Por Christine Vales
Mes bíblico de Sivan 5781 = Noche del martes 11 de mayo a la noche del jueves 10 de junio de 2021.
¿No ve los camellos en el horizonte? Esa es la realidad de Sivan. El tercer mes del año hebreo está conectado con la tercera letra hebrea llamada “gimel” y representa la figura de un camello. Suena gracioso, ¿cierto? Sin embargo, pronto descubriremos que los camellos son una representación perfecta de este mes de Sivan, el mes de la provisión.
¿En qué piensa cuando oye sobre los “camellos en el horizonte”? Si usted viviera en tiempos bíblicos, se regocijaría por ver a los camellos cargados con tesoros en sus espaldas, dirigiéndose hacia su casa. Creo que sería un sentimiento equivalente en nuestros días a ver un camión de UPS (entrega de encomiendas) yendo hacia nuestra casa. ¡Hay excitación porque estamos por recibir algo! La provisión y los recursos se están dirigiendo hacia nuestra puerta. Todo este mes se trata de eso. ¿Adivine qué? Estos “paquetes” especiales vienen del Dador de todas las cosas buenas, Dios mismo. Entonces, ¡abramos este mes y veamos qué hay dentro!
Desempacando el regalo de Sivan
El Señor entrega muchos regalos todos los meses del año, pero en Sivan vemos el despliegue único de su naturaleza extravagante para dar regalos. El Señor incluso tiene un día específico para dar en este mes. ¿Qué día? Bien, si usted estuvo haciendo un seguimiento conmigo, estuve siguiendo las instrucciones del Señor para contar cincuenta días desde la resurrección de Jesús. En este día final de la cuenta, conocido como Pentecostés o Shavu'ot, cuando llegan sus envíos especiales. En este día número cincuenta, el Señor no solo entrega la provisión física de la cosecha de trigo (Lev.23), también entrega la provisión espiritual de sí mismo.
¿Cómo así?
En el Antiguo Testamento descubrimos que el Señor se entregó a sí mismo a través de su Palabra en el Monte Sinaí (Éxodo 19). Avanzando rápido hacia el Nuevo Testamento, aprendemos que se entregó a sí mismo por medio del Espíritu Santo (Hechos 2). Recibimos tanto su Palabra como su Espíritu exactamente en el día “cincuenta”. Esto no es una coincidencia y tampoco es solo un relato sobre cómo el Señor proveyó para un grupo de personas en un tiempo de la historia. El Señor es verdaderamente el Don que se sigue entregando (Efesios 2:8-9). ¡Él nos ofrece estos dones de sí mismo de una manera fresca hoy!
Para aprovechar todo el beneficio de un don, no solo debemos recibirlo… ¡debemos usarlo! El Señor sabe que estamos entrando en una nueva cosecha y quiere que seamos fructíferos. El don de su Palabra nos ofrece la sabiduría para movernos en lo nuevo con verdad y amor, mientras el don de su Espíritu nos capacita con fortaleza y habilidades sobrenaturales que no teníamos. Estos regalos están en el tiempo correcto, esperando en nuestra puerta con nuestro nombre escrito en ellos, ¡listos para ser abiertos! Una vez que los abrimos y usamos estos dones sagrados, debemos recordar lo que nos decía nuestra madre: “Recuerda decir muchas gracias”.
Agradezca y comparta su don
Darle gracias al Señor no es solo educado y cortés, en realidad también nos beneficia. El agradecimiento nos muestra madurez y enfoca nuestra atención otra vez en Él, el verdadero Don y la Fuente de nuestro gozo.
Finalmente, el proceso de entrega del don no estaría completo si no compartimos nuestro don con otros. Pídale al Señor por oportunidades para compartirlo a Él con otros durante este mes. Él puede haberlo llamado a compartir su tiempo o sus recursos con otros en necesidad, porque somos tan bendecidos que podemos ser de bendición para otros (Génesis 12:2). Sea sensible a su voz y dispóngase a ensillar uno de los camellos del Señor para llevarle provisión a otros.
Incluya a Dios en sus prácticas de negocios
Cuando pensamos sobre provisión, no podemos ayudar sin pensar en la provisión financiera. Esto también está en el corazón del Señor. En realidad, la tribu de este mes es Zabulón, donde todos eran hombres de negocios exitosos. Zabulón guió a Israel hacia el comercio. Fueron dotados con la habilidad para prosperar en el comercio. En este mes de la “gente de negocios”, debemos revisar nuestras prácticas de negocios y financieras, para aprender de Zabulón.
Algunos de nosotros quizá debamos considerar un trabajo nuevo o necesitamos un viento fresco de Él sobre nuestra ocupación actual. Recordemos que el Señor nos da el poder para crear riquezas (Deuteronomio 8:18), y conoce los planes que tiene para nosotros y nos guiará hacia ellos… todo lo que necesitamos hacer es recibirlo. “Que el favor del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros. Confirma en nosotros la obra de nuestras manos; sí, confirma la obra de nuestras manos” (Salmo 90:17).
¿Está preocupado por sus finanzas? Esto es lo que puede hacer
¿Se está sintiendo abrumado o débil? ¡Mire! ¡El Señor está enviando camellos hacia su puerta con dones sagrados de renovación! ¡Abra su Palabra, respire la renovación del Espíritu y vuelva a vivir! ¿Está preocupado por sus finanzas? ¿Necesita sabiduría en el trabajo que Él lo llamó a realizar? Permítale confirmar la obra de sus manos. Ocúpese de cada “negocio inconcluso” en su corazón. Aparte un tiempo para enumerar los caminos de provisión del Señor sobre su vida y agradézcale. Además, considere cómo puede proveer para otros, sea con su tiempo o su dinero y descubra que “es más bienaventurado dar que recibir” (Hechos 20:35).
Christine Vales
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