Por Paul Keith Davis
Hola amigos
Cuando me presenté ante el Señor para recibir una revelación acerca de este año, recibí una impresión que no fue otra promesa profética más, sino una exhortación acerca del cumplimiento de las promesas existentes. Verdaderamente, nuestra mayor necesidad apunta más hacia la concreción de las palabras proféticas actuales, en lugar de buscar otra promesa acerca del destino de esta generación. Se habló mucho, pero no vimos mucho cumplimiento de todas esas palabras. Estamos ingresando en un tiempo donde eso cambiará. Conforme a Ezequiel 12:22-23:
“Hijo de hombre, ¿qué quiere decir este refrán que se repite en la tierra de Israel: Se cumple el tiempo, pero no la visión? Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: Pondré fin a ese refrán, y ya no volverán a repetirlo en Israel. Y adviérteles también: Ya vienen los días en que se cumplirán las visiones”.
En la búsqueda del Señor para este año, resaltó específicamente una variedad de mensajes reveladores que había entregado con anterioridad y están señalados para su cumplimiento durante este año y los siguientes. Gran parte de ellos tienen que ver con la restauración de nuestras herencias y con “grandes mantos” que fueron presentados en generaciones anteriores, pero no se los apropiaron en su tiempo.
El pasado mes de diciembre, nuestro ministerio realizó una conferencia titulada: Restaurando la voz de la sanidad. Nuestros invitados fueron Rick Joyner, Bill Johnson y Tom Davis. Esta fue una de las conferencias más pesadas que recuerdo haber participado en los últimos tiempos. Creo que este énfasis fue debido a nuestra habilidad para restaurar los mantos de revelación y poder que alguna vez visitaron nuestra nación. El avivamiento de “La voz de la sanidad” en los años 40’s y 50’s, fue uno de los mayores de la Iglesia, pero se perdió. El profeta Isaías le hizo a su generación la misma pregunta que Dios nos hace a nosotros: “¿Quien se pondrá en la brecha para declarar ‘Tráelo de vuelta’?”.
“Pero éste es un pueblo saqueado y despojado, todos atrapados en cuevas o encerrados en cárceles. Son saqueados, y nadie los libra; son despojados, y nadie reclama. ¿Quién de ustedes escuchará esto y prestará atención en el futuro?” (Isaías 42:22-23).
Continuaremos ese énfasis durante los primeros meses de este año con la promesa profética que podemos realizar grandes pasos hacia el cumplimiento de esta directiva. Nuestras conferencias tituladas “Revelaciones del libro abierto”, se enfocarán en la restauración de los mantos notables de revelación y poder que se necesitan con desesperación en esta generación y para continuar lo que comenzó durante la generación anterior.
Si el Señor sólo pudiera encontrar algunas personas que quisieran habitar juntos en harmonía y de acuerdo a esta meta, veríamos progresos notables en un año. Desde nuestra perspectiva, el 2009 será un año de pruebas y juicios en el mundo, pero también de grandes avances para el remanente de Dios que persevera en Él con un corazón puro y las motivaciones correctas.
Paul y Wanda Keith
Restaurando herencias desoladas
Es interesante que muchas de las cosas más significativas que sucedieron en la generación pasada, ocurrieran en regiones desérticas. Hubo una gran cantidad de visitaciones y revelaciones importantes durante los años 1960’s en el desierto de Arizona que se pueden aplicar directamente a nuestro mandato actual.
Pasamos un breve tiempo en el desierto, pero este será un muy buen tiempo para los justos. Nuestra preparación estará llegando a su final y recibiremos una nueva comisión para prepararnos para aprehender nuestra herencia desolada. Será un tiempo para el cumplimiento literal de Isaías 49:8:
“…En el momento propicio te respondí y en el día de salvación te ayudé. Ahora te guardaré y haré de ti un pacto para el pueblo, para que restaures el país y repartas las propiedades asoladas”.
El Señor nos llevó de la mano, nos guió y nos preparó para ser un pacto para la gente y luz a las naciones, para restaurar la tierra y llevar a la gente a heredar las herencias desoladas.
