Madeline James
En un sueño, en la mañana del 2 de noviembre de 2023, vi al ángel del Señor como un torbellino. Cada vez que este ángel comenzaba a soplar vientos, la gente comenzaba a entrar en pánico y se asustaba, al ver que las cosas a su alrededor se movían. Esto sucedió cuatro veces diferentes durante el sueño. Cada vez que esto ocurría, yo le decía a la gente que no tuvieran miedo del cambio que estaba llegando y ocurriendo. Le dije a la gente que estos cambios acelerados y los vientos que soplaban, venían del Señor.
Creo que este sueño es una continuación del que tuve recientemente sobre el viento del este. Creo que es importante en esta hora prestar atención a los “vientos de Dios” o a los movimientos de Dios que están ocurriendo. En Juan 3:8, Jesús dice: “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”. Como el viento no es algo que necesariamente puedas ver en la naturaleza, debes sintonizarte con las cosas del Espíritu para “ver” el mover de Dios. Sus vientos tienen un sonido o una frecuencia que podemos sintonizar, para ser guiados por su Espíritu. Aunque no podemos ver el viento en lo natural, somos capaces de ver los efectos del viento.
El verano pasado, un par de días antes del 4 de julio, una fuerte tormenta eléctrica atravesó nuestra área. Cuando miré por la ventana, pude ver la intensidad y la gravedad de los vientos que soplaban. Árboles, cubos de basura, hojas y muebles de jardín, volaban por todas partes. En un momento dado, mientras miraba por la ventana hacia mi jardín delantero, empecé a ver el remolino del viento. Podía ver un torbellino. Al principio me puse nerviosa porque me preguntaba si se trataba de un tornado, pero también me asombré al ver cómo soplaban esos vientos. Nunca había visto nada igual. Una vez que los vientos avanzaron, pude ver cómo habían cambiado el paisaje a nuestro alrededor. Los árboles que había antes ya no estaban o se habían partido por la mitad. Había escombros por todas partes. Incluso algunos patios parecían diferentes. Las cosas habían cambiado en un momento.
¿Qué es un torbellino y qué hace? “Un torbellino es un viento muy fuerte que se mueve con un movimiento giratorio o de remolino, que puede dañar edificios, árboles, etc.”. Un “torbellino” también representa algo que “sucede o se hace muy rápidamente”. Discutamos el significado y el propósito de un torbellino.
El poder de Dios
Bíblicamente, un torbellino representa o muestra el poder y la fuerza de Dios. Nahum 1:3 dice: “Jehová marcha en la tempestad y el torbellino”. Hay un temor y una reverencia que se liberan cuando Dios viene como un torbellino. Se distingue de cualquier otro dios, porque ningún dios tiene el poder que tiene nuestro Dios. Él se presenta así a veces, para mostrar el temor y el misterio que encierra. Nunca quiere que nos familiaricemos tanto con Él, que interpretemos mal su grandeza. En Hechos 2 también vemos el viento de Dios desatado en el aposento alto, desplegando su poder y llenando al pueblo de Dios con el Espíritu Santo.
La voz de Dios
A lo largo de la Biblia, Dios hablaba desde un torbellino. Job 38:1 dice: “Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino”. También vemos esto en la historia de Elías, cuando huyó atemorizado de Jezabel. 1 Reyes 19:11 dice: “Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto”.
De estas dos escrituras, podemos resaltar que Dios podía hablarle a su pueblo desde el viento. Esto era algo que tanto Elías como Job habían experimentado. El torbellino era y es otra nube de oscuridad en la que Él se esconde (Salmo 18:11).
La vida de Dios
Los vientos de Dios desatan su vida, porque llevan su aliento “ruach”. Ezequiel 37:9-10 dice: “Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y dí al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo”.
Si te encuentras en un lugar seco y muerto, comienza a profetizar y desata el viento (aliento) de Dios en tu situación, y verás a Dios trayendo nueva vida sobre ti y sobre lo que te rodea, ¡vida de resurrección!
El mover de Dios
Una de las maneras en que puedes viajar en la dimensión del Espíritu, es por su viento. Su viento te lleva a una dimensión y a un nivel de revelación superiores. Ezequiel 3:12 dice: “Y me levantó el Espíritu, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo”. También vemos que esto ocurre en la vida del profeta Elías. En 2 Reyes 2:11 dice: “Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino”. También vemos esto en el Nuevo Testamento, cuando Felipe fue arrebatado por el Espíritu después de haber terminado de ministrar al eunuco etíope (Hechos 8:39).
La provisión de Dios
Si necesitas provisión en tu vida, pídele al Señor que desate sus vientos de provisión. Números 11:31 dice: “Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra”.
Actividad angélica
Los vientos son una señal de que hay actividad angelical. Hebreos 1:7 dice: “El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego”. Cuando disciernas la actividad angelical, profetízales a los vientos y desata la palabra del Señor. Cuando profetices a los vientos, ellos velarán por la palabra del Señor para que se cumpla (Isaías 55:11). A ellos les encanta hacer la voluntad del Padre.
El juicio de Dios
El Señor usa los vientos para desatar su juicio y su justicia, para tratar con los malvados y los impíos. Proverbios 10:25 dice: “Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; Mas el justo permanece para siempre”.
Jeremías 30:23-24 dice: “He aquí, la tempestad de Jehová sale con furor; la tempestad que se prepara, sobre la cabeza de los impíos reposará. No se calmará el ardor de la ira de Jehová, hasta que haya hecho y cumplido los pensamientos de su corazón; en el fin de los días entenderéis esto”.
En Oseas 8:4-7, el Señor declara: “Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe; de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos. Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejarte; se encendió mi enojo contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar purificación. Porque de Israel es también éste, y artífice lo hizo; no es Dios; por lo que será deshecho en pedazos el becerro de Samaria. Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán”.
Quiero animarte a no temerle a los vientos o a los torbellinos que Dios está desatando. Creo que, entre los próximos cuatro meses a cuatro años, va a haber un cambio rápido y una gran aceleración. Si Dios quiere que algo suceda rápidamente, enviará un torbellino. Esto es lo que Él está haciendo.
Los torbellinos cambian nuestras mentes y desatan nuevos odres. Se están produciendo grandes avances en todos los ámbitos de la sociedad. Debemos apoyarnos en el discernimiento y el entendimiento de Dios, y no en el nuestro. Cuando nos apoyamos en nuestro propio entendimiento, puede impedirnos ver a Dios o que identifiquemos a algo como demoníaco, cuando en realidad es Él. No temas los cambios rápidos que están ocurriendo. Es una señal de que las profecías y las promesas de Dios se cumplirán a un ritmo acelerado. Quiero animarte a que no luches contra el viento de Dios, ni te opongas a él. Permite que el viento de Dios te lleve hacia donde Él quiera llevarte. Incluso dentro de unos meses, las cosas se verán diferentes. Los vientos de cambio revelan lo que está por venir.
Madeline
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