Por Madeline James
En un sueño (el 29/10/21), viajaba hacia una playa con una torre de vigilancia blanca que se extendía muy alto hacia el cielo. Subí por ella, recorriendo muchos tramos de escalones. Cuando llegué a la cima, descubrí una reunión de líderes de todos los tipos y formas del Cuerpo de Cristo.
Ahí estaba un apóstol conocido hablándole a un grupo de líderes experimentados. Les estaba preguntando cómo sería la nueva generación de líderes apostólicos. Entonces se dio la vuelta y me señaló a mí, haciéndome la pregunta, pero salió de la sala antes de que pudiera dar una respuesta.
Es hora de correr
La escena cambió y yo estaba hablando con los líderes experimentados con quienes el apóstol había estado hablando. Les dije a los líderes en el sueño que había tenido un sueño, donde escuché a Dios que decía: “Es hora de volver a correr”. Entonces habló uno de los líderes masculinos de mayor edad y dijo: “Sí, Dios me dio esa palabra hace unos años”.
Parecía que no entendían nada. Volví a recalcarles a los líderes lo que Dios había dicho, diciéndoles que era el momento de ponerse los zapatos y volver a correr, pero muchos de los líderes con quienes hablé parecían cansados, atascados e impasibles. Mientras hablaba con ellos, me estaba atando los zapatos para salir. En ese momento el sueño terminó, pero mientras me despertaba, seguía escuchando: “Es hora de correr... es hora de correr...”.
Atrapar la visión
Creo que esta es una palabra muy poderosa para el Cuerpo de Cristo en esta temporada, especialmente cuando nos dirigimos al 2022. Hay una gran aceleración que está teniendo lugar y continuará a medida que entremos en el nuevo año. Mucho cambió y se restableció en los últimos dos años, tanto en la tierra como en la dimensión espiritual. Al igual que mi sueño retratado, Dios está llamando a sus líderes para que se reúnan y obtengan una visión sobre cómo es la nueva era y el tiempo en el que hemos entrado.
Un cambio de guardia
Hay un cambio de guardia en el Cuerpo de Cristo.
Creo que una parte de la nueva generación de líderes apostólicos llevará la unción de vigilantes y videntes con una mayor capacidad, como el profeta Habacuc.
La estación de Habacuc: Escribir la visión y hacerla evidente
Este sueño es una imagen de Habacuc 2 y la escalera de Jacob en Génesis 28. Habacuc 2:1 dice: “Me mantendré alerta, me apostaré en los terraplenes; estaré pendiente de lo que me diga, de su respuesta a mi reclamo”.
Creo que estamos en un tiempo donde, como Habacuc, debemos ascender al lugar alto, por encima del ruido y el caos, para escuchar y ver lo que el Señor está diciendo. Necesitamos instrucciones nuevas para los tiempos que corren. Subir a la atalaya es una imagen profética de entrar en la dimensión celestial, para que podamos ver y conocer lo que está en el corazón del Señor. El libro de Habacuc describe un tiempo en la tierra que es similar a nuestro tiempo y a lo que está sucediendo ahora. Habacuc tenía muchas preguntas para el Señor sobre lo que estaba ocurriendo, y se las presentó al Señor.
Creo que esto es una clave para nosotros en este tiempo. Necesitamos esperar en el Señor para recibir su instrucción. No podemos quedarnos con viejos sistemas, viejas instrucciones y viejas mentalidades. El Señor tiene instrucciones frescas para nosotros en este tiempo.
Habacuc 2:2 dice: “Y el Señor me respondió: ‘Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido’”. La última parte de este versículo me llamó la atención; no me había fijado en ella hasta leer esta versión. Esencialmente, nos dice que escribamos la respuesta con claridad, para que el corredor pueda correr con la visión correcta. Es una idea importante que hay que tener en cuenta. Hay tantas voces que hablan y visiones que se liberan, que debemos discernir qué es de Dios y qué no lo es. Las respuestas y la visión que necesitamos, no están en esta dimensión. Debemos ascender a las dimensiones celestiales para acceder a la visión e instrucción celestial. El Señor tiene un plan individual y corporativo que nos hará triunfar y vencer.
Antes de que podamos correr con la visión correcta, debemos escribirla y hacerla clara. El Señor le dijo a Habacuc que escribiera la visión con claridad. Cuando recibimos la visión o la respuesta del Señor mientras lo buscamos, requiere un nivel de interpretación. Necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para interpretar correctamente lo que el Señor está diciendo. La interpretación incorrecta puede causar retraso y esperanza diferida, haciendo que nosotros u otros no puedan ver al Señor. Espera en el Señor para obtener la visión correcta.
Cuando escribimos la visión, nos da la visión. Las palabras proféticas liberan la visión profética. Proverbios 29:18 dice: “Donde no hay visión, el pueblo se extravía; ¡dichosos los que son obedientes a la ley!”. Cuando escribes la visión, esto la saca de la dimensión celestial y la establece en la dimensión terrenal. Alumbra los ojos de nuestro entendimiento para que podamos “ver”.
2022: Un año de aceleración y revelación
Los tiempos, las estaciones y los eventos se están acelerando en la tierra. Las cosas continuarán acelerándose, a medida que avancemos en los días del tiempo final. Debemos tener la capacidad y la resistencia para mantener el ritmo. El ritmo se está acelerando a medida que avanzamos hacia el 2022. El 2022 será un año de misterios y revelaciones. Daniel 2:22 dice: “Él revela lo profundo y lo escondido, y sabe lo que se oculta en las sombras. ¡En él habita la luz!”.
Sacudirse el cansancio
Los líderes experimentados con los que hablaba en mi sueño se habían cansado. Debemos sacudirnos el cansancio y la pesadez. A medida que Dios revela nuevos misterios y revelaciones, estos nos darán poder y nos acelerarán hacia adelante. Debemos permanecer en el paso con el Espíritu Santo, asociándonos con Él.
Jeremías 12:5 dice: “Si los que corren a pie han hecho que te canses, ¿cómo competirás con los caballos? Si te sientes confiado en una tierra tranquila, ¿qué harás en la espesura del Jordán?”.
Ahora es el momento de ponerse los zapatos y atarlos. La nueva generación de voces apostólicas que están surgiendo, llevan una visión fresca y mensajes que necesitan ser entregados en la tierra. A medida que recibamos nuevas visiones y revelaciones de la dimensión celestial, el Espíritu de poder vendrá sobre nosotros, permitiéndonos correr con los caballos.
Algunos de ustedes se quitaron los zapatos. Algunos de ustedes, como un acto profético, necesitan salir a comprar zapatos nuevos. Los zapatos de la temporada pasada no servirán para el lugar donde Dios los llama. Los zapatos representan proféticamente la identidad, la autoridad, el territorio y la liberación del Reino de Dios. Es hora de prepararse para correr con la Palabra del Señor. ¡Escriba la visión con claridad y corra con el Espíritu de Dios para que la visión se cumpla!
Madeline James