Piedras fundamentales para la plenitud
Aunque sería maravilloso profetizar que caminaremos en la plenitud de nuestra herencia el año que viene, creemos que es más acertado identificar a este tiempo como un período de finalización de la preparación y el mandato para cruzar. Josué fue comisionado en este lado del río, anticipando su liderazgo.
En este nuevo tiempo, muchas personas serán comisionadas con los “mantos” de otros que ministraron antes que ellos. Actualmente existe un énfasis en honrar a los padres y madres espirituales que lideraron el último gran derramar del Espíritu de Dios. Fueron pioneros que vencieron grandes dificultades para manifestar el Reino de Dios en su generación.
Aunque algunos fallaron y cometieron errores costosos, el fundamento que nos proveyeron se constituyó en nuestra plataforma de lanzamiento para el próximo mover del Espíritu. Eso abrió las puertas para que el depósito del Espíritu de Dios que ellos cargaron, pueda ser accesible para esta generación.
En nuestro ministerio enfatizamos la importancia de honrar a los ministros del avivamiento de sanidad como A. A. Allen, Alexander Dowie, John G. Lake, William Branham y otros. Algunos fueron las personas más deshonradas por la Iglesia del Siglo XX, aunque fueron usados notablemente para ganar almas y hacer milagros. Nuestro adversario intentó efectivamente neutralizar el testimonio de estas personas como pioneros al enfatizar sus errores y debilidades. Aún así, el Señor permite que un cuerpo de personas reconozca la transmisión de la influencia pionera de estos ministros y habilitarlos para cumplir las comisiones inconclusas.
Pagando el precio
Los dones espirituales son el resultado de la gracia sobrenatural adquirida en la Cruz del Calvario. Sin embargo, la madurez espiritual requiere pagar un costo en Él:
“Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista” (Apocalipsis 3:18).
El Señor siempre quiere que progresemos de gloria en gloria; desafortunadamente, la Iglesia falló históricamente en esta responsabilidad. Los hijos siempre suelen comenzar en un estándar superior al de sus padres. Ese es el principio de la herencia y la heredad. Proverbios 13:22 dice:
“El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos”.
Una vez más, se nos vuelve a presentar la oportunidad de aprehender nuestras herencias desoladas y apropiarnos de ellas para nuestra generación. Los mantos de revelación y poder que fueron presentados a las generaciones anteriores, están a nuestra disposición. Debemos pagar el precio necesario para alcanzar este lugar en Dios. Entre los aspectos importantes de esta revelación resalta la “puerta abierta de oportunidades” establecida ante nosotros para este propósito.
El Señor demostró con claridad a través de estas revelaciones que la gente recibiría la visitación de su Espíritu en este tiempo para recibir una impartición de esos “mantos”. Muchas de estas personas que surgirán en el liderazgo, aún no son conocidas o reconocidas en los grandes foros públicos. Sin embargo, son conocidos en los Cielos y fueron preparados para llevar depósitos notables de revelación y poder.
Además, esta promesa profética es para iniciar nuestra desesperación y pelear por esta herencia. Nuestro consejo es ir ante Él para que su Espíritu pueda soltarnos de la misma manera que Eliseo capturó la unción que reposaba sobre Elías.
Recientemente el Señor me entregó una revelación que trató acerca de nuestra herencia desolada. En la experiencia, me vi en un desierto en una región montañosa, excavando en un yacimiento arqueológico con la esperanza de encontrar un tesoro de gran valor. Mientras lo hacía, descubrí libros antiguos que contenían revelaciones que fueron iniciadas por líderes del pasado y aún siguen inconclusas en nuestros días. Consideré estos libros como de un valor mayor que el oro o la plata. Algunos eran más antiguos que los otros, pero supe que este sería el cumplimiento de todos los mandatos, comisiones y promesas.
Esta revelación habla de nuestra oportunidad y responsabilidad para desarrollar la tarea iniciada por la gente de la generación anterior. Así como Josué completó la comisión de Moisés, nosotros también facilitamos el cumplimiento de las promesas incompletas.
Misericordia y verdad para despertar su gloria
Este desierto es un lugar de visitación e impartición para ser establecido en misericordia y verdad. El Salmo 57:7-11 dice:
“Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón. Voy a cantarte salmos. ¡Despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día! Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré salmos entre las naciones. Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos; ¡tu verdad llega hasta el firmamento! ¡Tú, oh Dios, estás sobre los cielos; tu gloria cubre toda la tierra!”.
