jueves, 22 de diciembre de 2022

“¡Es un diciembre para recordar


Por Yvon Attia

Mientras buscaba al Señor para el mes de diciembre, comencé a escuchar estas palabras en mi espíritu: “Cuanto más intente oprimirte el enemigo, más te prosperaré y te multiplicaré”.

Me emocioné mucho al oír esto, y también recordé que hay un verso en la Biblia que concuerda con estas palabras. Cuando empecé a buscar en las Escrituras, encontré este verso: “Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y se extendían, de modo que los egipcios llegaron a tenerles miedo” (Éxodo 1:12).

El plan del enemigo: Limitar el crecimiento

Me aferré a este verso y comencé a leer en torno a él, buscando la guía y la dirección del Espíritu Santo. Curiosamente, Dios comenzó a hablarme sobre la destrucción de los gobiernos malvados y el establecimiento de su Gobierno aquí en la Tierra. Serán revelados los planes de los gobiernos, tanto los terrenales como los celestiales.

En esta parte específica de la Biblia, el pueblo del pacto de Dios estaba creciendo y multiplicándose. Como resultado, el faraón de Egipto se indignó por su crecimiento y dijo: “¡Cuidado con los israelitas, que ya son más fuertes y numerosos que nosotros!” (Éxodo 1:9).

Vemos que los planes del enemigo consisten en impedir que el pueblo de Dios crezca y prospere. También se expondrá el método para limitar el crecimiento. El faraón de Egipto trató de limitar su crecimiento oprimiéndolos, convirtiéndolos en esclavos y nombrando capataces brutales sobre ellos, con la esperanza de agotarlos con un trabajo extenuante (Éxodo 1:11). Estos métodos no cambiaron mucho; pueden ser vistos y son usados por gobiernos malvados y autoridades malvadas hoy en día. La idea es oprimir al pueblo de Dios y agotarlo, haciendo que pierda la esperanza y se desanime.

El Plan de Dios: Desafiar a la naturaleza

En el mismo capítulo, también se revelan los planes de Dios. La Biblia nos dice: “Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y se extendían, de modo que los egipcios llegaron a tenerles miedo” (Éxodo 1:12).

Mientras profundizaba en esto en la oración, oí que el Espíritu Santo me recordaba la Tercera Ley de Newton: Acción y Reacción. Esta es una de las leyes de la naturaleza, y básicamente establece que para cada acción (fuerza) en la naturaleza, hay una reacción igual y opuesta. En otras palabras, si el enemigo está ejerciendo un nivel de opresión, entonces Dios se opondrá igualmente a ese nivel de opresión.

Pero entonces oí al Espíritu Santo decir: “Estoy desafiando las leyes de la naturaleza. En otras palabras, cuando el enemigo oprime a Mi pueblo, Yo no sólo ofrezco una cantidad igual de libertad, hago algo mucho más grande y más abundante. Cuanto mayor sea la opresión, mayor será la victoria, la influencia, y más gracia y favor recibirá Mi pueblo del pacto”.

Dios no está limitado por las leyes del universo. Él las trasciende (las vence) por su gran poder, y lo hace de la manera más inusual.

En el capítulo 1 de Éxodo, la opresión seguía aumentando. El faraón de Egipto emitió un decreto por el que todos los niños nacidos varones debían ser asesinados. Les dio esta orden a las parteras hebreas: “Cuando ayuden a las hebreas en sus partos, fíjense en el sexo: si es niño, mátenlo; pero si es niña, déjenla con vida. Sin embargo, las parteras temían a Dios, así que no siguieron las órdenes del rey de Egipto, sino que dejaron con vida a los varones” (Éxodo 1:16-17).

Así que el Gobierno del Cielo estaba actuando, e incluso bajo esta gran opresión, el pueblo de Dios prosperó y se multiplicó. No sólo eso, bajo esta gran opresión nació un líder que más tarde liberaría al pueblo de Dios. En esa época nació Moisés, y cuando su madre ya no pudo esconderlo más, lo dejó ir por el río Nilo. Pero incluso entonces, Dios le dio favor a los ojos de la hija del Faraón, y lo dejó vivir.

Este es el mes del parto y del éxodo

Oí decir a Dios: “Este es un mes de alumbramiento, no desprecies lo que doy a luz a través de tu vida”.

