Por Ryan Wyatt
Desde el comienzo del año 2010, sentí una agitación especial de Dios en su pueblo. Estoy convencido que “justo ahora” estamos en un tiempo de favor. Estoy convencido que este es un tiempo para que la Iglesia sea impulsada hacia su destino, en los planes divinos de Dios para nuestros días. Este es un tiempo donde Dios garantiza una victoria manifiesta y un gran avance en nuestra vida.
Sin embargo, también sentí una condición de victoria y avance. Este tiempo pasado y los años anteriores, hubo muchas dificultades y conflictos para la mayoría de los creyentes por todo el mundo. Permítame decirle con claridad que no creo que cesarán estos tiempos de dificultad y conflicto. De hecho, creo que sólo se incrementarán en muchos frentes. Sin embargo, este es un tiempo para que el pueblo de Dios avance. Es un tiempo para que el pueblo de Dios se levante de la depresión, la postergación, el abatimiento, la apatía y la complacencia. Es tiempo para que el pueblo de Dios se levante en victoria con una esperanza fresca, expectativa y una gran osadía y coraje. Es tiempo para que el pueblo de Dios saquee al enemigo por todas las cosas que le robó. Es tiempo de volver a creer.
“Vuélvase hacia la llama”
Existe una condición para levantarse en victoria este año. Dios dice: “Vuélvete hacia la llama”. Lidero una congregación en Knoxville, Tennessee, llamada “La habitación”. Desde el comienzo del 2010, hay una gran agitación en nuestro pueblo y semana tras semana, se está edificando una presencia tangible de Dios, una atmósfera de avivamiento. No sólo ocurre en Knoxville. Muchos de ustedes oyeron lo que está sucediendo en lugares como IHOP en Kansas City y en MorningStar en Charlotte, North Carolina, además de muchos otros lugares en el mundo. ¡Algo está sucediendo!
Durante este tiempo, Dios me habló de la historia de Moisés en Éxodo 3:1-5:
“Un día en que Moisés estaba cuidando el rebaño de Jetro, su suegro, que era sacerdote de Madián, llevó las ovejas hasta el otro extremo del desierto y llegó a Horeb, la montaña de Dios. Estando allí, el ángel del Señor se le apareció entre las llamas de una zarza ardiente. Moisés notó que la zarza estaba envuelta en llamas, pero que no se consumía, así que pensó: ¡Qué increíble! Voy a ver por qué no se consume la zarza. Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: ¡Moisés, Moisés! Aquí me tienes, respondió. No te acerques más, le dijo Dios. Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa”.
Moisés estaba en sus negocios pero sintió y vio algo. Era un arbusto que ardía pero no se consumía. Dios me reveló lo que dijo Moisés: “Debo volverme y ver esta vista maravillosa”. La Escritura dice: “Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: ¡Moisés, Moisés!”. Dios quería hablarle a Moisés, quería ungirlo y quería comisionarlo. Pero la Escritura dice que Dios no le habló a Moisés desde el fuego sino hasta que tomó la decisión de volverse hacia el arbusto ardiente.
Hay un sonido de avivamiento en el espíritu justo ahora. Hay un sonido de despertar en el espíritu justo ahora. Creo que Dios está buscando a aquellos que sientan su atracción, su agitación y se volverán en este tiempo. ¿Qué está haciendo Dios? Nos está llamando para volvernos hacia la llama. Muchos creyentes se desilusionaron y decepcionaron en este tiempo. Demasiados creyentes se enfriaron y perdieron su esperanza en este último tiempo. Demasiados creyentes perdieron la visión, volviéndose apáticos y complacientes en este último tiempo. Dios nos está llamando a volvernos de la rutina regular. Nos está llamando a volvernos de nuestra existencia actual. Nos está llamando a volvernos de aquellas cosas que nos mantuvieron detenidos. ¡Nos está llamando a volvernos hacia su llama!
Mientras comienza a volverse en este tiempo, Dios lo calentará y descongelará su corazón. Mientras se vuelve, Dios comenzará a regar el terreno seco de su corazón y despertará en usted un deseo intenso por Él. Esto es algo que debe considerar. Todo lo que Él requiere es que haga el esfuerzo por volverse en estos días y pasar tiempo en la llama de su presencia. El fuego de Dios hará la obra. La presencia intensa de Dios hará la obra. Se soltará la presencia intensa sobre su corazón para despertarlo y revivirlo.
Dios lo está persiguiendo en caliente
Otro pasaje de la Escritura que Dios me está revelando ahora es Lucas 24:13-34. Dos discípulos estaban caminando con el Señor resucitado por el camino hacia Emaús. Los discípulos no lo reconocieron en su forma resucitada, pero mientras caminaban con Jesús, sintieron que sus corazones comenzaban a arder. Se aproximaron a la ciudad hacia la noche y la Escritura dice que Jesús actuó como si fuera a continuar su camino. Pero estos dos discípulos lo urgieron con fuerza para que considerara volverse y quedarse con ellos a pasar la noche. Debido a la insistencia, entró en sus casas, partió el pan en su mesa y ahí los ojos de los discípulos fueron abiertos ante este Hombre, quien no era más que Jesús resucitado en gloria.
Aún cuando escribo esto, siento la presencia manifiesta de Dios comenzando a rodearme. Siento el corazón de Dios instando a su pueblo a “volverse y mirar” en este tiempo. No importa cuán seco pueda sentirse, sólo tome la decisión de posicionarse en un lugar de hambre y deseo en la presencia de Dios. Allí encontrará que su corazón comenzará a resucitar. Elija desechar todo desengaño. Elija desechar todo desaliento. Elija volver a creer. Elija volver a tener esperanza. Elija esperar el bien de Dios y la presencia intensa que lo refresque.
Existen muchas más cosas que Dios está hablando, pero por ahora lo dejo con esto. No se olvide que Dios está más hambriento y apasionado por usted, de lo que usted está apasionado por Él. Dios lo está persiguiendo en caliente. Dios quiere encenderlo con el fuego de su presencia. Quiere liberarlo por completo de todo lo que lo detuvo recientemente. Elija hoy alinearse con Dios. Elija hoy “volverse hacia la llama” de la presencia de Dios y reciba una esperanza, visión, energía y aceite fresco para este tiempo.
Bendiciones,
Ryan Wyatt
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