martes, 22 de junio de 2010

“Oración para introducirnos en la vida abundante”

Por Paul Cox

clip_image002La siguiente “oración para introducirnos a la vida abundante”, fue escrita por Paul Cox el año pasado en Octubre del 2008, mientras se encontraba en Australia:

Oración para introducirnos en la vida abundante

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por perjudicarlos y rodearlos con su red (Job 19:6-26).

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que bloquearon y tapiaron sus caminos, dirigiendo sus pasos hacia las tinieblas.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por avergonzarlos al desvestirlos de su gloria y remover las coronas de sus cabezas.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por destruirlos y demolerlos por todas partes, destruyendo su esperanza y acabándolos.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por ser su enemigo y lo culparon por enfurecerse contra ellos, enviando tropas en su contra o tropas para abrir caminos para atacarlos, acampando alrededor de sus cuerpos y sus moradas.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que tuvieron un corazón temeroso e incrédulo que los llevó a apartarse del camino de santidad. Te pido por la restauración de las sendas antiguas donde la alegría y el gozo se apoderaban de nosotros. Abrazo mi derecho de primogenitura para caminar conociendo al Señor.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional por las creencias perversas donde estuvimos operando en nuestra mentalidad superficial, donde tratamos de hacer las cosas por nosotros mismos. Señor, elijo trabajar en tu conocimiento, entendimiento, sabiduría y discernimiento. Señor, elijo trabajar contigo para cambiar mis caminos para poder caminar en las sendas antiguas establecidas antes de la caída. Elijo caminar en tu sanidad y permitir que tu fortaleza fluya desde tu Agua de vida (Isaías 35).

Me arrepiento por mí y por toda mi línea generacional que utilizaron sus sentidos físicos y espirituales por caminos errados, eligiendo operar sólo en su mente natural. Señor, quiebra toda la iniquidad que fluyó desde esas decisiones ignorando tu mente, corazón y voluntad. Señor, también te pido que remuevas toda la iniquidad de los sentidos que Dios me dio.

Señor, te pido que restaures mi habilidad para usar todos mis sentidos para discernir tu mente, tu corazón y tu voluntad.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por remover de ellos a sus amigos, familiares y empleos, poniendo a la gente en contra de ellos hasta menospreciarlos y odiarlos hasta la muerte.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que culparon a Dios por herirlos y perseguirlos.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que desearon que sus acusaciones en contra de Dios y sus sufrimientos, se registraran en piedra para siempre.

Señor, me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que no siguieron tus caminos ni anduvieron en tus pasos.

Me arrepiento por no desear caminar en tus caminos y luego no hallar descanso para mi alma (Jeremías 6:16).

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que creyeron que Dios escondía el bien de ellos y creyeron que podían ser como Él, conociendo el bien y el mal.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que rechazaron la ley del Señor y el testimonio de su Espíritu, apartándose de su sabiduría y su verdad, entrando al reino de sus propias almas (Salmo 19:7).

Me arrepiento por aquellos que confiaron en el conocimiento del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal. Me arrepiento por aquellos que confiaron en su propio conocimiento.

Me arrepiento por todos aquellos en mi línea generacional que abandonaron al Señor, la Fuente de agua viva y crearon para ellos mismos cisternas rotas que no retienen agua (Jeremías 2:13).

Rechazo la aceptación de las semillas de satanás en nuestras mentes que comenzaron con la caída del hombre cuando creímos la mentira donde podíamos ser iguales a Dios.

Me arrepiento por rechazar nuestra primogenitura como hijos del Altísimo y por negarme a confiar en Él.

Rechazo la concepción de la simiente de satanás de perjuicio, conflictos y la preparación para el engaño, que dieron a luz la iniquidad y los intentos de maldad en nuestra línea generacional (Job 15:35).

Señor, remueve y sella el acceso que el enemigo ganó en el vientre para llevarnos hacia lugares celestiales errados.

Señor, remueve y restaura por tu Sangre cada parte elemental de mi vida, mi herencia y primogenitura que está atrapada en el segundo cielo. Señor, cierra las puertas de maldad del segundo cielo.

Me arrepiento por aquellos en mi familia que confiaron en la sabiduría natural de los hombres y rechazaron al Espíritu de Dios (1 Corintios 2:15). Elijo confiar en los preceptos de verdad y el Espíritu de Dios para darme la mente de Cristo, dirigiendo mi mente por el camino correcto.

