Por Holly Watson
Durante las últimas semanas el
Señor estuvo inquietando mi espíritu sobre el mes de Diciembre, como un tiempo
para mantenerse alerta hasta finalizar el año 2018. Mientras estaba orando, me mostró que el 21/12
era una fecha para mantener nuestros corazones abiertos para ver cambios
significativos. Los números 21/12 saltaron en mi espíritu durante la fiesta de
Acción de gracias, como una marca profética para cambios en el gobierno y a
nivel personal, ocurriendo en nuestras esferas de influencia. Así como la fecha
21/12 se puede leer igual en ambos sentidos, recibí en mi espíritu que este
cambio produciría un ciclo de culminación que provocaría un cambio en la
trayectoria (un empuje repentino) del Espíritu, acelerándonos hacia nuestro
futuro.
“Está siendo transformado
fuera del antiguo paradigma para entrar en uno nuevo de deseos cumplidos, ¡tan
abundante como el Árbol de la Vida!”
El significado de la
fecha 21/12 también me reveló que es un tiempo donde el final del principio y
el principio del fin, verían su día de cumplimiento (la concreción de los
ciclos proféticos de Dios). El número 12 también es un número del propósito
elegido de Dios y un indicador que viene lo mejor de lo mejor. Un cambio en la
plenitud apostólica en la Iglesia del Nuevo Testamento también vendrá y será
evidente mientras nos preparamos para que una mayor manifestación del Espíritu
se materialice en este tiempo de cosecha.
Redención, sanidad y reconciliación
Mientras perseveraba
en el Señor por un mayor significado de esta revelación reciente, encontré que
la palabra “redención”
se define como la reparación por un error o un daño, o enmendar las cosas. La
definición bíblica de la redención también se describe como un perdón,
cancelación o un tiempo para perdonar los errores cometidos. Cuando recibimos
perdón por nuestros pecados, nuestra pizarra queda limpia y borrada, como si
nunca hubiera ocurrido la transgresión. La sangre derramada de Cristo en la
Cruz en el Nuevo Testamento fue la apropiación por todos nuestros pecados,
pasados y presentes. Sin embargo, los días de redención nos ubican en una
posición de reverencia ante un Dios que limpia todos nuestros pecados por medio
del arrepentimiento en oración.
Pude percibir que el Espíritu Santo hablaba que esta es una hora de
recompensa y restitución de la justicia de Dios por todos los errores y las
aflicciones cometidas contra sus santos. También es un tiempo de consagración que nos introduce en un
arrepentimiento piadoso que hace volver el corazón de los padres hacia los
hijos y de los hijos hacia sus padres (Malaquías 4:6). Esto resultará en una
mayor unidad en el Cuerpo de Cristo con disculpas, perdones, confesiones y todo
tipo de reparación de las brechas en las relaciones que nos introducirán en un
tiempo de sanidad y reconciliación frente a las disputas y las ofensas
demoníacas crónicas.
El Espíritu del Señor está decretando la cancelación de las deudas de
aquellos cuyas deudas fueron canceladas completamente por el poder de la sangre
de Jesús. También oí al Señor que decía que estaba
cancelando las asignaciones demoníacas enviadas para impedir la aceleración y
ocultar el acceso a las asignaciones y promociones piadosas. Decreto que el
Señor está preparando pizarras limpias y comienzos frescos para el pueblo de
Dios en esta hora. ¡Profetizo la cercanía de un tiempo de restauración!
Cambios gubernamentales y movimientos del Espíritu
Santo
Cuando el Señor me
mostró los cambios gubernamentales que estaban ocurriendo a través de la
ventana del tiempo, sentí que el gobierno de la Iglesia se posicionaba para
hacer espacio para un derramar del Espíritu Santo. Un cambio gubernamental está
destinado a ganar nueva autoridad mientras los movimientos del Espíritu Santo
nos establecen en un curso conductivo para cumplir nuestro destino. Cada vez que están involucradas las autoridades de
gobierno, nuestra sumisión a los que están en autoridad abre el camino para que
ocurran la paz y la unidad (Romanos 13:1-2). Cuando el Dios del
universo demuestra su poder para intervenir a través de un cambio gubernamental
en la dimensión terrenal, un mover revolucionario del Espíritu de Dios abre el
camino para que ocurra un nuevo gran despertar (Mateo 12:28).
Sumado a esta
revelación sobre un cambio de gobierno, el Señor trajo a mi memoria un sueño
que tuve sobre la Casa Blanca entrando en un tiempo de gran solidaridad en las
brechas entre los partidos. Aunque el abismo entre los partidos políticos
actualmente es grande, evidente y disruptivo, el Rey de gloria está eligiendo
hombres “fuera
de lo ordinario” en lugares altos
para representar la autoridad de su Reino sobre la dimensión terrenal y a
través de nuestros sistemas de gobierno. Los invitados sorpresa y los socios
insólitos ahora están siendo ubicados de manera divina como emisarios de paz y
orden en los pasos de la Casa Blanca. Sobre las cosas que los hombres pensaron
eran imposibles, decreto y declaro que Dios
está ordenando en esta misma hora en nuestra nación, el gobierno y por toda la
tierra. ¡Sus planes y su voluntad divina no pueden ser frustrados!
