jueves, 23 de febrero de 2012

2012: Un año de descubrimientos

Por Bill Burns

clip_image002El 2012 será conocido como un año de descubrimiento. Mientras comenzamos a vivir bajo las normas del gobierno de Dios, se revelarán los misterios del fin de los tiempos. Se accederá al maná escondido (los misterios) y se manifestará la revelación de los propósitos de Dios (Apocalipsis 2:17). El establecimiento del gobierno de Dios que nos llevará al descubrimiento comenzará con un tiempo de restauración.

La Trompeta: “Verdaderamente te digo que este es el día de la restauración, levántate con una esperanza renovada. Accede a mi bondad. Te aseguro que restauraré lo que te robaron. Vine para liberar a mi pueblo y continuaré en su proceso de restauración de tiempo en tiempo cuando sea necesario. Recibe hoy el poder de la restauración y permite que el Espíritu del Dios viviente invada tu espacio espiritual. Permite que te envuelva y te abrace”.

Gobierno divino

La Trompeta, 3 de Octubre del 2011: “Profetizo sobre tu vida que la Fiesta de las Trompetas darán a luz un nuevo tiempo que llegará hasta su manifestación plena y avanzará con mayor fortaleza durante el 2012. Este será el comienzo del gobierno de Dios que se está manifestando. Las bendiciones de ese gobierno vendrán cuando vivamos bajo las normas del Señor”.

“Avanza con gran gozo, porque estos son días de la manifestación de mi Reino. En estos días, la realidad de la Iglesia sobrenatural comenzará a comprenderse en la tierra y será conforme a mis propósitos”, dice el Señor. “Mi voluntad para mi pueblo es que viva en la gloria de la realidad sobrenatural. Los eventos sobrenaturales que deseas ver serán una realidad que te establecerán en una mayor medida de fe que nunca antes. Entonces, levántate y avanza en los propósitos del Reino”, dice el Señor Todopoderoso.

El gobierno divino será el resultado de establecer el Reino. El gobierno de Dios comenzará en el 2012. El doce siempre se relacionó con el gobierno de Dios, esto se estableció en las Escrituras y a través de un patrón divino.

El gobierno de Dios comenzó con las doce tribus de Israel y continuó en el Nuevo Testamento con la designación de los doce apóstoles. El gobierno de Dios y el Cordero (Apocalipsis 22:3) se establecerá por toda la eternidad. Una vez más, el número 12 se encuentra en la ciudad eterna de Dios, la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 21).

La ciudad tiene 12 puertas y 12 ángeles en esas puertas. Los nombres de las 12 tribus de Israel están escritos en ellas. El muro de la ciudad tiene 12 fundamentos, con los nombres de los 12 apóstoles en ellos. La ciudad mide 12000 estadios de largo, ancho y alto, y hay 12 piedras preciosas en los fundamentos de los muros de esa ciudad.

La visión

El 1 de enero del 2012, el Señor me entregó el siguiente pasaje:

Habacuc 2:1-3: “Me mantendré alerta, me apostaré en los terraplenes; estaré pendiente de lo que me diga, de su respuesta a mi reclamo. Y el Señor me respondió: Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá”.

Cuando leí este pasaje pude darme cuenta que todo tenía que ver con el gobierno de Dios y supe que sería progresivo en su naturaleza porque no ocurriría todo al mismo tiempo. Sin embargo, la visión es para un tiempo señalado (2012). Luego pude ver el comienzo de la manifestación del Reino y esto podría ser como fue al principio del gobierno del Rey de reyes:

Lucas 2:41-42: “Los padres de Jesús subían todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió doce años, fueron allá según era la costumbre”.

Lucas 2:46-47: “Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas”.

A la edad de 12 años Jesús fue al templo (lugar de gobierno) y las Escrituras dicen que estaba allí en medio de ellos “en el tercer día”.

Oseas 6:1-3: “¡Vengan, volvámonos al Señor! Él nos ha despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará. Después de dos días nos dará vida; al tercer día nos levantará, y así viviremos en su presencia. Conozcamos al Señor; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra”.

Mientras nos ubicamos completamente bajo el gobierno del Señor, Él vendrá a nosotros y nos guiará por su Espíritu. Revelará lo que está oculto (Isaías 48:6). Estamos en el tercer día de Cristo, quien está estableciendo el tercer día de su gobierno sobre su pueblo. Habacuc 2:3 dice que al final la visión hablará.