Esta oportunidad es para abrazar el tramo final de nuestra experiencia en el desierto y estar completamente preparados para lo que vendrá. La Shekinah descendió sobre el Tabernáculo de reunión y a Moisés se le garantizó el privilegio de encontrarse cara a cara con Dios por largo tiempo. Aunque Israel no estaba aún en la tierra prometida, permanecieron en el desierto para prepararse para ocupar el territorio. Así será también en este día. Este tiempo será de visitación y señales de la gloria de Dios manifiesta entre los justos.
Los justos llevarán la gloria; habrá señales de la gloria de Dios descansando sobre sus hijos que los iluminará como el sol en el Reino de su Padre.
Realidades de gloria
Reuniones corporativas experimentarán realidades de gloria en un nivel nunca antes experimentados en esta generación.
Estamos ingresando en el tiempo de la historia humana profetizada por Isaías cuando predijo que habría un brillo celestial sobre los justos en medio de las tinieblas. Seremos iluminados por el Espíritu de Verdad mientras compartimos los misterios del Reino reservados para esta hora. Isaías 60:1-3 declara:
“¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! Mira, las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos. Pero la aurora del Señor brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará su gloria! Las naciones serán guiadas por tu luz, y los reyes, por tu amanecer esplendoroso”.
Hay una presencia o gloria “pesada” que el Señor intenta establecer sobre su pueblo durante los últimos días como testimonio de su virtud redentiva a las naciones. Es verdaderamente asombroso que los pecadores salvados por la gracia puedan recibir esta comisión y responsabilidad. Como profetizó Daniel, “Muchos serán purificados y perfeccionados, y quedarán limpios… pero los sabios lo entenderán todo” (Daniel 12:10).
El entendimiento que posee esta compañía será el misterio de “Cristo en nosotros, la esperanza de gloria”. Sólo a través de redefinir este proceso seremos capaces de manifestar su gloria en la tierra sin que nos destruya. Si entendemos que el proceso en el cual nos encontramos es de preparación, nos dará la esperanza para nuestro llamado. Sin entender esto, seríamos proclives al desaliento, la desesperanza y los sentimientos de descalificación.
Otro propósito para resaltar esta realidad es equipar los ministerios de oración e intercesión que son la clave para desatar la provisión para el Siglo XXI. Será por medio de la oración, la alabanza y la proclamación profética que contenderemos por esta realidad. No se cumplirá por medio del esfuerzo humano, sino por una revelación del Espíritu y la activación de nuestra fe para hablar de acuerdo a los planes de Dios. Como dice Job 22:26-28:
“En el Todopoderoso te deleitarás; ante Dios levantarás tu rostro. Cuando ores, él te escuchará, y tú le cumplirás tus votos. Tendrás éxito en todo lo que emprendas, y en tus caminos brillará la luz”.
El resultado final de esta expresión de la gloria de Dios será una cosecha notable de almas, más allá de cualquier experiencia que se recuerde en la historia de la Iglesia moderna. No será sólo un mensaje para nuestra nación, sino para todas las naciones de la tierra; no será controlado o administrado por una agencia humana, sino por el liderazgo del Espíritu Santo.
La gloria separa
La rebelión de Coré fue juzgada por la gloria de Dios. Números 16:19-21 señala:
“Cuando Coré hubo reunido a toda su gente en contra de Moisés y Aarón a la entrada de la Tienda de reunión, la gloria del Señor se apareció ante todos ellos. Entonces el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: Apártense de esta gente, para que yo la consuma de una vez por todas”.
Así como la rebelión de Coré fue juzgada por la gloria de Dios, sucederá lo mismo con las semillas de rebelión que habitan dentro de nosotros como individuos y a nivel corporativo. Sólo desde este lugar seremos capaces de separar lo limpio de lo contaminado.
El stress y la agitación en el mundo se incrementarán continuamente mientras el tiempo presente llega a su plenitud y el Reino del Señor se prepara para ser revelado. La confrontación entre la luz y las tinieblas también escalará mientras aumenta la maldad. Asimismo, los hijos de la luz deben responder ofreciendo esperanza y salvación a través de la obra redentiva del Señor.
