Por Bill Yount
Juan 12:24 dice: “Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto”.
Es como si esas semillas estuvieran gritando: “¡Se terminó nuestra estación de muerte!”
En el Espíritu, estoy oyendo un sonido que nunca antes había oído. Es un sonido de las semillas que Dios plantó a través de nosotros y murieron dentro de los corazones de piedra de muchas personas. Transcurrió una larga temporada desde la última vez que oímos de estas semillas. Estaban silenciados por la muerte. Pero a pesar de la muerte, estas semillas ahora comenzaron a rugir como si la muerte misma ya no pudiera retenerlas. ¡La misma vida de Cristo dentro de esas semillas ahora comenzaba a vencer la muerte y pude ver que germinaban de tal manera que arrancarían las mismas puertas del infierno! Es como si estas semillas estuvieran gritando: “¡Terminó nuestro tiempo de muerte! Aleluya, ahora estamos vivas”. Las semillas que murieron con los sueños de Dios sin cumplir dentro de ellas, ahora comenzaban a revivir, adorando a su Creador, mientras comenzaban a germinar.
¡El campo de los sueños era una realidad! Las semillas plantadas desde muchos años atrás hasta el día de hoy, comenzaban a germinar. Las semillas que sembramos de la Palabra de Dios, los actos de piedad y aún las sonrisas, están provocando una gran cosecha mientras germinan dentro de muchas personas que habíamos olvidado y les traerán esperanza.
¡Preñados con los sueños de Dios!
Eclesiastés 11:4-6 dice: “Quien vigila al viento, no siembra; quien contempla las nubes, no cosecha. Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, creador de todas las cosas. Siembra tu semilla en la mañana, y no te des reposo por la tarde, pues nunca sabes cuál siembra saldrá mejor, si ésta o aquélla, o si ambas serán igual de buenas”.
Nuestras dos hijas están esperando su primer niño para el primer mes de este año. Estuvimos saturados de ultrasonidos y es asombroso verlos. Comienza por ver algo pequeño y luego los miembros diminutos aumentan de tamaño, mientras el cuerpo crece. No podemos figurarnos cómo sucede, pero es la semilla que lo hace posible. Creo que este año será un tiempo record de semillas que germinarán en los vientres de muchas mujeres… ¡aún será un año de bebés sorpresivos!
Germinar significa “comenzar a hacer crecer o brotar”. Cuando una semilla cae en el terreno y muere, se ve diferente a como es cuando comenzó a germinar y sale a la superficie. Muchos ministerios, trabajos y sueños que aparentemente estaban terminados, comenzarán a germinar repentinamente, con una apariencia diferente en nuevas dimensiones este año. El enemigo no podrá cortar nada de ti, pero nos Dios está podando para vernos como Él en todo.
No te enfoques en tus sueños muertos, en tu trabajo muerto o en tu ministerio muerto; oye a la semilla que está rugiendo para manifestarse en novedad de vida. Algunos trabajos que terminaron en algún lugar, germinarán en otro. Tu don hará espacio para ti. ¡Tu semilla creció hasta ocupar todo el espacio donde te encuentras! Ahora necesitas un espacio más amplio para tu don. El lugar donde quedaste preñado del sueño de Dios no siempre será el mismo donde darás a luz.
Hay semillas que pensaste que murieron para siempre
Muchas semillas plantadas dentro de nosotros por el Espíritu Santo que parecían muertas para siempre (eso creías), ahora están haciendo ruido y gimiendo. Aún las cosas que “pensabas” que Dios te dijo que se habían terminado…. no es así.
Hace veinticinco años escribí una canción con mi hermano que cantaron muchas personas y pude ser una bendición para muchos. Luego de varios años, la canción parecía haber llegado a su punto final y ya nadie la oía. Una vez escribí el nombre de la canción para ver si realmente quedó en el olvido. Me convencí que la canción tenía un tiempo y había llegado a su final. Pero sólo hace dos meses, puse el nombre en ITunes y pude ver que la canción estaba allí cantada por Claudelle Clarke, la reina de la música Gospel de Jamaica, con una carrera de cuarenta años. La contacté y como la compañía donde la registré cerró quince años atrás, ella no pudo encontrar a los autores de la canción. A veces cuando nuestro nombre se pasa por alto o quedó en el olvido, Dios usa una semilla que plantamos para hacer que otros cosechen bendiciones donde no sembraron y poder llevarlas más lejos que nosotros.
1 Corintios 3:6 dice: “Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento”.
Gálatas 6:9 dice: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”.
Estoy aprendiendo que cuando me siento desmayar, es cuando realmente estoy recibiendo el punto de vista de Dios y la semilla que sembré, está comenzando a gemir y brotar en alguna parte, en alguna persona o en alguna nación.
Bill Yount
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