Apocalipsis 11:15: “Tocó el séptimo ángel su trompeta, y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos”.

Entonces, el tiempo final (el gobierno del tercer día) donde Cristo gobernará, comenzará en el 2012 con un tiempo de restauración y luego de descubrimiento, mientras nuestro Rey le revela los misterios del fin de los tiempos a su pueblo. La manifestación del Reino será progresiva y llegará a ser completa cuando Cristo regrese a establecer su Reino físicamente en la tierra.

Señales en la tierra (Hechos 2:19)

La señal visible respecto de la necesidad de un gobierno divino fue dada en el 2011. Surgieron protestas y levantamientos en contra de los gobiernos alrededor del mundo, desde la primavera árabe hasta los indignados que protestan en EEUU. El mundo necesita un gobierno divino y la Iglesia también.

Primero ocurren las señales en la naturaleza, luego las seguirán las señales espirituales. Las Escrituras declaran la realidad espiritual del gobierno de Dios sobre su pueblo:

Apocalipsis 19:15-16: “De su boca sale una espada afilada, con la que herirá a las naciones. Las gobernará con puño de hierro. Él mismo exprime uvas en el lagar del furor del castigo que viene de Dios Todopoderoso. En su manto y sobre el muslo lleva escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores”.

La resistencia

Satanás peleará contra el gobierno establecido de Dios y la batalla se recalentará. Este es el tiempo que describió el profeta Jeremías:

Jeremías 12:5: “Si los que corren a pie han hecho que te canses, ¿cómo competirás con los caballos? Si te sientes confiado en una tierra tranquila, ¿qué harás en la espesura del Jordán?”.

Históricamente las planicies inundadas del Jordán se conocen como el campo de batalla entre Israel, el pueblo de Dios, y sus enemigos. Los caballos representan el poder espiritual: En la Iglesia, el poder apostólico y en las tinieblas, el poder de las tinieblas. Los caballos de los cuales Jeremías habló representan los gobernadores de las tinieblas que el apóstol Pablo identifica en Efesios 6:12: “Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales”.

Si los hombres de a pie (el nivel más bajo de los demonios) estropean al pueblo de Dios, ¿cómo podremos contender (o guerrear) con los gobernadores de las tinieblas en los cielos (realidad espiritual)?

La victoria

A menos que el Señor nos ayude, no tendremos la victoria sobre los gobernadores de las tinieblas. Sin embargo, el Señor nos ayudará. Nos capacitará para la guerra y nos guiará hacia la victoria, porque está escrito:

2 Corintios 2:14: “Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes la fragancia de su conocimiento”.

El Señor de los Ejércitos también le revelará a su pueblo el plan de los gobernadores de las tinieblas. La promesa que nos entregó para el 2012 está en Isaías 45:3: “Te daré los tesoros de las tinieblas, y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre”.

Los caballos del Señor representan el poder apostólico para la guerra (Apocalipsis 19:11-15). El poder apostólico para la guerra vendrá de la Iglesia bajo el gobierno de Dios. Zacarías 10:1-3 nos dice que en el tiempo de la lluvia tardía, el tercer día de Cristo (Oseas 6:2-3), el Señor hará que su pueblo sea “sus caballos reales en la batalla”. Los caballos reales derrotarán a los gobernadores de las tinieblas y las avergonzará.

Zacarías 10:5: “Juntos serán como héroes que combaten sobre el lodo de las calles, que luchan contra jinetes y los derriban porque el Señor está con ellos”.

La victoria está asegurada por la Palabra del Señor y las señales en la tierra. El gobierno de Dios se establecerá en un tiempo de guerra espiritual intensa. Las buenas nuevas son que ganaremos si peleamos la buena batalla de la fe.

Tiempos de prueba

Las pruebas de este tiempo tendrán dos vertientes: Seremos probados especialmente en nuestra disposición a vivir bajo el gobierno de Dios y obedecerlo a Él… o no. Nos guiará, pero debemos seguirlo. También seremos probados (tentados por satanás) para rebelarnos en contra del gobierno de Dios y su Palabra.