Recientemente pude ver esta escalada en un encuentro revelador. En él pude ver una puerta abierta desde las entrañas del infierno a través de la cual se soltaban hordas de espíritus malignos de una naturaleza profunda. Pude reconocer las características de algunos de ellos. Uno se parecía a Adolfo Hitler y otro era como Josef Stalin. Creo que estos representan espíritus malignos que operaron a través de estos tiranos de la historia.
Observe mientras estos espíritus se manifestaban ante la gente, entrenándolos para caminar en las tinieblas y en un nivel de maldad como nunca antes se vio en nuestra generación. Fue como si la gente era identificada y equipada para llevar “mantos” de tinieblas como nos profetizaron los ancianos acerca de los últimos días.
Mientras esto ocurría, pude oír una voz audible que decía: “Los hijos de la Luz deben responder en ese nivel”. Con esa exhortación, pude ver ángeles descendiendo desde el Cielo especialmente preparados para la confrontación del tiempo final. Fueron comisionados para encontrarse con la gente a través de visitaciones angelicales y entrenarlos para caminar bajo mantos de revelación y poder.
Luz vs tinieblas
El Reino del Señor que se caracteriza por justicia, paz y gozo, será más pronunciado en el Cuerpo de Creyentes, mientras las tinieblas siguen un curso de aceleración paralelo. Mientras estamos en este mundo, se nos advierte que no debemos participar del espíritu del mundo. ¡La luz brilla más en tiempos de oscuridad extrema!
Aquellos que se rindieron a la obra del Espíritu de Dios se desarrollarán en justicia y:
“…brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga” (Mateo 13:43)
En los últimos siglos de la historia de la Iglesia se vieron numerosas expresiones de “aperturas” espirituales que cambiaron a las siguientes generaciones. Dios usó a Martín Lutero para traer una unción de apertura que restableció la realidad donde el justo vivirá por la fe.
Siguiendo a Lutero, Juan Wesley y otros, avanzaron más allá con el mensaje de la santificación y una unción de apertura que alteró el entendimiento de sus días sobre la vida cristiana. Luego experimentamos otra apertura durante los días de William J. Seymour y el derramar de la calle Azusa. Luego de este, vino otro durante los días de William Branham y el derramar de la “Lluvia tardía”.
En este momento, estamos en el umbral de la apertura más significativa de todas que nos guiará hacia la manifestación del Cuerpo de creyentes que funcionan como hijos e hijas de Dios para hacer las obras que Él hizo. Este será el único antídoto contra las tinieblas y la maldad que permearán los años por venir. En este tiempo se nos exhorta a abrazar nuestra oportunidad para prepararnos y calificar para esta responsabilidad.
Esta generación verá la mayor demostración de gracia jamás experimentada y cada indicación señala hacia una realidad inminente. Esta generación surgirá con gritos de “gracia, gracia”.
Visión para el futuro
La Biblia enfatiza que la humanidad perecerá cuando haya falta de conocimiento espiritual y sin visión, el pueblo se desenfrena y no tiene orden. Además, el espíritu de revelación es un prerrequisito para cooperar con Dios y poder operar en sus planes para los últimos días.
A cada uno de nosotros se nos entregó una medida de fe; por lo tanto, se requiere visión espiritual para adecuar nuestra fe hacia las cosas que tienen valor espiritual. El Señor nos garantiza en este tiempo depósitos frescos de su unción de revelación para proveer claridad, visión y el verdadero conocimiento de Él. Esto comenzará a santificarnos para la batalla que vendrá.
Recientemente oí al Espíritu Santo decir: “Puedes ver las cosas como aparentan ser o puedes verlas como son en realidad”. Esta exhortación nos desafía a comenzar a ver las cosas desde la perspectiva celestial; esa fue la experiencia garantizada para Giezi cuando Eliseo oró para que sus ojos se abrieran. Cuando garantizó la unción de revelación, el siervo de Eliseo vio los montes repletos de los ejércitos Celestiales que superaban sin número al del enemigo. Repentinamente su perspectiva cambió desde el temor a la fe por la visión espiritual y por ver las cosas desde el punto de vista de Dios.
