Por Lyn Packer
Viviendo bajo una identidad falsa que asumimos
Durante un tiempo de adoración en la iglesia hace poco, el Señor comenzó a hablarme sobre la gente que está bajo una identidad falsa que asumieron, porque Él quería liberarlos de esa situación.
Explicó que estas identidades falsas y estos juicios falsos se manifestaron por medio de cosas que otras personas hablaron sobre la vida de alguien o lo que ellos hablaron sobre su propia vida. Estas cosas quedaron adheridas a sus corazones y sus mentes, aceptándolas como afirmaciones verdaderas sobre la identidad y el valor… cosas como “eres estúpido”, “eres ilegítimo” (podemos extender este significado a ‘nada sobre tu vida es legítimo’), “eres inútil”, “eres un vago”, “eres un mentiroso”, “eres una pérdida de tiempo” … o “soy estúpido”, “soy ilegítimo”, “soy vago”, etc.
El Señor declaró que quiere liberar a la gente de los juicios falsos e injustos que se hicieron sobre sus vidas, y de las identidades falsas que aceptaron como resultado de los juicios injustos. ¡Él quiere hacer esto también por usted hoy.
Declaraciones como estas pueden moldear la forma como vemos nuestra identidad. A menudo esto es algo subliminal, subconsciente y sucede cuando las personas en quienes confiamos o amamos, en particular, pronuncian algo sobre nosotros. Esto ocurre a menudo durante un período de tiempo o en un momento de vulnerabilidad y lo aceptamos como una verdad. Asumimos que solo porque lo dijeron, debe ser cierto sobre nosotros.
Entonces empezamos a pensar que forma parte de nuestra naturaleza y empezamos a vivir bajo una identidad asumida. Una identidad asumida, es una identidad que incorporamos y no está alineada con nuestra verdadera identidad. Es una identidad que comenzó a afirmar un poder sobre nosotros, haciendo que reaccionemos o actuemos de cierta manera, adoptando gestos y comportamientos asociados con lo que se pronunció acerca de nosotros.
Entonces comenzamos a vernos a nosotros mismos a través del pronunciamiento que se hizo sobre nosotros. Aceptamos esto como parte de nuestro pensamiento acerca de nosotros mismos y permitimos que se convierta en una parte de cómo nos vemos, una parte de nuestra identidad. Cuando hacemos esto, la vergüenza y la condenación nos envuelven llevándonos a la esclavitud, al juicio injusto y a la falsa identidad.
El Señor nos dice que,
si estas ideas acerca de nosotros mismos no están alineadas con el hecho de
haber sido creados a su imagen y como miembros de su familia, entonces estamos
funcionando desde una identidad falsa que asumimos. Debemos repudiarla y ser
libre de su influencia
¿Cómo es nuestra verdadera identidad?
¿Cómo es nuestra verdadera identidad? Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por lo que nuestra verdadera identidad es la que se parece y actúa como Dios. Al igual que nos parecemos a nuestros padres en el mundo natural, y podemos parecer y actuar como ellos, mostrando ciertos rasgos familiares, así nos parecemos a la familia divina, la Trinidad.
Nuestra verdadera identidad es ésta: Fuimos creados por amor, con amor y para el amor. Somos hijos de Dios por creación y porque estamos en Cristo. Somos el amor manifestado en el mundo y porque somos amor, somos cariñosos, amables, misericordiosos, pacientes, perdonadores y más (ver 1 Corintios 13 y Gálatas 5 - los frutos del Espíritu). Estos son los resultados de nuestra verdadera naturaleza, nuestra verdadera identidad. No debemos caer en ninguna etiqueta falsa.
Cómo actuar
Si el Señor le está señalando algo mientras lee esto, si le está mostrando que asumió una identidad que no refleja lo que realmente es en Cristo, entonces acuda a Él ahora. El Señor está aquí ahora mismo para liberarlo.
A continuación, se presenta el proceso que encontré útil a lo largo de los años para orar por la libertad, para mí y para otros. Puede seguir este proceso y el ejemplo de oración que aparece a continuación o simplemente hablar con el Señor y romper el acuerdo que estableció con cualquier juicio injusto contra su persona y la falsa identidad que asumió como resultado de ese juicio.
Sus palabras tienen poder y autoridad, así que necesitará declarar para romper las cosas en el ámbito espiritual, no sólo pensarlas. Se nos dice en Santiago 4:7 que “resistamos al diablo” y él huirá de nosotros. Lo resistimos a través de la autoridad que recibimos en Cristo y a través de la palabra hablada y escrita (la Escritura), como hizo Jesús cuando el diablo lo atacó (Mateo 4:1-11).
Estos son los pasos que puede dar:
1.Confiese que llegó a un acuerdo con un juicio falso sobre sí mismo y asumió una identidad falsa. Nombre esos juicios injustos y esa falsa identidad.
2.Perdónese a sí mismo por aceptar estos juicios y también perdone a cualquiera que haya hablado esos juicios injustos sobre su vida. Sea específico, perdónelos por su nombre.
3.Tome autoridad en Cristo y rompa el poder de cualquier actividad demoníaca que lo hizo tomar estos juicios y esas falsas identidades. Rompa cualquier apego que el reino demoníaco le hizo a su corazón y a su mente en este asunto.
4.Declare su verdadera identidad como hijo de Dios, creado a su imagen, llevando la mente de Cristo y creciendo en su nueva naturaleza. Está siendo recreado a la imagen de Cristo. Está siendo formada en usted la naturaleza y el carácter de Aquel que es bondad, amor, misericordia, amabilidad, etc.
5.Averigue lo que Dios dice sobre su vida, tanto a través de Él hablándole personalmente, como a través de las Escrituras. Hable la verdad sobre su vida y pídale al Señor que lo llene la revelación de esa verdad.
Oración
Confieso que estuve de acuerdo con los siguientes juicios injustos:
Que soy_________ y que acepté esto como parte de mi identidad.
Me perdono por hacer esto y me perdono_________ por decir que soy_________. Rompo cualquier acuerdo con estos juicios injustos hechos contra mí y cualquier identidad falsa que haya asumido como resultado de aceptar estos juicios injustos.
Rompo con las asignaciones demoníacas de vergüenza, tormento y falsa identidad sobre mi vida. Yo rompo el poder de las palabras declaradas y cualquier maldición que pongan en mi vida. Les quito su derecho a seguir acosándome más tiempo.
Espíritus de vergüenza, tormento y falsa identidad, rompo su poder sobre mi vida ahora y remuevo cualquier derecho legal de acceso que hayan tenido hacia mi vida. ¡Vete! ¡Ahora! ¡En el nombre de Jesús!
Declaro que soy un hijo de Dios, creado a su imagen y estoy siendo formado en mi verdadera identidad en Él. Soy una nueva creación en Cristo y estoy siendo reformado en la plena expresión de quien Dios me creó para ser y en mi verdadera identidad como hijo de Dios.
Gracias Señor por lo que estás haciendo en mi vida, liberándome para ser quien Tú me creaste que fuera. Declaro que mi verdadera identidad brillará en toda su gloria, creatividad, autoridad y resplandor, a medida que descubra más y más la realidad de la belleza que depositaste en mi vida cuando hablaste de tus deseos y tu corazón sobre mí, incluso antes de ser concebido. Tus planes para mí son para bien, para darme un futuro glorioso y lleno de esperanza. ¡Gracias, Señor!
Lyn Packer