La Trompeta, 5 de Diciembre: “Enseñaste mi Palabra y mis caminos te fueron revelados por el Espíritu de Verdad. Fuiste equipado por el Espíritu de Poder mientras abrazabas los dones del Espíritu y creías que operabas en ellos. Ahora estás entrando en un tiempo de prueba para que puedas aplicar lo que aprendiste y lo que recibiste. En este tiempo pasarás la prueba que viene usando la autoridad que recibiste. Estas pruebas te fortalecerán y demostrarán tu responsabilidad e integridad. Te equiparán para ser más que conquistador y te capacitarán para ser vencedor. Este es un tiempo importante donde estoy preparando a mi pueblo para ser una Iglesia gloriosa. Es un tiempo donde debes vivir por mi palabra profética y mi Palabra escrita. Ahora debes aprender a aplicar mis palabras por fe en cada prueba y si lo haces, tendrás la victoria y la razón para celebrar. La visión actual será establecida mientras abrazas los desafíos de este tiempo. Regocíjate y alégrate, porque el tiempo de mi victoria y el día de mi poder están a la mano”, dice el Señor.

Lucas 10:19: “Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño”.

Debemos ser los hacedores que describe Santiago 4:7-8: “Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!”.

Cambios espirituales

El gobierno de Dios será progresivo y cada progreso vendrá con un cambio en la realidad espiritual. La atmósfera espiritual de cada cambio nos hará perder estabilidad en nuestro espacio espiritual. Cada cambio nos hará entrar en un territorio desconocido. La clave para reconocer los cambios es permanecer conectado con el Espíritu de Dios y permitir que nos guíe hacia cada cambio con entendimiento.

Juan 16:13: “Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir”.

Una nueva cobertura

Se establecerá una nueva cobertura de la gloria de Dios sobre todos aquellos que se establecieron bajo el gobierno de Dios.

Isaías 4:5: “Entonces el Señor creará una nube de humo durante el día y un resplandor de fuego llameante durante la noche, sobre el monte Sión y sobre los que allí se reúnan. Por sobre toda la gloria habrá un toldo…”.

Esta cobertura de la gloria de Dios traerá la manifestación del poder de su Palabra. La Palabra escrita dará a luz la revelación de las obras internas del Reino de Dios. El Espíritu de Verdad amplificará la Palabra escrita para que pueda ayudarnos a comprender nuestro destino personal. La palabra profética nos dará la dirección y nos ayudará a comprender los tiempos y las circunstancias en las que vivimos. La Palabra es:

Mateo 4:4: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

Bendiciones del Reino

Cuando vivimos bajo el gobierno de Dios en espíritu y verdad, luego todas las bendiciones escritas se transforman en sí y amén.

2 Corintios 1:20: “Todas las promesas que ha hecho Dios son ´sí´ en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos ´amén´ para la gloria de Dios”.

Las promesas de Dios para el 2012 se encuentran en el Salmo 5:12: “Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad”.

Las bendiciones identificadas con el número 12 incluyen provisión, capacitación espiritual, sanidad y milagros. Permita que el Espíritu Santo lo lleve hacia una posición de fe para que pueda recibir las promesas que desea.


1. Provisión y capacitación

Marcos 6:6-7: “Y él se quedó asombrado por la incredulidad de ellos. Jesús recorría los alrededores, enseñando de pueblo en pueblo. Reunió a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus malignos”.

Marcos 6:41-43: “Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente. También repartió los dos pescados entre todos. Comieron todos hasta quedar satisfechos, y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos de pan y de pescado”.

2. Sanidad

Marcos 5:25-29: “Había entre la gente una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho a manos de varios médicos, y se había gastado todo lo que tenía sin que le hubiera servido de nada, pues en vez de mejorar, iba de mal en peor. Cuando oyó hablar de Jesús, se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto. Pensaba: Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana. Al instante cesó su hemorragia, y se dio cuenta de que su cuerpo había quedado libre de esa aflicción”.

3. Milagros

Marcos 5:41-42: “La tomó de la mano y le dijo: Talita cum (que significa: Niña, a ti te digo, ¡levántate!). La niña, que tenía doce años, se levantó en seguida y comenzó a andar. Ante este hecho todos se llenaron de asombro”.

La capacitación espiritual se incrementará en este año mientras el Señor viene a su pueblo y establece su gobierno. Las sanidades ocurrirán con mayor frecuencia que en el pasado. Ocurrirán milagros de resurrección espiritual. Surgirá la vida espiritual. Las palabras, sueños y visiones proféticas resultarán de esta revolución espiritual.

