viernes, 16 de mayo de 2008


“¿Qué estás esperando? Este es el tiempo para levantarse y tomar la promesa de Dios”

Por Kim Clement



Profetizado en Portland, Oregon, Enero 18, 2008
“¿Qué estás esperando? Este es el tiempo, ahora es el tiempo. ¿Por qué miras hacia el oeste? ¿Por qué miras hacia el este? Ahora es el tiempo, este es el tiempo. Como los profetas antiguos profetizaron, hablaron en ese tiempo que el día venía cuando alguien tomaría la promesa”. Dios dijo: “¿Qué estás esperando? ¿Qué estás esperando? Porque este es el tiempo, ahora es el tiempo. Lo que hablaron ayer está a punto de aparecer. ¿Por qué estás esperando? Ahora es el tiempo, porque ahora es el tiempo”.

“América, espera a alguien que se levante. América, espera a un hombre que te lidere. Pero Yo soy un Dios celoso y Soy el que te lidera. Soy Aquel que tomará el juramento. Soy Aquel que se sentará en la Casa Blanca. Ahora es el tiempo, ahora es el tiempo”.

“Escogí el día. Escogí la hora. Escogí a todos los que le dicen “sí” a Mi nombre. No tienes que esperar que la promesa aparezca. La promesa está aquí, esto es lo que digo. Ahora es el tiempo. Ahora es el tiempo de levantarnos y tomar la promesa de Dios. Ahora es el tiempo, ahora es el tiempo de levantarnos y tomar la promesa de Dios”.

“Escogí levantar a los niños que nacieron en los 70’s. Hombres y mujeres jóvenes que miran hacia atrás y dicen: ‘tráiganlos de vuelta’. Hay una nostalgia por los 70’s, quieren que regresen una vez más y están cansados. Pero nunca, nunca, nunca podrás hacer regresar lo que está muerto. Lo que está a punto de aparecer es mucho más fuerte y ahora es el tiempo para levantarse y tomar la promesa de Dios”.

Hay un destino esperando aparecer y ustedes son los escogidos: extiendan sus manos y tómenlo.

“Cuando le prometo algo a un hombre que ora y dice: América vivirá. Cuando escucho las oraciones de un hombre que me dice: No permitas que la mentalidad humanista destruya esta nación que Tú estás levantando. Y vuelvo a oír la oración de Abraham. Y vuelvo a oír las oraciones de Thomas. Y vuelvo a oír las oraciones de los padres fundadores que me pidieron que apartara la nación de las manos humanas. Y estoy volviendo a escuchar estas oraciones una vez más. Cuando un hombre y una mujer oraron en el año 1700, diciéndome: ¿Podrías sostener esta nación en la palma de Tu mano? Una vez más, escuché las oraciones de Lincoln y una vez más escuché las oraciones de todos los que estaban en los campos de batalla clamando para que América gobierne y gobernará. Lo hará bajo Mi mano”.

Una vez más, ¿no oirás las oraciones de los justos? Una vez más, ¿no oirás las oraciones de una nación que clama: guarda esta nación, América la grande, de manos de los hombres? Una vez más, ¿no oirás las oraciones de los hombres justos? Una vez más, ¿no oirás las oraciones de los justos que claman por esta nación? Estamos clamando por esta nación para que sea librada de las manos de los hombres, de las manos humanas.

Dios dice: “Deseo hacer mucho más de lo que puedes llegar a conocer. Deseo hacerlo y una vez más, orarás al Santo”.

Una vez más aquí levantamos manos santas al Padre.
Una vez más aquí levantamos manos santas al Padre.

“Algunos de ustedes oraron por la lluvia y algunos oraron por el viento. Algunos oraron para que se sacuda la tierra. Hay demasiado dolor ante sus ojos y dicen: Señor, ¿dónde estás? Algunos de ellos no comprenden que trabajo y camino en medio de las tormentas de la vida. Aún en medio del viento, la lluvia y el fuego, me encontrarás allí. Me encontrarás allí”.

El Espíritu de Dios dice: “Como muchos esperaron, esperaron y esperaron diciendo: Dios, ¿qué vas a hacer este año?”. El Espíritu del Señor dice: ¿Entiendes que uní las cosas? Hice las cosas para que el caos pueda transformarse en algo poderoso. Cuando probaste el caos, cuando probaste el desorden, cuando probaste los obstáculos, esto sólo hará surgir una clase de cosas que no tuviste nunca antes”.

El Espíritu de Dios dice: “Comienza a comprender que las rupturas ahora se transformarán en explosiones. ¿De qué estoy hablando? Algunos dicen, ‘no experimentamos los avivamientos que hay en otras naciones’.

Te saquearon, América. Pero ahora, por causa de la presión, las rupturas y los obstáculos, enviaré muchas explosiones”. Donde Dios dice: “Vendré de una manera que esta nación nunca experimentó. ¿Por qué? ¿Por qué? Porque te entregué un año donde tendrás milagros inusuales
. No lo oíste. “Transformaré tu caos y te recompensaré por tus lágrimas, tu trabajo y tu dolor: Te daré milagros inusuales”, dice el Espíritu de Dios.


Escucha lo que el Espíritu dice esta noche porque hay muchos desanimados que perdieron el coraje. “Ahora te introduzco en una nueva estación donde suceden las cosas inusuales. Mira las noticias. Aún no estás viendo con suficiente atención. Determiné la aceleración de la cura para el Alzheimer, algo que muchos piensan que no es posible y será rápido”, dice el Señor. “Por tanto te digo, déjame volver a oír el sonido de la fe, déjame volver a oír el sonido de la fe. Quiero oír los sonidos de la fe y la celebración. Vine muchas veces a Portland, Oregon, esperando oír a la gente que recibe lo profético, insistiendo e insistiendo en que todo lo que dijeron sucederá. Estoy esperando oír el sonido de la fe”, dice el Espíritu de Dios.

Canción: “¡Anticipo algo inusual!”
¡Anticipo algo inusual!
¡Anticipo algo inusual!
¡Anticipo algo notable!
¡Anticipo algo inusual!
Anticipo algo notable
Anticipo algo inusual

Sé que este es el poder de Uno, sé que es el poder de Uno; un Señor, un Salvador, un Rey, un Príncipe, un Proveedor, una Resurrección;

Es un Dios, es un Dios. Yehshua, Yehshua;

Cada vez que vienes a Mí, cada vez que Me recuerdas, hay un momento donde creas. Hay un momento donde creas cuando me buscas a Mí. Hay un momento donde creas sólo para ti y para Mí.

Hay un Tesoro que tengo para los que se acercan a Mí sin vergüenza;
Nunca olvidaré un sacrificio de alabanza;
Nunca olvidaré un sacrificio de alabanza;
Cada vez que susurras en Mi corazón;
Cada vez que haces una oración y la terminas, amas;
Me atrae el sonido. Me atrae el sonido de la música en tu corazón;
Y me atrae el sonido de Mi canción;

Y cada vez que levantas tus manos,
cada vez que elevas tu voz y compartes los secretos de tu corazón, me atrae el sonido de la canción que escribí cuando naciste;

Nunca olvidaré el sacrificio de alabanza de tus labios;
Y cada vez que me llamas y compartes tus secretos con tu Único amigo, me atrae el sonido de la canción que escribí el día que naciste.

Kim Clement

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