miércoles, 29 de agosto de 2012

“Saliendo de nuestra prueba en el desierto para entrar en la promesa y el poder”

Por Patricia King

clip_image002¡Muchos de los que están leyendo esta palabra estarán saliendo de un lugar de pruebas severas para entrar en un lugar de promesa y poder! Será un tiempo fantástico y fructífero para nosotros.

Cuando Jesús completó su tiempo de prueba en el desierto, fue hacia Galilea en el poder del Espíritu, “… anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente” (Mateo 4:23).

Cuando Israel salió de su tiempo de prueba en el desierto, entró en su Tierra Prometida (ver los libros de Éxodo y Josué). Con el correr de los años pude observar consistentemente este patrón en las vidas de los creyentes. Luego del tiempo de la prueba llega el cumplimiento de la promesa y el poder. Conozco esta verdad en mi propia vida. Existen algunos puntos que observar en los dos escenarios mencionados antes que nos ayudarán a posicionarnos para el mejor tiempo que hayamos conocido.

Clave 1: Enfrente la tentación con la determinación para vencer

Jesús no huyó de la presión del enemigo y tampoco temió o se debilitó en medio del ataque del tentador. Enfrentó cada tentación con seguridad y confianza, determinado a vencer las mentiras del enemigo. Por otro lado, Israel se rindió muy rápido cuando tuvo que enfrentar las dificultades. Eligieron temer en lugar de enfrentar las tentaciones con fe. Como resultado, toda una generación no pudo entrar a la Tierra Prometida. ¿Qué está susurrando el enemigo en nuestros oídos? No somos débiles, somos fuertes. Jesús ya enfrentó y venció cada tentación, por eso también podemos vencerlas. ¡Debemos creer en la Palabra y vencer!

Clave 2: Pelee usando la Palabra

Existe una diferencia entre limitarnos a oír, poniéndonos de acuerdo mentalmente con la Palabra y vivir verdaderamente la Palabra. Los israelitas oyeron la Palabra del Señor. Tenían la promesa segura que fue confirmada con milagros, señales y maravillas, aún así no creyeron. Se excitaron cuando todo iba bien, pero se rindieron rápidamente cuando llegó la oposición. Si hubieran creído la Palabra que habló el Señor, podrían haberla usado como un arma en contra de sus dudas y temores, pero no creyeron en la Palabra. Sin embargo, Jesús no sólo conocía las promesas en las Escrituras, las creía y las usaba como un arma. Podemos pelear contra las mentiras del enemigo con la Palabra. La verdad siempre prevalecerá. Debemos pararnos en la Verdad y en nuestras promesas.

Clave 3: Manténgase enfocado en Dios

Si nos enfocamos en nuestros problemas o en los obstáculos que se levantan en nuestro camino, éstos se fortalecerán. Siempre fortaleceremos las cosas en las cuales nos enfocamos. Israel perdió fácilmente la visión de Dios y se enfocó más en los obstáculos y en la escasez que los rodeaba que en Él. Fortalecieron los problemas. Por otro lado, Jesús mantuvo el enfoque correcto. Nunca apartó sus ojos de Dios y, como resultado, cuando el período de prueba terminó, salió en el poder y la fuerza de Dios para cumplir su destino. Dios es mayor que cualquier cosa que estemos enfrentando hoy y tiene un plan para nuestra victoria. Debemos enfocarnos en el Señor, alabarlo y deleitarnos en Él. Entonces nos concederá los deseos de nuestro corazón. Mantengámonos enfocados en Dios para vencer y entrar en la plenitud de todo lo que se nos prometió en Cristo.

Clave 4: La perseverancia nos asegura un gran desenlace

Jesús perseveró hasta obtener la victoria. Perseveró con fidelidad y se negó a servir a las mentiras y rendirse ante las ofertas del enemigo. Se escondió en Dios y perseveró. En el desierto aprenderemos a ser perseverantes. Habrá momentos donde sentiremos que estamos atravesando un lugar muy seco, donde no podremos encontrar a Dios por ninguna parte. En esos tiempos necesitamos pararnos con fidelidad, creyendo en Dios y en sus promesas. Debemos recordar que la victoria está esperando para manifestarse. Por eso necesitamos permanecer allí. Israel no perseveró, pero Cristo sí. ¿Qué desenlace queremos en nuestra vida?

Muchos de nosotros estamos listos para una promoción gloriosa y recibir la manifestación de las bendiciones en el Reino. Veremos despliegues asombrosos del poder de Dios y milagros a nuestro favor. Mantengámonos fieles con nuestros ojos fijos en Él. ¡Nuestra apertura está aquí!

Creo que esta Escritura será de mucho aliento para nosotros:

“Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos. Y después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables” (1 Pedro 5:8-10).

Patricia King

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