Descubrimiento

Mientras este tiempo progresa y ocurren los cambios espirituales, muchos de los que viven bajo el gobierno de Dios serán entendidos. Una mayor unción estará disponible debido a la cobertura que mantendrá la gloria de Dios sobre nosotros. Habrá una escalada en la guerra espiritual, pero tendremos la victoria. Recibiremos las bendiciones de Dios y bendeciremos su santo Nombre.

Una nueva frontera está ante nuestros pies esperando que descubramos el paisaje espiritual. Levantémonos llenos de fe para este viaje y avancemos como los pioneros espirituales de la generación anterior. Debemos ser como aquellos que nos precedieron.

Hebreos 11:32-34: “¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros”.

Nuestro Rey establecerá su Reino entre su pueblo. Oro para que todo el pueblo de Dios entre en este año con una expectativa de descubrimiento.

Mateo 6:10: “… venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.

Bill Burns

miércoles, 8 de febrero de 2012

Unción de aceleración: ¡Atrape la ola!

Por Julia C. Loren

clip_image002En semanas recientes sentí una compasión profunda del corazón de Dios por aquellos que tienen entre 30 y 60 años que se sienten agotados, estresados y nunca realizaron sus sueños. Si usted es uno de ellos, sepa que está en el corazón de Dios y sus ojos están enfocados sobre su vida. El Señor me entregó una impresión acerca de este tiempo donde desataría una “unción de aceleración”. Impartir esta unción de aceleración es parte de mi mandato para este año. Dondequiera que ministro, este es el mensaje y la impartición: “Es tiempo para afirmarnos en un bautismo fresco del amor de Dios para despertar, avivar y restaurar tu unción”. El gran despertar a un bautismo fresco de su amor es clave para lanzar la revolución de amor que nos desatará para tomar nuestro lugar en el avivamiento que viene.

Aún ahora, el Señor está soltando la unción de aceleración sobre todos aquellos que clamaron por un avivamiento y los que parecen haber perdido su visión y pasión, abatidos por los años y las lágrimas de la vida. Cargaremos una nueva unción. Pero primero necesitamos la unción de aceleración que nos avivará. Luego, la visión fresca, la autoridad y la unción nos capacitarán para desarrollar nuestras asignaciones y alcanzar nuestro destino.

La unción de aceleración restaurará a los individuos a su destino sagrado, acelerando nuestros dones y unciones. Acelerar significa avivar, refrescar e incremento en la vida (Salmo 71:20, 85:6, 119:37, 40, 88, Isaías 57:10). A menudo se refiere a la resurrección de los muertos (1 Corintios 15:36).

Muchos en la mitad de la vida sienten que murieron sus sueños, visiones y pasiones. Se necesita una impartición sobrenatural del espíritu de aceleración para liberarnos del espíritu de este mundo. Debemos ubicarnos para recibirla. Clamemos para recibirla mientras nos postramos en nuestra casa para adorar. Clamemos para una aceleración en nuestro espíritu y que comience con nosotros una revolución de amor.

Poder, amor y mentalidad firme

Esto es lo que el Señor me mostró que viene: “La revolución de amor que viene, liberará el bautismo del amor de Dios de una manera tan osada que muchos serán transformados rápidamente. La unción quebrará el yugo e impartirá la sanidad que muchos necesitan desesperadamente. Los hombres y mujeres se posicionarán rápidamente en las asignaciones reservadas para ellos”. (Tomado de Supernatural Anointing, Destiny Image, Enero 2012).

Los que caminan en la unción apostólica y profética están de acuerdo con los deseos de Dios para aumentar el nivel de la unción en nuestras vidas y esta unción contiene tres componentes: poder, amor y mentalidad firme. Este poder incluye los dones del Espíritu y la unción específica para las asignaciones. El amor nos capacita para llevarles la unción a otros y sostenernos a lo largo del camino. La mentalidad firme está llena de gozo y paz porque está gobernada por la fe, la esperanza y el amor.