Rechazo la sabiduría del hombre y me arrepiento por el orgullo en mi línea familiar que vio la sabiduría de Dios como una estupidez. Declaro el derecho para elegir el vientre de mi Padre, Jehová, quien me llamó, me justificó y me glorificó por medio de Jesús desde antes de la fundación de la tierra y antes que fueran creados los elementos espirituales.

Declaro que mi primogenitura espiritual es haber sido concebido en amor (Efesios 1:4), que recibí el Espíritu de Dios que me revela la sabiduría (1 Corintios 2:10), que recibí ojos espirituales en mi corazón para ver las riquezas de su herencia gloriosa (Efesios 1:8). Declaro que fui formado a la imagen de su glorioso Hijo. Rechazo la semilla de satanás y rechazo mi posición como hijo del padre de mentiras y asesino (Juan 8:44). Te pido Abba Padre que cierres los ojos que se abrieron cuando Adán y Eva participaron del árbol del Conocimiento del bien y el mal.

Renuncio y rechazo cada derecho perverso o autoridad otorgados a mi alma para dirigir mi mente por caminos perversos.

Me pongo de acuerdo con los planes originales de Dios donde toda sabiduría espiritual sobre el bien y el mal se origina en su Trono y se revela a mi espíritu. Me pongo de acuerdo con el Espíritu Santo para permitir que guíe mi espíritu, alma y cuerpo. Recibo la semilla del Espíritu Santo en mi espíritu que por su poder clama: “Abba Padre”.

Señor, en mi nombre y en el de mi línea familiar, me arrepiento por cuestionar la Palabra de Dios e invitar a mi vida la influencia del Leviatán, el rey del orgullo (Job 41:34).

Señor, elijo ser dirigido por tus mandamientos para que puedas ensanchar mi corazón (Salmo 119:32).

Declaro que mi Redentor vive y mientras yo siga con vida, veré a Dios por mí mismo y con mis propios ojos (Job 19:25-26).

Declaro que mi esperanza está en Ti, mi Redentor. Te pido que restaures las sendas antiguas en mí y enciende tu Luz en mí para que pueda verte con mis ojos. Te pido que restaures mi primogenitura robada, mi gloria y mi corona.

Padre, te agradezco que antes de haberme formado en el vientre de mi madre, predeterminaste mi primogenitura, la senda de gloria en la que debo caminar.

En mi nombre y en el de mi línea generacional, me arrepiento y renuncio a rechazar la verdad que Tú formaste mi ser interior y ordenaste todos los días para mí, escribiéndolos en tu libro antes que sucedieran.

Padre, en mi nombre y en el de mi línea generacional, me arrepiento y renuncio a rechazar las sendas antiguas que Tú elegiste para que transitara.

Padre, en mi nombre y en el de mi línea generacional, me arrepiento y renuncio por alinear mis pensamientos con la maldad. Señor, rechazo esos pensamientos, así como buscar el derramamiento de sangre.

Padre, declaro que fui creado temeroso y de una manera maravillosa, Tú me guiarás por el camino eterno. Declaro que todas Tus obras son maravillosas.

Señor, estoy de acuerdo con tu Palabra que dice que las armas de mi guerra no son carnales, sino poderosas en Ti para derribar fortalezas. Elijo derribar todas las imaginaciones y toda altivez que se levante en contra del conocimiento de Dios. Elijo llevar todo pensamiento a la cautividad en la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:4-6).

Señor, suelta el poder de la resurrección del Espíritu Santo para restaurarme en las sendas de santidad. Señor, que tu amor perfecto recorra todo mi ser echando fuera todo temor. Te pido Señor que repares y reemplaces cualquier parte de mi cerebro o vías neurológicas necesarias para establecer la conexión entre mi Padre celestial y los hombres.

Señor, haz que pueda habitar en el Lugar secreto del Altísimo. Declaro que mi primogenitura es para caminar con Abba Padre en el Edén, donde puedo oír su voz y regocijarme en la intimidad de la comunión con Él. Creo que Jesús me hizo participar de esta intimidad cuando rasgó el velo en el lugar santísimo. Señor, me arrepiento por mi línea generacional que trató de lograr por las obras lo que Tú me entregaste libremente por gracia. Señor, llévame hacia el lugar de descanso y paz perfecta.

Dr. Paul L. Cox

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