miércoles, 15 de septiembre de 2021

“5782: Nos encontramos en un momento límite”

 


Por Kathi Pelton

Rosh Hashaná, el Año Nuevo hebreo, comenzó el 7 de septiembre. Septiembre es el noveno mes del año en el calendario gregoriano y el primer mes del año en el calendario civil hebreo. Es interesante notar que cuando se juntan los dos, se tiene un final y un principio.

Nueve es un número de terminación o un final (bíblicamente): Jesús murió en la novena hora del día. Su vida terrenal y su misión de redimir a la humanidad del pecado y de la muerte habían terminado y se habían abierto para todos las puertas de la salvación y del perdón por la gracia.

El número uno es un símbolo de Dios: hay un solo Dios en el cielo y en la tierra. La última oración de Jesús antes de ir a la Cruz se encuentra en Juan 17:21-23, donde ora para que seamos uno, como Él y el Padre son uno. Uno es también un nuevo comienzo o un umbral, de una estación o un año hacia otro: un nuevo año.

Un año Shmita

El año hebreo en el que entramos es el 5782. Este es un año Shmita o un séptimo año. El séptimo año es de descanso ordenado.

En Deuteronomio 15 aprendemos que durante el año sabático las deudas eran canceladas y los esclavos liberados. Le pedimos al Señor que “perdone nuestras deudas” como naciones y como personas. Hemos estado trabajando bajo el peso de nuestros pecados (nuestras deudas), como personas y como naciones que se alejaron de Dios. Pero hay un remanente en toda la tierra que se puso en la brecha para humillarse y orar. La Palabra de Dios dice que la deuda nos convierte en esclavos del tenedor de la deuda. Por tanto, es interesante que, en el año sabático, las deudas son canceladas y los esclavos liberados (ver Proverbios 22:7).

Hace muchos años, el Espíritu Santo me habló claramente sobre “cruzar umbrales” en el espíritu. Me mostró cómo hay una gran oposición cuando el pueblo de Dios está a punto de cruzar hacia una nueva tierra de herencia y promesa. Vi la imagen de una novia que no podía entrar en la puerta de su suite nupcial, porque muchos enemigos violentos se interponían en su camino. En ese momento, vi al Señor vestido de novio y se alzaba sobre esos enemigos. Se detuvo en el umbral para recoger a la novia y llevarla a la habitación. Al hacerlo, ella fue elevada por encima de toda oposición. Fue llevada por la gracia y la intimidad cara a cara, hacia la plenitud de estar unida a Él.

Entrando en la temporada de “quédate quieto y conoce”

Debemos entender que el enemigo teme la “unidad” por la que Jesús oró en Juan 17, más que cualquier otra cosa. La intimidad nupcial representa la unidad espiritual. Al igual que “los dos se convierten en una sola carne”, somos llevados a la unidad con Cristo y Jesús intercede para que se establezca la unidad en el Cuerpo de Cristo.

Nos encontramos en un momento de umbral, un momento en el que debemos ser llevados en los brazos de la gracia íntima. No puede cruzar este umbral por usted mismo y no está destinado a hacerlo. Este es un momento en el que debe entregarle su fuerza, su poder y su potencia al Señor. Estamos entrando en una temporada de “estate quieto y conoce” y es “por su Espíritu” que se ganarán victorias y se revelará su gloria ante un mundo que necesita respuestas y salvación (ver Salmo 40:10; Zacarías 4:6).

La semana pasada entramos en el año hebreo 5782 y en menos de tres meses, entraremos en el año 2022. La letra 22 del alfabeto hebreo es Tav. Todas las letras del alfabeto hebreo tienen valor numérico y el valor de Tav es 400. Como sabemos, 400 es un número umbral muy significativo en la Biblia que marca finales y comienzos:

·  Después de 400 años los hijos de Israel fueron liberados de ser esclavos en Egipto.

·  Hubo un tiempo de silencio de 400 años desde el último de los profetas del Antiguo Testamento, hasta el nacimiento de Jesús. Es interesante ver cómo este año sabático se alinea con un 400, donde las deudas son pagadas, los esclavos liberados, su voz es escuchada y el pueblo de Dios es apartado.

Este es el mío: ¡La salvación viene a su casa!

Además, la letra Tav simboliza dos cosas: marcar o firmar algo; y la verdad.

Estamos en un tiempo para ser “marcados”. Esto no es una marca demoníaca sino una marca “apartada” de Dios que dice: “¡Este es mío!”. Así como los hijos de Israel, viviendo como cautivos en Egipto, pusieron la sangre del cordero en los dinteles de sus casas para marcarlas como pertenecientes a Yahvé, para que el ángel de la muerte pasara, así hay una marca de la Sangre de Jesús que nos identifica como hijos o hijas de Yahvé. ¡La salvación está llegando a su casa!

Fuimos marcados con la verdad que nos hizo libres (ver Juan 8:32). Creo que este año marcará a muchas personas con la verdad del mensaje de salvación a través de la sangre de Jesús. Aquellos que ya fueron salvados por la gracia, están entrando en una mayor entrega de sus fuerzas y un sometimiento ante su fuerza y su poder para salvar. Seremos marcados por su poder y su autoridad como hijos e hijas.

La delimitación entre los marcados por la Sangre y los que demandan la ley y las obras, será cada vez más clara. Los que dejaron de luchar y permitieron que los brazos del Esposo los lleven a su casa de bendición y unidad, serán hallados por la paz, el descanso y la fecundidad.

Este será un año donde se saldrá de la deuda, la esclavitud, el esfuerzo y la fuerza de los hombres. Será un año para entrar en un nuevo descanso, libertad y una “carga más ligera” (ver Mateo 11:28-30), porque fueron marcados por la Sangre.

Las bendiciones se derramarán sobre los hogares de los creyentes, las casas de culto y las reuniones de oración. La bendición manifiesta del Salmo 91 se les dará a conocer a los que hicieron del Señor su refugio. Las plagas y la muerte pasarán de largo.

Permita que los tres primeros meses de este Año Nuevo judío marquen su rumbo para los nueve meses siguientes, mientras descansa en su fuerza y su gracia. El Señor renovará la tierra de su vida, haciendo que esté llena de salud para la siembra que viene.

“¡Shanah Tovah!”

Kathi Pelton

(www.elijahlist.com)

 

1 comentario:

carmen Morela Ibarra Hernández dijo...

Si bueno lo que voy a comentar, tiene relación con lo que nos dicen lo profetas del Altísimo Dios. Me encontraba en el Servicio de Oración de los días miércoles en CCN Las Tejerías y de momento cuando comencé a alabar a Dios; con palabras de adoración: Señor, usted es el Todo Poderoso, todo lo ve y lo sabe y así, vi en el espíritu que ciertamente viene un mal grande y comencé a llorar y a decirle al Señor que él es un Dios bueno y fiel y empecé a darle las gracias y vi en mi espíritu que no era para nosotros su pueblo, sino para los rebeldes igualito también le pedí al Señor por sus escogidos a nivel nacional y global; porque también me acordé que su gracia un bendito día a mi me cubrió y guardó de cosas terribles; hasta llegué en ese entonces no a ver, pero los sentí, que me agarraba de la mano y me sacaban de en medio del peligro; y entones decía yo que el Señor se sienta sobre gentes en Venezuela, los cuales son sus hijos; así como la gallina cubre a sus polluelos; muchos pedirán perdón de corazón por sus deudas y el Señor solícito les perdonará; porque habrá grande salvación...