La unción de aceleración aumentará el amor, el poder y la mentalidad firme en nosotros. La unción de Dios nos llenará de tanto gozo y paz que destruirá el sabotaje mental y el agotamiento con el cual muchos batallaron los últimos años. Nos llenará con su amor y traerá vida a nuestras emociones, nuestro espíritu y nuestro físico. Mientras algunos permiten que las visiones antiguas se alejen y las profecías personales se estanquen, el Señor traerá una nueva revelación acerca de nuestra asignación en este tiempo de nuestra vida. Sin importar nuestra edad, nuestro futuro recién comienza y se soltará una impartición de la unción de aceleración que desatará un rejuvenecimiento en nosotros. Correremos con energías renovadas para buscar la revelación en las alturas.

Nunca antes me sentí tan excitada sobre lo que Dios está haciendo en estos días. Se está formando una revolución de amor como las olas que se generan mar adentro y alcanzan toda la tierra. El primer grupo de olas soltarán una unción de aceleración. El segundo grupo de olas soltará una revolución de amor. El tercer grupo de olas barrerá la tierra y desatará un avivamiento mundial. Creo que podemos ubicarnos para atrapar estos grupos de olas que desatarán “un espíritu y una unción de aceleración”. Se están soltando ahora mismo.

¡Atrapemos la ola!

Julia Loren

domingo, 5 de febrero de 2012

“Debemos llamar a los hijos de Sadoc”

Por Rick Joyner 

clip_image002América está sufriendo bajo un vacío de liderazgo. Esto no es sólo en el gobierno, sino en casi todos los centros importantes de influencia, incluida la Iglesia. En Isaías 3 al 5 vemos que la aparición de líderes caprichosos e inmaduros es el comienzo del juicio de Dios sobre la nación que se alejó de Él y cayó en la mayor depravación de llamar bueno a lo malo y deshonrar lo honorable, cuando honró la deshonra. Esta es una descripción exacta de América. Se necesita más que una elección para sacarnos del pantano donde nos encontramos. Necesitamos un avivamiento. Necesitamos otro Gran Despertar o no sobreviviremos demasiado como República.

Esto no quiere decir que las elecciones no son importantes. América y el resto de la civilización occidental descansan en el borde de un precipicio peligroso. Aún Tony Blair, el reciente ex-Primer ministro del partido laborista de Gran Bretaña, advirtió que Europa no sobreviviría mucho tiempo más si no abandona su mentalidad de subsidio. Todo el mundo está a punto de estrellarse contra las rocas de la bancarrota financiera, pero los problemas financieros sólo son la raíz de algo peor. Occidente perdió sus fundamentos espirituales y morales, sin los cuales no podremos sobrevivir como un pueblo libre.

Un cambio en la dirección financiera podría comprarnos más tiempo, pero sin un cambio radical en el corazón, en breve terminaremos en el mismo lugar. América cayó en casi todas las trampas que los Padres fundadores nos advirtieron que provocarían la caída de la República. Estas advertencias fueron específicas y claras. El resultado de seguir en esta dirección fue predicho con detalle. Estas advertencias se repitieron a menudo desde el Congreso y la Oficina Oval, pero no se hizo nada para cambiar el curso. El liderazgo requiere más que conocimiento de lo que necesitamos hacer, se necesita coraje, resolución y perseverancia para tomar el timón y sacar al barco del peligro.

Una vez más, nuestros problemas no sólo son económicos, sino de carácter. La economía es sólo un reflejo de la enfermedad del corazón que padecemos ahora. No sólo necesitamos evaluar qué se hizo y cuáles serán las consecuencias si no cambiamos nuestro curso, también necesitamos evaluar por qué las estamos realizando.

Todo el mundo está entrando en el “valle de la decisión”. ¿Cuál será nuestra decisión? Si seguimos a la multitud podremos sentirnos seguros por un tiempo, pero nos habremos expuesto a un riesgo mucho mayor. La misma multitud que le dio la bienvenida a Jesús en Jerusalén clamando: “Hosanna, bendito el que viene en el Nombre del Señor”, días después gritaba: “¡Crucifíquenlo!”. Es raro que el discernimiento de la multitud sobre algunos asuntos sea bueno. Nosotros también debemos tener en nuestro propio corazón un compás moral con el cual navegaremos, sin importar hacia dónde se dirigen los demás.