Los líderes conocerán cada vez más esta oportunidad y encontrarán una gracia profunda para entrenar y equipar al cuerpo para vivir en la revelación de las realidades Celestiales. Esto también va de la mano con el funcionamiento del panel de jueces delegados para separar la profecía verdadera de la falsa.
Se está distribuyendo entre nosotros una unción de “ocupación”. Una cosa es experimentar una apertura, pero otra completamente diferente es ocupar lo que el enemigo dejó atrás. Debemos estar preparados y movilizados con un plan de ocupación cuando consideremos varias ciudades y regiones. Recibimos la autoridad y el dominio para ocupar las áreas para las cuales tenemos revelación espiritual. Jesús dijo:
“Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos buscando un descanso. Y al no encontrarlo, dice: Volveré a mi casa, de donde salí. Cuando llega, la encuentra barrida y arreglada. Luego va y trae otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado final de aquella persona resulta peor que el inicial” (Lucas 11:24-26).
Este tiempo resalta la importancia de formalizar un plan de ocupación movilizando al Cuerpo de Cristo. Habrá una gracia especial en este tiempo para entrenar y equipar líderes que no teman conquistar y ocupar la tierra por la cual recibieron visión espiritual.
Es una triste realidad descubrir que muchos de los lugares que alguna vez experimentaron una gran victoria espiritual ahora se transformaron en refugios para las tinieblas. Aún así, nuestra gracia para este tiempo es recuperar el terreno y recordar que el Señor de su promesa establece:
“Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas que envié contra ustedes: las grandes, las pequeñas, las larvas y las orugas” (Joel 2:25).
Enfocados en lo que viene
En un sueño reciente, mi amigo Bob Jones dijo: “Aquellos que observan estrictamente la gloria pasada, tendrán poca expresión en la gloria presente, porque sólo se enfocan en algo que se está marchitando”.
“Y si vino con gloria lo que ya se estaba extinguiendo, ¡cuánto mayor será la gloria de lo que permanece! Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza. No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo. Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo” (2 Corintios 3:11-14).
Aquellos que observan la gloria marchita de los días que pasaron, lo hacen desde una perspectiva equivocada y no comprenderán las cosas que están por acontecer. Aunque edificamos sobre el fundamento de las cosas que ocurrieron en el pasado, no podemos seguir moviéndonos exclusivamente por las expresiones de esos avivamientos. Hay algo nuevo y fresco en el horizonte que será una manifestación continua de los atributos y la gloria divina del Cielo.
Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. No podemos contentarnos con un punto de vista retrospectivo cuando la mayor gloria está por llegar. El Espíritu produce libertad y emancipación de las ataduras del pasado, proveyendo la esperanza de un futuro glorioso reposando en Él. El Espíritu Santo está equipando y supliendo a un cuerpo de gente para que vivan en libertad.
Enfocado en la luz, no en las tinieblas
Hay una exhortación que viene del Señor resaltando nuestra necesidad para concentrarnos más en las cosas que Él está preparando en lugar de hacerlo en nuestro adversario. Aunque hay mérito en conocer los planes del enemigo para movilizarnos en oración e intercesión para vencer sus artimañas, para nosotros sigue siendo imperativo establecer la promesa del Cielo para esta generación.
Nuestros medios seculares se transformaron en un canal para sembrar semillas de temor en el corazón de las personas. Asimismo, también hay ministerios fatalistas que desafortunadamente exageran la influencia de las tinieblas en esta generación, sin prestarle la atención adecuada a la luz que también será delegada para preparar y apartar a la gente. Donde abunde la maldad, sobreabundará la gracia.
La unción reveladora que descansa sobre el pueblo de Dios permitirá prevenirlos de las tinieblas que vendrán. Sin embargo, también permite una visión del depósito de virtud y gloria que se derramará con una medida sin precedentes. No nos podemos permitir concentrarnos de una manera excesiva en las tinieblas, sino abundar con anticipación en la grandeza de Dios que será demostrada. ¡La luz siempre vencerá a las tinieblas! Vivimos en un tiempo de gran oscuridad, pero nuestra directiva es concentrarnos en la Luz. Debemos levantarnos para brillar porque nuestra Luz ha llegado.
Paul Keith y Wanda Davis