Por Andrew Towe
Si usted estuvo involucrado en el movimiento profético, entonces es muy probable que haya escuchado las palabras “repentinamente”, “instantáneamente” o “ahora”. Le advierto que no debe permitir que la frecuencia de estas palabras pierda su impacto sobrenatural sobre su vida. No trate como algo común lo que Dios llamó santo.
Recientemente recibí un sueño del Señor. Él todavía no me permitió compartir la totalidad del sueño, sólo la última parte. Me dijo que es para usted ahora. En el sueño, entraba en un nuevo lugar donde se estaba celebrando, y dije: “La lucha ha terminado. Ya está aquí”.
Entonces oí que el Señor me decía que profetizara esto sobre su vida: “Estás entrando en un nuevo lugar y estás cosechando tus semillas. Estás caminando hacia un nuevo lugar. La lucha ha terminado. ¡Está aquí! Prepárate para celebrar. Ahora tendrás las cosas que te parecieron fuera de alcance en el pasado. La trompeta profética de Dios está sonando, con el sonido de: ¡es el momento!”
Además, el Señor le encomienda, diciendo: “Amado, caminar en el nuevo lugar donde te traje requerirá una obediencia radical a mis instrucciones. No puedes simplemente hacer lo que funcionó en temporadas pasadas y seguir caminando en esta nueva dimensión. Escucha Mi voz. Yo guiaré cada uno de tus pasos. Hubo restricciones que obstaculizaron tu progreso, pero las estoy rompiendo. Ya no estarás atado al viejo odre. Te estoy liberando de los confines del enemigo. Es el momento de elevarte”.
“Te introduje en una temporada de cosecha. Las semillas que plantaste en temporadas pasadas, e incluso las semillas plantadas en generaciones anteriores, están llegando a la cosecha. Dondequiera que mires, habrá frutos”.
El surgimiento de lo inesperado, una línea en la arena y el regreso de la
gloria de Dios
Unos días después, mientras estaba en oración, escuché al Espíritu Santo hablarme y decirme: “Estoy levantando personas, lugares y dones inesperados. Esfuérzate más allá del pensamiento pequeño. Estoy dando a luz un nuevo movimiento, y se llevará a cabo a través de formas y medios que nunca soñaste posibles. Prepárate para ver el derramamiento ilógico, inusual e inesperado, pero innegable, de Mi Espíritu”.
“He trazado una línea en la arena, y Mi pueblo tendrá que decidir si está todo dentro o todo fuera. Estoy enviando un movimiento profético como el de ‘Samuel’ y fluirá con pureza. Estoy removiendo a los Elí, los Ofni y los Finees que contaminaron Mi casa y llevaron a Mi pueblo por el camino equivocado”.
“Mi gloria está volviendo a Mi casa y a Mi pueblo. Voy a satisfacer su hambre con Mi poder. Estoy soplando viento fresco sobre ellos. Mis promesas son verdaderas y no volverán vacías. Todo esto sucederá repentinamente. Pronto brotarán en la cosecha las semillas que plantaron las generaciones anteriores”.
Vuelve a cavar los pozos antiguos: Son tu herencia
Génesis 26:22 dice: “Entonces Isaac se fue de allí y cavó otro pozo, pero esta vez no hubo ninguna disputa. A este pozo lo llamó Espacios libres, y dijo: ‘El Señor nos ha dado espacio para que prosperemos en esta región’”.
“La tierra del hambre se está volviendo fructífera. El lugar de la sequía se está convirtiendo en un oasis que está brotando”.
Dios está limpiando su casa
Los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, estropearon irremediablemente el sacerdocio de Elí. Sus actos abominables fueron tremendos ante los ojos del Señor. No tenían ninguna consideración por el Señor ni por su pueblo. Tomaban los mejores cortes de carne que, de acuerdo con la Ley Mosaica, eran la parte del Señor, ¡y lo hicieron incluso mientras eran ofrecidos al Señor! También cometieron pecados sexuales con las mujeres que trabajaban en el santuario. Su depravación hizo que Dios trajera juicio sobre ellos; habían contaminado la casa de Dios, y Elí se negó a quitarlos del liderazgo del pueblo de Dios.
1 Samuel 2:29: “¿Por qué, pues, tratan ustedes con tanto desprecio los sacrificios y ofrendas que yo he ordenado que me traigan? ¿Por qué honras a tus hijos más que a mí, y los engordas con lo mejor de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?”.
Elí era culpable de anteponer a sus hijos sobre su compromiso con Dios. Como sumo sacerdote, conocía la exigencia que se le imponía, pero se había vuelto complaciente. Dios envió a un profeta sin nombre para que lo confrontara con sus fracasos y profetizara contra la casa de Elí. Dios dijo que eliminaría a los descendientes de Elí y los reemplazaría con un sacerdote fiel.
1 Samuel 2:34-35 dice: “Y te doy esta señal: tus dos hijos, Ofni y Finés, morirán el mismo día. Pero yo levantaré a un sacerdote fiel, que hará mi voluntad y cumplirá mis deseos. Jamás le faltará descendencia, y vivirá una larga vida en presencia de mi ungido”.
Dios está limpiando su casa. Está eliminando a los líderes complacientes que se niegan a lidiar con el pecado. Los está reemplazando con aquellos que guiarán a su pueblo con pureza. La línea fue trazada. Hay una división entre lo real y lo falso.
Amós 9:13-15a dice: “‘Vienen días’, afirma el Señor, ‘en los cuales el que ara alcanzará al segador y el que pisa las uvas, al sembrador. Los montes destilarán vino dulce, el cual correrá por todas las colinas. Restauraré a mi pueblo Israel; ellos reconstruirán las ciudades arruinadas y vivirán en ellas. Plantarán viñedos y beberán su vino; cultivarán huertos y comerán sus frutos. Plantaré a Israel en su propia tierra, para que nunca más sea arrancado de la tierra que yo le di’”.
Dios lo está introduciendo en un tiempo de cosecha. La cosecha está madura y este es su tiempo. La lucha se terminó. ¡Ya está aquí!
Andrew Towe