Los hijos de Sadoc

En Ezequiel 44, el Señor dijo que los hijos de Sadoc serían honrados por estar cerca de Él y ministrarlo personalmente. Sadoc era el sumo sacerdote durante el reinado de David. Cuando todo el pueblo de Israel se descarrió y siguió a Absalón, Sadoc levantó el arca y siguió a David, aún cuando parecía que estaban ante una catástrofe segura. Sadoc no hizo lo que era políticamente conveniente, pero hizo lo correcto. Supo que el Señor había ungido a David como rey y no había escogido a Absalón. David seguía siendo el rey, aún cuando “todo Israel” no lo veía de esa manera. La multitud pagó un alto precio, pero la recompensa de Sadoc perduró para siempre. Hasta este día sus hijos son los que están más cerca del Señor.

¿Quiénes son los hijos de Sadoc?

Cuando los Fariseos le dijeron a Jesús que Abraham era el padre de ellos, el Señor les respondió: “Si Abraham fuera su padre, harían las obras que él hizo” (Juan 8:39). Asimismo, los hijos de Sadoc son los que hacen las obras de Sadoc. ¿Tenemos la fe en Dios y la sustancia de carácter para avanzar en el camino que consideramos correcto, aún si todos los demás van en otra dirección? Esa era la resolución de Sadoc y necesitamos desesperadamente esa clase de liderazgo ahora mismo.

Existe un gran peligro ante un vacío en el liderazgo porque siempre fue la oportunidad más grande para las tiranías. Los americanos perdieron más libertades en los últimos tres años que en los últimos dos siglos. Recientemente, las órdenes de la administración Obama se describieron como un ataque frontal contra la Iglesia Católica, pero son mucho más que eso. Son un ataque esencial contra toda la Iglesia en América, así como en contra de la libertad religiosa. Si la Iglesia en América continúa dormida ante lo que está ocurriendo, muy pronto se despertará muerta.

¿Dónde están las voces como las de Juan el Bautista que desafíen a los Herodes? Este es el tiempo para el coraje y la determinación absoluta. Si tenemos miedo nos asesinarán como a Juan el Bautista. Debemos recordar que existen cosas peores que morir. Será mucho peor estar en el gran Día del Juicio como los atalayas que no hicieron sonar la alarma o los pastores que no protegieron a los que les fueron confiados.

En Apocalipsis 21:8 vemos que los “cobardes” son los primeros en ser arrojados al lago de fuego. Los cobardes preceden a los incrédulos, los hechiceros y aún los asesinos, en este desastre llamado la “muerte segunda”. Será mucho mejor sufrir ahora, aún ante la prisión o la muerte, que hacerlo después. No existe lugar para la cobardía en la verdadera fe. El Señor dejó en claro que los que quieran salvar sus vidas la perderán, pero los que pierdan sus vidas por causa de Él la hallarán (Mateo 16:25). Este es nuestro tiempo. Esta es nuestra vigilia. ¿Demostraremos el coraje que se les demanda a los siervos verdaderos del Rey?

Nos sentimos alentados cuando organizamos nuestras conferencias proféticas anuales, porque vemos cómo van creciendo los dones proféticos que el Señor le entregó a su pueblo en estos tiempos. Aún así, hay mucho más en el ministerio profético que los dones o las experiencias proféticas. Aquel de quien el Señor dijo que era el más grande profeta nacido de mujer, Juan el Bautista, casi no tuvo experiencias proféticas, pero fue un predicador de justicia con una determinación sin límites. Su mensaje de arrepentimiento llevó a toda la nación a levantarse para oírlo. Debemos predicar el arrepentimiento para preparar el camino para el Señor. Es el mensaje más importante que podemos predicar en este tiempo.

Dios define qué es justo o perverso, no los políticos. No hace mucho tiempo, América era una nación que se podía alinear con la definición de la justicia de Dios, más que cualquier otra nación. Debido a esto recibimos lo que Dios prometió para cualquier nación que camine en sus pasos. Ahora estamos comenzando a sufrir las consecuencias que Él nos advirtió que vendrían sobre cualquier nación que se apartara de sus caminos y esto comenzó con un vacío de liderazgo.

