viernes, 21 de febrero de 2025

“Dios está liberando tesoros escondidos”

Por Kathi Pelton

Una invitación a las orillas de la gracia y a las riquezas de Cristo

¿Alguna vez tomaste una concha marina y escuchaste lo que suena como el rugido de las aguas del océano desde su interior? A mí me trae recuerdos de la infancia, cuando encontraba un hermoso tesoro en la playa y luego experimentaba la maravilla de escuchar los sonidos del mar dentro de ella.

¿Sabías que estás invitado a caminar por las orillas de la gracia y encontrar los tesoros del Cielo todos los días?

Me encantan las primeras horas del día. Es mi tiempo de quietud para caminar por esas orillas y encontrar estos tesoros celestiales. Algunos días es solo un momento para disfrutar de la paz y la verdad del Señor, mientras que otros días encuentro un tesoro como las conchas marinas que encontraba en mi infancia. Cuando encuentro uno de estos tesoros espirituales, pongo mi oído espiritual en él para poder escuchar el sonido de su hermosa voz.

Algunos días es la voz de su amor, otros días es el sonido de su fuerza que viene a ceñirme y otros días es su consejo y su sabiduría los que vienen a poner mis pies en el camino correcto para ese día.

Colosenses 2:2-3: “… para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”.

En mi tiempo diario con el Señor se acumulan todas mis riquezas, mis riquezas eternas. Es donde llego a conocerlo de manera íntima y personal. Aquí es donde pongo mi oído en su pecho y escucho el sonido de su voz. También es donde tengo una visión diaria del misterio de Dios a través de Cristo Jesús, nuestro Salvador y Señor. 

Nunca pierdas tu asombro infantil

A medida que pasan los años, a menudo las personas pueden comenzar a ver sus tiempos devocionales diarios (en la Palabra, en la oración y en la espera en Él), más como una disciplina, en lugar de hacerlo como una experiencia refrescante de encontrar su paz y descubrir los misterios ilimitados de Cristo.

Por supuesto, hay un lugar de obediencia y disciplina en el estudio, el aprendizaje y la oración, pero nunca debemos perder la maravilla infantil de encontrar un tesoro.

Isaías 45:3: “… y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.

Los tesoros eternos se encuentran en el lugar secreto

Hice mucha consejería a lo largo de mis años en el ministerio y cada vez que escucho que alguien está lidiando con muchas dudas respecto a su fe, descubro rápidamente que su tiempo personal con el Señor (y en su Palabra) quedó interrumpido por el ajetreo de la vida.

Veamos de nuevo el Isaías 45:3: “y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre”.

Los tesoros y las riquezas escondidos revelan quién es Él, ¡y que Él es el Señor! Dudamos porque no hemos buscado los tesoros que se encuentran dentro del lugar secreto. Pero encontrar tesoros escondidos requiere la acción de buscarlos. Los lugares secretos rara vez se encuentran sin buscarlos. Hay momentos donde tropezamos con tesoros escondidos o lugares secretos en el Espíritu, pero esos son dulces actos de la bondad y la gracia de Dios, como cuando lo encontré por primera vez. No estaba buscando a Dios, pero Él era un tesoro que me fue entregado por su gracia.

La mayoría de las veces, como alguien que caminó con Él durante cuarenta y tres años, encuentro sus tesoros y los lugares secretos dentro de mis tiempos intencionales, apartados para estar con Él. Es como tener un lugar cotidiano donde nos reunimos. Me siento fortalecida en mi fe cada vez que voy a encontrarme con Él.

Busca primero el Reino

La búsqueda del dinero, la imagen y las cosas temporales, se convirtieron en una búsqueda mucho mayor en la mayoría de la humanidad, que la búsqueda del tesoro eterno de Cristo, nuestro Señor. La búsqueda de las cosas temporales deja a muchas personas vacías de la verdadera felicidad y drena sus fuerzas.

Dios está invitando a su pueblo a buscar tesoros eternos. A medida que hagamos tiempo para esto, todas las demás cosas serán agregadas.

Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

Dios también amonestó a Timoteo de esta manera:

1 Timoteo 6:10-12: “… porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”.

“... el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”. ¡Qué trágico!

Recibimos el privilegio y la amonestación de buscar a Aquel que fue traspasado por nosotros y llevó todas nuestras penas a la Cruz. A medida que lo hagamos, todo lo que necesitemos nos será añadido. Pero si descuidamos la búsqueda de nuestro tesoro eterno, encontraremos que nuestro corazón se aleja y esto traerá consigo muchos dolores.

La fe infantil se encuentra en aquellos que caminaron sobre las orillas de la gracia y encontraron los tesoros ocultos de la vida eterna. Él nos está llamando a regresar a esas orillas, volviendo al lugar donde ponemos nuestro oído en su pecho para escucharlo una vez más. Nos está esperando en el lugar secreto de su amor.

Aquí es donde se abre ante nosotros la puerta a la vida abundante.

Kathi Pelton

(www.elijahlist.com)

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