Moisés, cuyo nombre significa “sacado del agua”, se salvó de morir ahogado en el río y fue llamado por Dios para liberar a su pueblo. Lo que podría haberlo ahogado, se convirtió en su refugio y su supervivencia. Dios lo protegió y le concedió el favor de la hija del faraón. “Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios, quien al oír sus quejas se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. Fue así como Dios se fijó en los israelitas y los tomó en cuenta” (Éxodo 2:23-25).

Dios se dispone a juzgar la injusticia. Dios se prepara para actuar y establecer su gobierno. Se acerca la liberación, porque Dios va a sacar a su pueblo de Egipto (esclavitud y opresión) y lo va a llevar a la Tierra Prometida (provisión y gobierno). Este es el mes de nuestro Éxodo, y los “egipcios” que vemos ahora, nunca los volveremos a ver otra vez (Éxodo 14:13). Esta es una temporada de liberación milagrosa. Dios está trabajando, y Él será nuestro gran guerrero.

Desnudando al enemigo

Moisés no tenía idea qué iba a ocurrir o cómo sucedería, pero Dios hizo un camino. Dios dijo: “Entonces manifestaré mi poder y heriré de muerte a los egipcios con todas las maravillas que realizaré entre ellos. Después de eso, el faraón los dejará ir. Pero yo haré que este pueblo se gane la simpatía de los egipcios, de modo que cuando ustedes salgan de Egipto, no se vayan con las manos vacías. Toda mujer israelita le pedirá a su vecina, y a cualquier otra mujer que viva en su casa, objetos de oro y de plata, y ropa para vestir a sus hijos y a sus hijas. Así despojarán ustedes a los egipcios” (Éxodo 3:20-22).

Esta es una temporada para desnudar al enemigo. Es la estación, y específicamente el mes, cuando el pueblo del pacto de Dios verá la reivindicación, la restauración y la poderosa mano de Dios, juzgando a sus enemigos. ¡La misión no puede ser abortada!

Prepárense para el aumento y la multiplicación

Escuché al Señor que decía: “Muchos están pensando: Oh, es el último mes del año, así que debería estar preparándome para arreglar las cuentas y terminar los asuntos inconclusos. Pero el Espiritu Santo dice: ‘Mi tiempo no es tu tiempo. Yo estoy fuera del tiempo. Yo moveré las cosas y haré cosas más allá de tu comprensión o tu imaginación’”.

“Esta opresión está trayendo aumento, como Mi pueblo que fue oprimido por los egipcios. Los oprimieron para limitar su aumento sobrenatural; pero cuanto más los oprimían, más aumentaban y se multiplicaban. No me estoy preparando para frenar o terminar; Me estoy preparando para el aumento y la multiplicación. Estoy rompiendo cada barrera que está deteniendo tu aumento y ahogando cada insulto. De hecho, estoy usando esta opresión como el combustible para tu crecimiento y tus bendiciones abundantes”.

“Prepárate para ver Mi gran liberación. Prepárate para ver puertas inesperadas abriéndose de la nada. Hice un camino en las aguas, un camino sobrenatural para Mi pueblo. Mi aliento partió el mar y caminé delante de ellos, por delante y por detrás. Mi presencia te rodeará, te envolverá y te protegerá, porque viniste a Mí en busca de refugio”.

“Les recuerdo hoy que ninguna arma formada contra ustedes prosperará. Regocíjense a través de esta opresión, porque está trayendo aumento. Estoy abriendo un portal ardiente de Mi presencia sobre ti y dondequiera que vayas, estaré derramando favor y aumento”.

“No te dejé, ni te abandoné, porque eres amado y precioso ante Mis ojos. Mira a mi Hijo Jesús: Él fue oprimido sin medida; fue rechazado y aplastado hasta la muerte; pero Yo lo resucité, y Mi Espíritu resucitó todo en Él. Veo tu opresión, y estoy aquí para decirte que no liberaré una reacción igual y opuesta. Me estoy preparando para vencer esta opresión con Mi gran poder y bendecirte sobrenaturalmente, aumentarte y multiplicarte; porque te amo más allá de toda medida”.

“Permíteme recordarte de nuevo: Comenzó, y mis planes en tu vida no pueden ser abortados. ¡Alégrate! Yo estoy aquí”.

Yvon Attia

(www.elijahlist.com)

 

 

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