La respuesta no es buscar el liderazgo, sino el arrepentimiento que nos lleve otra vez hacia el favor de Dios, luego Él levantará líderes justos. En 2 Crónicas 7:14 vemos la siguiente promesa: … si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. Aquí vemos que el Señor reclama cuatro cosas para sanar un territorio:

1) Humildad

2) Oración

3) Buscar su rostro

4) Arrepentirse de la maldad

Esto se requiere del pueblo del Señor, no de los paganos. Parece que una nueva humildad se está levantando sobre gran parte de la Iglesia y esto es alentador. También vimos que algunos de los mayores movimientos de oración en la historia se levantaron en los últimos tiempos. Multitudes de cristianos, especialmente jóvenes, ahora están buscando una relación de intimidad con el Señor. Todas estas son señales muy alentadoras. Sin embargo, en el mejor de los casos existe muy poco arrepentimiento por la maldad. Estudios profundos revelaron que aún los grupos cristianos más devotos cayeron en niveles serios de pecado y en lo que el Señor llama “perversiones”. Esto es tan marcado que en muchos casos no se puede diferenciar entre los inconversos y los cristianos, en cuanto a su integridad y conducta moral. Este es un estado espantoso y bíblicamente terrorífico para la Iglesia en América. Pero está ocurriendo ante nuestros ojos.

Lo opuesto a Sadoc

Elí, el sumo sacerdote que levantó al profeta Samuel, es la contraparte de Sadoc. Elí sirvió fielmente toda su vida como sacerdote en la casa del Señor. Amó tanto al Señor que cuando recibió las noticias sobre la captura del arca de Dios por los Filisteos, cayó de su silla y murió. Pero recibió una de las peores reprimendas del Señor en las Escrituras. ¿Por qué?

La primera palabra del Señor que recibió Samuel fue la condenación de Elí por permitir que sus hijos cayeran en la perversión y al no reprenderlos, provocó la maldición sobre sí mismos. En este mensaje le dijo a Elí que los sacrificios y las ofrendas no podrían expiar este pecado. Elí admitió que esta era una palabra del Señor, pero no hizo ningún cambio. A Elí no le dijeron que sus pecados no serían perdonados, sino que todas las buenas obras, aún realizándolas por siempre, no podrían borrar su irresponsabilidad por no corregir a los que Dios les confió.

Traduciendo esto para nuestros días, podemos decir que todas las buenas obras y la caridad en el mundo no podrían limpiarnos por haber fallado en permitir que quienes nos encomendaron cuidar, cayeran en la iniquidad y la perversión que desencadenará su desastre. ¿Somos los “hijos de Sadoc” o los “hijos de Elí”? La advertencia de Gálatas 5:19-21 es muy clara: Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. No nos equivoquemos: “los que practican tales cosas no heredarán el Reino de Dios”. Ahí no habla de los que practicaron esas cosas, sino de los que continúan “practicándolas. Si le entregamos nuestra vida a Jesucristo y continuamos viviendo conforme a la carne, como se describe aquí, el mensaje es tan claro como en el libro de Romanos: pereceremos.

En 2 Timoteo 4, el apóstol Pablo advierte sobre el tiempo cuando vendría un gran engaño sobre los creyentes porque “tendrían comezón de oír” o sólo querrían oír cosas positivas. Muchos en el Cuerpo de Cristo en América cayeron en ese estado desde que rechazaron automáticamente todo lo que consideran negativo. Así como el Señor y los apóstoles nos advirtieron, eso los encaminará hacia un final terrible. Muchos maestros y enseñanzas hoy pueden hacer que el pueblo se sienta mejor acerca de sí mismos, aún cuando su vida eterna esté en peligro. Esas enseñanzas diluyeron tanto las verdades claras de las Escrituras que pueden hacer que la gente se sienta cómoda en su pecado, pero los están engañando. Aún el más devoto puede tropezar a veces. Sin embargo, no racionalizará su pecado y se arrepentirá. Arrepentirse significa tanto sentir remordimiento por el pecado como apartarse de él.

Ahora se promueven doctrinas que afirman que el Señor ya no juzga desde que se estableció el Nuevo Pacto. El Nuevo Testamento deja en claro que Él no sólo continúa juzgando al pecado, además su juicio comienza por su propia casa (1 Pedro 4:17). El Nuevo Testamento también es claro sobre el juicio que viene sobre aquellos que diluyen su Palabra hasta llegar a ser piedras de tropiezo para su pueblo.

