corazón de Dios. Por tanto, creo que poseía el corazón de Dios por buscarlo a Él. David tenía la habilidad para ver los avivamientos de aumento. ¿Recuerda a Goliat? Aún en contra de una oposición tremenda (y Goliat podía considerarse una puerta cerrada para la victoria de Israel), David pudo visualizar la victoria para Dios. Sin tener temor, desafió lo que se atravesó en su camino. Una puerta cerrada puede ser nuestro enemigo. Sin embargo, si usamos nuestras llaves, la habilidad para ver, podemos abrir la puerta que impide nuestro avivamiento. Vea la victoria… ¡vuelva a tener esperanza!
3. ¡Seremos libres de la cautividad (Egipto) y volveremos a cantar!
Sentí como si hubiera perdido mi canción en ese tiempo, ¿usted no? Es importante no perder nuestra canción porque tenemos la habilidad divina para cantar sobre los lugares desérticos y experimentar un avivamiento. En otras palabras, aún si experimentamos esterilidad, podemos cantar con esperanza por experimentar un avivamiento y un ensanchamiento (Isaías 54:1-5). En este tiempo pasado, mi gozo, mi esperanza y mi vida, ¡fueron completamente desafiadas! La esperanza demorada casi cautivó por completo mi fe. ¡Pero Dios intervino! Dios promete impartirnos una nueva esperanza, un pozo fresco y simplemente necesito ocuparme en cavar. Comience a cantar con fe sobre sus circunstancias. Así como fue capaz de darles un hijo a Abraham y a Sara cuando eran ancianos, tiene la capacidad para dar a luz la esperanza en usted para fructificar. Abraham y Sara comenzaron a perder su canción… perdieron la esperanza sobre su habilidad para tener un hijo. Pero Dios dijo que les daría un hijo, aún cuando sus días de procrear hayan pasado. ¡Y lo hizo! Romanos 4:18 dice: “Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó…”. Esto significa que durante un tiempo de desesperanza, Abraham volvió a tener esperanza.
Amado, permítame seguir alentándolo. Dios se manifestará y tomará cada lágrima que derramó en el pasado como un testimonio para su gloria. Continuamente encuentro un gran aliento en Romanos 8:28, donde dice: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito”. Dios nos promete que más allá de cualquier cosa negativa que nos pudiera ocurrir, Él la usará para bien. En otras palabras, cada vez que el enemigo trató de robarle su fe, robar su viña, robar sus bienes o abortar su destino… Dios usará milagrosamentestas cosas para bien. Todo lo que quiere es que le demos la gloria a Él por hacerlo… ¡Wow! ¡Esto se llama transformar nuestra pena en gozo!
¿Cuál es nuestro próximo paso?
Confesar sus promesas es nuestro siguiente paso para derrotar la postergación. Cuando nos damos cuenta que Dios desea abrir una puerta nueva de avivamiento, inmediatamente recibimos una visión y una esperanza renovadas. Ahora tenemos que usar nuestra fe y comenzar a confesar nuestro avivamiento. Cuando estudié la palabra “confesión”, me excite más cuando me di cuenta que confesar la Palabra, implica declarar lo mismo que Ella. Estoy segura que es más que sólo tomar una Escritura y repetirla varias veces. Personalmente creo que confesar su Palabra en fe requiere pasar tiempo con Él y sentirnos atraídos por su presencia. Las repeticiones vanas implican un fariseísmo, una religión y no una relación.
Si estamos en intimidad con Dios, podemos impregnarnos con las semillas de fe y hablar su Palabra desde una relación y un entendimiento divinos. La confesión viene fácilmente cuando lo conocemos a Él (esto implica intimidad). Confesar la Palabra es declarar simplemente lo que Dios ya habló acerca de usted y su situación. Si creemos, podemos confesar con audacia. Jesús dijo que si tenemos fe como una semilla de mostaza, podremos hablarle a cualquier obstáculo (incluyendo al demonio que impide la manifestación de nuestros avivamientos personales) y tendrá que moverse “desde aquí para allá”. Quiero moverme hacia “aquel” sitio, ¿usted no? Ocupémonos de cavar ese nuevo pozo de esperanza, ¿ok? Yo sé que está entrando en un nuevo tiempo donde la desesperanza debe huir de su camino.
Lo veo en el pozo,
Sandie Freed
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