Ponga su casa en orden
La frase “pon tu casa en
orden” estuvo sonando en mi
espíritu desde que entregué una palabra a principios de Noviembre, como una
trompeta para llamar al Cuerpo de Cristo. Somos el templo (casa) del Espíritu
Santo. Nuestras congregaciones, ministerios, familias, relaciones, ocupaciones,
etc, son las casas que el Señor nos confió mientras servimos como embajadores
del Reino en representación del Cuerpo de Cristo. Poner nuestra casa en orden
requiere un tiempo de arrepentimiento y una renovación del corazón y la mente,
mientras nos reconciliamos con nuestro primer amor, Jesucristo, como nuestro Amado
redentor (Rut 3:9, Job 19:25).
“... días de redención nos ubican en una posición de
reverencia ante Dios para que pueda limpiar el pecado a través del
arrepentimiento en la oración”
Poner nuestra casa en orden también es una frase
para cuando nuestros asuntos están entrando en un nuevo alineamiento con la
voluntad del Padre y su dirección para nuestra vida. Un tiempo de
reorganización, reordenamiento y reestructuración, con frecuencia se acompaña
de ordenar nuestras casas para prepararnos para nuevas asignaciones, aumentos y
promociones. Cuando Dios le dijo a Ezequías que pusiera su casa en orden en 2
Reyes 20, le dio una segunda oportunidad porque el rey asumió una posición de
intercesión y oración. La mano de Dios se movió a favor de Ezequías y le añadió
15 años de vida (2 Reyes 20:6).
Es tiempo para poner
nuestras casas en orden y prepararnos para un mover poderoso del Espíritu de
Dios. ¡El Señor nos está llamando a elevarnos y preparar el camino donde
nuestro parecer no tiene lugar! Dios está reformando nuestros días para
garantizar el aumento y la multiplicación en nuestras vidas como sus siervos
fieles. Donde el pueblo de Dios postró sus corazones en oración y
arrepentimiento por el mover de su Espíritu para el fin de los tiempos, el
Señor se está moviendo y poniendo las casas en perfecto orden para prepararlas
para el día de su visitación.
Un cambio nos
introduce en momentos de culminación de ciclos donde el Dios de la restauración
y la sanidad entra en escena, demostrando su poder asombroso. Es un tiempo
esencial mientras nos postramos durante el mes de Diciembre para recibir las
promesas de Dios conforme con sus tiempos y estaciones.
¡Decreto y declaro que el ciclo de su vida se está expandiendo con
longevidad como su porción para este año! Profetizo que las segundas
oportunidades están en fila en las cortes del Cielo, para que entremos en un
tiempo de cumplimiento y destino profético. Decreto y declaro que Dios está
trayendo un nuevo orden en todos los lugares que estaban fuera de orden y nos
está ubicando para que aparezcan mayores cosas que estas.
Un mundo completamente nuevo
Pocas semanas atrás,
mientras oraba en lenguas, pude oír con mucha claridad la frase: “¡Entraste en
un mundo completamente nuevo!”. En
el momento que oí esta frase, ocurrió un cambio fundamental en mi vida que no
pude concientizar hasta después de algunos días. Cuando percibí el cambio, sentí
que la tierra se movía debajo de mis pies como una señal que Dios movió una
montaña que había estado enfrentando, por lo que me pareció toda una vida.
Muchos de ustedes
desconocen que fui sanada milagrosamente de un espíritu de enfermedad que me
ató a quince años de sufrimiento, sin señales de alivio a la vista. Mi vida
estaba confinada a vivir en un cuarto con la visita de enfermeras, tubos,
agujas y aire purificado, donde la esperanza postergada causaba estragos en mis
pensamientos día y noche. Cuando el Señor me sanó del espíritu de enfermedad,
inmediatamente la gracia y la misericordia de Dios comenzaron el proceso de
restauración de los años que comió la oruga. El proceso de salida de mi
esclavitud fue tan largo como el proceso de entrar en la plenitud de mi Tierra
prometida. Cuando me afirmé en el umbral de la partición de mi Mar Rojo, supe
que Dios tenía un propósito para mi dolor y una utilidad para mi sufrimiento.
Comparto esto con
usted hoy porque creo que el Señor está cambiando a muchos de ustedes en esta
hora. Creo que el Dios de los milagros está poniendo muchas de sus “casas” en orden para demostrar su poder sanador
milagroso. Pude oír al Espíritu del Señor diciendo: “¡Estás entrando en un mundo completamente
nuevo! ¡Lo mejor está por venir!”. Usted
fue transformado del paradigma viejo a uno nuevo de deseos cumplidos, ¡tan
abundante como el Árbol de la vida!
¡Decreto y declaro que las respuestas a sus oraciones ahora están a la
vuelta de la esquina y el espíritu de retraso es arrojado fuera de su persona!
¡El Redentor está en medio nuestro y es poderoso para salvar! Decreto y declaro que el mes de Diciembre será
de cumplimiento y sus más grandes sueños se harán verdad. Profetizo que el
poder de la sanidad de Jesús está frente a su puerta y este es el año donde
dará a luz algo completamente nuevo.
2 Corintios 5:17 dice: “Por lo tanto, si alguno
está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo
nuevo!”.
Holly Watson
(www.elijahlist.com)
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