Me esforcé más allá de mi propio razonamiento mientras busco la misericordia y la gracia de Dios por los pecadores. El Señor nos amó tanto como para ir a la cruz y esto será una maravilla por toda la eternidad. Es una maravilla que podamos imitar su paciencia en este tiempo porque Él no quiere que ninguno perezca. Aún así, como lo aclara el Nuevo Testamento, no existe un límite para su paciencia y seríamos tontos en presumir sobre ello. Romanos 11:22 dice que debemos … considerar la bondad y la severidad de Dios. Aquellos que sólo pueden ver su bondad sin ver su severidad, no lo verán como Él es. Aquellos que sólo ven su severidad sin ver su bondad, tampoco lo verán como es. Él es tanto bondad como severidad y aquellos que lo ven como Él es, verán ambas caras.

Comprendiendo el juicio

Dios es justo y todos sus juicios son correctos. Sus juicios no son negativos sino positivos para afirmar el bien. Pueden declararnos inocentes o culpables. Las enseñanzas bíblicas sobre el juicio a menudo están distorsionadas, pero los justos siempre se regocijarán en sus juicios. También dice que todo el mundo se regocijará cuando venga a juzgar la tierra, aún al punto que “los árboles darán palmadas de aplausos” (Isaías 55:12).

Las Escrituras también son claras al decir que todos enfrentaremos el Trono de juicio de Cristo. Esto será bueno para los justos y malo para los perversos. En las Escrituras vemos varios tipos de juicio de Dios, sólo uno es condenación y destrucción. El resto son disciplinas del Señor sobre los que ama. Como vemos en Hebreos 12, debemos estar aterrados si continuamos viviendo en pecado porque seremos arrastrados con él. Esto significa que no somos de Él. Si somos sus hijos, nos disciplinará.

América recibió los juicios de Dios porque aún ama nuestro país y esta es la evidencia que no nos abandonó. Como una alarma que sueña sin cesar más fuerte si no nos despertamos, sus juicios serán cada vez más severos. Aún las compañías de seguro tienen mayor discernimiento que algunos líderes cristianos. Lo que estos líderes llamaron “actos de la naturaleza”, ellos les dicen “actos de Dios”, porque eso son. Muchas de las cosas que ocurren en el mundo no vienen de Dios. Suceden porque Él levanta las restricciones para que el mundo pueda cosechar lo que sembró. Esto queda muy claro en pasajes como Apocalipsis 7. Aún así, soltar estas cosas es parte de su juicio y si no lo reconocemos como tal, nadie se arrepentirá de enfrentar las cosas peores que vendrán.

Si esto lo ofende, tiene una visión distorsionada y torcida de las Escrituras. Esto nos llevará a interpretar los actos de amor como si fueran de condenación. Estas son las personas a las cuales Pedro se refiere diciendo que distorsionaron las Escrituras para su propia destrucción. La destrucción sólo es necesaria si no reconocemos los juicios y nos arrepentimos. Dios siempre demostrará misericordia, pero hay momentos donde debe haber un juicio y si esto no funciona, viene la destrucción. Esta es la razón por la cual Jesús se lamentó sobre Jerusalén. Hubiera querido cobijarla bajo sus alas, pero como ella rechazó el tiempo de su visitación, sufrió la destrucción.

Debemos arrepentirnos mientras el juicio es disciplina, antes de cruzar el punto de la destrucción. También debemos juzgarnos a nosotros mismos para que Él no tenga que hacerlo (1 Corintios 11:31). Como el Señor Jesús lo aclaró, si no nos humillamos y caemos sobre la Roca para ser quebrantados, la Roca caerá sobre nosotros y nos aplastará hasta hacernos polvo. ¡Tomemos el camino más fácil!

América está en riesgo

“Si no cambiamos nuestra dirección, terminaremos en el lugar hacia donde nos dirigimos”. No sobreviviremos mucho más en esta dirección. La mayor parte del 2012 puede parecer como que las cosas están mejorando. Pero cuando los hombres digan “paz y seguridad”, en ese momento comenzará la destrucción. No podemos ver las circunstancias externas para evaluar nuestra consagración. Necesitamos mirar en nuestros propios corazones. Debemos apartarnos de lo que nos impedirá acceder a nuestra herencia en Dios, volvernos de nuestros caminos perversos y abrazar la humildad que nos llevaría a orar y buscar el rostro del Señor. Entonces será muy evidente lo que declara el resto de Gálatas 5: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos. Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu” (Gálatas 5:22-25).

Si nosotros, el pueblo de Dios, “caminamos por el Espíritu” en lugar de hacerlo en la carne, Él sanará nuestra tierra y nos usará para realizar esa tarea.

Rick Joyner